ii. looks
❏ . . . miradas
575 A.C
BABILONIA
Varios desviantes atacaron la gran ciudad, y la tarea de Forstyr era principalmente teletransportar a los civiles hacia el interior de la gran muralla central para mantenerlos a salvo. Y cuando terminaron de derrotarlos y de mantener a los pueblerinos en un lugar seguro, ella se reunió en la entrada del muro con los otros cinco Eternos.
Más tarde, Forstyr se encontraba en el interior del Domo. Se estaba sirviendo una bebida en una taza a la vez que veía a Phastos trabajar en unos hologramas, y a su vez hablaba con Druig sobre cómo ella había vivido la batalla de unas horas antes. Ajak entró en la sala en la que ellos estaban.
—Phastos —llamó al Eterno—. ¿Fuiste a la fiesta de anoche tal y cómo te dije?
Él trató de mentir a la Primera Eterna, sin embargo Druig se lo impidió.
—Trabajó toda la noche. —lo delató. Él estaba sentado en el borde de un ventanal que dejaba ver a diferentes especies de plantas.
—No habla contigo. —le dijo.
—Pero no ha dicho ninguna mentira. —Forstyr se encogió de hombros con una sonrisa en su rostro.
Miró a Druig y él le guiñó el ojo logrando que ella se sonrojara. Desvió la mirada avergonzada y se centró en las siguientes palabras de Ajak, quien preguntó dónde estaba Sersi, a lo cual Duende respondió que llegaba tarde como siempre sucedía. Con mucha emoción en su voz, Phastos le mostró a la Primera Eterna su nuevo invento; Druig se acercó a ella para servirse en una taza la misma bebida que ella.
—Es tan bonito como las ilusiones de Duende. —le susurró Forstyr al chico que estaba a su lado.
Él se limitó a observar como los hologramas de Phastos se reflejaban en los ojos de la chica, añadiendo más brillo en sus íris del que ya había.
—No están preparados. —ambos prestaron atención a las palabras de Duende.
—A ver, solo han tenido la rueda mil años —argumentó Druig. Y Phastos le propuso el uso de su control mental para hacer evolucionar más rápido a los humanos—. Ajak ¿has oído eso?
—Es muy pronto, Phastos. —le dijo Forstyr.
—Exacto —Ajak le dio la razón.
En ese instante Sersi entró en la sala preguntando que se había perdido.
—Nada —dijo Phastos—. Solo los gritos de mi profunda decepción.
Forstyr hizo una mueca; no le gustaba ver al Eterno tan desilusionado teniendo en cuenta la emoción y la felicidad que irradiaba hacía escasos segundos. Sin embargo, todavía era demasiado pronto para que los humanos dieran un paso tan grande. Phastos deshizo su invento y les mostró un objeto más sencillo.
—Os presento el arado. Porque eso es lo que hace, arar la tierra.
Dicho esto, Sersi trató de animar a Phastps diciendo que había nuevos colonos en el norte, y que seguramente necesitaban herramientas para cultivar la tierra, gesto que él agradeció.
—Escuchad. Quizás la humanidad progrese más despacio de lo que algunos queremos, pero quien sabe que maravillas descubrirá a medida que vaya avanzando.
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Forstyr se sentó al lado de Druig en el banco en el que él estaba. Ambos se sonrieron mutuamente.
—Mi hermosa Forstyr. ¿Dónde estabas? —le preguntó.
Pasó un brazo sobre sus hombros y la atrajo hacia él. Ella apoyó la cabeza en su hombro y lo miró a los ojos; la distancia era escasa, pero a ninguno les importó.
—Con Gilgamesh. Estaba borracho y lo he llevado hasta su habitación antes de que no pudiera sostenerse en pie. —le explicó volviendo su mirada al frente.
—Tan servicial como siempre. —le dijo Druig, seguido de un cómodo silencio
Frente a ellos habían unos hombres que esperaban a Makkari para un intercambio mutuamente beneficioso. Dicha Eterna apareció segundos después con un cofre entre las manos. Dejó los objetos que yacían en el interior de la caja sobre la mesa frente a los hombres con los que tenía un trato. Ellos trataron de engañarla, sin embargo, ella se dio cuenta enseguida. Agarró la muñeca del señor que estaba robando uno de los objetos y se lo arrebató de la mano dejándolo sobre la mesa de nuevo.
—Puedo sentir las vibraciones —Forstyr tradujo lo que Makkari decía—. Incluso el más mínimo movimiento. Incluidas vuestras voces cuando habláis. ¿Me habéis hecho perder el tiempo?
—La Tabla Esmeralda que estás buscando es un mito.
Un escándalo los interrumpió, y observaron cómo varias personas se peleaban entre ellos. Druig se levantó y usó su don para que aquella gente parara de pelear, se dieran dos bofetadas a ellos mismos y por último se dieran un abrazo. Forstyr se posicionó a su lado con las manos unidas tras su espalda.
—Ajak nos ordenó que no interfiramos en los conflictos humanos. —le recriminó golpeando su hombro con el suyo.
—También dice que mentir está mal, y tú prometiste no acelerar el proceso de crecimiento de los cultivos, e hiciste crecer fresas en otoño cuando todos sabemos que se conrean y se recogen en primavera. —le rebatió él con una sonrisa que demostraba burla.
—Yo no digo nada y tú haces lo mismo —le propuso.
—Hecho.
—Además, son mi fruta favorita; no pude resistirme. —admitió girando su cuerpo noventa grados para encararlo.
Él hizo lo mismo— Lo sé. Pero eso no es una excusa. —la miró avanzando ligeramente hacia ella.
—Oh, cállate. —golpeó el hombro del chico con su puño provocando una ligera risa en él.
—Cállame. —la provocó.
—No creo que te guste la forma en que lo haga. —murmuró con un ligero rastro de decepción en su voz.
—Inténtalo.
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ACTUALIDAD
WASHINGTON DC
Forstyr abrió la puerta de su apartamento y ayudó a Kingo a entrar el colchón que habían comprado. Sersi e Ikaris habían ido a por Phastos, por lo que los demás se quedarían en su casa hasta que ellos volvieran al día siguiente. Le dijo a Kingo que esperara y junto a Makkari apartó la mesa de café del salón para poder poner allí el colchón.
Vio cómo Druig observaba una fotografía mientras que los demás veían el resto de la casa. Ella posaba de manera absurda junto a dos amigos suyos. Se colocó junto a él con las manos agarradas tras la espalda.
—¿Celoso? —lo miró con una sonrisa. Él pareció salir de un trance y la miró con una sonrisa, más no dijo nada.
—¿Quienes son? —preguntó después de unos segundos.
—Ella es Estela, es una amiga mía que trabaja conmigo. Y ella me presentó a Larry, quien ahora es mi mejor amigo. —le explicó sin despegar la mirada de la fotografía.
—¿Solo amigos?
—Sip. ¿Satisfecho? —le preguntó mirándole a los ojos.
—Mucho. —él le devolvió la mirada con una sonrisa de satisfacción adornando su rostro.
Se miraron a los ojos por lo que pareció una eternidad. A Forstyr le latía el corazón a un ritmo que no experimentaba desde hacía medio siglo; desde la última vez que lo vio a él.
—Bonito piso. —Duende les sacó de su embelesamiento.
—Gracias. —murmuró apartando la mirada de Druig.
Bajó la mirada y se mordió el labio tratando de ocultar la enorme sonrisa que amenazaba con salir. Vio como Duende le miró desde el marco de la entrada al pasillo con una sonrisa que demostraba que se estaba burlando de ambos.
Odiaba ponerse nerviosa, pero él tenía un efecto en ella que nadie más tenía. ¿Cómo era posible que le pudiera poner nerviosa con una sola mirada? ¿Que con una sola sonrisa logrará que su corazón latiera frenéticamente? ¿Cómo se suponía que podía lograr todo eso sí se suponía que no eran reales?
El timbre de su piso logró apartar sus pensamientos. Frunció el ceño, pues no había quedado con nadie ni había pedido nada a domicilio. Se acercó a la puerta y miró por la mirilla, pero no vio a nadie. Creó una daga de vibranium. Druig, quién no se había movido de su lugar, podía ver la puerta desde el otro lado del pasillo. Y al ver que Forstyr había creado un arma se alarmó. Le preguntó quién era, sin embargo, ella lo mandó a callar cuando giró la cabeza con el dedo índice sobre su boca.
Abrió la puerta con cautela, y cuando estuvo a punto de asomarse para ver si había alguien, dos siluetas aparecieron frente a ella las cuales enseguida reconoció.
—¡Sorpresa! —un grito salió de su garganta a la vez que tiraba la daga y sus manos tapaban su boca.
—Buenos reflejos. —comentó Druig con sarcasmo hacia Forstyr al ver quienes eran los invitados sorpresa.
Ella lo ignoró y abrazó fuertemente a las dos personas que tenía frente ella. Estela y Larry le devolvieron el abrazo con la misma emoción. A Estela la había visto esta mañana en el trabajo, sin embargo a Larry hacía seis meses que no lo veía en persona debido a que él se había ido al extrangero por su trabajo. Por eso, cuando se separaron del abrazo grupal abrazó de nuevo a su mejor amigo.
—Me siento excluida. —bromeó Estela.
—A ti te he visto esta mañana. ¡Llevo seis meses sin verle! —exclamó señalando al chico. Vio que su amiga iba a reclamar y se adelantó antes de que le dijera que había hecho diversas videollamadas con él— En persona. —Estela cerró la boca de manera cómica.
Escucharon un carraspeo desde el otro lado del pasillo y vieron a Druig, Thena, Kingo y Duende observándoles y a Karun grabando con la cámara. Kingo le ordenó a su mayordomo que bajara el aparato.
—No reaccionaste así cuando nos viste. —dijo Kingo ofendido.
—Si nos hubiéramos reencontrado seis meses después nuestro distanciamiento hubiera reaccionado igual. —se acercó hacia su familia junto a sus amigos—. Estela, Larry, ellos son una parte de mi familia: Thena, Kingo y su mayordomo, Karun, Duende y Druig.
nota: hola ¿qué tal todo? ¿qué les pareció el cap?
tengo que admitir que amo la tensión entre druig y forstyr 🦋✨ ellos se gustan, ambos lo saben, pero aaaaaaaahhhhh.
sé que todo parece ir un poco rápido entre ellos, pero tenemos que tener en cuenta que desde lo de mesopotamia hasta babilonia han pasado 5.575 años y han pasado cosas entre ellos durante ese tiempo jejejejejejejejejejje. ya está, ya está, no haré más spoiler 🤭
by the way, sinos ha gustado no olvidéis dar amor y apoyo ❤️
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