Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25.


↳˗ˏˋ 𝐏𝐞𝐝𝐫𝐢, 𝐲𝐨... ˊˎ˗ ↴


No había podido dormir. La cama estaba incomoda, hacía frío y no encontraba la posición adecuada para poder dejarme caer en los brazos de Morfeo. Mi cabeza dolía de tanto pensar que la idea de querer cortármela paso por mi mente, absurdo. Ante ello, decidí que leer un libro, teniendo el pensamiento de que me ayudaría a dormir, proporcionándome sueño más no había sido así ¡todo lo contrario! me sumergí en las páginas que contenían variedad de emociones, revolviendo más mi interior al terminar de leer y quedar con un final feliz. Un final que yo deseaba tener. Luego de eso, tuve una enorme charla con Ferran en donde me sentí bien, hablamos de miles de temas sin sentido que mi estomago llego a doler de tanto reírme, esa charla dándome el sueño necesario para ir a poder descansar, pero ya estando de nuevo en la cama, se fue al carajo. 

Me quede pensando hasta el amanecer en los sucesos recientes con ese lindo sevillano que de alguna forma u otra no quería salir de mi corazón más sabiendo que a la mañana siguiente hablaríamos y me aterraba porque se sabe qué puede terminar bien pero también puede terminar mal. Esperando con ansias que el resultado fuera uno agradable para ambos, sabiendo en el fondo que todo ya estaba jodido y que nada en el mundo haría cambiar la decisión que el sevillano había tomado. 

Despejando mi mente, decidí darme una ducha, me quitaría el sueño o al menos eso quería que pasará. Me desvestí con lentitud, puesto a que cada acción realizada me era pesada al tener mi cuerpo cansado, en el momento que mis pies tuvieron un contacto directo con el piso, mi piel se erizo de forma rápida ya que se encontraba frío. Sin mucho rollo, me metí a la ducha, colocando el agua tibia y dejando que todo mi cuerpo se mojara, siendo una agradable sensación para mí. Al terminar, salí con velocidad, teniendo el cuidado de no caerme en el camino, opté por un chándal negro y una playera del mismo color, sumando un par de tennis blancos. Mis acciones fueron interrumpidas por el sonido de mi celular, haciéndome saber que alguien me había escrito. Sin pensarlo dos veces, cogí el móvil y mi corazón comenzó a latir con más fuerza al leer el nombre en la pantalla. Con mis dedos temblando deslice los mismos para así poder desbloquearlo y leer el mensaje que el sevillano me había enviado. 

"veinte minutos, te veo donde siempre" nos íbamos a ver pronto y ni siquiera sabía que era lo que debía hacer estando a su lado. Las ganas de negarme me invadieron ya que lo último que quería ahora era hablar porque tenía claro que todo saldría mal. Después de unos segundos, decidí contestar con una reacción de pulgar arriba, nada más. 

De inmediato marqué a Ferran, quería opiniones, consejos, regaños y demás. Tardó en contestar, suponiendo que aún seguía durmiendo puesto a que apenas eran las diez de la mañana y en día de descansos solía dormir hasta tarde sumando que seguro el sueño le agarro fuerte luego de nuestra charla nocturna, al contestar, un suspiro largo salió de mis labios, siendo ese contagioso porque luego escuche uno por parte del valenciano.

—¿Vienes por mí? No tengo ganas de manejar, mi cuerpo duele y debo ir a la heladería. Gavi quiere hablar conmigo —me explique luego de saludar, pasando una mano por mi cabello a la vez que bajaba los escalones que me conducían a la planta baja, lugar donde la sala de star se encontraba.

—Me sorprende que vayan a hablar, llevan diciendo eso como seis veces y nada —comenzó diciendo y ante su comentario no pude evitar rodar los ojos y dar un pequeño asentimiento a pesar de que él no me estuviera viendo. 

—Creo que ya es hora, digo, debemos aclarar todo mejor, pero si te soy sincero, siento un presentimiento extraño luego de haberlo visto con Laporta. Me ha dejado más confundido de lo que ya estaba —continué diciendo, escuchando de fondo algunos sonidos que me indicaban que Torres se encontraba saliendo de su hogar o terminando de arreglarse.

—Vale, hablamos mejor cuando llegué por ti —finalizó y la idea fue de mi agrado, al colgar salí de mi casa. El fuerte frío de la mañana topando con mi rostro que por unos segundos cerré mis ojos, acostumbrándome al clima y caminando hacia una gradita para proceder a sentarme en ese lugar. Esperando pacientemente a que mi amigo llegase por mí. 

