15.
↳˗ˏˋ 𝐦𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐬𝐞𝐚, 𝐏𝐚𝐛𝐥𝐨 ˊˎ˗ ↴
—Venga, venga, corre un poco que no tenemos mucho tiempo —vuelve a repetir Ferran, tomando mis maletas y sin esperar, saliendo del lugar para colocarlas en el auto bus. El último día había sido ayer y estaba completamente agradecido por volver, no soporto más tener que compartir el mismo oxigeno que la "casi novia" de Gavira y sumando que debo soportar o al menos debía, los comentarios sobre ella que el español realizaba.
—¡Ya casi voy! —exclamé por última vez, obteniendo una respuesta corta por parte de mi contrario, revisando que en mi habitación no quedará ninguna de mis pertenencias, sería desastroso que algo se quedará porque tendríamos que volver y no, no gracias. Me coloco mis audífonos al mismo tiempo que salgo de la habitación y una canción aleatoria inicia a sonar.
—¿Robert? —maldita sea, suena como eco por todo el pasillo. La voz de aquel joven con el cual no tengo ganas de entablar una conversación, me quedo callado y sigo con mi caminata, pero su voz vuelve a interrumpir: —joder, ¿Robert sos vos?
—Polaco en el autobús —le respondo de golpe y él aparece detrás de mí, pudiendo escuchar su respiración y sintiendo ese calor que de su cuerpo se desprende.
—Oh.
Me responde simple y también de la misma forma que yo lo hice minutos atrás, no me quejo y tampoco doy rienda suelta a una conversación más mi cuerpo no reacciona ante la petición de iniciar a caminar, estático.
—Continua —pide y estoy seguro de que ha rodado los ojos, ni idea. Se escucha un paso, el calor es más fuerte, su respiración inicia a chocar y lo único que puedo hacer es maldecir interiormente y rogar por mover mi cuerpo.
Raro, confuso, extraño, todos sus sinónimos, querer continuar más no poder, es como si una fuerza me obligará a quedarme estático en mi lugar, sin poder realizar movimiento alguno.
—Bea —es lo que sale de mis labios, ese bendito nombre—, ¿es tu novia? —fue mi pregunta, algo en mí quería estar seguro de que así fuera, más con la "declaración emotiva" que el día anterior por la noche le hacía hecho a mi mejor aliado. Mis ojos se cerraron con fuerza, mordiendo mi mejilla interior y deseando que la respuesta fuera un rotundo "no".
—No te interesa —que frialdad, bien, me interesaba porque para bien y para mal estaba iniciando ese tal enamoramiento por él, y el saber que, si lo eran, me ayudaría demasiado. Superar.
—Es una simple pregunta —conteste con la misma "frialdad" que él lo había hecho tan solo segundos atrás.
—Repito, no te interesa —volvió a responder, maldije internamente y un paso se escuchó, seguido del choque de su aliento con mi nuca, enviando un escalofrío a todo mi cuerpo, el cual daba un claro "sal de ahí" pero como costumbre era, hacer lo contrario que dictaba mi sistema; me quedé, sin abrir mis ojos y meneando un poco mi cabeza hacia el lado derecho, quizás, dando acceso, confuso.
La diferencia entre altura era mínima, un jodido centímetro. La diferencia de edades, también lo era, dos años, pero aun así se podía notar que quien tenía el dichoso "poder" en la supuesta relación amistosa era él, tanto emocional como físico. Maravilloso.
Tragué saliva fuerte en el momento que su mano derecha se posó en mi hombro, dedos suaves y finos que recorrieron mi brazo hasta llegar a mi muñeca, tan sutil y delicado su toque que el cosquilleo con más poder se hizo presente, uno que otro suspiro de mis labios salió, deseoso.
—Me confundes.
—Es mutuo.
Claro que lo era, pero al menos yo, sabía lo que me estaba pasando. ¿Él? ni puta idea. Una parte de mí aterrada por conocer lo que él pensaba, pero la otra, estaba ansiosa por conocer cada secreto que escondía, sin importar su nivel.
