Void
Fue contra el Titán para evitar que chasqueara los dedos, haciendo que su corazón comenzará a palpitar más de lo normal, sintiendo sus últimos momentos, tenía ahora las gemas, sentía una electricidad que le hacía ver la realidad, tenía que hacerlo; era la única manera.
— Y yo... Yo soy... Iron Man. —Chasqueo los dedos.
Despertó sintiendo como si lo hubieran golpeado directo al corazón, agitado mirando alrededor, seguía en su habitación. Cubrió su rostro con sus manos para saber que estaba sudando y sus ojos llorosos, de nuevo ese sueño que lo perseguía todas las noches.
Había pasado unas semanas de lo sucedido con Thanos, la desaparición de la mayoría de las personas, dieron todo en la batalla final, ganaron pero por un sacrificio. No podía dejar de pensar en ese momento, en como la persona que amo por mucho tiempo lo miraba malherido por última vez que lo hacía sentir culpable, era la única manera... Era la única manera... Era la única manera...
Vió muchos futuros, muchas muertes para encontrar otra solución no quería perderlo a él, ¿Por qué tenía que ser precisamente él? Buscaba y buscaba no, no había otra manera, cuando vio el momento donde Tony chaqueaba los dedos dejo de ver sintiendo que se caía pero cuando el castaño estaba frente a él tomando sus manos "Volviste, estás bien" vio sus ojos y estaba obligado a callar lo que vio, sentía como se desvanecía cuando tenía que decirle que solo vio un futuro, miraba esos ojos y su rostro, tenía que controlarse.
¿Cómo volver devuelta a lo hermoso? Cuando no tenían que preocuparse de nada, solo ellos dos compartiendo sus días, cada caricia y beso que lo hacían sentir afortunado, cada cita y compañía del otro con una comodidad que amaban, cada broma y caída por lo cual solo los dos se entendían. Ahora esos momentos ya no volverían, la soledad y estrés volvían, ya no se sentía lo mismo, era horrible tener que vivir así, los sueños eran una pesadilla natural que no lo dejaban, intentaba de todo pero seguían ahí, como si tratará de decirle "es tu culpa" ¡no, no, no, no era asi! Era la única manera... Él se hubiera sacrificado pero no podía, no quería ni uno ni lo otro, simplemente no había un final feliz para ambos.
Se levantó, no podía volver a dormir y de igual manera ya era de día, después de darse una ducha se puso su atuendo como hechicero supremo y salió de su habitación para seguir con su rutina, comió algo pequeño y fue a la biblioteca para intentar dejar de pensar en eso que lo hacía sentir muy mal, una nostalgia y melancolía que lo invadía todos los días, ¿Cómo podía dejar de sentirse así?
Todo lo he perdido en ti.
Sin darse cuenta, sus ojos volvían a ponerse llorosos, dejo el libro a un lado y cubrió su rostro de nuevo con sus manos permitiéndose sacar un sollozo y llorar con libertad.
Limpió cualquier rastro de lágrimas en su rostro y decidió mejor ver como estaba Peter. Él y Tony trataban al joven Parker como si fuera su hijo y el contrario no decía nada, le agradaba la relación y de vez en cuando pasaban el tiempo como si de una familia se tratase, antes de que todo esto pasará. Hizo un portal y lo llevo a un techo donde Peter estaba con su traje arrodillado viendo en la pared una pintura del mismo Iron Man.
¿Fue una mala idea? Sentía como si fueran ataques de ansiedad, quería volver a llorar pero trataba de ser fuerte algo que hasta ahora no puede, controlaba una depresión que no podía tratar por mucho tiempo, verlo en la pared solo le hacía recordar los cortos momentos que pasó en la nave, para ir a Titán.
—Peter —el chico volteó.
—Doctor Strange —se levantó y fue hasta él dándole un abrazo.
Un abrazo que ambos necesitaban y más Stephen, casi nadie le ayudaba. Wong le trataba de subir el ánimo pero un abrazo siempre faltaba, Stephen correspondió el abrazo sintiendo el dolor y calidez de ambos, recordando como fue que lo vieron irse.
—¿Cómo estás? —pregunto primero ambos se separaron.
—Pues bien, supongo, ¿Y usted?
—Bien —mintió.
—Doctor Strange, no es su culpa —habló el chico tratando de hacerlo sentir mejor. —Usted mismo dijo que no había otra manera, el señor Stark seguro lo entiende.
—Podría haberme sacrificado yo.
—¿Se imagina como hubiera estado? —preguntó. —Tony se hubiera deprimido demasiado.
—No lo creo, tiene una familia y estoy seguro que eso lo hacía feliz por años.
—Él lo amaba mucho, siempre quería verlo.
—Si —bajo la mirada.
—¿Quiere conocer a Morgan? —preguntó tratando de cambiar de tema. —Pepper me ha hablado mucho de usted.
—Si, por supuesto —pudo ver a Morgan por visiones, pero no como ahora.
Abrió un portal para la casa de Tony, una de retiro, entraron y caminaron hacia la entrada, Peter golpeó la puerta con su puño, Pepper abrió la puerta dándoles una pequeña sonrisa, se saludaron.
