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— Deja de verme con ojos de ángel, pequeño demonio. —dijo JeongIn, tomando las pequeñas manos de JungWon. — Que diga demonio, estoy seguro que eres el mismísimo lucifer, solo que incapaz de hablar y con baja habilidad motriz.
El chico comenzó a jugar con el pequeño bebé, moviendo sus manitas constantemente -y con más cuidado del requerido, pues MinHo lo estaba viendo- Dejando una sonrisa y algunas carcajadas por el niño.
— ¡No te rías, estoy seguro de que por dentro de ti solo piensas en destrucción y comida!
— ¿En serio estás peleando con un niño de apenas dos semanas, JeongIn? —cuestionó MinHo.
— Es parte de su estilo. —completó JiSung. — No le digas cosas al pequeño o te golpeare cuando me recupere por completo, Yang.
— Bien... —rió el menor, levantándose del lugar para poder retirarse, pues ya había cumplido su parte. Más no espero que JungWon empezara a llorar buscando los cariños que su supuesto tío le daba. — Oh por dios, parece que el pequeño diablito se encariño conmigo, aseguro que me quiere más a mi que a MinHo, incluso.
— ¿Me disculpas? —dijo indignado el mayor, con el ceño fruncido. — Estás loco, mi lindo sol me ama, ¿Verdad?
Yang JeongIn hizo una mueca asqueada al ver a MinHo ser la persona más cariñosa existente mientras tenía a su pequeño hijo en brazos, consolandolo de inmediato y dejando miles de besos en el pequeño.
— No empieces In-ah, bien que te vi desde la cocina hablarle a Wonnie, dices no ser una persona afectiva pero yo tengo pruebas en contra de ello.
— Silencio, eso no quita que sea mejor cuidando niños que MinHo.
— ¿Qué? —preguntó el inocente y despistado padre que ahora había regreso a la conversación de ambos chicos. — ¿Qué dijo de mi, cariño?
— Que tu mamá se baña con tenis, cielo. —contestó al instante JiSung, mientras veía su celular. — Gracias por quedarte hoy, Innie, me ayudaste mucho.
El menor se despidió abrazando a su mejor amigo y dejando un beso en la frente del bebé, quien pareció encontrarlo divertido.
Won suele reír demasiado siempre que esta con alguno de los adultos, mayormente con JeongIn, por lo que el mismo se había autoproclamado como el payaso particular de la familia.
Las últimas dos semanas (después del parto, básicamente) MinHo había pedido algo de tiempo de vacaciones, las veces que no podía estar les pedía a algunos de sus compañeros o a su hermana quedarse con su lindo esposo, pues tampoco quería que pasara algo malo en su ausencia.
Por ejemplo, aquel día había ocurrido aquella situación, MinHo por alguna razón ajena tuvo que presentarse en su empresa, y JeongIn se quedo a cuidar del pequeño JungWon.
Cuando diga el siguiente dato, háganse los sorprendidos.
Todos, desde la primera vez que vieron al nuevo bebé lo amaron, había algo en ese niño que los enamoraba, y sus padres eran la clara prueba de eso.
Es que, ¿Y quién no se enamoraría? ¡Es la cosita más pequeña y bonita nunca antes vista! Ahora ambos padres comprendían como es que ChangBin y Felix adoraban a su pequeña niña tanto, es un amor realmente incomprensible.
— Ey, ey, MinHo. —llamó JiSung en voz baja, con una sonrisa enorme. — Mira.
En cuanto el mayor volteó pudo ver a sus dos soles acostados, JiSung estaba boca arriba y en su pecho estaba Woon, que parecía dormir arrullado por la respiración y palabras de su papá.
Porque si, el simple hecho de estar cerca de una figura paternal puede desde mejorar el estado de animo o calmar dolores.
O, en el caso de JungWoon, es capaz de dormirlo al instante.
— ¿Crees que tenga sueños? —cuestionó MinHo, acostándose al lado de su pareja.
— Claro que los tiene. —contestó el menor. — Quizá esté soñando con alguno de nosotros, después de todo somos los que estamos siempre junto a él.
— De seguro si. —MinHo se vió interrumpido al escuchar el sorpresivo llanto del pequeño. — Oh no, apenas iba a dormir por favor cielo no llores.
— ¡Mira, Yuna! Tu nuevo mejor amigo. —dijo Felix sosteniendo al lindo bebé en sus brazos, más a la niña no le pareció aquello la mejor noticia, haciendo un puchero al ver a SU papá sostener a un bebé que consideraba ajeno.
— ¡P-papi! —la niña comenzó a agitar sus brazos, más al ver que su padre no comprendía sus emociones, volvió a su segunda y mejor opción: recurrir a ChangBin.
— ¿Qué sucede, cielo? —cuestionó el mayor al ver el berrinche de la niña. — ¿No te agrada JungWon? ¡Pero si es un bebé muy lindo!
— No, espera. —interrumpió JiSung, tomando en brazos a JungWoon, y ahí Yuna pareció sonreír de nuevo. — Bueno, Lix, parece que tu pequeña niña es... Celosa.
— ¿Por qué sientes celos de tu papi y de mi no? ¿Eh? —reclamó ChangBin, observando a la pequeña que mucho caso no le hacía, pues parece más entretenida viendo la cara del bebé en brazos de su tío. — ¿Qué he hecho para ganarme tu desprecio? ¿Uh?
— Ella te quiere mucho, no seas dramático. —quejó Felix, rodando los ojos. — Yuna suele llorar de vez en cuando al irte y que no sea capaz de verte, solo que tú no te das cuenta de eso.
— ¿Ah? ¿En serio? —de repente, el mayor lucía más feliz.
— Si, si.
— Mira, y yo pensando que eras un muy mal padre. —comentó MinHo, quien apenas salía de una de las habitaciones.
— ¡Silencio, Lee! ¡Estoy seguro también te pasará a ti! de que
— Eso quisieras. —Seo le dedicó una mueca de enojo fingido. — Wonnie siempre quiere pasar tiempo conmigo, ¿Tú que tienes para contrarrestar eso?
— Uuuh, te humilló. —Felix hizo burla al respecto, riendo de inmediato al ver la traición en ojos del mayor.
— ¡Pero Lixxie! ¡Se supone que tu deberías apoyarme!
;;- Una amiga dijo que le
interesaba un perdido...
Y casualmente es mi bias.....
¿Cómo debería sentirme?
:>
¡FIN DEL MARATÓN!
Si hay algún error por favor,
díganme.
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