-- JiMin, cariño, buenos días ... -- 

El joven arrugó su nariz tapando su rostro con las sábanas color canela que le cubrían el cuerpo, no sabía qué hora era, pero estaba seguro de que no era una hora normal para despertar y estar descansado 

-- JiMin-ah... -- Volvió a llamar su madre destapándole apenas un poco -- Sé que te prometí que hoy desayunaríamos juntos, que haríamos tortitas y tu batido favorito... -- Susurró ella con voz temblorosa, su hijo no le miraba pero sabía que le estaba escuchando -- Pero no puedo, me han llamado de un caso de urgencia, tengo que ir a por un pequeño... perdón, mi vida -- 

La mujer dejó un beso sobre la cabeza de su hijo y salió de la habitación mientras se colocaba el abrigo y se iba de su hogar a toda prisa. Solo cuando la puerta principal se escuchó ser cerrada fue que JiMin alzó su rostro para tomar su teléfono, seis y media de la mañana

-- Te vas, como siempre -- Musitó rodando en su colchón

Esa había sido siempre si vida, no había otra 

Su padre pasaba demasiado poco tiempo en casa, con suerte JiMin conseguía verle más de dos semanas al año, y su madre siempre estaba totalmente entregada a su maldito trabajo

La situación no cabía en la cabeza de Park ¿Por qué tanto interés en dedicarse a los hijos de las demás personas, si estaba descuidando al suyo propio? 

Sin querer pensar más el rubio dejó su teléfono en la mesita de noche y se acostó intentando poder dormir otra vez, aunque un dolor punzante se estuviera instalando en su pecho sin permiso alguno 

-- Que le jodan a todos -- Dijo contra la almohada, estaba cansado de esta situación; solo quería dejar de sentir

-- ¿Qué dices? ¿De verdad? ¿No me mientes? -- Preguntó YoonGi haciéndose el sorprendido

Tenía a una pequeña de seis años sentada en sus rodillas mientras esta asentía con una sonrisa de oreja a oreja 

-- ¡Te lo prometo, oppa! ¡Se me cayeron los dos dientes a la vez! ¡Mira, mira! -- 

El pálido no pudo evitar echarse a reír cuando la infante abrió su boca para enseñar su dentadura, efectivamente le faltaban dos dientes, totalmente adorable a la vista del chico

YoonGi estaba más que feliz, el trabajar en el centro con esos niños solo había hecho que estuviera aún más seguro de que su futuro debía de estar dedicado a la enseñanza, ver a los chicos sonreír por pequeñas e inocentes cosas le hacía sentir bien,  sentía que tenía sentido intentar hacer un mundo mejor 

-- RyuJin, debes de terminar tu tarea... -- Advirtió la madre de JiMin con una sonrisa, paseándose por el pasillo con un montón de comida en sus brazos la cual debía de dejar en el comedor

-- Cierto... ayúdeme, YoonGi oppa -- La chica tomó la mano del azabache y le hizo sentarse al lado de su pupitre para que le ayudase, quería su punto positivo y se merienda rica 

Hoy el día estaba tranquilo, eran apenas tres infantes allí haciendo sus deberes y; bueno, un pequeño ChangBin durmiendo sobre su pupitre babeando su cuaderno de ejercicios 

Mientras la menor leía los deberes en voz alta, Min pasó su mano por los cabellos de RyuJin, viendo como una risilla se le escapaba de sus labios al sentir un poco de cariño. YoonGi en serio pensaba que esos niños habían tenido un poco de mala suerte, y lo odiaba; ellos no merecían nada de lo que les pasaba

Lo único que no le gustaba de trabajar en el centro de protección de menores era la impotencia de no poder terminar de defender y cuidar a esos niños que no tenían culpa de tener familias desestructuradas, tóxicas o todo a la vez 

Era consciente de que su jefa hoy había tenido que ir a buscar a ChangBin a las seis y media de la mañana porque la policía había llegado al hogar de su familia, el hermano mayor de Bin había comenzado a pelear con su padre a gritos, su madre metiéndose de por medio y comenzando una pelea física 

Todo un lío y una lástima, una total pesadilla a la que ChangBin parecía acostumbrado 

-- Hola, hola~ -- Aquella voz le sacó de sus pensamientos 

Min sintió sus mejillas calentarse y su corazón correr al sentir los labios mullidos y suaves de ese joven posarse sobre su pálida mejilla en forma de saludo 

JiMin venía con unos pantalones ajustados a sus preciosas piernas y un jersey celeste que dejaba un poco de sus clavículas al descubierto, su cabello peinado en pequeñas hondas y sus orejas decoradas con aretes plata 

¿Cómo podía verse tan jodidamente bonito? 

-- Hola, JiMin-ssi... -- La chica no miró al joven Park, él tenía una fama pésima entre los infantes, más que nada porque se comportaba como uno más; o peor incluso 

El rubio se llevaba todo el día discutiendo con ellos y haciéndoles rabiar 

-- ¿Yo no soy oppa, como YoonGi-ah? -- Preguntó alzando una de sus cejas mirando a la chica que aún no le había mirado, no le gustaba sentirse ignorado, menos por una mocosa

-- No, YoonGi oppa se porta bien conmigo, usted no. Usted me roba las gomitas dulces que mamá Park me da para hacerme rabiar -- Explicó con simpleza

-- Y más que te voy a quitar... ¿Sabes que YoonGi hyung es mío también? -- 

El más joven abrazó por detrás al azabache, pegando su mejilla a la de su hyung para sentir como esta estaba cálida, apostaría lo que fuera sabiendo que Min estaba sonrojado, YoonGi era terriblemente adorable 

RyuJin frunció el ceño, pero no tardó en reír cuando Yoon se apartó del abrazo suspirando 

-- Deja de jugar y compórtate como el adulto que ya eres -- Pidió sin mirarle directamente a la cara 

-- ¡La merienda! -- Gritó la señora Park desde el comedor, los niños comenzaron a gritar felices yendo directamente hacia aquella habitación, su hora preferida había llegado un día más

-- Dios... estoy tan cansada, gracias por traernos a casa, Yoongi-ah -- Agradeció la mujer que ahora era su jefa

Eran cerca de las once de la noche y debido a la hora el pálido se había ofrecido a llevar a ambos Park a su hogar, después de todo tenía auto y no le costaba absolutamente nada

-- No es nada, mamá Park -- Dijo el pálido bromeando, terminando de estacionar el vehículo frente al hogar de la familia

-- ¿Por qué no entras y cenas con nosotros? Creo que JiMin aún está un poco molesto conmigo por abandonarle esta mañana... -- Musitó la mujer mirando a su hijo por el retrovisor del auto 

-- ¿Yo? Da igual, mamá. Estoy bien, ya no soy un niño al que todo le duele -- Que fácil había sido decirlo sin que dejar salir el dolor -- Pero que hyung se quede a cenar me parece un magnífica idea, me gusta mucho hyung  -- 

-- ¡JiMinie! ¿Dónde está tu vergüenza? -- Exclamó la mayor

-- Yo no tengo de eso, mamá -- 

El rubio se bajó del auto mientras reía y se disponía a abrir la puerta de su casa. Yoon aceptó, más que nada por ayudar a la mujer con la cena, se veía realmente cansada 

Y bueno, tenía curiosidad por ver el hogar de su jefa por dentro... si, era solo eso 

El estar un rato más con ese chico mimado no tenía nada que ver 

JiMin desapareció mientras los dos más mayores hacían la cena. El pálido pudo conocer un poco más a la dulce mujer, se había quedado embarazada bastante joven y el padre de JiMin decidió apoyarla, sin embargo no quiso dejar sus sueños atrás 

Aquel hombre era un Ceo importante de la industria musical, así que se llevaba el día viajando y viviendo en Estados Unidos, así que no aparecía en casa prácticamente nunca, a pesar de tener aquí a su familia, la cual honestamente adoraba 

-- Creo que a veces no he sido capaz de criar a JiMin tan bien como debería, pero estaba sola... no sé si lo hice bien, pero lo hice de la mejor forma que supe -- Admitió con una triste sonrisa -- Gracias por ayudarle, no le conoces mucho y siempre anda molestándote, pero estás ahí para él, gracias Yoon -- 

Min sonrió echando las verduras en la olla donde la sopa ya se encontraba hirviendo 

-- No debe de agradecer nada, él no es un mal chico, estoy seguro. Solo quiere llamar la atención de todos, pero no sé por qué, tiene una mamá excelente y muchísimos amigos -- 

-- Bueno, creo que él es alguien que se esconde muchas cosas; ojalá algún día consiga que se abra conmigo -- Suspiró y colocó todo sobre la mesa -- ¡JiMinie, cielo! ¡La cena! -- 

El rubio frunció sus labios, su madre creía que estaba en su habitación, sin embargo estaba sentado en el primer escalón de las escaleras del segundo piso, donde había escuchado la pequeña conversación entre su madre y hyung 

Tenía una mamá excelente; que no estaba nunca, y muchos amigos; sí. Pero eso no le llenaba en absoluto porque nadie parecía necesitarle o quererle en serio. Todas parecían ser relaciones vacías

En fin ¿Qué más daba? 

Se golpeó las mejillas para dejar de pensar y colocar la más grande sonrisa sobre sus labios al entrar en la cocina. Nadie tenía por qué saber como se encontraba realmente, aquello solo le traería problemas

-- Wah... huele de maravilla~ ¡Vamos a cenar! -- 

Todos se sentaron, y aunque fuera algo tonto, tener una tercera persona allí cenando con ellos había alegrado mucho los corazones de ambos Park

Rieron y contaron varias cosas, incluso YoonGi pudo conocer además un poco del rubio por lo que la mujer le contaba. No pasó más de media hora antes de que ella estuviera lo suficientemente cansada como para dejar un beso en la frente de ambos jóvenes, deseándoles una buenas noches, y por supuesto agradeciendo una vez más al pálido por haberles traído y además haber compartido una agradable cena con ellos

Ambos jóvenes se quedaron un rato más hablando

YoonGi estaba sentado con sus brazos cruzados sobre la mesa, sus encías estaban al descubierto por estar sonriendo y no podía explicarse ese calor en su interior ¿Por qué era tan satisfactorio ver a JiMin riendo por su culpa como si nada más importase? 

-- ¡Hyung! Tu primera vez fue nefasta, deja de contar, Dios, me está dando mucha lástima -- 

-- Voy a permitir que te rías porque soy consciente de que es horrible, es imposible recordarla con cariño. Ni siquiera sentí placer, por suerte las demás fueron diferente -- 

El chico de pomposas mejillas sonrió coqueto dejando caer su codo sobre la mesa y su cara sobre la palma de su mano 

-- ¿Lo has hecho con muchas personas? -- Inquirió curioso

-- Uh, bueno, he tenido dos parejas, una chica de seis meses y un chico de un poco más de dos años. Lo he hecho con ellos dos y claro, la chica de la primera vez ¿Por qué tanta curiosidad? -- 

-- Por saber con cuantas personas compito por ser el mejor polvo de tu vida -- 

Ahí estaba de nuevo, ese calor en sus mejillas por la vergüenza. Rápidamente se colocó de pie tomando su plato y el de JiMin para llevarlo al fregadero, donde los limpiaría para esconderse un poco del chico 

Park lo miró desde la mesa atrapando su belfo inferior entre sus incisivos, era la primera vez que alguien se le resistía tanto como YoonGi y además llamaba tanto su atención 

No perdió el tiempo y se levantó ahora sentándose al lado suya; sobre la encimera, pudiendo verle de frente. Sonrió enternecido al ver el ceño fruncido y mejillas encendidas del chico de ojos felinos, le calentaba demasiado, era tan diferente a todos... 

-- ¿Te incomodo? -- Preguntó en un susurró acariciando sus hebras azabaches 

-- Que seas tan directo, sí;  yo no soy alguien que se acueste a la ligera con otra persona pero tú- --

-- Pero no soy cualquiera, mírame, hyung -- Se lo estaba pasando demasiado bien... no podía mentir 

El pálido frunció sus labios dudando en si realmente debería de alzar su rostro, sentía que el menor iba a hechizarle con esos ojos brillantes con los que siempre le observaba

-- YoonGi hyung... no tengas miedo de mi -- Dijo el rubio riendo bajito, tomando la mano mojada del mayor para atraerlo hacia él -- Nadie se va a enterar de esto, ni nada va a cambiar, vamos, pruébame un poco -- 

Min tragó saliva con dificultad, sentía que todo lo que estaba pasando le superaba, pero es que no podía más con el pequeño deseo que lo carcomía, ese mocoso consentido lo llevaba incitando desde hacía tiempo; y realmente quería, no, necesitaba de él 

El más bajito sabía qué decir y hacer en el momento indicado 

-- Venga, será un momentito -- 

Para cuando Yoongi se dio cuenta sus labios estaban siendo apresados por los del chico de pomposas mejillas, tenía sus ojos abiertos pudiendo ver como los del menor se habían cerrado con lentitud para mayor disfrute 

Su corazón parecía salirse de su torso, pero se sentía bien, extrañamente feliz 

Con timidez alzó sus manos hasta tomar la cintura del rubio con apariencia de ángel, y este comportándose como todo lo contrario se sentó en el borde de la encimera, teniendo así el cuerpo del pálido pegado al suyo 

JiMin siquiera sabía como se estaba controlando, en cuanto YoonGi había comenzado a corresponder al beso había querido que el mayor le tomara de su trasero y se lo llevara hacia su habitación, quería besar a su hyung la noche entera 

-- T-tu lengua... sácala, vamos -- Pidió JiMin entre los besos, consiguiendo lo que había pedido al instante 

Las manos del pequeño rodearon el cuello del azabache, encargándose de acariciar aquella sensible zona 

Si bien YoonGi sentía sus manos picar por querer tocar más, no se atrevía, él no era esa clase de chico que se aprovechaba... ¡Pero todo era culpa de JiMin! Estaba jadeando sobre sus labios, acariciando su cuello y deslizando su diestra por su torso otorgándole más caricias 

No le habían besado así en su vida 

Avergonzado, el mayor se separó un poco buscando un poco de aire y sobre todo un poco de luz en su cabeza; sin embargo, muy lejos de sus planes, el contrario rodeó su cintura con sus piernas atrayéndole aún más, pudiendo sentir incluso la intimidad despierta de JiMin chocarse placenteramente con la suya 

-- No, no; Yoongi-ah, unos besitos más antes de irte -- 

Y con las mejillas a punto de explotar, las manos de JiMin recorriendo su cuerpo con calidez, el corazón alborotado y la cabeza nublada; apretó la cintura del rubio antes de bajar sus manos despacio hasta su trasero para seguir con esa tanda de besos que parecía no querer tener fin 

Kisssuuu~~

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