Peter explicó el por qué de que el hechicero supremo este aquí, y acepto que viniera a conocer a su hija, eso le haría feliz a Tony, pronto vino una pequeña niña alegre corriendo hacia su madre.
—Morgan, el es el Doctor Strange un buen amigo de tu padre.
—Hola, papá siempre me hablaba de ti, ¿Eres un mago? ¿Puedes sacar un conejo de un sombrero?
Los presentes sonrieron por la inocencia de la niña.
—Puedo hacer algo mejor —le habló estando a su altura.
Pronto empezó a sacar chispas de su mano para formar una flor azul, Morgan puso sus palmas y Stephen dejo la flor en sus manos.
—¡Wow! —exclamó la pequeña sonriendo, pronto la flor desapareció.
Peter tuvo que irse, despidiéndose de los demás se marchó, Pepper lo dejo pasar y los dejo solos, Stephen y Morgan ahora estaban en la sala hablando, el maestro de las artes místicas respondiendo a cualquier duda de la pequeña mientras le mostraba más magia viendo cómo sus ojos miraban maravillada.
—¿Cuál es tu comida favorita? —le preguntó el hechicero.
—Hamburguesas con queso —respondió alegre. —¿También te gustan?
—Si, son deliciosas —sonrió. —tu padre siempre me invitaba a comer hamburguesas.
—También me encantan las donas, papá siempre, cuando me portaba bien, me llevaba a comer donas.
No podía dejar de mirarla, era como una copia exacta de Tony, también tenía algunas cualidades de Pepper pero, Morgan hablaba igual que su padre, le contaba muchas cosas de lo que a veces pasaba a su alrededor, era tan inteligente.
Recordaba la vez que conoció a Tony lo cual fue en el hospital, recordaba ese momento, seguía siendo un neurocirujano, en los pasillos del hospital recorrían las voces que decían "es Tony Stark" hizo su trabajo, según lo que decían era que tuvo una pelea con Steve Rogers, incrustándole el escudo en el pecho casi matándolo, pero a final todo resultó bien, pronto podía salir del hospital, con Peter y Pepper preocupados afuera pero con un gran alivio y un suspiro que dejaron sacar cuando les dieron la noticia.
—Oye, ¿Stephen cierto? —pregunto el castaño que seguía en la camilla.
—Dime Doctor Strange —respondió normal.
—¿Ya puedo irme?
—En unas horas.
—Oh vamos, déjame ir ahora.
—¿Te incrustáron un escudo en el pecho y crees que es normal?
—Me ha pasado cosas peores —no dijo ya nada más, solo revisaba que todo estuviera en orden con las inyecciones del contrario, ya después se iría.
—Oye Doc.
—¿Que pasa?
—¿Te puedo invitar a comer algo? —pregunto. —Ya sabes para... Agradecerte.
—Ahora no puedo y tú tampoco.
—No es para tanto, te daré mi número y me avisas cuando, ¿De acuerdo?
—De acuerdo, Stark.
Morgan tenía el casco del traje de Pepper, con un guante en la mano como la armadura de Tony.
—¡Te destruiré! —decía Morgan.
—¡Oh no! —Stephen se hizo el herido.
Ambos jugaban, con risas y sonrisas ahora en el cuarto de la niña, se dejaron caer en la cama.
—¡Quisiera ser como mi papá! —habló la pequeña.
—Ya eres inteligente y valiente Morgan.
—Quisiera tener un traje y ayudar a las personas... Papá algunas veces no le gustaba hablarme de eso.
—Quiere protegerte, no te preocupes por eso ahora —ambos se sentaron y Stephen le quitó el casco.
—¿Tu madre no te dice nada por tomar sus cosas? —preguntó mirando el casco.
—Oh... Emm ella no sabe que lo tomo —el contrario sonrió.
—Si quieres más donas no hagas cosas que no debes.
—Mamá tiene que trabajar algunas veces, no he comido donas desde hace mucho.
—Si te sigues portando bien yo te puedo llevar, ¿Qué te parece?
—¿¡En serio!? —exclamo alegre. —¡Gracias Doctor Strange, le prometo que me portaré bien!
Pepper entró a la habitación y sonrió, le caía muy bien el doctor, las veces que Tony le hablaba de él, se le veía tan enamorado, y Tony desde entonces como su mejor amigo le aconsejaba y ayudaba, vaya que lo extrañaba mucho, durante los cinco años decidieron formar una familia y Morgan es lo mejor que ha tenido.
—¿Cómo se la están pasando?
—¡Increíble! —hablo la pequeña. —El Doctor Strange me agrada, ¿Haz visto cuando hace magia? ¡Papá tenía razón es una persona increíble!
Por un momento Stephen se sintió bien, eso le hacía saber que Tony le hablaba de él a Morgan, no la conocía desde hace mucho tiempo pero, durante toda esta tarde que estuvieron conociéndose; sentía que ya amaba a esa niña, como si fuera su hija.
Ya se hacía de noche entonces Stephen se despidió de las dos, Morgan lo abrazo y por supuesto que acepto era una niña increíble.