Entonces, volvió a llegar un mensaje más. Al leerlo una sonrisa triste apareció en mis labios, aguantando la opresión que en mi pecho se estaba iniciando a formar. Nada más lo leí, no conteste, las ganas eran escazas para hacerlo. Minutos más tarde, la bocina escandalosa del auto de Ferran se hizo presente en mis oídos, poniéndome de pie y entrando al mismo. Dentro, le regale una sonrisa de boca cerrada, colocándome el cinturón de seguridad y esperando a que el auto comenzará a moverse. 

Suspiro antes de atreverse a hablar: —Tú nada más ser honesto con él. Dile lo que piensas y él hará lo mismo. Traten de llegar a un acuerdo juntos, uno en el cual estén satisfechos y no queden mal o tan mal —nunca mencionó bien porque claro estaba que lo nuestro ni se acercaba a eso. 

Le di la razón sin querer comentar más. Quedando en un silencio profundo para nada incomodo o al menos para mí. Al llegar, una ola de arrepentimiento me golpeo fuerte, queriendo salir de ahí y desaparecer. Desvíe mi mirada a Torres, una que me pedía a gritos que volvierámos a mi casa, ante ella. El español dejo escapar un largo suspiro de sus labios negando repetidas veces con su cabeza.

—Ya, anda, baja del auto y ve a hablar con él. Es lo mejor —murmuró bajando su tono de voz a la vez que se bajaba del auto, rodeando el mismo para proceder a abrir la puerta y jalar de mi brazo.

—¡hey! —proteste mirándole con mala cara al mismo tiempo que fruncía mi ceño y rodaba los ojos. Estando un poco molesto. Me quede viendo a la nada por unos segundos antes de susurrar—. Tengo miedo de lo que pase allá dentro —admito porque era verdad. Nuestra amistad y "amorío" dependía de nuestra charla, siendo aterrador para mí. Ferran sin pensarlo dos veces, jalo de mí para envolverme en un suave abrazo, cual a los instantes me relajo un poco, transmitiendo a mi cuerpo esa paz que andaba necesitando.

—Ahora, anda —murmuró al separarnos. Dejando un suave beso en mi frente antes de encaminarme al lugar.

Al entrar, sentí como una nueva ola de emociones me golpeaba, una distinta. Los nervios siendo el protagonista. Mis ojos se enfocaban en cada metro cuadrado del lugar; notando así, que habían cambiado un par de sillas para reemplazarlas por unas de otro color así mismo habían añadido un par de cuadros que quedaban hermosos.

Mi mirada busco al español y al no encontrarlo, decidí ir a pedir un helado. Comerlo me distraería un poco. Camine hacia el mostrador, pensando en que sabor escoger hasta que escuche de nuevo la campanilla sonar para segundos después sentir un aura reconocible a la perfección a la vez que su calor topaba conmigo por lo que gire nervioso sobre mis talones para toparme al instante con unos orbes miel que demostraban una ola de tristeza.

—¿nos vamos a sentar? —pregunto luego de unos segundos de silencio, obteniendo un asentimiento de cabeza como respuesta mía. Terminé de pedir mi helado y juntos caminamos hacia la mesa donde solíamos sentarnos, ambos estando nerviosos.

Mi mirada se mantuvo baja, estaba con mil emociones a la vez y no podía controlar ni una sola de ellas. No me atrevía a levantar mi mirada porque sabía que se toparía con la de Pablo y por el momento quería evitarlo. Íbamos a hablar pero ninguno de los dos era lo siguiente valiente cómo para hacerlo o al menos eso pensaba yo hasta que el español decidió hablar.

—Aquella tarde con Laporta —comenzó en un hilo de voz, siendo esta temblorosa. Alzé mi mirada para encontrarme con un rostro de tristeza. Bellos orbes miel cubiertos por una capa fina de emociones que habían sido encontradas.

—¿Y... ? —susurré esperando a que continuará. Pablo lamiendo sus labios y dejando escapar un suspiro.

—Tome una decisión —murmuró con un peso enorme sobre sus palabras, como si aun tratase de asimilar la situación. Con una tristeza que golpeó mi alma de nuevo, dolía, quemaba y lastimaba para él. La curiosidad creciendo por saber su decisión, cual marcó un antes y después para su persona—. Pedri, yo...

𝗮𝗻𝗱𝘆'𝘀 𝗻𝗼𝘁𝗲; 𝗔𝗛𝗛𝗛𝗛𝗛𝗛𝗛. vergüenza me da aparecer hasta ahora. luego de un mes. la he pasado horrible. les juro.

la lesión de pablo es algo que me ha pegado fuerte (una bronca con de la fuente) pero se que se va a recuperar. una prueba, la cual él va a pasar con éxito. todos estamos con gavi. volverá más fuerte que nunca. ♡

con un voto o comentario. me haces saber si te ha gustado.

gracias por su paciencia, los adoro.

andy. 🌹

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro