Capítulo 17: "Ciclos"
Era finales de octubre, y ya se iba acabando el curso, muchos tenían la mente en los exámenes finales, en qué debían mejorar y qué necesitaban para pasar, pero había otro grupo que tenía la vista más a futuro, a algo que solo ilusionaba a aquellos realmente enamorados con su propia habilidad de cocinar. La temporada de cook-offs del Instituto eran tres días en que los estudiantes con una calificación mayor a 8,5 en el ponderado final podían acceder a competir. Era un evento para relajar a los estudiantes después del curso, aunque no todos participaban, el resto podían asistir como espectadores de los duelos, o mucho mejor, como jueces y degustadores de platillos de sus propios compañeros, lo que significaba probar buena comida esencialmente gratis, al menos, la mayoría del tiempo. Otra cosa es que, aunque esta fecha era conocida por los cook-offs, había muchos más actos artísticos en todo el lugar, donde los estudiantes podían mostrar sus numerosos talentos además de cocinar, entonces era más de un evento cultural.
Sin embargo, aunque la mayoría de los cook-offs eran en son de camaradería, era un secreto a voces que había un significado más importante detrás de todo esto y eran aquellas contiendas que involucraban a la élite del instituto, los futuros chefs Michelin del mañana. El estatus y respeto que te podría traer ganar un duelo contra alguien de renombre era incomparable, este respeto no era la pueril y efímera popularidad de los colegios, era un legítimo empujón en la carrera de muchos de estos chefs debido a que los restaurantes de más alto nivel tienen siempre los ojos puestos en la cantera del instituto, y lo mismo aplicaba para el caso contrario, un fracaso estruendoso te mandaría a la fila de desempleados antes de siquiera mandar tu currículum.
Los duelos de más importancia eran donde los profesores fungían como los jueces, estos eran la crema y nata de la temporada y los cuales la gran mayoría de los estudiantes iban a ver. Los preferidos de la afición siempre eran los duelos de los estudiantes senior, que para ese punto ya son prácticamente cocineros hechos y derechos, siendo además este evento su último momento en el instituto para la gran mayoría, no obstante, los de primer año también eran bastante esperados, ya que todos querían ver cuáles de las nuevas promesas realmente podían hacer justicia a su reputación, por lo que también había mucha presión en ese caso.
Nuestro protagonista ya tenía conocimiento de todo esto, y sabía muy bien que le esperaba al final del túnel, pero por ahora, debía preocuparse en mantener el promedio lo suficientemente alto para poder acceder a las peleas. Ya era la tarde, estaba en la última lección del día, pero algo se sentía inusual acerca de esta, aunque John no podía poner su dedo en qué exactamente. Lo que sí era seguro es que tenía un sueño de los mil demonios, tal como atestiguaban sus intermitentes bostezos.
-(La clase de hoy no siento que haya estado aburrida, pero, como que también me siento con muchas ganas de cerrar los ojos, por más ilógico que suene. No sé, siento que falta algo, y que está demasiado tranquilo, justo para una siesta. Más raro aun es que, el profesor Gianluigi nunca me ha parecido aburrido).
-En el momento en que le damos el menú al comensal, este ya debe estar impresionado por la comida, así que poner fotos de los platillos es mucho más atractivo que tener una lista con todo lo que servimos y obviamente, no podemos poner fotos de todo, pero hay que asegurarnos que las que ponemos son las mejores. Aquí ya vienen muchos principios de fotografía que realmente no necesitan saber, pero si están interesados, puedo recomendarles varios libros para investigar.
-Se nota que el teacher sabe mucho de fotografía, mon, pero no sé si también aplique para la comida.
-¿Por qué lo dices?
-O sea, no podemos poner la comida a posar, bredren.
-Supongo que no (...¿O tal vez sí? Obvio, no como una persona pero seguro que podemos hacer que una comida se vea mejor con ciertas "poses", como cuando dividimos una hamburguesa a la mitad para que se vea el término de la carne...¿eso contara como posar o asesinar al modelo?).
-Bueno, jóvenes, eso es todo por hoy. Estaré en mi oficina por si alguien lo necesita. Feliz fin de semana.
-Esta clase se sintió demasiada larga, y aburrida (qué bueno que ayer sí dormí mis ocho horas. Un poco de insomnio y no hubiera aguantado ni la introducción).
-Totalmente, mon. Hasta la gyal está roncando.
-¡Mira, tienes razón! (Ana siempre está con ojeras, de seguro se queda hasta tarde en foros o algo así, pero siendo que es tan delgada, parece salida del cadáver de la novia...nunca le he tomado el pulso, la verdad).
-Jejeje, deberíamos dibujarle en la cara a ver que tal.
-No suena como una buena idea... (Principalmente porque imagino que me golpeará a mí cuando se dé cuenta...si es que tal cosa pasa) pero si no lo intentamos, no sabremos.
-Ni se les ocurra -Dijo la supuesta fenecida con el ánimo de una secretaria a punto de pensionarse.
-¡Aahhh, sí estaba despierta!
-Solo estaba descansando los ojos...pero en serio. Me duele la cabeza.
-¿Te quedaste hasta tarde en la computadora?
-Sí, un imbécil estaba diciendo como "que las personas desempleadas deberían hacerse sus propios jefes y así, ser exitosos". Tenía que cortarle el cabeza ahí mismo, no vaya a multiplicarse. Además, la clase estaba demasiado monótona
-Aun así, deberías cuidarte de no parecer dormida en clase (por más satisfactorio que se sienta) No te vaya a ver el profe y te regañe ante todos.
-Como sea, eso suena como un problema de los que se sientan adelante.
-P-podría decirse que sí.
-¿Y viste? ¡tú también estás de acuerdo con que esta clase se sintió como ver la ropa secarse al sol!
-Ahí si no hay excusa. Como le faltaba algo que me llamara la atención.
-Yo concluyó que hay una razón detrás de esto.
-¿En serio, Harry? ¿y cuál es?
-El silencio.
-...Pero todas las clases son silenciosas (al menos, aquí. De vuelta en casa, digamos que se sentía como un cabildo abierto o un mercado del medio oriente).
-No en el sentido literal, me refiero a que realmente no hubo un intercambio de ideas entre nosotros y el profesor, como debería ser. No hubo preguntas o comentarios de cualquier tipo, fue una definición pura de una clase magistral. Es muy difícil mantener interés de tal forma.
-Ohhh, ya veo. En verdad nadie tenía nada que decir.
-Yo no entendía muy bien el tema, mon. Toda la gente le toma fotos a la comida siempre y no necesitan una lección entera, como que no había punto.
-Mi excusa es que pensar me duele en estos momentos...ayy.
-Yo solo no tenía nada que añadir a la conversación, el tema me parecía bastante concreto y directo,
-Sí, igual yo (ya llevaba un buen rato sin poner mucha atención, así que tenía miedo de preguntar algo que acababa de decir pero que no escuche).
-De igual manera, se siente totalmente atípico que nadie siquiera tratara de hablar con el profesor. En todas las clases, tengo la garantía que siempre hay un individuo que va a tener la intención de discutir abiertamente sobre el tema.
Después de pensarlo un poco, todos llegaron a la misma conclusión.
-...Ah, claro, Agnes
-Sí, a la cerda francesa le encanta monologar en las clases cada vez que tenga la oportunidad.
-La dawta parece que siempre lo sabe todo.
-Prácticamente, a veces hasta parece que quiere dar la clase (por el bien de sus estudiantes imaginarios, espero que ese deseo no se vuelva realidad) Pero sí es en verdad raro que ella tampoco hablara en clase. Tal vez no le interesa mucho la fotografía tampoco.
-Es una deducción válida, después de todo, ella no es fotógrafa.
-Ajá (pero...¿qué tal si hubiera algo más? Aunque no le importara el tema, siento que mínimo trataría de repetir lo que dijo el profe con otras palabras para presumir. Tal vez estaba distraída con otra cosa, pero quién sabe).