Volvió al santuario a través de un portal, se sentía bien pero, ¿Por cuánto tiempo? No podía llorar en frente de Morgan, fue a practicar unos hechizos para distraer su mente con el trabajo, funcionó por unos minutos hasta que decidió ir a dormir. Por favor, por favor, no puede más con ese sueño.
Acostado sintiendo un poco el miedo cerró los ojos y trataba de pensar en cosas que no sean tan malas.
—Hey, dijiste que en uno de catorce millones ganamos —Stephen miraba a Tony. —dime qué es este.
—Si te digo lo que pasa, ya no va a pasar.
—Pues más te vale... —el contrario sabía que podía estar enojado, pero ahora quiere ir hacia él abrazarlo y besarlo así sea por última vez.
Se acerco y lo abrazo.
—Lo siento, Tony.
—Está bien —correspondió. —al menos todos están aquí, tú estás aquí.
No era por eso que lo sentía pero agradecía que pensara que era eso, tiene que ser fuerte para dejarlo ir, no hay vuelta atrás.
Tony cuando vió que sacrificaba la gema del tiempo para salvarlo de que Thanos lo matara no podía creer que viera a Peter desaparecer incluyendo a él. Lo que pasó durante cinco años no fue tan malo, tenía una familia pero extrañaba todos los días a Peter y Stephen, no sabía que hacer hasta dada la solución cuando los demás vinieron a su casa, en ese momento pensó que podía volver a verlos pero tenía miedo de que algo saliera mal, lo hizo y al final todos pudieron volver, cuando vió a Peter de nuevo se sintió tan agradecido, era como su hijo, vio a Stephen y creía que todo volvería a la normalidad.
Se vieron a los ojos y los dos dieron la iniciativa para besarse, el beso que tanto esperaban y necesitaban, duró unos minutos más y se separaron.
—Te amo Tony —dijo el pelinegro sin dejar de mirarlo.
—También Te amo Stephen —se miraron por última vez y siguieron con la batalla.
—Y yo... Yo soy... Iron Man —cada vez ese chasquido era como si le dispararan en el corazón, sintiendo que su corazón muera lentamente, como si se despertara ahogado, sin poder respirar.
—¡No puedo más, ya basta, es suficiente! —gritó, solo en su habitación con ganas de llorar pero no lo permite, le duele, como si las lágrimas quemaran sus ojos.
No podía dejar de sentirse miserable, ¿Por qué tenía que ser así? Es cierto, lo amaba, siempre lo amo, tuvieron varios años maravillosos, la primera vez que se vieron y acepto la invitación de Tony Stark conocido como Iron Man le sorprendió, ¿Alguien como él lo invitaba a comer? No es que le intimidaba pues él, era el mejor neurocirujano, y no sabe por qué dijo que si aceptando ir a un restaurante, terminaron hablando y bromeando lo más excitante y agradable fue que coquetearon por unos minutos, ninguno caía en la red que le tendía el otro, era como un choque que a ambos les gustaba seguir. Pronto descubrieron que Christine y Pepper se hicieron buenas amigas, hablaban de ellos y, de sus vidas diarias.
Tony planeó hacer una fiesta con la ayuda de Pepper, muchos de sus amigos iban a ir incluyendo a Stephen y Christine. Stephen se preparó para la noche, su amiga lo vería allá entonces solo quedaba prepararse, tomar su auto y ir al sitio dada la fiesta.
En su auto solo conducía para llegar al lugar pero, mientras eso miraba y escuchaba desde su celular alguna posibilidad de una buena cirugía para después, distrayendo y chocando su auto, sintiendo varios golpes dentro del auto; hasta caer al agua casi inconsciente, sus manos.
Apenas Christine lo supo no perdió tiempo y salió de la mansión de los vengadores, estaba hablando con Pepper pero se excuso con un rápido "Stephen tuvo un accidente" diciendo lo mismo que en la llamada cuando contesto su teléfono.
Pepper empezó a preocuparse por lo que fue a buscar a Tony para decirle lo sucedido encontrándolo hablando con Rhodey pidió un momento y los dejo solos.
—¿Pepper que pasa? —decía entendiendo a su amiga.
—Christine ya se fue.
—¿Por qué? ¿Paso algo? —preguntó. —¿No haz visto a Stephen? Ya se está demorando.
—Tony... Stephen tuvo un accidente.
No le dio tiempo de pensar nada, salio de la mansión con Pepper persiguiendolo, subió al auto y arranco directo al hospital.
Fue lo peor que le pudo pasar, sus seres queridos trataban de comprenderlo, pero ni el mismo se soportaba, desapareció varios años volviendo siendo el hechicero supremo, la amistad con Christine y Tony permaneció siempre, y fue donde retomaron lo pasado, ambos ya no eran tan presumidos pero seguían tratándose sin importar que.
En poco tiempo después de su regreso, Tony se confesó, sentía desde que lo salvó en el hospital atraído por él, invitarlo a comer sería buena idea, y verse cada día hablando de ambos era como despertar siendo una persona nueva, olvidándose de una vez por todas de Steve Rogers. Stephen también en sus coqueteos creía que era un juego pero en su mente le gustaba la idea de tener aquel millonario como pareja, no por lo que es físicamente, le atraía claro pero esas noches donde hablaban sinceramente acompañados de algo de alcohol le hacían ver la gran persona que es, por eso desde que volvió fueron una pareja oficial, Christine y Pepper no pudieron sentirse más felices por la química de sus dos amigos.
—Tony, en serio te recargas en el caldero del cosmos —le dijo. —te he dicho que dejes de hacer eso.
La capa le dio un golpe, Tony solo le reprochaba con la mirada pensando "Levi, me dueles".
—Protejo tu realidad, animal —Tony sabía que estaba jugando, por lo que le dio una intensa mirada.
—Oigan, ya tranquilos, no es tiempo para tensión sexual —menciono Bruce, haciendo que volvieran a la charla de antes.
Tuvieron que pelear justo en la ciudad, Stephen tenía la gema del tiempo y habría que protegerlo por lo que Tony trataba de tenerlo a salvo, Peter vino como Spiderman y no quedó de otra que irse los tres al espacio, después de tirar a Ebony Maw al espacio, quedaron los tres en la nave.
—Tenemos que girar esta nave —menciona Stephen mientras se levanta después de ser salvado por Peter.
—Si ahora quieres huir —hablo Tony. —perfecto.
—No, quiero protegerte a ti.
—Yo no importó ahora, hay que proteger la gema.
—Bajo ninguna circunstancia podemos llevarle la gema del tiempo a Thanos —menciona Strange. —Creo que no haz entendido que quiero tenerte a salvo.
—No —exclama. —Tú eres el que no entiende, que Thanos ha estado en mi cabeza por seis años, cuando envío sus tropas a Nueva York y ahora a vuelto, y ya no sé qué hacer.
—Se por lo que haz pasado pero, tú lo eres todo para mí, y no soportaría perderte.
Estaban cerca mirándose, por lo que Stephen no pudo evitar darle un pequeño beso en sus labios, para tratar de calmar la situación.
—Yo tampoco quiero que te pase nada —el más bajo abrió sus ojos después del beso mirando a su pareja —Pero hay que hacerlo, para salvar a todos. Yo digo que hay que llevar la pelea a él.
—De acuerdo Tony, iremos a él —después de pensarlo accedió, se encargarían de él. —Pero por favor, tú y Peter tengan mucho cuidado, no toleraría si les pasa algo, haría lo que fuera por tenerlos a salvo.
Peter solo estaba alejado mirándolos discutir por lo que tenían que hacer, también le parecía tierno que el Doctor Strange quiera protegerlos, su instructor y él hacían una buena pareja, debía admitirlo.
Después de darle la pelea a Thanos junto a los Guardianes de la Galaxia, trataron de todo pero no pudieron, Doctor Strange lo intentaba pero le fue imposible, Iron Man viendo como arrojaban a Stephen decidió enfrentarse él, no pudo, era muy fuerte, y más con las gemas. Cayendo sentado con el arma incrustada preparado para que Thanos lo matara.
Stephen había visto cada final, cada futuro, cada muerte, y no mentía en que solo ganaban en un futuro, era cierto, si hubiera otra manera no dudaba en ir por ese camino, pero no. Vió lo que pasaria en cinco años con cada uno de los vengadores, los que iban a desaparecer, una nueva aparición, la batalla final y la muerte de Tony, le dolía tanto tener que esconder lo que pasaba, pero era su única manera de salvar al mundo, no había otra manera.
—Alto —hablo Strange haciendo que Thanos y Tony lo miraran. —déjalo vivir y te daré la gema.
—No quiero trucos —negó con la cabeza, dando entender que daría la gema.
—No —Tony menciona viendo lo que hacía.
Levantó la mano apareciendo la gema entre sus dos dedos y que volará hacía Thanos.
Con cinco gemas más en el guante y un Star Lord viniendo hacia el atacándolo desaparece por un portal. Habían perdido, ¿Ahora que se venía? Nadie lo sabía, solo Strange.
—¿Por qué lo hiciste? —el hombre de hierro miro al hechicero.
¿Qué podía decirle? Lo amaba pero, era necesario tener a Tony vivo para salvar a la humanidad, fue un poco por amor pero la verdad era por lo que se venía.
—Estamos en el juego final.
Unos minutos duro para que los guardianes desaparecieran en polvo, el castaño veía como Peter se iba, no podía dejarlo ir, ¿Qué hacía?
—Lo siento —polvo como los demás, desapareció.
—Tony — lo llamo Stephen.
—No, no, no tú no por favor no.
—No había otra manera —Tony fue hacia él como podía, tomo su rostro entre sus manos y lo miró con los ojos llorosos desaparecer.
Quedó solo a excepción de que la hermana de Gamora, Nebula está ahí, "Lo hizo." Fue todo lo que pudo escuchar para sentarse y dejar que las lágrimas cayeran, sintiéndose lo peor.
El tiempo que tuvieron juntos fue lo mejor para Tony, siempre estaba feliz cuando él estaba ahí, esta vez creía que no se iba a equivocar nunca más, que tendría una vida feliz como una familia, lo cual siempre quiso... Con Stephen y Peter. Todo iba bien, cuando los días pasaban el tiempo entre los tres era más duradera; Pepper, Rhodey y Happy estaban ahí, ¿Qué más podía pedir?
El mago de Bleecker Street que llevó conquistando desde la invitación al restaurante cuando creía que no iba a aceptar, desde que salió corriendo al hospital por ver si estaba bien y saliendo después de que le gritara, desde que se alejó de todos y volvió de nuevo como una persona que superó sus dificultades, desde que volvió para retomar la amistad y decidieron ser algo más, desde que compartieron sus días siempre juntos; hasta lo sucedido con Thanos.
Amaba las veces que esos ojos hechiceros lo veían, ese color tan hipnotizante y su forma de ser, los abrazos, susurros que le daba en momentos inesperados, su protección, sus palabras y coqueteos, personalidad que nadie más en el mundo tenía, única y perfecta.
Ahora sabía que no volvería, decaído no había esperanza de nada para él pero de pronto, fuera de la nave una luz hacía presencia en los ojos del castaño, abrió sus ojos y vió a una chica. Capitana Marvel, Carol Danvers ayudo a los dos con la nave llevándola a la tierra donde se encontraron con Los Vengadores.
Tony no hizo nada respecto a Thanos pero los demás sí, decidió comprarse una casa de retiro donde pueda estar alejado y tranquilo de todo con su querida amiga Pepper. Los días pasaban y se le hacían eternos, sin duda no era lo mismo vivir sin esas dos personas que le traían mucha felicidad como si de una luz especial se tratara. Decidió olvidarse de todo cuando pudo tener una bebé hermosa que estaba en sus brazos, enfocarse en el futuro era ahora su prioridad, ¿Pero cuánto iba a durar?
Después de un tiempo ahí estaba Steve acompañados de Natasha y Scott, un plan para traer de vuelta a todos, no podía arriesgar nada está vez, estaba feliz aún así los extrañará pero el miedo lo vencía. Lo pensó por mucho tiempo, ver un cuadro en la cocina donde estaban los tres felices y sonriendo le trajo muchos recuerdos, finalmente decidió ayudar a los demás con su "atraco al tiempo".
Veía desde lejos como Tony luchaba contra Thanos, detenía el agua pero no era lo suficiente, tenía que hacer algo mayor... Thanos tiro a Iron Man lejos, el castaño volteo a ver a Strange, lo cual este solo levantó el dedo índice seriamente y con tristeza en su rostro indicando que se necesita un sacrificio para ganar, este es el único futuro de catorce millones seiscientos cinco.
Batallo contra Thanos para tener las gemas y al final para chasquear los dedos, todas las tropas incluyendo al Titán desaparecieron justo como les pasó a mayoría de las personas, en polvo.
Tony cayó recostado, malherido el primero en acercarse a él fue Rhodey donde compartieron miradas tristes. Peter se acerco a él arrodillándose para estar a la altura.
—Señor Stark...¿Señor Stark puede oírme? —su voz se debilitaba— Soy Peter, vencimos señor Stark, vencimos señor Stark... Vencimos señor lo logró —dejó que sus lágrimas salieran. —Lo siento, Tony.
Pepper pronto fue la tercera persona en acercarse, Peter se apartó y la mujer intentaba ser fuerte.
—Tony...
—Niño... — fue inevitable pensar en Peter en ese momento para él.
—Mirame... —pidio Pepper mirándolo con una sonrisa de labios cerrados. —Vamos a estar bien, ya puedes descansar.
Cuando lo vió totalmente quieto se permitió llorar, algunos presentes veían la escena con lágrimas en los ojos, la mayoría de Los Vengadores.
Comenzaron a arrodillarse, por un héroe que salvo el mundo, Stephen veía la escena con lágrimas en los ojos, quería acercarse pero no había tiempo, sintió que el mundo se le venía abajo, todos lo recuerdos pasaban como un flash en su cabeza, todos esos momentos los dos juntos, el amor con el que se trataban.
Solo pensaba en una cosa "Como yo nadie te ha amado" veía desde lejos a su pareja, el frío en sus ojos, pero pudo ver como lo vio por unos segundos tratando de mirarlo con amor que no pudo demostrar sintiendo que se iba a cada segundo.
El dolor subía cada vez de nivel, no fue su impedimento también para arrodillarse, su mirada de tristeza y sus ojos llenos de agua que no tardaría en soltar, bajo la mirada permitiendo sacar un sollozo con las lágrimas saliendo de sus ojos por fin.
Después de ese mensaje, en el que algunos estaban, más que Strange estuvo ahí viendo el holograma de Stark en ese momento para delante trato de ser fuerte, en el funeral donde todos se despedían, por la tristeza que cada uno pasaba le era imposible dejarlo pasar como si nada, no quería seguir ahí, no quería romperse justo ahí. Después del funeral y que algunas personas se iban, se acerco al lago y vió la vista, suspirando normalmente pero todavía con la tristeza miraba el paisaje y el presente.
—Lo siento mucho Tony... Enfrente muchas cosas para tratar de salvarte, no hubo otra manera.
Paso el dorso de su mano por sus ojos para quitar las lágrimas.
—Siempre serás el amor de mi vida, no quise engañarte, tú sabes que te amo demasiado y quisiera ahora tenerte a mi lado, abrazarte hasta cansarme y, saber que sigues con vida, pero no será así.
Dió un suspiro y despidiéndose de las demás personas, volvió al santuario donde se encerró en su habitación permitiéndose llorar hasta cansarse.
Al día siguiente seguía en su cuarto, Wong no le decía nada, sabía que era difícil para él, por lo que llamo a unas de sus mas confiables y importantes personas para él, Christine Palmer.
Cuando la mujer lo vio sintió su tristeza inmediatamente, sabía que amaba mucho a Stark, estuvo con él por horas charlando de otras cosas pero siempre llevaban al mismo tema donde Strange sentía la culpa.
—Cuando me convertí en Doctor jure que nunca causaría daño —hablo sintiéndose sin ganas de nada. —Ahora que decidí ser el Hechicero Supremo al final rompí mi promesa.
—No, no todo está perdido —hablo su amiga. —tenías que esconder eso para salvar el mundo, todos estamos bien y estoy segura que Tony lo entiende perfectamente.
—Me convertí en Doctor para salvar vidas, para destruirlas jamás. —¿Este era el costo de un hechicero supremo?
—Hiciste que Tony salvará un millón de vidas, eso es suficiente.
—Lo extraño —su amiga se acercó para abrazarlo.
Después de sentir ese chasquido resonar en su cabeza y acelerar su corazón se dió cuenta que no durmió demasiado, esta vez vió la última vez que Tony y él se vieron, fue un alivio verlo de nuevo, poder sentirlo y escucharlo por una última vez, mirándose unos segundos por última vez. Era de madrugada tres para ser exactos y todo seguía oscuro, temblaba y su cabeza le dolía, sus manos temblaban más de lo normal y sentía su respiración agitada, ¿Acaso esto es un ataque de ansiedad? ¡Maldición no!
Y no sé cómo hacer si no estás en mis días, junto a tí sin pensar volvería.
Te seguiré esperando y pasarán los días, aunque el tiempo se equivoque, junto a mi bailarás por el resto de la vida.
Hace tiempo que te quiero aquí a mi lado, gritarte lo que siento, vivir los momentos que el tiempo ha dejado, porque contigo comprendí y conocí con quién vivir en el futuro y abrazar en el pasado.
El sol asomaba por la ventana dando a entender que ya era de día, vió a su lado, ver a su pareja dormir tranquilamente era lo que le motivaba abrir los ojos en la mañana, cuando se levantaba y lo veía todo tierno en las cobijas durmiendo como si fuera un gatito.
—Tony... —lo llamo susurrándole. —Ya me voy.
—Acabas de despertar... —decía soñoliento.
—Por eso mismo, el deber llama.
—Quiero que estés aquí.
—En unas horas vuelvo —le beso la mejilla.
Se levantó de la cama para darse una ducha y luego vestirse con el traje habitual de su trabajo. Vió a su canelita todavía en la cama por lo que se acerco al lado en que dormía y se sentó.
—¿No vas a desayunar? —preguntó hablándole cariñosamente.
—Emmm está bien —respondió levantándose.
—Te espero afuera.
—Esta bien amor —vió como se fue al baño y se levanto para ir a la cocina.
Hizo unos pancakes y algo de chocolate, sirvió tres para cada uno con crema y fresas.
—Buenos días Doctor Strange —saludo Peter bajando las escaleras.
—Hola Peter, ya está el desayuno —saludo de buen humor.
—Ah bien, se me está haciendo algo tarde.
—Come tranquilo, yo te ayudo a llegar.
—Gracias Doctor Strange —le sonrió para después sentarse y empezar a comer sus pancakes.
Ahora era Tony que bajaba las escaleras ya vestido casualmente, se paró en puntitas para besar al hechicero justo en los labios.
Los tres se concentraron en comer y hablar normalmente, cuando ya era la hora dada para irse Stephen y Peter se despidieron del filántropo, en este caso Strange lo volvió a besar con más pasión cuando vio a Peter pasar al otro lado del portal.
—¿No te vas por mucho tiempo cierto? —preguntó.
—Tranquilo cariño, solo serán unas horas —otro beso y está vez hizo un portal hacía al santuario.
Tony no hacía mucho en las tardes en qué Peter y Stephen hacia sus deberes, ahora que no había peligros en el mundo y los vengadores estaban en sus cosas el castaño solo pasaba el tiempo con su armadura o mejorando cosas de la mansión, mientras tomaba café y comía donas.
Le gustaba dar regalos y más si se trataba para sus seres queridos, esas personas que siempre están ahí para él por lo que, se le ocurrió hacer un pastel para Stephen.
Fue a la cocina y se preparó para lo que se venía, no era un buen cocinero pero se iba a esforzar.
—Viernes, dime la receta para un pastel de chocolate.
—Si señor.
Una taza de harina, una taza de azúcar, un cuarto de taza de cocina en polvo, una cucharadita de polvo para hornear, una cucharadita de bicarbonato de sodio, tres cuartos de taza de leche, un cuarto de mantequilla suave, una y media cucharadita de vainilla, un huevo y un cuarto y medio de cucharadita de sal. Cabe mencionar que también los ingredientes del Betún.