Indeciso y con ese miedo de lo que fuera a pasar, me giré hacia él. Desliz fue mi mirada en sus labios, notando la complicidad en su mirada, abrí mis labios para dejar escapar una risueña risa que provoco lo mismo en él. Comunicación corporal, su mano rodeando mi muñeca, respiraciones mezcladas que delataban lo que al menos yo estaba deseando en ese momento, tensión.
—Luego hablaremos —musito alargando una risa, confundido por sus palabras, decido a preguntarle de que hablaríamos, pero eso desapareció en ese momento.
Sus labios sobre los míos, tarde un par de segundos en reaccionar a lo que él había hecho. Sensación agridulce que expulsaba un jodido sabor, dulce, amargo. Cosquilleo interminable que rodeo todo mi cuerpo, alta emoción. Movimiento sincronizado, nueva experiencia, nuevo vicio.
Jodidamente perfecto.
No era tan consciente de lo que estaba sucediendo en ese momento, una lluvia de emociones que había sido desatada por el simple roce de sus labios con los míos, siendo el punto final cuándo ambos se unieron, se sentía tan jodidamente bien poder probar su textura y sabor. Viajando mi mano derecha a su nuca para acercarlo más a mi persona, queriendo sentir su calor más en mí, profundizar ese beso que, si por mí fuera, nunca terminaría.
—¡La puta que te pario, González!
No me jodas ahora, Torres.
El sevillano se separa de golpe, sin querer poner su mirada sobre la mía porque claro, ¿cómo me vería después de haberme besado? más cuando un día anterior lo había hecho con Bea. En ese momento llegó la pregunta, ¿Por qué lo había hecho? Era tan confuso porque según yo él era hacia la americana y yo hacia él.
Dios, alto lío para mí; cansa solo pensarlo.
—Te quedas si no entras al bus en menos de cinco minutos —comenta el español, apareciendo y al notar la cercanía de Gavi, carraspeo, obligando a que él se alejará. Arquea una ceja riendo levemente—, corran, que vamos tarde y Xavi se puede molestar —agrega antes de desaparecer.
—Hablamos luego, Pedri —es lo único que de los labios ajenos sale, regalándome una última mirada que decía demasiado, pero a la vez poco.
Suspire por el momento, una sonrisa boba apareciendo en mi rostro y una intuición rara haciéndose presente en la escena. Reí emocionado y salí del lugar, encontrando a Ferran en la puerta, mirada cómplice por parte de ambos. Le contaría luego o quizás no.
Entrar al bus fue como suponer que no nos habíamos besado, sonrisa jodida de ensueño que miraba con un brillo singular a Bea, reían juntos y se daban de aquellas miradas enamoradas, con ganas de decirle que nos habíamos besado, tome asiento en mi lugar. Justamente detrás de ellos, teniendo que soportar todo el bendito camino sus charlas que al parecer no tendrían fin.
Cerré mis ojos, echando mi cabeza hacia atrás y dejando que la canción "under the influence" me inundará por completo, riendo risueño al recordar el momento de tan solo minutos atrás. Notando durante todo el camino esas miradas clandestinas que él lanzaba hacia mi persona, tratando de ignorar el cosquilleo y la emoción que en mí había. Teniendo la idea de que podría repetirse un día de estos o que simplemente había sido acción del momento y no más. Primera, por favor.
Maldita sea, Pablo.
↳˗ˏˋ 𝐍𝐨𝐭𝐚 ˊˎ˗ ↴
me estaba dando cuenta de que, el capítulo donde pedri aclara que está enamorado es el número "14" suma de los dorsales, "6" "8", los que usualmente usan pablito y pedri, maravilloso.
se quería, se podía, se hizo. esta es la parte en dónde me emocionó por completo, tantas ganas de escribir ese momento. recordando que se llama "dont blame me" un tema de taylor swift; sería bonito leer la traducción, eh.
me di cuenta de que seguía apareciendo el nombre del capítulo anterior, ya arreglado. ☝🏻
con un voto o comentario, me haces saber si te ha gustado este capítulo <3
andy 🦋
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro