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Recientemente se había cumplido la mitad del octavo y penúltimo mes, todos parecían ansiosos y felices por ello, y JiSung tampoco se quedaba atrás.

Se sentía feliz, nervioso, incluso podría decir que ansioso por todo lo que pasaba. Quería conocer a su pequeño JungWoon, y ya faltaba cada vez menos para ello.

Había pasado algunas semanas ocupadas al estar organizando las cosas para cuando el pequeño llegara a casa, como acomodando la habitación nueva, preparando un bolso lleno de ropa y objetos útiles por si el parto era antes de lo previsto, incluso habían arreglado algunas cosas en el hogar para facilitar todo, cosas como poner barandales y hacer más seguro todo.

Justo ahora se encontraba arreglando algunas cosas de su habitación, estaba solo en casa y quería encontrar en que perder el tiempo.

Por alguna razón, una cosa llevó a la otra, y su curiosidad lo llevó a abrir la puerta del ropero donde está la ropa de MinHo, no había nada en desorden realmente. Pero su atención se fue a una caja medianamente grande al fondo de éste.

Dudó un momento en tomarla y abrirla, quizá no debería meterse en cosas privadas-

Nah, igual vería que tiene.

Este con cuidado se sentó en el suelo, estirándose para tomarla con mucho cuidado - pues últimamente se sentía más torpe. - al conseguirlo se acomodó con una sonrisa de niño haciendo una travesura, para así abrirla.

Lo primero que pudo divisar sin problemas fueron algunas fotos, sobres, papeles y un osito de peluche que fácilmente pudo reconocer.

¿Cómo no recordarlo? Fue el primer regalo que MinHo recibió de JiSung cuando empezaron a ser novios.

Al tomar unas de las fotos que también había en la caja, sonrió en grande al ver que se trataban de fotografías de ellos dos, en algunos eventos importantes o incluso situaciones random, cada una de ellas tenían fecha exacta escrita con una letra bastante bonita, definitivamente no era la de MinHo.

Pero la de su hermana si.

Vaya, ¿MinHo se preocupaba hasta por esas cosas? Tanto así que incluso le pedía a su hermana escribir por él - ya que bueno, tampoco es como que la letra de MinHo sea de lo más bonita, pero la intención es lo que cuenta. -

— Cada vez me doy más cuenta de lo tanto que te importo. —murmuró el menor con una sonrisa terminando de ver las no sé que tantas fotos que MinHo guardaba, y dejándolas a un lado. — ¿Qué más guardas aquí, cariño?

Removió algunos papeles no tan interesantes, para encontrarse frente a frente con aquellos sobres.

Oh, espera.

¿Esas son las cartas que JiSung le dió antes de ser pareja? ¡Por dios! El menor creyó que era broma cuando MinHo le dijo que aún las guardaba.

Es que, ¡Incluso estaban en el mismo maldito sobre en el que JiSung las ponía! La única diferencia es que MinHo les puso fecha, aunque tampoco había sido él, lo más probable es que se lo pidiera a su hermana.

Saco unas cuantas solo para darse cuenta de que si, estaban intactas, tenían cada una de las cosas con las que JiSung decoraba.

Mientras veía con cierta nostalgia algunas de estas, un sobre color anaranjado se asomó, llamando la atención del menor al instante.

Mayormente porque JiSung no recordaba nunca haberle dado algo de ese color.

Cuando tomo la carta entre sus manos pudo notar que en la parte de enfrente decía "- Atte: MinHo" tal y como el solía terminar sus cartas cuando aún estaban en la escuela.

La abrió con cuidado de no dañarla -pues luego no quería poner excusas si es que MinHo le preguntaba- para sacar así tres hojas del interior del sobre.

¿Cómo describirlo? Es básicamente una versión menos detallada -y más infantil- de como JiSung solía darle cartas al mayor. No contaba con ninguna decoración de pegatinas o cinta adhesiva, solo parecía que MinHo le robó los plumones a su hermana y se puso a escribir y dibujar flores a lo largo y ancho del papel.

Por la forma en la que estaba todo escrito supo que era algo de cuando ambos apenas salían (o de antes).

De forma resumida para evitar escribir mucho texto, se trataba de MinHo hablando de lo mucho que amaba a JiSung y lo bello que le parecía.

Si, así de cursi.

Puede que para muchos no les agrade esa clase de cosas pero el menor se encontraba llorando ahora mientras seguía leyendo aún más.

Al final de la última hoja MinHo escribió que lo amaba demasiado y quería salir con él, básicamente, se estaba declarando, solo que la fecha supuesta a que JiSung lo leyera era el 14 de septiembre, si, cumpleaños del menor.

Pero, por el año en que estaba escrito, la ya tenía ocho años.

— ¡Lee MinHo! —gritó el menor a través de la línea sobresaltando a su pareja, que rápidamente comenzó a preocuparse pensando en que su pequeño le había pasado algo pues su tono sonaba quebrado.

— ¡Sunggie! ¿Te paso algo? ¿Te sientes bien? ¿Qué sucede?

— Todo está bien. —murmuró, y el mayor suspiró más relajado.

— ¿Entonces que sucede? ¿Por qué lloras, mi sol?

— ¿Por qué nunca me diste la carta? —preguntó, y MinHo quedó algo confundido.

— ¿Carta?

— ¡Si! No cuestiones nada, solo que por alguna razón terminé con una carta tuya de hace ocho años, que se suponía que me darías en mi cumpleaños.

— Ah... Bueno, esa carta. —el mayor rió nervioso. — No lo sé, solo que tu te me adelantaste al pedirme ser novios y bueno, no todo salió como lo esperado.

— Me la pudiste haber dado igual, es realmente linda.

— ¡Me daba vergüenza! Tu realmente hacías cartas sumamente bonitos y bueno, a mi no se me daba del todo bien.

JiSung rió mientras acomodaba las cosas nuevamente dentro de la caja, aún teniendo a MinHo del otro lado de la línea.

— Nunca tuve tiempo de decírtelo cuando éramos más jóvenes. —murmuró el menor con calma. — Pero sabes que te amo, ¿Verdad?

— Claro que lo sé. —MinHo sonrió. — Y yo también te amo.

;;- Todo está re lindo. 💖