–¡Lucy!

No lo podía creer ante mis ojos, vi como el gremio explotaba en mil pedazos, la explosión fue tan impactante que hasta el humo llegaba a mis fosas nasales, estaba sin palabras, la mandíbula me temblaba, mis amigos, mi amada, el gremio. Todo en un segundo había explotado, mi esperanzas de demostrarle a Lucy el significado de felicidad, se esfumaron, mis sueños de un futuro con ella se iban desvaneciendo poco a poco, una propuesta, una boda, una familia. Todo lo que había planeado con ella, se habían ido, y no pude hacer nada para salvar mi futuro...nuestro futuro.

–Maldito...arruinaste mi vida por completo.

–No sé a qué te refieres.

–¡No te hagas el que no sabe!

–¿Te refieres a esa asquerosa mujer? Pues como habrás visto ella era un obstáculo para mi y mis sirvientes, cada día se deshacía de cada uno de mis planes. Con ella aquí no podía realizar nada, era peor que una piedra en el zapato. Y una basura menos en el mundo.

–¡¿Cómo te atreves a hablar así de mi prometida?! Le arrebataste su vida, me arrebataste mi futuro, y aquí la basura que debe ser eliminada en este mundo ¡eres tú! Juro que te voy a aniquilar.

Me abalancé a la silueta y comencé una desgarradora batalla entre él y yo.

Lucy:

Habíamos escapado tuve que golpear en la nuca a Elfman para desmayarlo y así poder salir del gremio sin daño, sin embargo mi espalda resultó herida, debido a que objetos golpearon y lastimaron mi espalda. No podía recuperarme tan fácilmente debido a la debilidad de mi cuerpo. Tengo que admitir que no estaba en condiciones para pelear. Sin embargo el esfuerzo de los demás, la paciencia de Wendy, el amor de Natsu. No merecen ser recompensados por mi terquedad, y egoísmo. Lucharé con ellos y haré lo posible para que todos estén a salvo.

Toqué la mejilla de Wendy, al ver que no reaccionaba no tuve más opción que dar suaves golpes a su rostro para que su mente vuelva a la realidad.

–Wendy, despierta por favor.

Seguía sin reaccionar y eso ya me estaba preocupando ¿habré fallado al protegerlos, lo primero que prometí, lo primero que rompo? Me estaba desesperando, fui donde Elfman e hice lo mismo.

–Elfman reacciona.

No se movía.

–Charle, respóndeme.

Justo cuando creí haberme sentido culpable y mal, escucho a Wendy moverse entre el polvo y suelo, con dificultad intentando expulsar el polvo que inhaló. Me acerqué rápidamente e intenté ayudarla. Poco después, ella lentamente abrió los ojos y en desesperación se reincorporó. La detuve y hablé con ella.

–Wendy, no te esfuerces tanto, los acabo de sacar del gremio, a pesar de que usé mi cuerpo para intentar protegerlos, algunos rasguños están presentes en ustedes, así que no se esfuercen por favor.

Wendy parecía entenderlo pero luego de unos segundos, su rostro cambió, y me agarró de los hombros.

–Pero Lucy-san, ¿y usted? ¿está bien?, Lucy-san permítame revisarla.

–No tranquila, ya me he recuperado.

–¿Está segura?

–Sí, mira.

Me levanté, e hice cualquier movimiento brusco para que crea que no estoy sufriendo ningún dolor, a pesar de que las heridas ardían y sintiera como si me quemaran mi piel.

–Wendy...

–¿Qué ocurre?

–Necesito que me hagas un favor.

–Por supuesto Lucy-san.

–Estamos en el cubo de Tártaros, es decir que estamos en territorio del enemigo, no siento ningún poder cerca, al parecer Fairy Tail se está encargando de vencer a cada uno de los soldados, como sea, quiero que te lleves a Elfman y a Charle. Si es posible intenta despertar a Elfman para evitar que te sobre esfuerces al cargarlo. Encuentren un lugar seguro.

–Pero ¿qué me dice de usted Lucy-san? ¿qué hará?

–No tengo mucho tiempo para dar explicaciones. Me tengo que ir.

Me fui corriendo del lugar en busca de la persona que realmente me ha amado siempre, la única persona en quien puedo confiar mi vida, todo de mí. Natsu Dragneel, mi prometido.

–Por favor espera un poco más Natsu, ya voy a ayudarte, y salir de este lío los dos juntos. Tal vez no sanos, pero si salvos.

Y al finalizar mis palabras para mi misma, me di motivación para acelerar mi paso en busca de Natsu.

Natsu:

Ahí estaba, luchando contra el jefe inútilmente, estaba con las manos desnudas, todo mi armamento terminó destruido, sentía cada golpe como si fuera el último golpe para dejarme inconsciente y declarar mi derrota ante este desgraciado. Pero a pesar de tener todo mi cuerpo magullado, seguí propinando golpes, intentaba seguir de pie, pero mi mente ya se encontraba casi nublada, y mi vista borrosa. Dentro de poco mi cuerpo no resistirá a los varios golpes y sangre derramada, probablemente iba a morir en manos de la persona quien me arrebató todo mi ser. Con toda mi fuerza acumulada en mi puño, di un golpe en la cara al desgraciado, y con esperanzas de haberle hecho daño, pues una sonrisa esbozó en mis labios, sin embargo al ver la cara de burla de parte de él, hizo que inmediatamente mis labios formaran una línea recta, se aparto un paso de mí, y de un golpe en la cabeza, me tiró al suelo. Perdí. La batalla había finalizado dejando en claro que el ganador de esta pelea era la bestia. PLa bestia estaba acercándose a mi cuerpo y con intenciones de atravesarme, mostró sus garras y apuntando a mi pecho, sonrió y se burló de mi estado. La muerte, es lo que merecía al no ser lo suficientemente fuerte como para proteger lo más preciado de mí.

–¡Natsu!

Giré la cabeza hacia la puerta y ahí estaba, un cuerpo delgado, una cabellera dorada, unos labios carnosos. Sin duda era mi hermosa Luce, la alegría inundó mi ser. Estaba exhausta, sin embargo era lo de menos, mi Luce estaba viva. Lucy me observó por unos momentos, y a los pocos segundos de analizar mi estado, sus ojos se tornaron un rojo escarlata, e inmediatamente se fijaron en modo de desprecio hacia la bestia.

–¡Eres un maldito!