7.
↳˗ˏˋ 𝐍𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐟𝐚𝐥𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐫𝐞𝐩𝐢𝐭𝐚𝐬ˊˎ˗ ↴
𝘱𝘦𝘥𝘳𝘪
El día de la cena es hoy.
Un día antes me encontraba buscando junto a Eleanor un vestuario para la misma, sin saber si debía ir casual, formal o informal. Optamos por un conjunto simple y al mismo elegante, pero con auras relajantes.
Me veo por última vez al espejo, pasando una mano por mi cabello y así poder salir de mi habitación; cerrando con llave por seguridad y precaución. En cualquier momento Torres puede aparecer y hacer travesías con mis objetos.
Salgo de mi hogar y subo a mi auto, se enciende la radio y Bruno Mars llega a mis oídos con una de sus canciones más famosas, manejo con cuidado, lentitud, sin prisas ya que la cena inicia en dos horas, además pasaré a comprar algún aperitivo. Mi madre desde niño me inculco a que no debía llegar con las manos vacías a donde sea que me invitasen, hacerlo por cordialidad y respeto hacia la persona que me invita; por lo que tome la decisión de llevar algunos cups cakes.
Recordando las palabras de Aurora días antes, "La enamorada de Gavi" eso quiere decir que por fin conoceré la identidad de Bea y siendo honesto me aterra un poco porque no sé qué vendrá en un futuro con respecto a ella y mi compañero de equipo. Pero no debería importarme tanto lo que suceda con ellos, solo quiero verlo feliz y si ella es su felicidad bien.
No he visto a Gavi enamorado, con honestidad deseo verlo, su actitud, aquellas acciones que demuestren su amor, palabras que salgan de su boca con sinceridad total. En fin.
— Mierda —maldigo para mí mismo al notar el gran tráfico que hay frente a mí, autos por todos lados, bocinas escandalosas, conductores que maltratan ante la falta de paciencia y un policía que, en vez de crear orden, crea caos.
Pasan aproximadamente veinte minutos, en los cuales solo pude avanzar medio metro, bufo fastidiado y recuesto mi barbilla en el timón, con cuidado de no causar un accidente por esa acción.
Un mensaje es enviado a mi persona, reviso quién es; Gavi ❝ ¡Hey! Aurora manda a preguntar, ¿Ya vienes? ❞
Sin ganas de mover mis dedos inició a grabar un audio que explica mi situación actual, dejando escapar algunos bufidos en el proceso. Mi mensaje también es respondido por un audio.
— Hostia, tío, acabo de revisar y llegas a la casa en aproximadamente en cincuenta minutos —ríe un poco—, al menos eso dice la aplicación y estoy seguro que con tu paciencia ese tiempo pasará super lento.
— ¿Cincuenta minutos? —pregunto incrédulo—, buah, que odioso es manejar cuándo hay tráfico.
El español vuelve a enviar un audio y sonrío al escuchar su risa: —Mira, yo estoy a unas cuadras porque Aurora me envió a comprar algunas cosas, vengo con un amigo de ella, quizás él pueda tomar tu lugar en el auto... y nos vamos caminando a casa, juntos —explica su idea y me es inevitable no decir que sí.
Una de las mejores ideas que has tenido —lo halago un poco.
❝ ¿Me esperas? ❞ pregunta ahora en mensaje escrito.
❝ Todo lo necesario ❞
Lee mi mensaje y me responde con un ❝ Lo mismo para ti, llego en cinco ❞
Espero con tranquilidad, avanzando medio metro más, minutos más tarde (siete) si, los conté; el español aparece en mi campo de visión con algunas bolsas de papel craft que contienen aquello que Aurora le ha pedido, le hace señas a la persona que lo acompañada y me indica que quité llave al auto. Abre la puerta del copiloto, al estar esa del lado donde autos no pasan es más fácil y más seguro; esa acción deja que vea con claridad su rostro.
Gavi me regala una sonrisa de boca cerrada: —Venga, sal del auto y nos vamos —comenta y eso hago.
El otro chico me saluda y toma mi lugar, recibimos algunos cometarios por parte de los demás conductores y nos ganamos una melodía de bocinas desesperadas porque en el momento que nosotros hicimos el cambió, el tráfico avanzó.
— ¡Gracias! Te debo un favor —le indica Gavi a su compañero y este le dice algunas cosas que no les doy atención.
Arreglo mi buzo y espero, al contrario, este llega a mi lado y me hace señas para que iniciemos a caminar hacia nuestro destino.
— Revise las noticias y el tráfico se debe a un accidente kilómetros adelante, la gente pasa husmeando y por eso se crea más desorden —me comenta desviando leve su mirada hacia mí.
— ¡Con razón! ¿Sabes cuál fue el accidente? —le pregunto con curiosidad.
Gavira toma mi mano de manera desprevenida y su mirada recorre la carretera para que la crucemos, me es difícil no posar mis ojos en su rostro que es iluminando por las luces de los autos y faroles que hay por el lugar.
Cruzamos y espero pacientemente a que suelte mi mano, pero no lo hace, al contrario, refuerza su agarre y me sonríe ladino.
— En fin —inicia e iniciamos a mover nuestras manos hacia adelante y atrás—, ¿Quién era la chica de tu departamento? —pregunta elevando su curiosidad.
— Ahh, Eleanor, ¿Recuerdas la vez que comí helado en día nublado? —él asiente ante mi pregunta—, ella nos atendió y bueno, me siguió en insta, la vi en el super mercado, hablamos un poco, un par de copas y eso —trato de explicar sin hacerme líos.
Arquea una ceja: —¿Tuvieron sexo? —consulta y abro mis ojos de manera exagerada—, una pregunta simple, González.
—¿Para qué quieres saber?
Forma una línea con sus labios y vuelve a posar su mirada en el camino.
—Es solamente curiosidad, ¿De una noche o algo serio? —pregunta con más curiosidad y niego.
—De una noche —aclaro mis intenciones con Eleanor—, no quiero nada serio por ahora, ella bien podría ser una gran amiga y quizás hacerme compañía mientras espero a que Leah vuelva, ¿Entiendes? —me explico dejando escapar un suave suspiro de mis labios.
—Entiendo —afirma y quedamos en un profundo silencio—. Aunque habíamos quedado en qué te pondrías una meta y tratarías de cumplirla.
—Lo intente —es mi respuesta y me encojo de hombros.
—No mientas porque se claramente que ni pensaste en eso.
—Lo hice cuándo estaba con ella en el super.
—¿Fueron juntos?
—Nooo, fui solo y hable con Aurora —hago una pausa y él me mira expectante—, menciono algo sobre una enamorada tuya —digo sintiendo como una mueca se forma en mi rostro y me es difícil no ocultarla.
Frunce el ceño y ambos paramos en seco: —¿enamorada mía? —pregunta confundido y yo asiento—. Bueno, no negaré, ni afirmaré.
—Eso no se vale... afirma o niega.
—¿Vos que preferís? ¿Qué niegue o afirmé? —cuestiona y de nuevo hago una mueca con mis labios y una nueva parte de mí que está saliendo desea que lo niegue y la otra, pues, le da igual.
Le restó importancia y me abstengo a darle una respuesta concreta. Quedando así de nuevo en un silencio profundo. Mis ojos se desviaron hacia mi amigo, viendo su rostro con más dedicación. Estaba claro que Pablo era un joven hermoso ante los ojos de todos e incluso para los míos, su barbilla marcada leve, mejillas que cuando se tornaban rosadas eran bellas (sin ese tono también), la mayoría de su rostro estaba cubierto por pequeñas pecas, las cuales me gustaría tocar y unir porque estoy seguro de que con ellas podría formar una constelación única. Y sus ojos, eso era lo que me gustaba de él. Tenían un hermoso color que llamaba mi atención demasiado y cada vez que brillaban, el cielo en ellos.
—¿Hacemos una carrera? —propongo luego de notar que quedan tan solo unas seis cuadras para que lleguemos a la casa. Su sonrisa se agranda y asiente emocionado.
—¡De una! —exclama y sin previo aviso sale corriendo.
—¡Eso es trampa! —le grito y él solo ríe, luego inicio a correr, tratando de alcanzarlo y llevar la delantera.
Logro llegar a su lado: —Eres algo tramposo, eh —le digo y tomo más velocidad y así logró pasarlo.
Su brazo se extiende y toma de mi buzo, atrayéndome hacia él y provocando que mis pies se hagan un lío total.
— ¡Pablo! —exclamo riendo al notar que estoy a punto de caer sobre la acera y seguro que dolerá.
Mi compañero de equipo suelta varias risas escandalosas y me sostiene con cuidado, colocando ambas de sus manos en mis hombros, logró equilibrarme y me giro hacia él.
Vaya escena.
Al correr casi por diez minutos, gotitas de sudor se hicieron presentes en su rostro, ambas mejillas han sido cubiertas por un rojo tenue carmesí, pequeños hoyuelos son presentes en las mismas al estar sonriendo, sus labios se encuentran entre abiertos.
—Gané —murmuro entre jadeos y trato de agarrar respiración—, perdiste, Gavi.
—No hace falta que lo repitas —dice rodando sus ojos, volvemos a quedar en silencio, ambos normalizando nuestras respiraciones.
El castaño rompe el contacto visual porque su mirada baja a mis labios haciendo que todo mi ser se ponga nervioso y que miles de escenas sean creadas en mi memoria, escenas que no debería. Imaginando como se sentiría besar sus labios, la fricción que juntos crearíamos.
—¿Nos vamos? —es mi pregunta y él reacciona posando de nuevo su mirar en mis ojos y alejándose un poco de mi persona.
Asiente sin decir nada y ambos caminamos el resto del camino en un total silencio que me incomodo demasiado debido a lo que sucedió minutos atrás. Al llegar Aurora me recibió con una gran sonrisa en su rostro y un abrazo que me hizo sentir seguro.
—¿Pablo? —una voz desconocida para mí llega a nuestros oídos así mismo como unas risas nerviosas.
↳˗ˏˋ 𝐍𝐨𝐭𝐚 ˊˎ˗ ↴
¡Capítulo nuevo! espero les haya gustado, dejen su voto y comentario, me alegra demasiado el día. LO EDITEEE. así como todos los demás capítulos, uu.
con un voto o comentario me haces saber si te ha gustado el capítulo, mil gracias
Andy 🍂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro