💜Capitulo 11🤍
Eun-Jin
El transcurso de camino hacia la empresa, junto al señor Jeon, fue en total silencio. En uno que otro momento, lo miraba disimuladamente, este se mantuvo en todo momento viendo hacia la ventana, la verdad es que se veía muy pensativo.
El viaje en si fue más rápido de lo que pensé, podría decir que en menos de veinte minutos ya estábamos desmontándonos del auto.
Ahora mismo nos encontrábamos caminando hacia su oficina, una vez frente a ella, el señor me indico que ingresara, por lo que sin protesta ingrese a esta.
Al ingresar, pude visualizar a una chica sentada en el escritorio del señor Jeon, de inmediato hice una reverencia como forma de saludo; unos segundos después, el señor Jeon ingreso a su oficina
Cuando el señor Jeon ingreso a la oficina, se quedó totalmente paralizado.
—¡Kookie! —Expreso alegremente la chica; La señorita se encontraba sentada sobre la silla del escritorio de mi jefe, cosa que ella al ver a señor Jeon se levantó inmediatamente para venir hacia el —Técnicamente corriendo— para así envolverlo entre sus brazos.
—!¿RyuJin?¡ —expreso este un tanto sorprendido.
—También me alegro mucho de verte, Kookie. —expreso, para así acurrucarse más sobre el señor Jeon.
—¿Qué haces aquí? —pregunto, para así separarse de su abrazo —¿Qué no se supone que debes estar en estados unidos?
—Bien acabas de decir, "Se supone" que debo estar en Estados unidos.
—No respondiste mi pregunta. ¿Qué haces aquí? —volvió a preguntar, esta vez más serio.
Esta puso sus ojos en blanco —La respuesta es obvia. —hizo una pequeña pausa. —Vine a ver a mi prometido.
Al escuchar esto, sentí como mis ojos se abrieron más de lo normal.
"¿El señor Jeon... ¿Se casará?"
"Bueno, no está mal, la chica es bonita"
"Pero..."
Me encontraba tan perdida en mis pensamientos, que ni siquiera me di cuenta de que ambos me estaban mirando.
—Señorita Eun-Jin...
Al escuchar a mi jefe llamarme por mi nombre, inmediatamente dirigí mi mirada hacia él.
—¿Sí?
—¿Se encuentra bien? —pregunto.
Yo solo asentí.
—¿Quién es esta? —pregunto la chica junto a mi jefe, mientras me señalaba de una manera no tan agradable.
—Es mi secretaria personal. —respondió, esta vez mirándola. —Eun-Jin, ¿Podrías darme unos minutos con la señorita?
Nuevamente asentí. —Con permiso. —dije, haciendo una reverencia para luego irme.
Jungkook
Dios...
"Trágame tierra y escúpeme en un lugar donde no este RyuJin"
Decidí ir a sentarme sobre uno de los sofás que había en mi oficina.
—Me gusta tu oficina. —expreso, para luego venir hacia mí y de la misma forma sentarse junto a mí.
—No deberías estar aquí.
—Lo se. —respondió. —Pero, no pienso mantenerme lejos de ti. —expreso para luego dirigir su mirada hacia mí.
—RyuJin...
Este poso su dedo índice sobre mis labios, haciendo que mis labios se cerraran y a la vez me sorprendiera. —No digas nada.
Aleje su dedo de mis labios, puesto que su contacto me incomodaba.
—Ya hemos hablado, RyuJin. —hice una pequeña pausa para respirar profundo, no quería lastimarla —, Te he dicho muchas veces de que nosotros no nos vamos a casar... ¿Quieres dejar de andar diciendo eso por todos lados?
Esta negó al instante. —No insistas más, sabes que será una realidad. —respondió esta un tanto seria. —Es un acuerdo que nuestros padres hicieron hace tiempo.
"¿Que?"
"Esto no tiene sentido"
"¿De qué acuerdo está hablando?"
Negue. —No sé de qué acuerdo me estás hablando
—De el que tu padre hizo con mi madre.
"¡¿Que?!"
Negue. —Sea cual sea ese acuerdo, no se hará realidad. —respondí, para luego levantarme del sofá.
—No te niegues a algo que tarde o temprano se hará realidad. —respondió, mientras imitaba mi acción.
—Mi respuesta siempre será un no rotundo —respondí, mientras me cruzaba de brazos ya enojado.
Esta se acercó hacia mí, demasiado para mi gusto. —Lamentablemente, tú no eres el que decide eso. —susurro sobre mi oído. —Nos vemos luego, futuro esposo. —dijo, para luego dejar un casto beso sobre mi mejilla y así irse.
"Maldita sea"
"¿De qué acuerdo hablaba RyuJin?"
"No, esto no puede ser posible"
"En la carta que mi padre dejo para mí, decía que yo debía casarme con alguien a quien realmente yo ame y que ese amor sea reciproco"
En eso escucho como alguien tocaba la puerta de la oficina, lo cual ocasiono que yo me saliera por completo de la burbuja de pensamientos en la cual me encontraba; di el pase.
Al abrirse la puerta, pude notar como Eun-Jin ingresaba a la oficina, con una pequeña bandeja sobre sus manos.
—Señor. —hizo una reverencia. —Su prometida me dijo que le trajera esto. —dijo. —¿Puedo?
—Adelante. —le indique.
Ella se acercó hacia mí para luego dejar un vaso con agua y un pequeño plato, en el cual había una pequeña pastilla sobre él.
—¿Y esto?
—Ella me indico que se lo trajera. —expreso. —dijo que puede que le doliera un poco la cabeza.
Y por primera vez, si tenía la razón; después de esa discusión me entro un tremendo dolor de cabeza.
—Gracias, Eun-Jin. —agradecí, ella solo hizo una reverencia.
Tomé el vaso con agua y me lo comencé a tomar, junto con la pastilla que me había traído Eun-Jin.
Mientras me la tomaba, dirigí mi mirada hacia Eun-Jin, quien me miraba atentamente; ella, al notar que la estaba mirando, bajo su mirada con timidez.
En eso, recordé la razón por la cual le había pedido que viniera conmigo a la oficina.
Debía saber más sobre ella.
Y siendo sincero, esta chica me da curiosidad.
—Eun-Jin...
En eso, un sonido de llamada se hizo presente en toda la oficina, comprobé que no fuera mi celular...
Pero, desgraciadamente, era el de Eun-Jin.
Esta dirigió su mirada hacia mí, se mostraba avergonzada, puesto de que el sonido del celular que sonaba le pertenecía a ella.
—Adelante. —agradeció e hizo una reverencia antes de irse.
Una vez ella salió de la oficina, nuevamente me perdí en mis pensamientos.
Y uno de ellos era...
¿Mi secretaria... será mi mejor amiga?
De hecho, desde que la conocí, no dejo de pensar en ello.
Son muchas coincidencias...
Y la verdad es que... Algo me dice que...
"No, debes estar loco, Jungkook" expreso esa pequeña vocecita dentro de mi cabeza.
Pero, como bien dicen...
"No te sirve de nada pensar, si eso que piensas no lo compruebas"
Luego de unos largos minutos, noto como nuevamente tocan la puerta de mi oficina, por lo que nuevamente doy el "pase"
En eso veo como nuevamente, Eun-Jin ingresa a la oficina.
—Disculpe por la interrupción, señor —se disculpó para luego hacer una reverencia.
—No tienes por qué disculparte. —exprese, haciendo que ella dirigiera su mirada hacia mí.
Después de haber dicho eso, se formó un silencio incomodo —por lo menos para mi—
La verdad es que quiero saber más sobre ella, pero ni siquiera sé cómo hacer que ella se sienta cómoda cuando está conmigo —Y a mi parecer, era muy evidente—.
En eso, nuevamente su celular comienza a sonar; Note como ella cerro los ojos con frustración.
Ella dirigió su mirada hacia mí; yo solo asentí para darle el permiso, ella me agradeció, para si comenzar a caminar hacia la puerta...
Pero...
—No tiene por qué salir. —dije, mientras me levantaba de mi asiento.
—N-no creo que sea correcto, señor. —dijo.
La verdad es que tenía curiosidad de saber de quién era esa llamada...
—No importa, quédese.
Ella lo pensó por unos minutos, para luego contestar la llamada.
—Si, diga. —hubo un pequeño silencio en toda la oficina. —, ¿Le parece si pasa el domingo? Es que no estoy en casa para atenderle.
"¿Quién será?"
En eso, ella cierra sus ojos con frustración mientras soltaba un largo y a la vez pesado suspiro: —Entiendo, señor, pero, ahora mismo no puedo estar en casa... Por favor ¿Podría ir el domingo?
Su rostro mostraba preocupación y al mismo tiempo desencanto...
"¿Que será lo que le está diciendo?"
—Si, Señor, entiendo perfectamente, pero, ahora mismo no se encuentra nadie que pueda atenderlo en casa. —expreso con frustración.
En eso, veo como ella abrió sus ojos más de lo normal: —¿Qué? ¿Diez minutos? Señor, no pod...
En eso, me dirijo hacia ella para así pararme frente a ella.
—Dile que estarás ahí. —le digo en un susurro que fue audible para ambos.
—Señor, no será posible. —expreso mientras alejaba su celular de su oreja.
—Si lo será.
—No.
—¿Por qué? —indague.
—Porque el camino a casa me toma más de treinta minutos. —expreso.
—Dile que llegaras en quince minutos.
—Señor, me será imposible llegar en quince minutos. —expreso.
—No lo será. Yo te llevare.
Esta se sorprendió. —N-No es necesario, señor. —negó al instante.
—Díselo, mandare a pedir el auto. —concluí, para luego tomar mi celular para así llamar a la recepción para que prepararán un auto para mí.
En eso, noto como esta vez, mi celular es el que suena, decido tomarlo para ver de quien era.
Era de mi madre, colgué la llamada, sabía perfectamente el porqué de su llamada.
Le deje un mensaje de texto, diciéndole que dentro de un rato estaría en casa.
Nuevamente, me dirijo hacia Eun-Jin.
—¿Esta lista? —pregunte, ella solo asintió. —Bien, vamos. —dije, para después abrir la puerta de la oficina, esperé a que ella saliera para después salir detrás de ella.
Ambos nos encaminamos rápidamente hacia el ascensor. Una vez este abrió sus puertas, le indique a Eun-Jin para que ingresara —cosa que hizo sin protestar— rápidamente le pique al botón que nos llevaría hacia la recepción.
El elevador no tardó mucho en llegar, por lo que una vez estuvimos en el piso de la recepción, nuevamente me hice a un lado para que ella saliera primero del ascensor.
Al salir del edificio, noto como mi auto es estacionado frente a nosotros; el chofer se desmonto de este rápidamente.
—Buenas noches, señor. —hizo una reverencia como forma de saludo. —¿A dónde lo llevo?
—No se preocupe, señor Choi... Yo conduciré. —dije, el señor Choi me entrego las llaves sin protesta —, Vamos, señorita Eun-Jin.
Le abrí la puerta del copiloto, ella me miro por unos segundos, para luego ingresar al auto, yo por mi parte, rodee este para de la misma forma ingresar al ya mencionado.
Una vez dentro, encendí este para así echarlo en marcha.
—Por favor, coloque la dirección de su hogar en la pantalla. —le indique, cosa que ella hizo al instante.
Una vez obtuve la dirección de ella, aceleré, para así poder llegar tiempo.
Mientras conducía, dirigí mi mirada varias veces —disimuladamente— a la chica junto a mí; esta se mostraba nerviosa, puesto de que esta permaneció todo el tiempo mirando por la venta, mientras se estaba mordiendo la uña de su dedo pulgar.
Espera...
"¿Qué eso no lo hacia la Eun-Jin?"
La verdad es que eso me dio curiosidad, por lo que sin rodeos decidí preguntarle.
—¿Por qué te muerdes la uña? —pregunte mientras dirigía mi mirada hacia ella
Ella dirigió su mirada hacia mí, ocasionando que nuestras miradas se encontrasen entre sí.
Su rostro se pintó de un rojo carmesí.
—P-Perdón si lo incomode, señor. —se disculpó para luego bajar su mirada.
—No, no tienes por qué disculparte, Eun-Jin. —dije, mientras trataba de conseguir su mirada nuevamente.
Cosa que conseguí.
Sus ojos color avellana destellaban un brillo especial...
Un brillo el cual me cautivaba cada vez un poco más.
En eso, escucho como los cláxones de otros autos comenzaban a pitar, por lo que ambos desvinculamos nuestras miradas y yo me dedique a seguir conduciendo.
—Y... ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en la empresa?
—Tengo cuatro años trabajando como contable en su empresa, señor Jeon. —expreso
Su respuesta me sorprendió.
—impresionante. —dije en un pequeño susurro.
—Disculpe señor, pero ¿Me podría decir que es lo que le pareció impresionante? —indago, esta vez dirigiendo su mirada hacia mí.
—Me parece impresionante el hecho de que haya tenido tanto tiempo trabajando en lo mismo. —respondí
A ella se le formulo una sonrisa de labios cerrados, nuevamente dirigió su mirada hacia el frente —. Cuando te acostumbras a trabajar en algo que te gusta, el tiempo se te pasa volando. —expreso.
Yo asentí.
"Bien, Jungkook, este es tu momento" pensé en mis adentros.
—¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Ella se lo pensó unos segundos: —Me gusta ver programas de cocina. —dijo.
"Anotado"
—Interesante. —dije con una pequeña sonrisa.
—¿Y que le gusta hacer en su tiempo libre, señor Jeon? —me pregunto.
"Bingo"
—Me gusta jugar videojuegos. —exprese.
—¿Qué tipo de videojuegos le gusta? —indago.
—Me gustan los juegos de acción. —dije, mientras dirigía mi mirada hacia ella. Ella asintió. —¿Te gustan los videojuegos?
Ella asintió. —Me gusta jugarlos de vez en cuando. —expreso.
"Al fin, pude saber más de ella" pensé en mis adentros mientras sonreía.
En eso, el navegador me indico que estábamos frente a su casa, por lo que me estacione frente a un complejo de apartamentos de color blanco con azul.
—¿Es aquí su hogar? —Pregunte, ella asintió.
—Muchas gracias por traerme, señor. —agradeció.
—Fue un placer, Eun-Jin.
Nuevamente, nuestras miradas se volvieron a encontrar; ese brillo en sus ojos no me permitía desviar mi mirada de la suya.
"Que hermoso brillo" pensé en mis adentros.
—B-B-Bueno... H-Hasta L-Luego, señor. —se despidió, para luego salir del auto.
"Dios"
"¿Quién eres, Eun-Jin?"
Negue mientras que en mis labios se formulaba una sonrisa.
Nuevamente encendí el auto para así marcharme del lugar, no sin antes guardar la ubicación de su hogar en mi celular.
Eun-Jin
"Dios mío"
"¿Que fue eso?"
La verdad es que no quise pensar más en nada de lo que había pasado hoy; la verdad es que fue un día muy estresante... pero a la vez feliz.
Pero, lamentablemente, la felicidad solo llega a un punto...
Y la mía, por desgracia, ya había terminado.
Luego de ver como el señor Jeon se iba, me di la vuelta para así estar frente del portón que estaba delante del conjunto de departamentos frente a mí.
Y... Mierda.
—Hasta que al fin llega, señorita Park.
—Señor Lee...
—¿Sabe? Nunca llegue a pensar que usted llegaría a tener a un sugar Daddy.
—No sé a qué se refiere, señor.
—No te hagas la tonta; sabes muy bien de que te hablo.
Yo solo negué.
—Bueno, eso no importa. —dijo —, Aquí lo único que importa es... ¿Donde esta mi dinero?
—Señor Lee... —hice una pequeña pausa. —A-A-Aun no he cobrado mi paga y mi compañero tampoco. —dije, mientras bajaba un poco mi cabeza.
—¿Qué me estas queriendo decir, niña?
—Lo que le quiero decir es que...
—Que... ¡TERMINA DE UNA VEZ, MOCOSA!
—Aun no tenemos el dinero para pagarle, señor Lee.
—¡¿COMO QUE AUN NO LO TIENEN?!
—Pasaron cosas y pues, aun no lo tenemos. —dije, con temor.
—Bien. —dijo en un tono calmado.
—¿Bien?
—¡QUIERO QUE RECOJAN TODA SU PORQUERIA Y SE VAYAN DE MI DEPARTAMENTO!
Mis ojos se abrieron más de lo normal —, Pero señor... ¿A dónde se supone que iremos?
—No me interesa —expreso con enojo —Ahora mismo quiero que me recojan todo, y se van.
En eso, siento como un auto se estaciona detrás de mí, cosa a la cual no le doy importancia.
—Señor, permítanos unos días mas... Le prometo que si le pagaremos...
—No, para mañana los quiero fuera de aquí...
En eso escucho como el sonido de una puerta es abierta, por lo que esta vez sí le doy importancia y si me doy la vuelta para encontrarme con una sorpresa.
"Trágame tierra y escúpeme en un lugar lejos de aquí"
—Eso no sucederá. —Expreso el señor Jeon mientras se encaminaba hacia mí.
—Si que tiene buen gusto, escuincla. —expreso el señor Lee.
—¿Cuánto se le debe? —pregunto.
—Señor Jeon, no es necesario...
—Quinientos mil wones. —dijo el señor Lee —, ¿Qué? ¿Me va a pagar?
—¿Qué no se nota? —soltó un pesado suspiro. —Dígame su número de cuenta. Le depositare.
El señor Lee toma su teléfono para luego mostrarle su número de cuenta al señor Jeon —. Es este.
El señor Jeon sin pensarlo, toma su celular y comienza a teclear en su celular, haciendo que a los pocos segundos el celular del señor Lee comenzara a sonar.
—Bien... Muchas felicidades, señorita Park, su deuda ha sido saldada.
—Espero no volver a verlo por aquí, señor Lee —dijo el señor Jeon. —Cada mes se le pagara mediante depósitos. —expreso mientras se cruzaba de brazos; mi mirada aún permanecía estática sobre el señor Jeon.
Aun no podía creer que esto esté pasando... Que esto me esté pasando.
El señor Lee asintió. —Si que te conseguiste un buen Sugar. —expreso para luego irse.
"Hay Dios mío, que vergüenza"
No tengo lugar en donde meter la cara ahora mismo
Si antes no tenía cara, ahora mucho menos la tendré para mirar al señor Jeon.
—Muchas gracias, señor Jeon. —exprese mientras hacia una reverencia.
En eso siento como unas manos se posan sobre mis hombros para de la misma forma levantarme de la reverencia.
—No tienes por qué agradecerme, Eun-Jin. —dijo el señor Jeon con una sonrisa de labios cerrados.
Asentí. —Por favor, en mi próximo pago...
—No me descontare nada, Eun-Jin.
Esta vez dirigí mi mirada hacia el —, Pero, señor...
—No pasa nada, Eun-Jin... tómalo como un regalo de mi parte.
—¿U-Un Regalo?
El asintió.
En eso, veo como él se dirige hacia su auto —específicamente en la parte del copiloto—
Cuando regresa, vuelve con mi bolso en sus manos...
"Cierto, mi bolso"
—Se te quedo esto en el auto. —dijo, para luego entregármelo.
—M-M-Muchas gracias, señor.
—¿Sabes? Agradecería mucho que no me llames más señor Jeon. —expreso mientras se cruzaba de brazos.
—¿Que?
—Me gustaría que me llamaras por mi nombre... Jungkook.
—Pero... le llamo así por respeto. —respondo.
—Me sentiría más cómodo si me llama por mi nombre. —dijo —, Otra cosa... dejemos las formalidades. No me gustan las formalidades con personas que tienen la misma edad que yo... Especialmente tú, Eun-Jin
—¿P-P-Por qué?
Este se lo pensó por unos segundos. —Porque eres...
Hizo una pausa, para luego continuar. —Porque me gustaría tener una relación de A-Amigos... contigo.
"¿Que?"
No puedo creer lo que el señor Jeon me está diciendo.
—Está bien Señ... Jungkook. —exprese con una sonrisa.
El brindo una muy linda sonrisa. —Bien, Eun-Jin.
CONTINUARA...
Holaa!
¿Cómo están?
Nuevamente aquí me encuentro después de casi dos meses sin actualizar.
La escuela me anda consumiendo y pues, ni siquiera me da tiempo de pensar sjjjssj.
Pero bueno, eso no importa...
¿Qué tal les pareció el capitulo?
Los estaré leyendo.
Bueno, hasta aquí los dejo.
Que tengan una linda noche.
ATT: Lady_Winter_Colors..
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