El siguiente día Anne no pudo evitar estar más al pendiente de Marcy, la seguía a todos lados sin perderla de vista ningún momento, cuando de por si antes estaba al pendiente de que su amiga no terminara lastimándose ahora era peor, además de eso procuraba que no se durmiera en medio de la clase. Anne trataba de cualquier medio posible que no volvieran a regañar a su amiga, le lanzaba cosas, hablaba alto para que los profesores la vieran a ella mientras que Sasha despertaba a la menor. 

Cosa que para sorpresa de Marcy funciono mejor de lo que imaginaba. A pesar de que en muchas ocasionas estuvo a nada de dormirse o de que algún profesor la terminara viendo, Anne estuvo ahí para ella, despertándola. 

Marcy por un momento se olvidó de su fatiga, sintiéndose normal, pero aun con sus pestañas pesándole cada que alguna clase se tornaba más aburrida de lo normal. Estuvieron así hasta la hora del almuerzo donde las tres se sentaron a comer juntas, todo parecía estar bien, charlaban con normalidad haciendo chistes sobre las clases o simplemente planeando alguna actividad acaban clases, todo parecía ser como antes hasta que Marcy comenzó a comer.

 Dos, tres bocados termino acabando con todo lo que había en su platillo lista para levantarse e irse a lavar las manos hasta que unas fuertes nauseas la invadieron. 

-Marcy. -Anne noto como su amiga se detuvo a medio camino. -¿Qué sucede?

 Más no contesto, ya que no tardo mucho en vomitar todo lo que había comido hasta ese momento. 

Anne se apresuró en correr hasta Marcy para tratar de ayudarla y Sasha por otro lado se encargaba de callar a cualquiera que quisiera hacer una broma respecto al estado de Marcy.

 -Vamos a la enfermería. -Anne ayudo a Marcy a ponerse de pie, pero esta simplemente se apartó, tratando de levantarse por si solo, más parecía que toda la fuerza en su cuerpo hubiera desaparecido. 

-Anne no te preocupes. -Dijo con dificultad mientras se levantaba a duras penas.

-Puedo ir sola, la clase ya mismo empieza y no quiero que te metas en problemas por mi culpa.

 -Pero.. 

-Anne banana yo estaré bien, te lo prometo. -Marcy le dedico una ligera sonrisa a su amiga. -Ve a clases. 

-Está bien, pero no dudes en llamarme si necesitas ayuda. -Anne abrazo a Marcy antes de irse con Sasha a su salón 

 Marcy a pesar del horrible ardor que tenía en su garganta y la horrible vergüenza que paso hace unos minutos, no podía evitar sentirse feliz ante la notable preocupación de Anne por ella, el sentimiento de sentirse querido era realmente agradable.

 Algo que no había sentido en mucho tiempo. 

Marcy deseaba seguir sintiéndose así, quería pasar más tiempo con Anne, quería estar con ella de todas las formas posibles. 

Lástima que eso no fuera posible.

 El tiempo seguía corriendo, la flor seguía creciendo en el interior de Marcy y ella ni siquiera estaba consciente de ello. 

Marcy fue a la enfermería donde no hicieron más que recetarle un par de pastillas y mandarla más rápido a su hogar. Ese mismo día a pesar de a ver tomado los medicamentos volvió a vomitar lo que había comido en la cena con sus padres, y estos claramente se alarmaron y decidieron llevarla de una vez por todas al hospital. 

No tardaron mucho en atenderla preguntándole lo que tenía y esas cosas, pero al final de la revisión solo terminaron mandándole más pastillas. Aumentando la cantidad de alcaloides en el cuerpo de Marcy sin darse cuenta que el lugar de ayudarla, lo único que hacían era empeorar la situación de la pobre.

Pero, ¿por qué?

La flor que crecía en Marcy era una amapola real, estas flores son solitarias y terminales. Nada fuera de lo normal, pero por lo general esta flor es muy utilizada en la industria farmacéutica gracias a sus alcaloides ya que suponen también una fuente de sustancias activas como la morfina y la codeína, utilizadas como analgésicos para calmar el dolor.

Esa era la razón por la que Marcy estaba tan fatigada, y como la cantidad de alcaloides subía los efectos secundarios de estos no se hacía esperar. No tardaría mucho y presentar depresión respiratoria. Tampoco tardaría mucho en toser los pétalos cubiertos de sangre.

Solo era cuestión de tiempo para que Marcy se diera cuenta de lo que tenía.

¿Y aunque fuera consiente de lo que tenía?

 ¿El resultado cambiaría?

 Tal vez lo haría, pero tristemente eso no este el caso, ya que en cuanto se diera cuenta de lo que tenía seria tarde.