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¿Cómo el día más hermoso puede convertirse en el peor día del año?
Esa pregunta se la hacía Hinata Shoyo, aunque ahora su vida cambio muy drásticamente, ya que vivir en las calles no es muy lindo que digamos, vivir en las calles nunca se sabe que pasara, dormir en la basura, comer basura, ser basura para los ojos de la sociedad, es triste y es más triste desconfiar de una rata que te hace compañía pero nunca se sabe si te va a comer mientras duermes, aunque eso es imposible pero puede tener amigas la bendita rata.
Shoyo extrañaba a su novio Kageyama Tobio, aumenudo recordaba los lindos momentos que paso con el, los abrazos, los besos, los mimos… Todo, absolutamente todo lo extrañaba. Shoyo maldecia la mente tan cerrada de la gente, maldecia cada una de las humillaciones que recibía diariamente solo por amar, todos le dieron la espalda, amigos, famila, hasta kageyama se fue sin dejar rastro, ni una nota, simplemente desapareció, Shoyo lloraba todas las noches por Kageyama, preguntándose en dónde estaría su idiota favorito.
Shoyo recordaba claramente el día en el que todo se fue a la mierda, nunca se imagino lo que sus padres le harían, ni siquiera se esperaba las groserías que salieron de la boca de su pequeña hermana…
[Hace dos semanas]
—Oye idiota! ¡Escúchame cuando te hablo!— grito un pelinegro para llamar la atención de su pareja.
—¡Perdón! Estaba pensando en cómo decirle a mis padres sobre lo nuestro.. no creo que se lo tomen tan mal ¿No?— dijo el peli-naranja acomodándose mejor en los regasos de su novio.
—No lo sé, creo que tus padres se lo tomarán bien— dijo el pelinegro dudando un poco de sus palabras.
—Eso espero.. la verdad no sé que haré si se lo toman mal. ¿Cuál sería el peor de los casos? ¿Una golpiza? Nahh lo dudo mucho, mis padres nunca me han pegado por muy raro que parezca ¿Tu qué piensas Tobio?— y era cierto, a Shoyo nunca en su vida le han pegado ya que sus padres nunca lo vieron necesario, obviamente si ha tenido sus buenos castigos.
—El peor de los casos eh.. tus padres se ven buenas personas así que no se, aahh mejor para de pensar en eso y dame besos— Kageyama Tobio y Hinata shoyo son pareja ¿Cómo sucedió? Nada más diré que los polos opuestos se atraen.
—Todos los que quiera el Rey— una hermosa sonrisa adorno el rostro de Shoyo para despues besar a su novio en toda la cara, mejillas, cuello, frente, labios y así continuó hasta sonrojar al pelinegro.
—Ya, ya, ya.. Vamos a clase, ya casi es hora— Dijo Tobio más que sonrojado.
—Ahh… que mal, yo quería darte más besos— un puchero apareció en la cara de Shoyo, cosa que Tobio vió y no pudo resistirse a besar.
—Vamos— y así es como Tobio y Hinata iban tomados de las manos hacia su salón de clases.
La relación de Hinata y Kageyama era bastante amorosa, claramente tenían varias peleas absurdas sobre quien amaba más al otro o cuando el otro prefiere jugo que leche, es bastante divertido.
Cuando las clases acabaron la pareja se despidió como siempre un beso y un sincero “Te amo, nos vemos mañana” cada quien se fue por su camino para llegar a casa, ambos estaban igual de nerviosos, ya que por fin después de tanto tiempo de ser pareja le dirían a sus padres sobre su relación y si todo sale bien ¿Por qué no presentarse la próxima semana? Sería maravilloso.
Las iluciones de Shoyo eran altas, ya se estaba imaginando una vida tranquila con su novio y con su familia. Es una lastima que no todo es color de rosa..
Cuando Shoyo llegó a su casa, guardo su bicicleta, saludo y se fue a cambiar para la cena..
—¡Sho-chan!— llamaba su madre, una mujer hermosa de pequeña estatura, peli-castaña y una voz bastante dulce. Se veía que era incapaz de matar una mosca, pero como siempre las apariencias engañan..
Shoyo no dijo nada, se dedicó a ir al comedor, tomar un asiento y prepararse para decir todo lo que ha estado reteniendo durante bastante tiempo para ser sinceros.
“vamos Shoyo, tu puedes” “Tan solo dilo y ya” “no seas cobarde”
Esos eran sus pensamientos de Shoyo, se estaba animando para poder hacer todo bien.
—¿Cómo te fue hoy campeón?—la voz de su padre lo saco de sus pensamientos —Te veo algo nervioso ¿Estás bien?—
—Si papá, estoy bien, estoy completamente bien y me gustaría decirles algo muy importante— dijo Shoyo más nervioso que antes.
—¿Embarazaste a alguien?—dijo rápidamente su madre preocupada.
—¡Jajaja! ¿Cómo mi hermano va a embarazar a alguien? Apenas está con mujeres, dudo mucho que se acerque a una—se burló Natsu su pequeña hermana, una niña bastante tierna, peli-naranja como el y su padre.
—No.. no es eso.. es que— suspiro— ya tengo pareja— después de decir eso, su hermana paro de burlarse y su madre se puso realmente Feliz de saber que su pequeño retoño ya tenía pareja.
—¡Que bien! ¿Cuando la traes a casa? Debe ser muy guapa y buena persona para que hayas decidido salir con ella ¿No?— su madre se había acercado a abrazarlo y felicitarlo por la buena noticia.
—jeje mamá.. no es lo que parece.. mmm si tengo pareja.. pero— estaba al borde del colapso—pero es un hombre… soy gay—la satisfacción que sintió al no tener un peso tan grande en su espalda fue maravilloso. Pero después de eso solo hubo silencio..
—¿Que tú qué?— dijo algo asqueada su hermana —Estas de broma ¿No?—
—No, no es una broma Natsu—despues de decir aquello sintió como era golpeado por su madre.
—¿¡Cómo pudiste!? ¿¡En que falle para que me hicieras esto!? ¡Eres un maricon de mierda!—esas palabras le habían dolido más que los golpes, a como pudo se quitó a su madre de ensima y miro a su papá.
—A mi ni me mires maldita escoria—dijo cabreado ya el hombre—No puedo creer que tenga un hijo maricon.. eres una decepción. ¡Largo de mi casa! ¡Ahora! —lo agarro fuertemente del brazo, claramente eso iba a dejar una gran marca —¡Vete! ¡Y no vuelvas o te irá peor!— Lo lanzó a la calle con toda la fuerza que tuvo.
Shoyo no se podía creer lo que estaba pasando ¿Enserio lo hecharon de su casa? ¿Su madre lo golpeó? ¿Natsu sintió asco de el? Estaba destrozado, humillado completamente.. se quedó en la misma posición tratando de analizar su situación.
“¿Que voy hacer?” “nunca pensé que esto pasaría.. “ ¿Y como-..” sus pensamientos fueron brutamente interrumpidos por un balde de agua fría.
—¡Que te vayas! Si vuelves será peor.—Era su padre más que furioso
—toma tus asquerosas cosas— llegó Natsu con una mochila al parecer llena de ropa.
Después de tomar sus cosas salió corriendo de ahí, iría a casa de Kageyama en la mañana, a esta hora estaría diciéndole a sus padres sobre su orientación sexual, tan solo esperaba que le haya ido bien.
En ese momento se encontraba corriendo sin rumbo alguno, ahora estaba solo y su única esperanza era que lo acepten en la casa de Kageyama.
[Al otro día]
Había llegado a un parque y ahí paso la noche, con un gato el cual no se le acercó por desconfianza pero pasaron la noche juntos.
Cuando despertó no sabía que hora era, solo sabía que tenía bastante hambre, recordó que debía ir con kageyama, se levantó de dónde estaba y fue corriendo hacia la casa de la familia Kageyama.
Vaya sopresa que se encontró al ver que no había nadie, ni muebles, ni nada, parecía que nunca habían habitado esa casa, se aseguro que esa fuera la casa de Kageyama y si, esa era, no era tonto, el ya había venido varias veces a hacer tarea o a ver películas con su novio pero ya no hay nada..
“¿Se han ido?” “¿Por qué Kageyama no me dijo que se estaba mudando?” “¡Debí ir en la noche! Talvez y así lo huberia visto” “estoy solo..”
Nuestra pequeña mandarina no aguanto más lloró, lloró hasta no poder más, la gente que pasaba por ahí lo miraban como si fuera el ser más extraño del mundo, pero Shoyo seguía llorando, sacando todo lo que le molestaba..
[Actualidad]
Aunque Shoyo no se quedó de brazos cruzados decidió quedarse en un callejón que era conocido por estar repleto de basura y si se aguanto las ganas de vomitar cuando no tuvo de otra que comer cosas que estaban ahí en esas bolsas repletas de basura ¿Había comida? Si, claro ¿Era comestible? Por supuesto ¿iba a enfermar si se comía eso? Efectivamente.. aunque no toda la comida debía comerse habían cosas buenas, la mitad de una pizza que para su suerte no se veía mala, pero cuando la probó se dió cuenta de lo horrible que sabía ¡Por Dios! ¿Cómo podía saber tan asquerosamente mal? Fue a su segunda opción la cual era pastel, pero no cualquier pastel, no, era pastel de queso ¡Delicioso! Ese si estaba bueno y sabía perfectamente bien, la persona que tiro esa maravilla estaba mal de la cabeza.
Para su gran suerte existen los baños públicos y gracias a la hermosa y maravillosa persona que sugirió que pusieran duchas en esos baños ahora podría bañarse y no oler tan mal y quién sabe hasta podría lavar su ropa si tan solo tuviera jabón.
Después de ducharse y hacer sus necesidades fue a caminar por dónde lo llevarán sus pies, solo esperaba no perderse.
-NekiAsh
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