↳˗ˏˋ 𝐭𝐮 𝐚𝐫𝐨𝐦𝐚, 𝐦𝐢 𝐚𝐫𝐨𝐦𝐚 ˊˎ˗ ↴

Un nuevo día.

Mi mente repasa todos los sucesos acontecidos durante estos catorce días aproximadamente. La primera vez que mencionaron a Bea, nos encontrábamos en el departamento de Ferran. Luego nuestra salida a la heladería; más menciones de Bea y el comentario de Aurora respecto al sevillano y a la americana. Ese mismo día me encontré a la chica que me había atendido en la heladería y pasaron muchas cosas con ella es tan solo una noche, pero ojo, no más o al menos eso espero. Por último, pero no menos importante, "esa mirada" por parte de acá mi compañero de equipo, Gavi que en cierta manera me puso muy nervioso y joder, no se como hubiese actuado si algo más se hubiese dado en se momento. Supongo que en acto de reflejo me hubiese hecho a un lado y no aceptar lo siguiente ¿Por qué? Bueno, no puedo ir y preguntarle de manera directa, pero si puedo hacer una idea del motivo. No sé.

—¿Te gusta la idea?

La voz de Torres hace eco en mi cabeza y reacciono al instante recordando que nosotros minutos atrás estábamos teniendo una charla sobre el rendimiento del equipo, aunque ahora no tengo la mínima idea de que estamos conversando. Ansu, quién se ha unido a nuestra charla niega veraz y palmea mi espalda varias veces.

—¿En qué piensas, Pedrito? —consulta con curiosidad y ambos pares de ojos me ven fijamente con la intención de descifrarme.

—En nada —le respondo simple y mi mirada por un par de segundos busca a Gavi entre la multitud de chicos que llevan la pelota; al instante logro reconocerlo y él también voltea hacia mi por tan solo un mini segundo que fue eterno.

—¿Nada? —pregunta Torres no tan convencido y vuelvo mi mirada hacia él, mordiendo mi mejilla interior y asintiendo levemente para que él entienda que luego le contaré todo—. Si así dices.

—bueno, ¿Te gusta la idea o no? —consulta de nuevo el español posando ambas manos en mis hombros y cubriendo mi campo de visión—. Joded, tío... —murmura cuándo se da cuenta de que no tengo la mínima idea de lo que está hablando con Ansu.

—Queremos irnos de viaje, ¿Te gusta? Podríamos ir a una cabaña que Robert tiene por ahí —indica y entiendo un poco lo que estaban hablando—, iríamos la mayoría del equipo, los más cercanos. ¡incluso el míster! Aunque dudo un poco que quiera ir porque le tocaría cuidar a muchos adolescentes hormonales que causan demasiados líos —se explica y no puedo estar más de acuerdo con él.

Hace un par de años fuimos de viaje a Costa Rica por una semana, el míster nos "cuidó" entre comillas porque eso fue lo que menos hizo gracias a lo difícil que es controlar a demasiados chicos inquietos; al menos lo intento. Al llegar cada uno tomo su habitación y él dio varias instrucciones que ninguno respetó porque al estar en un país desconocido para todos queríamos descubrir cada parte del lugar y llevar a cabo un sinfín de actividades. Algunas poniendo en riesgo la imagen del equipo y la personal. En fin.

—¿Hormonas alborotadas? —preguntó dejando que varias risas salgan de mis labios porque en lo que a mi respeta, casi ninguno de los chicos se ha encontrado hormonal y si es así, ninguno lo demuestra.

—Gavi.

Musita nombrando a uno de nuestros compañeros ocultado la burla que en su voz se ha hecho presente al decirlo. Ambos españoles arqueamos la ceja un tanto confundidos.

—El más hormonal del grupo, aunque no lo demuestre —inicia y todos giramos a ver al mencionado segundos atrás quién se encuentra hablando entretenidamente con el rubio DeJong—. Bueno, yo no debería estar diciendo estas cosas —se retracta de sus palabras y niega varias veces para luego iniciar a caminar hacia el sevillano—. ¡hablamos luego! Me dicen que les parece su idea, eh.

—¡Suerte! ¡Cuídate! —exclama Torres moviendo su mano en forma de despedida y yo simplemente me vuelvo a encoger de hombros, quedando en silencio—, ¿me vas a contar? —pregunta dudoso.

—¿Cuándo no lo he hecho? —él sonríe—, pero vamos a un lugar más privado —le hago señas para que juntos vayamos a los vestuarios y así podamos hablar con un poco de privacidad. Ya dentro tomo asiento en la suave alfombra que hay en el lugar.

—Bueno, cuándo estábamos en tu departamento mencionaste a Bea y pues quede con mucha duda —inicio y él me mira atento como si en este momento le estuviese contando toda mi vida y tuviese un desenlace tan épico que es digno de escribir para que todos lo recuerden—. Luego de eso salimos a comer un helado con el sevillano, bueno, él llego a donde yo estaba —suspire recordando nuestra pequeña charla.

—Prosigue —me invita a seguir hablando y eso hago.

—Hubo más menciones de Bea que en cierto punto me hacían sentir, ¿mal? La manera en que Gavi habla de ella es tan bonita, porque se le iluminan sus ojos y una gran sonrisa se hace presente en su rostro —hago una pausa no tan larga y miro a Ferran—, no venimos a hablar de eso, un comentario que Aurora hizo respecto a ellos dos. "La enamorada de Gavi" sumando que me he sentido un poco mal porque ya no pasamos tanto tiempo juntos como lo solíamos hacer en un pasado y es feo, bueno... —dejo la frase al aire cuándo segundos atrás trate de explicar la manera en que me sentía y omito la parte donde Gavi bajo su mirada a mis labios antes de que cenáramos todos juntos.

—Estás omitiendo algo —señala Torres y niego con velocidad.

—¿Qué estaría ocultado? —es mi pregunta, él ríe un poco y deja escapar un pequeño suspiro de sus labios, luego me lanza una camisola del equipo que le pertenece a Gavira y enseguida su aroma llega a mis fosas nasales provocando que cierre por un par de segundos mis ojos a pesar de que tenga impregnado un poco de sudor.

Joder, que bien huele.

—Algo que te da miedo, puedo notarlo... —de nuevo su voz suena como eco en mi cabeza y solo me dedico a inhalar su aroma.

—¿Por qué puedes notarlo? —es mi pregunta cuándo abro mis ojos y trato de dejar de oler la camisola del chico. Me veo raro haciendo eso.

—Porque a él le pasaba lo mismo —inicia y quedo demasiado confundido porque no sé si se refiere a otra persona o a Gavi.

—¿Pasarle qué?

—Bueno, Pedri, estás muy perdido y como dijo Ansu "Yo no debería estar diciendo estas cosas" —dicho lo mismo que el moreno sale de los vestuarios y se encamina hacia donde están los demás, dejando a mi persona más confundida de lo que ya se encontraba gracias a todo lo ocurrido días atrás.

Todos sabían mucho más que yo y ninguno se dignaba a decírmelo todo.

—¿Pedri? —la voz del sevillano de hace presente en la habitación; levanto mi mirada para encontrarlo con el ceño fruncido y una sonrisa divertida mientras sus orbes están posados en su camisola.

—Tienes un rico aroma.

No logro hacer silencio porque a los segundos las palabras salen solas de mi boca y lo dicho por mí provoca que un rojo tenue carmesí se haga presente en las mejillas suaves que posee el español desviando su mirada a cualquier punto del lugar que no sea yo.

—No soy el único que tiene un rico aroma —objeta y ahora yo trato de no verlo directamente a los ojos por lo que ha dicho ya que sé que si lo hago podría lanzarme a él.

—¿Quién más? —le cuestiono y ambos hacemos contacto visual porque movemos nuestras cabezas en una linda sincronización.

—Vos.

—¿Yo?

Él rueda los ojos y asiente: —Quítate la camisola —ordena y abro mis ojos de manera exagerada por su petición, es ahí cuándo también noto que él anda sin camisa y tengo a mi santa vista su abdomen trabajado, pero no tan marcado, claramente mis ojos siempre están en los suyos porque no debo ver lo que no me incumbe. Él al notar que hago caso omiso a su orden porque me ha tomado desprevenido deja que una risa salga de sus labios—, Pedri, quítate la camisola, venga —ahora no ordena, ahora pide y así si, eh.

En ningún momento de mi acción mis ojos se despegan de los suyos, viendo como su labio inferior tiembla y en sus orbes un color más oscuro se hace presente. Me desahogo totalmente de la camisola y él la toma entre sus manos al instante llevando al misma a sus fosas nasales, notando que si, tiene mi aroma impregnado tal y como la suya, luego de verla por un par de segundos se la coloca y sonríe de lado.

—Tú tienes la mía, yo tengo la tuya —eso me hace sonreír un poco.

—Tú aroma, mi aroma...

—¿Ya te contaron del viaje? —pregunta dando por terminado el tema anterior y tomando asiento frente a mi.

—Lo han hecho. ¿vas a ir?

—obvio —contesta rodando los ojos—, iremos a una cabaña de Robert, será genial.

—No tengo dudas de eso, me emociona, pero, ya sabes como son los chicos. Algo podría salir mal.

—Si piensas que así será, ten por seguro que ese será el resultado.

Estaba seguro que algo iría mal y así fue.

↳˗ˏˋ 𝐍𝐨𝐭𝐚 ˊˎ˗ ↴

joo, me tardé demasiado para traer este capítulo, ¡lo lamento tanto! en lo personal me ha gustado el resultado final, luego de haber pensado miles de veces como llevarlo a cabo me decidí por esta versión jdjdj. aunque, no me convence /lloro.

no son tan largos como los de mi otro fic, aun aprendo y este es una "prueba" de lo que estoy iniciando a escribir 👍🏻

con un comentario o voto me haces saber si te ha gustado este capítulo, ¡lo agradezco de corazón!

🦋—Andy <3