The new ally
-- Hay más que tu mundo del carrusel, cierto? No es solamente esta bobería tuya, no. No entiendo porqué en primer lugar te mandarían aquí.
-- De qué hablas, niño, niño? -- Preguntó el demonio, moviendo la cola y flotando en el aire frente a los héroes, ya los cinco adentro de la prisión, en el carrusel gris y azul, solo que no estaba en movimiento por el momento. Había un incómodo frío alrededor de ellos, haciendo que al menos Lancer se estremeciera y se le erizara la piel. Él, Susie y Ralsei todavía estaban muy confundidos, sobre esta precipitada decisión de Kris, pidiendo ayuda a Jevil. Igualmente, tenían su confianza puesta en él, pero estarían alerta ante cualquier ataque sorpresa del demonio.
-- No pretendas que no sabes, porque yo lo he visto. Al fondo, vi una puerta entre los caballos que giraban, creaste demasiadas luces y artilugios así para que no se dieran cuenta. Seguramente es una salida extra de aquí, eh? Así que has podido salir, y crear un caos total con los demas y volver aquí como si nada, haciendote el angelito. -- Dijo severamente el chico pelinegro, Susie siempre se sorprendía al oírlo hablar, y mucho más al decir tanto como esto, pero le restó importancia por el momento. Jevil miandolos a todos, aún flotando y con una expresión de "miedo", de ese cuando te atrapan haciendo algo indebido, y si o si tienes que confesarlo y esperar un regaño o un golpe. Sin embargo, a los dos segundos, se echó para atrás, soltando inmensas, psicópatas y fuertes carcajadas, pataleando en el aire. Dando risotadas se abrazaba el estómago, ay Dios...Estos niños si que eran graciosos! Hace mucho no había reído así, mas le encantaba.
Lentamente dejó de reirse tan fuerte secándose un ojo cristalizado de tanto reír.
-- Aaay ustedes si que son muy graciosos! Que chiste, chiste! No sé de donde sacaron esa información más farsante, pero no hay una salida de aquí! Ue hee hee!
-- Cómo? -- Preguntó confundido aún Ralsei.
-- El chico emo tiene razón, si hay una puerta al final -- Dijo Jevil, chasqueando los dedos y mágicamente, el carrusel del fondo de los caballos, se fue difuminando lentamente hasta mostrar unas cuatro paredes normales como en una prisión, solo que había una puerta más oscura que el cemento de la pared, detrás de ellos. El demonio seguía flotando, girando para quedar cabeza abajo. -- Pero bien idiota al decir que era una salida, ¡¡Hahaha!! Es una entrada...A las verdaderas mazmorras del Castillo de Cartas, ue hee hee~
-- Las...Verdaderas mazmorras? -- Preguntó adelantándose Lancer, mirando fijamente al demonio bufón volverse a voltear para quedar enderezado, cruzado de piernas y moviendo la cola, sin borrar ni un instante su gran sonrisa, mostrando los filudos dientes. Jevil sonriendo y soltando una risita, se acercó a él flotando y pasó su mano por su mejilla hasta llegar detrás de su cabeza. Por esa extraña acción, Susie dio un paso adelante, empuñando fuertemente su hacha, no dejaría que ese vil demonio hiriera a su mejor amigo, sin embargo no le hizo nada malo, solo habló.
-- Que ingenuo ahora el príncipe es, oh si. La realeza nunca cambia, cambia. Siempre guardándose secretos, nunca diciendo la verdad, creando omisión entre ellos...Nunca revelando la verdad. Pero apuesto a que ni tu padre sabía de la verdad de esta prisión, ¡si si! -- Dijo moviendo la muñeca y al apartar la mano de la cabeza de Lancer, tenía una moneda de oro, como si se la hubiera sacado de la oreja, pero en este caso...Qué oreja? Al pensar en eso Jevil soltó otra risita, alejandose de él sin tocar el suelo todavía, jugando con la moneda en sus dedos.
-- Bueno, es la Fuente. -- Continuó Kris, juntando sus manos, mirandolo de forma indiferente.
-- Que pasa con ella, ella?
-- Ahora figura que ganó más poder y...
-- Y todos los Darkeners subieron a la superficie, eso ya lo sé. -- Dijo de forma aburrida y también indiferente el demonio, rompiendo con suma facilidad, como si fuera uns galleta la moneda de oro, y volviendola a unir, de la nada sacando más y jugando con ellas como una baraja de cartas.
-- Cómo lo sabes...?
-- ¡Eso no importa, no importa! -- Le interrumpió en voz alta Jevil, acercando su cabeza al chico humano con el resorte de su cuello y volviendo a la normalidad después. Las monedas ahora se transformaban en cartas en sus manos, donde las barajaba de forma habilidosa.
-- ...Y estamos buscando la Esfera Lue, para encontrar una mejor forma de pacificar la lucha de los Lighteners y Darkeners de una vez por todas.
-- La Esfera Lue? Holly! Hace siglos no oigo nada de ella. Dicen que fue enterrada en lo más profundo de este castillo...Solo pocos saben realmente donde está.
-- Tú sabes. -- Dijo seriamente Susie, mirando de la misma forma al demonio morder una de las cartas.
-- Hmmm, si es que esta alocada mente se acuerda, hee hee~ Pues claro que me acuerdo, me acuerdo!
-- Llévanos...Porfavor. Es por el bien del mundo! Si no nos ayudas, tu también serás destruido con todo lo que te rodea si esta guerra va más allá. -- Dijo en forma de súplica Ralsei, mirando a Jevil, que alzaba su mirada al techo.
-- A cambio de qué?
-- Tu libertad. La puerta se abre y cierra de adentro también, osea que seguirás atrapado aunque estemos aquí. Solo la llave la abre, y no soy nada fácil de burlar. -- Respondió Kris, cruzado de brazos.
-- Libertad...? -- Preguntó de forma perdida Jevil, sumido en sus pensamientos. -- Todos me dicen "libertad" como si fuera una broma, para mi es todo lo contrario...Puede que salga de mi mundo, pero me metería en su cárcel. Ya dije que ustedes son realmente los encarcelados, y yo soy el libre...Pero ya me sé cada centímetro y roca de este lugar, y quiero que todos vean y jueguen conmigo...Conmigo, CONMIGO!! -- Gritó de repente el demonio, con los ojos brillandoles de un intenso amarillo, tensando sus puños y el cuerpo entero, apretando los dientes. Aquello alteró a los héroes, los cuatro yendo a por sus armas, pero Jevil lentamente se fue calmando, suavizandose y soltando jadeos forzosos. Con ello los chicos siguieron alerta, empuñando sus armas, y de forma lenta se fueron tranquilizando como el demonio. -- Mis disculpas, disculpas. A veces me sucede eso, cuando pienso demasiaso en una cosa, hee hee. Pero bueno! La Esfera Lue ya no está siendo utilizada con ese propósito!
-- Qué? Entonces con cual, y quien? Por cierto, cuando terminamos de pelear la otra vez, dijiste que dormirías por un siglo entero. Que te hizo cambiar de opinión? -- Preguntó Ralsei, Jevil ladeó la cabeza, pensando en su respuesta.
-- Relojes bomba despertador, despertador! Normalmente son utilizados para despertar en momentos de crucial importancia, yo fui despertado por unas cuantas apenas los monstruos de arriba empezaron a subir a la superficie! Ella me despertó...
-- Ella? Quién es ella? -- Dijo Susie de forma sospechosa.
-- Hee, se supone que no debo comentarlo. A no ser que quiera morir, morir! Hahaha! -- Nadie dijo nada en varios minutos, así que Jevil retomó el trato. -- Asi que, yo les ayudo a encontrar la Esfera Lue, y ustedes me sacan de aquí...Aha, hecho. -- Dijo sonriendo, y con una mano detrás de su espalda, haciendo aparecer una de sus grandes guadañas. Kris y los demás lo miraron de forma desconfiada, y se intercambiaron una mirada antes de que el chico le tendiera la mano.
-- Como nos intentes asesinar o traicionar, considerate muerto. No confiamos del todo en ti, pero si no nos queda otra opción...
-- ¡Nadie lo hace igualmente! -- Contestó el demonio sonriendo y estrechando la mano con él, moviendo la cola de forma ansiosa por partir a otra aventura, mejor dicho de guía turística. Por descuido, dejó la guadaña flotando a su lado, bajando su otra mano, poniendo atención a Kris sonriendo. -- Sabía que aceptarí... -- Se interrumpió de golpe cuando sintió sus muñecas quemarse por un momento, y tan solo una corta mirada supo lo que significaba. Su rostro se crispó de un creciente enojo, frunciendo el ceño, y por primera vez borrando esa sonrisa de su rostro para poner una expresión seria y enojada, levantando sus muñecas frente a la cara de Susie y Kris, ambos sonreían levemente de forma victoriosa. Las muñecas de Jevil estaban ahora atadas a una cinta rosa en forma estúpida de esposas de Hello Kitty, pero aquello era sumamente poderoso, eran unas cintas especiales de anulación de magia, si tenía esas cintas, no podía invocar nada, ni hacer ninguno de sus trucos, apenas podía flotar ahora, en otras palabras, sus poderes quedaron completamente anulados y bajó las orejas soltando un suspiro por la nariz, conteniendose su furia.
-- No te gustan los trucos, o si? -- Dijo de forma victoriosa y burlona Susie, ya que ella le había puesto la cinta, y le encantaba ver así de enojado al demonio. Rió burlona y empezó a avanzar sonriendo a la puerta al fondo, seguida por sus amigos, y Lancer se encogió de hombros sonriendo nervioso al pasar por Jevil, que los miraba de forma asesina, y tratando de contener tan solo un grito y suspiró enojado, tomando su guadaña y siguiéndolos desde atrás, flotando débilmente, se veía ridículo, y mucho más con esas cintas rositas de Hello Kitty.
Llegaron a la puerta, y Jevil se adelantó para llegar a ser el primero. Normalmente podía abrir la puerta invocando los cuatro símbolos de los Darkeners: ♠♥♦♣. Pero ahora que no podía hacer aquello, supuso que pudo dibujarlas con la punta de la hoja de su guadaña. Sin embargo, cuando se propuso a hacer aquello, el centro de la puerta se iluminó del símbolo del Delta:
🔺 🔺
🔻
-- Huh? -- Preguntó confundido el demonio, jamás la había visto hacer aquello, y le sorprendió aun más y a Lancer también, cuando a los tres héroes se les iluminó la mano derecha, a Ralsei 🔺, Susie de🔻 y Kris 🔺. Los tres se vieron la mano extrañados y asombrados, y a continuación acordaron en enseñar la mano a la puerta, y tanto los símbolos de ésta como la de sus manos brillaron mucho más, conllevando a la puerta abierta en cuestión de segundos. Por esos momentos, el salón se bañó en viento luminoso, algo que Jevil jamás había visto y estaba asombrado con ello. Los símbolos Delta desaparecieron de la puerta y de las manos del trío, para dejarlos en total penumbra a continuación. Susie frunció el ceño mirando al demonio.
-- Estás seguro que no habrá alguna trampa adelante?
-- En este pasillo, nope, nope.
La chica púrpura suspiró pesada y avanzó de primera, con Lancer a su lado, mirando alrededor con un miedo interior que no tenía ninguna intención de mostrar a los demás. Pero ese miedo no era por él, sino por que podría pasarle algo a su mejor amiga, y no quería tenerla, verla herida, se hizo una promesa también con Noelle, una promesa que no quería romper por nada del mundo. Susie era la persona más importante para él, no dejaría que nada le haga daño. Sabía que ella era la más fuerte del grupo, pero también había que estar precavidos. El aleteo sonoro de la puerta cerrándose detrás de ellos hizo que los cuatro se giraran en redondo, pero solo vieron a Jevil cerrarla con la cola, mirandolos sonriendo y flotando débilmente gracias a esas esposas de cinta rosa.
-- Sigan, sigan, hee he~
Susie gruñó levemente, no confiaba para nada en este tipo, pero no tenían opción, no tenían idea hacia donde iban, y probablemente podrían perderse sin un guía turístico, y sorpresa sorpresa! El único que estaba en la lista era el demonio bufón demente y psicópata llamado Jevil. Simplemente grandioso, pensaba Susie de mal humor, empuñando firme el hacha, por si alguna criatura los atacara de frente, pero ese no fue el caso de su primer recorrido. Los cinco personajes solamente siguieron por el largo y revoltoso pasillo a completamente oscuras, excepto en el punto donde Ralsei invocó una llama con su magia para iluminar el lugar. Hasta ahora lo hacía? Pensó Susie aún de mal humor, no sabía porqué estaba así, pero lo había estado desde que admitieron a las malas a Jevil en el grupo, tenía la sensación áspera cual tacto en las alas de una mariposa muerta o la lija en el pecho de que ese demonio los iba a traicionar en cierto punto de la aventura. Si sucediera aquello, ella sería la primera en darle un hachazo hasta morir. Susie le dirigió la mirada a su amigo malévolo, Lancer, caminando a su lado con esa kawaii sonrisa de perrito y sacando la lengua. No entendía como es que pudiera estar tan sereno en momentos así, pero igualmente él le devolvió la mirada con una sonrisa tierna para ella, lo que provocó otra leve sonrisa en su rostro. Al menos tenía el apoyo de su mejor amigo por si algo malo sucedía, no como los dos chicos pacificadores de la partida de "Matar" o morir. Para Kris y Ralsei era mejor "Conversar o morir". Si, mucho mejor.
En cierto punto de la caminata, el túnel se iba aclarando más en luz, aunque solamente lo suficiente para ver bien, y Susie se detuvo, provocando que los demás también lo hagan, mientras la chica púrpura daba golpecitos con los pies al suelo, sintiendo ese ligero crujido y levantamiento de polvo, claro signo de...
-- Tierra. El camino ahora es de tierra. Y sigue siendo un creepy túnel...
-- Estamos cerca de la orilla, orilla! -- Dijo Jevil sonriendo y apoyandose en el mango de su guadaña. Susie le dirigió una mirada del ceño fruncido y siguió caminando, mirando alrededor y la llama flotante de Ralsei seguía acompañandolos para iluminar el camino. Subieron una pequeña cuesta, lo demás ya era recto y más adelante bajando. Mientras seguían caminando, lo que no se esperaron para nada, fue que una criatura pegada al techo, al principio parecía solo una masa negra, pero cuando los héroes pasaron cerca de ahí, esa criatura se desprendió del techo, nada más y menos que un murciélago gigantesco, más grande que la cabeza de la chica púrpura, empezando a atacarlos y a revolotear en sus cabezas y chillando de forma muy aguda, haciendo que todos griten sobresaltados por un buen rato, excepto Jevil, que a diferencia del resto estallaba a carcajadas que a gritos. Susie fue la primera en responder aún gritando conmocionada y de dos tajos violentos de su hacha logró acabar con el monstruo murciélago, que cayó como una plasta al suelo, y al instante disolverse en humo negro que rápidamente desapareció, dejando solamente en el suelo un par de monedas de oro y un diamante rojo. Un rubí, mejor dicho. Ralsei miró de forma incrédula a su amiga, también algo enojado.
-- ¡Susie! ¡No tenías que matarlo!
-- Oops... -- Respondió sonriendo levemente la mencionada, encogiendose de hombros y mirando aquello que dejó el monstruo al irse de este mundo, pero antes de adelantó Lancer, arrodillandose y tomando de forma curiosa el rubí, mirandolo detalladamente muy de cerca y dandole unos leves golpecitos.
-- Yo...Yo conozco este diamante. Rouxls me enseñó de esto en los libros antiguos de historia...Antes de nuestra moneda actual que es esta, -- Dijo toqueteando una de las monedas de oro. -- Este rubí junto con el citrino, zafiro, esmeralda, diamante blanco y amatista, eran las antiguas monedas, cada una con diferente valor. Si mal no recuerdo...El rubí valia 30 de estas monedas.
-- Aah! El príncipe realmente sabe de historia! -- Dijo Jevil sonriendo, adelantandose para estar a su lado, acostado en el mango curvo de la guadaña, donde la gran hoja yacía a lado del príncipe Oscuro.
-- Pero...Pensé que ya no se utilizaban más. -- Repuso de forma confundida Lancer, mirando al demonio mover la cola sonriendo e inclinando más el mango hacia él.
-- En estos lugares, aun tienen un alto valor y siguen comercializando! En las mazmorras, yace lo olvidado y lo más fuerte...No lo olviden. -- Refiriendose con eso último a los demás, y el mango se endereza de nuevo, para cargarla en sus manos y seguir andando a flote por el camino. -- Rápido, Iluminados, estamos cerca de la orilla, de la orilla!
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Si lo que se mostraba a continuación era una mazmorra, Susie había visitado la reina de las más extrañas del mundo. Árboles, con el tronco más grueso y alto que habían visto, llegaban más allá del techo, o donde quiera que fuera el techo, ya que en cierto punto, estaban cubiertos por la niebla decámetros arriba. Mientras tanto aquí abajo, yacía un pequeño embarcadero por lo que se podía ver, varias rocas como pequeñas columnas que subían a un camino entre otro peñasco y lleno de plantas enredaderas. Pero estaba aún bien lejos de ellos, y por lo que se veía, no podían cruzar por el suelo, porque no había. Todo estaba inundado de una especie de agua o líquido espeso morado, no se veía nada bien para darse simplemente un chapuzón y cruzar nadando. Aún así, Susie se detuvo al borde del embarcadero, mirando todo incrédula.
-- Qué demonios hace en una mazmorra...Algo como esto?
-- Esto es natural, chica dinosaurio. No quisieron quitar esta parte, asi que la mazmorra la rodeó. Antes se utilizaba como prueba para los prisioneros, hee hee~
-- Que pasaba con ellos? -- Preguntó Ralsei.
-- Si podían atravesar toda esta cámara sin caer a la playa venenosa, se ganaban su libertad. Si no...Pues, no tengo que contarles para que lo sepan ¡Hahaha!
Los cuatro héroes tragaron saliva y vieron hacia el gigantesco peñasco en donde continuaba el camino, a Susie se le ocurría una vaga idea, pero podría funcionar. Los stacks que formaban viendolo en cierta perspectiva, una muy peligrosa escalera hacia las ramas de los gigantescos árboles, que estaban lo suficientemente cerca para llegar al peñasco, pero primero que todo, cómo llegarían a los stacks si estaban en medio del pantano venenoso y a unos 15 metros de ellos? Volteó la mirada y a su izquierda había una gran muralla rocosa, llena de plantas enredaderas, y parecían que resisitían bastante, quizá a todo su peso y el de sus amigos. Susie sonrió de forma determinada y retadora, guardándose el hacha atrás y echó a correr cual correcaminos, tan rápido como podia hacia la muralla, sin gastar energías porque las necesitaría para lo siguiente. Los demás la miraron sorprendidos apenas dió el primer y gran salto, como uno de esos largos que hacían en las Olimpiadas, solo que la chica monstruo lo hizo en diagonal, para llegar y agarrarse con todas sus fuerzas a las enredaderas, y empezar a trepar hacia la dirección donde se encontraba la primera roca, para después dar otro enorme salto muy impulsado, y caer de panza en el borde, haciendo que suelte todo el aire y subirse con algo de esfuerzo a la roca. Se levanta allí, recuperando el aliento con unos jadeos. Oye ser llamada por su mejor amigo, con tono preocupado desde la orilla y lo mira, moviendo la mano en un ademan se que no se preocupe. Se voltea y mira las siguientes rocas que subían a las plantas del tronco y llegar a las ramas del árbol, así que tomó impulso y volvió a saltar, llegando a la otra roca y siguió así hasta llegar a las lianas del tronco, subir por ellas y llegar de una sola pieza a la rama más "cercana" del peñasco, con una mano en su vientre algo adolorido por la primera caída. Se volteó a ver a sus amigos, alzando la mano en señal y sonriendo victoriosa.
-- ¡¿Ven!? Pan comido! Ahora háganlo ustedes! -- Dijo Susie, pero después de decir aquello, le fue interrumpida su felicidad por un grito de sorpresa al ver a Jevil flotando a su lado, y al ver la expresión de la chica cambiar a una de enfado y de "Te voy a matar", soltó una risita.
-- Muy lenta, Iluminada.
-- Muy lento esto! -- Bramó enojada alzando el hacha para darle un tajo por encima de la cabeza, cuando la voz de Lancer la detuvo, debajo de ellos en las lianas del tronco.
-- Susie no lo hagas! Aún lo necesitamos para encontrar la Esfera Lue! -- Repuso el príncipe Darkener, llegando con ellos después de recibir la mano de ayuda de su amiga para levantarse, aún mirando de forma asesina al demonio, que le devolvía los ojos burlones y malévolos. La chica gruñe profundamente cual animal salvaje igual de molesto y se voltea a ver a los otros dos que llegaban, entre gritos de miedo de Ralsei y una caía seca de...Kris sosteniendo al príncipe y por ello Susie soltó una risita nasal.
-- Es que qué, se piensan casar?
-- Ralsei tenía miedo de saltar.
-- K-kris! No es cierto! -- Repuso sonrojado de la vergüenza el príncipe oscuro, bajandose de su amigo mas rojo que un tomate en las mejillas y Lancer con Susie le soltaron otra broma pesada para los dos ponerse a reír.
Después de la burla del día, Susie se acercó al borde de la rama, un poco agachada para no perder el equilibrio y finalmente en cuclillas cuando ya no podía avanzar más. Alzó la cabeza y vio unos monstruos slime y pegajosos en la rama de arriba que era más larga y se acercaba más al peñasco y le surgió otra de sus ideas arriesgosas y suicidas. Se levantó y volvió donde estaban los demás, y después echó a correr nuevamente, para saltar como en un trampolín en la rama delgada y llegar de un impulso a donde estaba la babosa pegada en la otra rama, haciendo que sus manos se queden en el interior de ésta. Menos mal la criatura aguantaba su peso y lo segundo era que avanzó a toda velocidad del susto a la dirección indicada. Susie se columpió para ganar más impulso, y al llegar al borde, salió volando con el monstruo aún en sus manos, sin embargo las sacó y se las llevó a su hacha, haciendo un tajo giratorio en el aire, cortando en cuatro a la babosa y llegar de una sola pieza al borde del peñasco, sonriendo victoriosa y presumida. Todos la miraron asombrados desde la rama del árbol, Lancer hasta se sonrojó un poco, mientras sonreía de forma enamorada a su amiga, era simplemente increíble, grandiosa, fuerte...Y guapa, demasiado. Podría ahora mismo darte una total descripción de forma connotativa de Susie, para el príncipe era...Perfecta.
La chica púrpura se volteó para mirarlos de forma retadora.
-- Venga! Ya huelo que estamos muy cerca!
-- Y sigues siendo lenta, Barney~ -- Dijo burlón en una carcajada Jevil, que sorpresivamente estaba frente a ella, flotando en el aire y sosteniendo la guadaña. Susie se sobresaltó al oírlo, no había reparado en su presencia, pero aquello no restaba puntos a que se enojara como si su alma estuviera en llamas, odiaba que le dijeran que se parecía a ese estúpido Barney, ¡Aay como lo odiaba! Si no fuera nuevamente por Lancer, ya habría decapitado a ese desgraciado demonio.
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Susie ya había perdido la cuenta de cuanto tiempo habían estado caminando, si claro, "Ya estamos cerca", dijo ella misma hace horas seguramente. Sus pies aullaban del dolor de tanto andar como esclavos por todo este mundo que por algunas partes dejaba de ser una mazmorra. Primero esta sección extraña del bosque inundado en veneno, segundo, este escenario de caminar un sendero rocoso detrás de los diamantes de agua que caían de las cataratas, Ralsei y Lancer la miraban asombrados, los otros tres seguían con el camino, Jevil sin borrar esa sonrisa permanente de su rostro, como si viera el desastroso futuro que les esperaba, como si le diera mucha risa. Susie cada vez que lo miraba, lo hacía de forma desconfiada, empuñando fuertemente el hacha en su mano, siendo la última de la fila, detrás de su amigo Lancer.
Pero todo aquello de mundos fantásticos se iría a un lado, ya que ahora caminaban en un túnel de bronce oxidado, unos metros más abajo y al lado había un río de sustancias radioactivas que Susie pudo haber nombrado si no fuera por no haber puesto atención alguna en clase. Pero estaba segura que era muy peligroso, así que por eso decidió tomar un descanso, desviándose del camino y sentarse sobre una tubería metálica justo en el borde de la pendiente y los demás al notar eso, se detuvieron y la miraron extrañados.
-- Susie, que haces? -- Preguntó Ralsei.
-- Descansando, no es obvio? ya llevamos horas caminando! Me duelen los pies, dejenme tomar un descanso breve al menos.
-- Pensandolo bien, ella tiene razón, chicos. Descansemos nuestros pies un momento. -- Coincidió Lancer, y de un salto se sentó a lado de ella, suspirando aliviado al no sentir el peso de su cuerpo sobre sus propios pies. Jevil solo se limitó a encogerse de hombros y dirigirse flotando al borde del camino, para ver el caudaloso río hacerse paso por su camino cada vez más. El volumen aumentaba, el descanso tendría que ser bastante breve, y por primera vez en todo el viaje, bajó la cabeza y las orejas, desapareciendo su sonrisa y dejar escapar un suspiro, apoyándose en el mango de su guadaña. Ralsei al instante notó ese sentimiento de neutralización y tristeza, así que como toda buena persona y de corazón de oro que es, dejó a Kris por un momento con una disculpa y se acercó al demonio, extrañado al verlo por primera vez así, y se puso a su lado sin quitarle la vista de encima.
-- Jevil, te sucede algo?
-- No mucho, hee...Solo pensando en la olvidada vida que quizás tuve antes de venir a todo esto, a veces cuando ese principito azul y gordito venía abajo a verme, dentro de unos pocos minutos venía también un tipo azul y muy alto a llevárselo de mi diversión con regaños, mirándome de forma rayada y asesina. Así que me pregunto, porque les soy peligroso si solo quiero que jueguen conmigo? ...Ya ni siquiera recuerdo quién me encerró en primer lugar, siento un constante aturdimiento, como si el tiempo, las manecillas del reloj avanzaran en sentido contrario y todo se ralentizara o destrozara...O simplemente,¡¡CHAOS CHAOS!!
Ralsei se sobresaltó ante su grito, mas no se apartó de él, sino que permaneció a su lado, entendiendo como pudo el problema del demonio. Pero entonces recordó con cierta inquietud que habían visitado a Seam, el antiguo amigo de Jevil, que por orden de los Cuatro Reyes, tuvo que encerrarlo en esa prisión. El principe tragó saliva algo nervioso, sin saber muy bien que decirle para mejorar su ánimo. El odiaba que no pudiera hacer algo por alguien, en especial cuando éste lo necesita, aquello le enseñaron Kris y Susie en su anterior aventura y no podía fallarles en ello, su más grande enseñanza. Miró con compasión al demonio y alargó una mano a él, para posarla sobre su brazo, esbozando una sonrisa reconfortante.
-- Algún día podrás recordar, todo es posible si te lo propones, Jevil! Seguramente alguien especial te estará extrañando y recordando afuera en la superficie. Por eso nos estás ayudando, a traer la paz entre los Iluminados y Oscuros, estás haciendo un papel muy importante estando aquí con nosotros!
-- Podría ser, podría ser, cabra oscura...Pero a quién en la superficie le importaría uno de los demonios más peligrosos y revoltosos del Mundo Oscuro? -- Preguntó Jevil esbozando una triste sonrisa, moviendo levemente la cola y mirando echando globos al río verde luminoso. Ralsei ante esa respuesta le costó pensar en algo mejor y que le haga dejar de pensar en aquellas cosas negativas. Desde la pelea, había visto que ese bufón demoníaco era todo menos negativo, pero estaba equivocado. Sin embargo, por el momento podía reemplazar esa tristeza y soledad con la amabilidad y amistad! Así que lo volvió a intentar.
-- A nosotros ahora! Solo piénsalo, puedes llevar tu juego, con responsabilidad y buen manejo de él obviamente a la superficie y hacer que muchos jueguen contigo alegremente! Me da pesar contigo con solo pensar que estás en estos túneles gigantescos, y en esa prisión solo durante muchos años, yo creo que ya es hora de que seas realmente libre! -- Mientras Ralsei y Jevil conversaban, Lancer y Susie permanecían juntos y sentados en el tubo, mirando a ningún lado en particular.
--Susie... -- Empezó con algo también de miedo y tristeza. La chica púrpura al ser nombrada giró su cabeza hacia su amigo.
-- Dime, Lancer.
-- A serte sincero...Tengo miedo, Susie...
-- Miedo, tú?! Pero si tu mismo derrotaste a tu padre! Nada te puede dar miedo! -- Repuso sonriendo radiantemente Susie, palmeando fuertemente su espalda y Lancer ante ello soltó todo su aire que tenía en sus pulmones y tosió, riendo levemente.
-- Hoho, tienes razón, pero no tengo miedo de la misión ni de todo esto...Tengo miedo del futuro, de crecer, de que quizá...Yo esté demasiado ocupado con mi puesto de rey y...N-nunca poder volverte a ver. A veces pienso en eso y... -- El pequeño príncipe no pudo terminar, ya que se secaba los ojos aguados. Susie lo miraba sorprendida desde su asiento sin decir nada, pero después sonrió, acariciando su espalda en el mismo lugar donde la golpeó.
-- Hey, amigo. Te entiendo, uno a veces puede tener miedo del futuro, pero a mi sinceramente no me importa. Me vale realmente! Uno nunca sabe lo que pasará y estamos viviendo el momento ahora mismo, hay que disfrutarlo, Lancer! Cuando seamos grandes, yo me iré de la ciudad, a vivir aventuras como estas, es lo que más me ha apasionado desde la primera caída a este lugar. También....Me has cambiado la forma de ver el mundo, Lancer. Ya que, tu eres mi primer y mejor amig, eso nunca cambiará.
Lancer la miró estupefacto y admirado, le encantaba esa seguridad que Susie tenía, la confianza que ponía sobre él, y las cosas que dijo, le llegaron al corazón y sonrió, sin poder evitarse sonrojarse de la felicidad que aquellas palabras le transmitieron. -- O-osea que los dos podemos ir a aventuras juntos de grandes, Susie?! --
-- Heh, si tu lo ves de esa forma, por supuesto que si, amigo. Los dos juntos, contra el mundo entero. -- Respondió Susie con una brillante y admirable determinación, naciente de su corazón más puro gracias a su amigo Darkener. Lancer la siguió mirando sonrojado por un momento. Solos...Los dos. Sin nadie más. Sonaba perfecto, una vida llena de pelea y aventura, solo con ella, le hacía sentir tan feliz y satisfecho, quitándole al instante ese miedo para reemplazarlo por una gran cantidad de ansias, e intriga a ver cómo se verían ellos dos en unos años. Bajó la mirada a la mano púrpura de su amiga, y no pudo resistir la tentación de acercar la suya, y rozar sus dedos con los suyos suavemente. Susie se sorprendió ante tal roce, y apartó la mirada, solo para ocultar un muy leve sonrojo en sus mejillas. Sin embargo, no apartó la mano.
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Jevil se detuvo justo en frente de una pared completamente negra, no se veían las rocas, ningún brillo, nada. Era como una puerta donde al otro lado se encontraba la penumbra absoluta, básicamente, el demonio había llevado a los héroes a un callejón sin supuesta salida. "Supuesta"...Ya sabrán porqué se nombró así. Ya habían caminado bastante después del descanso, y el camino literalmente llevaba al supuesto callejón. Susie seguía mirandolo frunciendo el ceño y con la mirada endurecida, sus hombros tensos y lista para cualquier ataque por parte del bufón, pero no sucedió nada, solo este personaje se dió la vuelta, flotando y sosteniendo la guadaña en sus manos, mirandolos fijamente a los ojos, y Ralsei sintió un bulto en su corazón al ver que en el rostro del demonio, no se encontraba nada parecido a su ánimo demente y de querer jugar, también su sonrisa. Aquello fue reemplazado por un semblante totalmente serio, sin mostrar una pizca de gracia en el asunto. El príncipe tragó saliva y dijo de forma lo más amable y tranquila posible.
-- J-jevil, ¿Porqué nos detuvimos aquí? Parece que no...Tuvieramos más a donde ir.
-- Oh, oh...Es que ya estamos aquí, en el corazón de la mazmorra.
Susie gruñó ante las palabras y dio un fuerte paso al frente, empuñando el hacha hacia la cabeza del demonio, tomando posición de ataque.
-- Mejor dicho llegamos al corazón de un callejón sin salida! Traidor de m!*$%! A ver, nos vas a enfrentar, eh?! Pues estoy lista para lo que tengas debajo de la manga.
Jevil miró sin alterarse una célula la filuda hoja del hacha de la chica monstruo, y bajó la mirada, para esbozar una sonrisa y echarse a carcajadas fuertes, que sonaron por todo el lugar, hasta que se fue calmando lentamente.
-- Los llevé a la Esfera Lue como prometí, pero con todo tesoro....Hay un guardián. Ay, Iluminados...Realmente son malos al jugar este juego.
Y de repente, un muy rápido ataque del suelo salió disparado hacia las armas de los héroes, o mejor dicho a las armas de Susie y Kris, que dieron un muy sonoro "CLANC" y volaron en el aire dando giros. En esos milisegundos, las paredes y el suelo tornaron en una penumbra absoluta igual que la única anterior. Y unas cadenas salieron disparadas de la oscuridad, igual de negras, todo como si fuera una simple sombra, tomaron firmemente las extremidades de los cuatro, antes de que Susie pudiera saltar a por su hacha o Lancer alzar la mano para hacer aparecer las picas, además del cuello de la chica púrpura. Ralsei estaba que le daba un ataque de pánico, tratando con rudeza igual que los demás desatarse de las cadenas, aunque sonaba y era ridículo, eran fuertes como unas reales, de puro acero. Las armas finalmente desaparecieron siendo arrastradas a la pared de la izquierda, y dejaron a los cuatro héroes encadenados y sin nada qué defenderse, Jevil sin quitar la vista de ellos ni haber movido un solo músculo. Susie rugió hecha una furia total, y fue a cargar a por el demonio, sin importarle un comino que no tuviera armas, solo lo quería ver muerto ya! Sabía que algo así pasaría, era tan predecible, aún así la enfurecía por tener razón. Sus amigos eran estúpidos por haber confiado en este payaso endemoniado, desde el principio tenía cara que los iba a traicionar, el desgraciado! Pensaba Susie muy alterada y furiosa, pero las cadenas tiraron de ella para alejarse de Jevil, hasta el punto que no podía mover los brazos y miró al demonio con ojos de muerte pura, ojos asesinos que penetraban el alma y la quemaban con todia la ira acumulada. Sin embargo, Jevil siguió sin alterarse, y encima esbozó una sonrisa maliciosa. La única salida fue cerrada con otra pared hecha de penumbra pura, pero la oscuridad no duró mucho, ya que en segundos, se iluminaron y expandieron hasta el límite, tanto así que los cuatro héroes tuvieron que taparse los ojos por la intensidad de la luz para no quedarse ciegos. Cuando todo volvió a la normalidad, ellos repararon con indescriptible asombro que ahora se encontraban en una gigantesca sala circular, el piso hecho de piedra caliza de diferentes colores que formaban toda una mandala de colores oscuros y a la vez de pastel, como el verde o lila. Ellos estaban justo en el centro. Las paredes...No tenia paredes, Kris reparó que estaban en una clase de superficie flotante, como encima de la mitad de una esfera, alrededor de un mundo hecho de pura materia oscura, y aura morado entre ella, y debajo de todos ellos, un vacío profundo y quizás infinito, donde no tuvieron ninguna intención de averiguarlo. El borde estaba rodeado de unas columnas blancas que subían al techo abovedado, los monstruos que los mantenían encadenados y desarmados eran completamente negros también, como si solo fueran sombras, así que opté por llamarles Monstruos Sombra, pero todo aquello no sorprendió más a los héroes que lo que estaba frente suyo. Como todo reino, o al menos una enorme comunidad de Monstruos Sombra, no puede faltar...Una reina.
Susie jamás en su vida había visto una mujer tan enorme como ella, también era negra, solo se le veía la silueta sentada en en el gigantesco trono hecho de mármol, cruzada de piernas y apoyando la mejilla en su puño, mirándolos fijamente, aura negra alrededor de ella, compensando a que se vea más tenebrosa, y todavia no se le veia ningún ojo, solo el cuerpo hecho de oscuridad propia.
// Imagínensela de este estilo, pero totalmente negra y como dice la descripción, Dios Spudinacup, dibuja hermosooo
// Ejem, ahora si volvemos, solo era para aclarar xD
Se levantó de su trono y fue a paso lento y silencioso hacia los aprisionados héroes, que la miraban boquiabiertos, y los ojos como platos, a Ralsei y Lancer sintiendo que el alma se les cayó a los pies, nunca habían sentido semejante poder tan destructor e infinito, ese ser oscuro podría muy fácilmente aseinar al Rey Spade. La capa le ondulaba detrás de la espalda al caminar, sin quitarles la vista un momento de encima, hasta Susie de lo incómoda y tensa que estaba, retrocedió unos pasos, tragando saliva. Lancer hizo lo mismo, sintiendo un miedo completamente nuevo y potente para él, tenía mucho miedo de que lo hirieran hasta morir, o peor...Que hirieran a Susie hasta morir. Aquella idea apenas azotó su cabeza le dió hiperventilación, pero su amiga con un golpe en la espalda lo cayó, al ver a la reina detenerse en frente de ellos. Duró unos minutos en total y tenso silencio, cuando habló finalmente.
-- Al fin...Tenemos los guerreros perfectos para comenzar.
Ralsei la miró fijamente, ya temblando de miedo, nunca se había visto asi de imponente, pero realmente estaban frente a alguien muy peligroso, quizás se llevó la corona en el top.
-- Iluminados, no hace falta decir el porqué están aquí, no saben cuantas veces he visto el mismo cuento. Buscan la Esfera Lue...Cierto?
Los cuatro guerreros solo se limitaron a asentir como pudieron con el tremendo miedo (menos Susie) que sentían.
-- Lo sabía. Igualmente, Jevil, les hizo el favor de, en efecto, traerlos a donde se encuentra. Pero también me hizo el favor a mi de traerme guerreros, los que me faltaban.
Dijo la reina, teniendo al demonio flotante detrás de ella, y acarició su espalda suavemente como felicitaciones, mientras que éste se limitaba a ver a los héroes, seriamente, aún empuñando su guadaña. Susie al ver a Jevil ahí, volvió a gruñir sintiendo su corazón encogerse de la rabia, y fue a cargar contra él, pero de nuevo las cadenas lo impidieron, jalándola hacia atrás.
-- Aah la traición hacia otro compañero, predecible. Pero también me enojaría igual que tu, Susie.
La chica púrpura no se intimidó una pizca al ver que la reina sabía su nombre, solo quería destrozar al hombrecillo.
-- Si, y mejor usted apártese de mi camino, a no ser que quiera ser un cadáver.
La reina la miró sin palabras unos segundos, antes de echarse a reír.
-- Insinúas matarme? Pero cariño...
Dijo la mujer inclinándose a Susie para mirarla directamente a los ojos, mientras que los otros tres retrocedieron un paso más con miedo, solo que Kris lo hizo para seguirles el juego.
-- Practicamente soy inmortal.
-- Eso ya lo veremos. -- Replicó de manera endurecida y amenazante la monstruo, mirandola frunciendo el ceño y apretando los dientes.
-- Ten cuidado con lo que dices, insolente.
Replicó la contraria enderezandose y mirandola más seria y grave que antes, pero al segundo se tranquilizó echando a un lado la conversación con un ademán de la mano.
-- Mucho orgullo veo aquí, típico de los Iluminados...Pero bueno, eso no es lo importante. Al grano, ustedes desean la Esfera Lue, el mundo allá arriba es un caos total, Spade haciéndose de las suyas, vale. Les propongo algo, si ustedes sobreviven al torneo, yo les dejaré tomar la Esfera. Hmm?
-- ¡Eres solo una traicionera igual que ese maldito detrás tuyo! ¡Nunca confiaríamos en ti ni en nadie en este lugar! -- Les espetó Susie, vociferando hecha una furia contenida. Ralsei poniéndose mas nervioso y molesto con su amiga, le dió una palmada en el brazo.
-- S-susie! No se habla así ante una reina!
-- Yo no tengo reina. -- Le contestó seriamente y gruñendo.
-- Nos subestimas, Susie. No deberías ni un poco...Demasiada insolencia encuentro yo aquí, e ignorancia.
Dijo la reina en tono endurecido y amenazante, hasta los monstruos que estaban manteniendo con fuerza las cadenas se estaban poniendo nerviosos.
-- Como ninguno de ustedes lo consiente, entonces deberíamos cancelar el trato.
-- No, espere, espere! No es así! -- Replicó rápidamente Ralsei, pero la ser oscura no cambió de parecer.
-- Encierrenlos hasta que todo esté preparado. Si sobreviven...Yo misma me encargaré de darles una lección.
Dijo ella, desenvainando su espada de la cintura, y la alzó en el aire, para después trazar un veloz arco hacia Ralsei, quien sintiendo el corazón parar un momento, cerró fuerte los ojos encogiéndose y abrazando su cabeza del miedo. Pero solo sintió unos pelos negros suyos volar en el aire por el corte, y vió temblando a la reina volver a enfundar la espada.
-- Desalineados.
Dijo para retroceder un poco con Jevil al lado, para ver como una puerta en un costado de la habitación se abría trazando una línea blanca, como una clase de portal, y los monstruos empezando a llevarse a los héroes hacia él, Kris gruñó, y miró a Jevil de forma intimidante.
-- ¡Jevil! ¿¡Esto es lo que Seam hubiera querido de ti?!
-- !!!
El demonio sintió su propia alma caerse a los pies, sintiendo ese horrible vacío durante segundos, y sin quererlo realmente sus manos empiezan a temblar, con los ojos como platos y bajando la cola, empezando a recordar absolutamente todo lo que pasó y vivió con Seam, su antiguo y querido amigo...Los momentos, las bromas, los espectáculos, los chistes, las risas...La magia. Pero de repente también recordó con el corazón encogido que él lo había encerrado en esa celda por siglos. Y aquello le provocó una punzada de dolor en la cabeza, haciendo que se quejara y se la tomara en sus manos, soltando la guadaña. Cierta reacción del demonio extrañó a la reina, que lo miraba seria y a la vez extrañada. Jevil miraba ahora abajo, con las pupilas contraídas del dolor en los recuerdos y el creciente enojo que despertó en él. Él quería mucho a Seam, pero haberle recordado que él lo encerró, sentía una clara insinuasión de traición, y se supone que eran los mejores amigos apenas empezando sus años como mago y bufón. Soltó un suspiro tembloroso con el cuerpo empezandole a sudar incluso de los nervios, enojo y miedo, musitando su nombre.
-- Seam...L-lo conocen? Hablaron con él?!
-- Si! Y dice que...Realmente te extraña, Jevil! Está en la superficie, ayúdanos y lo verás de nuevo! -- Suplicó Ralsei, siguiéndole el juego a Kris, pero el demonio estaba muy alterado, moviendo la cola erráticamente.
-- P-pero si él me encerró! Se supone que éramos amigos, y me dejó a mi suerte en una cárcel por siglos! ¡¿Qué clase de amigo hace eso?!
-- ¡Jevil! Escucha porfavor! Seam ha cambiado con todo ese tiempo, dale una segunda oportunidad!
-- M-me dio la espalda...Me traicionó... -- Murmuró el demonio bufón, temblando fuertemente, ya ni sabía si era de ira, o tristeza y miedo de volver a recordarlo, de volver a tener memorias muy buenas en su cabeza de él.
-- Pero Jevil, Seam...
-- ¡SILENCIO! -- Vociferó fuertemente Jevil, reaccionando inconscientemente con semejante cantidad de poder que retenía, una explosión de picas que destrozaron varias columnas, haciendo a todos retroceder, alejándose de él, sin quitar la vista de los cuatro héroes. -- ¡¡NO QUIERO VER A NINGUNO DE USTEDES EN ESTE LUGAR!!
Rápidamente los monstruos que sujetaban las cadenas de los cuatro, los jalaron y empujaron a la puerta del costado, y Susie una vez más le dedicó una mirada asesina con un gruñido, Kris y Ralsei una mirada de decepción pura, Lancer ni se limitó a mirarlo. Jevil no les quitó los ojos furiosos de encima hasta que la puerta desapareció, y se tranquilizó a los segundos, bajando al suelo y trastabillando por un repentino mareo que le azotó, de no ser por la cortesía de la reina en sujetarlo por la espalda, se hubiera caído de bruces. Seguía indeciso si sentía furia o tristeza, como un péndulo del reloj, nunca se decide en quedarse en la izquierda o derecha, siempre en movimiento en los dos.
-- Oh vaya, sigues con eso!
Dijo la reina oscura y con solo tomar las esposas rosas de Hello Kitty en su mano, en cuestión de segundos las pulverizó de sus manos y el demonio se frotó las muñecas mirando abajo, con las orejas gachas y de nuevo, sin expresar ese carácter demente y alegre al mismo tiempo de jugar.
-- Será mejor que vayamos a prepararnos. Hiciste lo correcto con quedarte con nosotros.
Volvió a reponer, y los dos seres oscuros fueron rodeados de aura negra para desaparecer en segundos de la sala hacia lo desconocido por el momento, Jevil sin dejar de pensar en las palabras de Kris y el dolor que le causaba el recuerdo de Seam....
Fin
Parte 2
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