Yo te diré lo que siempre sentí cuando estás a mi lado y bailaré por verte sonreír y yo seguir volando.
Pasaron unas horas donde ya casi terminaba de hacer el pastel, hacia los últimos toques finales.
—Señor, tiene una nota de voz por parte del Señor Strange.
—Si, reproducela.
"Hola cariño, quería decirte que pasaré por ti a las ocho, ¿Esta bien? Quiero darte algo."
Sonrió.
—Escribele que está bien, nos vemos esta noche.
—Si señor.
Luego se puso pensar, ¿Hay algo especial? Tal vez solo quiere ser romántico y ya, él es asi de atento después todo.
—¿Viernes que día es hoy? —preguntaba mientras ponía crema por encima del pastel.
—Hoy es el tercer aniversario desde que se conocieron el Doctor Strange y usted señor.
—¿¡Qué!? —exclamó distrayéndose y echando más crema de la que debía, también cayó algo al suelo.
Vio la hora: siete y media.
—Ahhg mierda —empezo a limpiar el suelo con papel de cocina y al mesón. —¿Por qué no me dijiste?
—No puso recordatorio señor.
—¡Soy idiota! —exclamó. —Ahora agrega está fecha para el resto de años Viernes.
—Si jefe.
Arreglo el pastel y lo guardo en el horno para cuando llegará con Stephen ahí si lo puedan comer. Se apuro para bañarse de nuevo ya que se mancho con los ingredientes antes que alcanzo a limpiar la cocina. Cuando salió secó las partes mojadas y escogió un traje negro, accesorios, perfume y un peinado ya estaba listo dadas justo las ocho de la noche.
Cuando salió de su habitación vió como Stephen abría la puerta para entrar, estaba bien vestido con un traje azul oscuro que hacía combinación con sus ojos, como océanos azules. Su elegancia nunca faltaba y sus labios acorazonados que formaban una bella sonrisa.
El castaño sonrió y se acercó a su pareja, el pelinegro pronto estando cerca del de menor estatura lo besó suavemente, haciendo que el contrario quiera alcanzar sus labios tratando de llegar a su altura.
—¿Por qué siempre te ves tan precioso? —le susurro Stephen cuando separaron sus labios y le susurraba al oído.
—Tú también eres hermoso —ambos sonrieron y se dispusieron a salir de la casa.
Tony subió al asiento del auto de Stephen, el dueño manejó hasta un restaurante cuando llegaron entraron al lugar, subieron a la terraza del mismo para ver el cielo. La mesa que habían escogido estaba cerca de la orilla entonces tenían una vista preciosa donde las estrellas y la luna resplandecían y, oscuro cielo azul.
Pidieron unas hamburguesas y empezaron a hablar de su día, chistes, y demás cosas como anécdotas de sus momentos, fluían las palabras cariñosas y los coqueteos.
Stephen tomo la mano de Tony que estaba tendida en la mesa, ambos mirándose fijamente.
—Feliz aniversario Amor —sonrió con cariño.
—También a ti, gracias por salvarme y curar mi corazón —devolvió la sonrisa.
Pronto se levantaron para ver la vista del frente, las luces de la ciudad hacían de un bonito momento, los fuegos artificiales adornaban el cielo, "Feliz Aniversario Anthony Stark" junto a un corazón era lo que la vista del castaño miraba.
—¡Stephen! —exclamó emocionado —¿Lo hiciste tú?
—Asi es —hacía un portal donde traía unas flores rojas.
Tony las tomo dejando encantarse por el olor, un olor cariñoso y suave que acariciaba su nariz. De nuevo vino otro beso, que a ninguno le cansaba probar los labios del contrario.
Volvieron a la mansión, donde con un vino compartieron el pastel que el castaño había hecho; para su amado hechicero.
—¿Quedó bien? —preguntó esperando una respuesta positiva.
—¡Umm está delicioso! —tomo otra cucharada.
—Este es mi regalo para ti —sonrió.
—Gracias, sabe muy bien —sonrió tomando un sorbo de vino.
Se la pasaron comiendo y bebiendo, cuando terminaron ambos sentían la tensión, después de tantas palabras hermosas que a ninguno se le acababa, querían demostrar su amor de la forma que también le encantaban.
Stephen tomo la iniciativa de acercarse al castaño y besarlo con pasión. El contrario respondió siguiendo el beso, los sacos de ambos en el suelo y las camisas casi desabrochadas. Stephen cargo a Tony hacia la habitación dejándolo en la cama donde ambos se quitaron la ropa que faltaba.
Esa noche ambos sintiéndose, los besos, caricias y suspiros se escuchaban en la habitación, con claridad en sus oidos y memorizando en su cabeza la mirada del otro. El castaño estaba acostumbrado a la forma de su pareja, lo hacía muy bien y le encantaba y por parte de Stephen, poder tocar su piel desnuda era lo mejor, lo único que adoraba.
Solo durmió una hora para el infierno del siguiente día, no podía con esta tristeza, vamos no sigas así tú puedes... Se alentaba solo.
Hacia sus deberes con tranquilidad y aburrimiento, se acostumbro así todos los días desde lo que tuvo que suceder para salvar a la humanidad, que odiaba pero al menos todos estaban bien.
Que se pase la noche y vivir los segundos, algo que nos hace recordar... Algo que nos hace respirar... Algo que en la vida se nos da, porque la Noche es Corta.
Llegó la noche y esperaba que por fin pueda dormir en paz, quería descansar, dejar esas culpas de lado, sentirse en paz, su corazón y mente dejarán de doler todos los días, que dejara de pesar.
Se acostó y cerró sus ojos decidido a dejar esas amarguras de lado, suplicaba despertar como una persona nueva en la mañana.
Oscuridad.
Oscuridad.
Oscuridad.
Parece que ya no puedo mirar las cosas igual que antes y cuando te dejo y luego te vuelvo a ver empiezo a dudar lo que somos.
Entiendo que ya no puedo trazar el pasado que tuve a tu lado y quiero por más que lo quiero tratar de curarme pero fallo.
Intento luchar contra el tiempo sentir otro instante a tu lado, espero y no desespero tratar de curarme pero fallo.
—Y yo... Yo soy... Iron Man —el chasquido, duramente resonando.
No, no por favor no más, por favor... Tony... Por favor... Perdóname...
Para aprender hay que caer, para ganar hay que perder, lo di todo por ti.
Ilusiones nada más, que fácil fue soñar, tantas noches de intimidad.
Dame un susurro, dame un suspiro, dame un beso antes de que me digas Adiós.
Y por favor no lo tomes tan mal, aún pensaré en ti y en los momentos que tuvimos, cariño.
Y por favor recuerda que yo nunca mentí, y por favor recuerda, como siento por dentro ahora, tienes que hacerlo a tu manera pero mañana te sentirás mejor, vendrá la luz del mañana ahora, cariño.
¡STEPHEN DESPIERTA!
Escucho esa voz que no pudo identificar, despertando de golpe sintiendo que se ahogaba, se levantó quedándose sentando en su cama tosiendo con sus ojos cerrados pero cuando los abrió de nuevo sintió un golpe en su corazón.
—Tony... ¿Eres tú? —veía la transparencia de Tony sentado en la cama como si fuera un fantasma.
—Si, soy yo.
—Cómo... Cómo... —estaba perplejo —¿Cómo es posible?
—Te haz estado torturando, vine porque estás sufriendo Stephen.
—Trato de seguir pero, no puedo dejar de pensar en ti —decía con lágrimas queriendo salir de sus ojos— te extraño mucho.
—Yo también te extraño.
—Lo siento mucho, no quería que acabará así.
—No es tu culpa, está bien, ese era mi destino. —sonrió con los labios cerrados. —Se que falta mucho mi presencia pero, deben seguir adelante.
—Es difícil, eras como una luz que llegaba a la vida de cualquiera y la hacía hermosa.
—Siempre tan encantador, Stephen...
—¿Si?
—Promete que saldrás adelante.
—Yo no...
—No tendrás más pesadillas, vivirás tu vida como una persona común y corriente.
—¿Cómo estas tan seguro que volveré a ser lo de antes?
—Porque eres una persona fuerte que supera los malos momentos.
—No volveré a tener pesadillas...
—Querias tener una buena despedida mía y lo mejor que se me ocurrió era que no me vieras morir, pero ¿vez que ahora estoy bien y descansando?
—Si...
—Estoy bien, no te preocupes más y se feliz por favor.
—Esta bien —intento tomar su mano pero se dio cuenta que era un fantasma por lo que se le ocurrió salir en su forma astral.
Su cuerpo descansaba en la cama, fue abrazar a Tony sintiéndolo de nuevo, incluso su aroma acariciaba su nariz y su respiración lo hacían sentir vivo, quería llorar de tristeza y felicidad. Comenzó a llorar, el castaño también lo abrazaba.
—No llores está noche, aún te amo cariño, hay un cielo encima de ti y por favor no llores está noche.
La voz de Tony le hacía sentir devuelta, que por fin iba a descansar de sus tormentas que lo acompañaban cada noche, siempre había lágrimas en la noche y eso era lo peor que sentía. Ahora, con este abrazo cálido y una sonrisa de ambos mirándose con amor y honestidad se despertó sintiendo que siempre recordara al amor de su vida y que no volvería a caer.
Le dolía tener que olvidarlo, pero no del todo, siempre recordara los buenos momentos, la valentía de su pareja, lo inteligente que era, eso y más le hacían dormir profundamente, había que salir adelante, lo va logrando cada vez que pasa el tiempo, recuerda al amor de su vida siempre, lo visita en el cementerio y a veces, lo abraza en su forma astral.
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Muy bien, otro OneShot IronStrange, quise ponerle muchas escenas también algunas de IW y EG para que tenga sentido la obra.
La hice larga también por eso más que agregué unas frases de algunas canciones que me parecían justo para el IronStrange, ¿Les hice sentir muchas emociones? Uff eso espero.
❤️Gracias por leer❤️
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