Después de discutir sobre ello, los muchachos trataron de levantar a Anastasia de su asiento y le pidieron que fuera al baño a echarse un poco de agua en la cara, para que no se durmiera en el camino a casa. De vuelta en el apartamento, nuestro protagonista vio a Michael bajando del segundo piso con su caja de herramientas y con un rostro exhausto.
-Ya llegué, señor Mike.
-Hola, John...uff, esa ducha fue un hueso duro de roer. Pensé el primer día que sería trabajo fácil, pero al siguiente amaneció más estropeada, fue rarísimo.
-D-de seguro fueron las ratas de nuevo (¿por qué tengo una urgencia espontánea de roer las paredes?).
-Tal vez, pero ya no importa, la ducha ya está lista de nuevo, por si quieres darte un baño.
-La verdad, no me caería mal otro baño hoy (más porque no sé qué tanto echarse agua en las axilas y en la cara cuenta como baño...)
-Por cierto ¡mira qué curioso! Va a haber un espectáculo en el Théatre du Marais próximamente. Tendrán puestas en escena y shows de baile. Estaría divertido ir...
-¿Pero...?
-El precio está algo alto, unos veinticinco euros, y con los gastos del fumigador y a ducha, eso significaría menos fideos en la alacena si voy.
-Podría comprar menos fideos instantáneos, tal vez.
-Sí, podría hacer eso, jaja.
-Jaja...
-Bueno, creo que ya te va a llegar la beca del instituto, podrías utilizar un poco para asistir.
-Podría hacer eso, suena curioso el show...(aunque el precio también me ahuyenta un poquito también. Podría gastar eso en cera para el cabello) Lo pensaré.
Lo que no sabía John era lo poco que tardaría en tomar su decisión ya que, después de salir de una ya necesitada ducha en la que pareció por un momento que su sombra se iba por el drenaje, pero solo era su suciedad, se fue para la cama creyendo que iba a estudiar un poco, pero venía tan agotado en espíritu por su lección anterior que no sentía ni energía para siquiera procrastinar y se lanzó a la cama, cuando de pronto, vio que había recibido un mensaje de Ada.
Era justo el mismo evento que Michael le había comentado, y al parecer, era ahí donde las muchachas de Morpho iban a presentar su nueva coreografía. Además, ella le dijo que habían regalado descuentos para unas cuantas entradas, lo cual John inmediatamente supuso que por "regalar" se refería a que les había forzado el brazo para que se los dieran. De todas maneras, no iba a negarlo, era un descuento casi de diez euros, era un evento muy importante para su amiga, y más importante, ya sentía que era hora de confrontarla acerca de la verdad de su amigo. Con el guante que obtuvo durante la Red-Ox Con, tenía un presentimiento de que este podría ser el último ladrillo que necesitaba para completar el mural con el panorama completo de lo que había pasado.
Tenía tres tangentes que debía unir: El amigo de Ada, el accidente que tuvo y el guante. Dayton le avisó que él también asistiría al evento, porque su hermano dijo que "un contacto" le había conseguido los descuentos, eso solo demostraba que el poder de regateo de Ada no debía ser subestimado, casi pareciera que, con ella, la inflación de la moneda desaparece por momentos. Llegó el día del evento, este era en la tarde, así que tenía tiempo para prepararse antes de irse, y qué fortuna que tenía el tiempo para hacerlo, porque, gracias a unos sentimientos que todavía no comprendía bien, terminaría deseando poder estirar este rato lo más que pudiera.
-Ok, mi pelo está listo, me voy a poner los zapatos y estoy listo para largarme...(pero...¿realmente me voy a ir así? No sé, aparte de mi pelo, que se ve extremadamente cool, el resto se ve como sin gracia. Este es un evento en un teatro, creo que un look más formal quedaría mejor para la ocasión. Voy a buscar mi corbata).
Rápidamente, se puso a planchar lo mejor de su clóset, solo para llegar a la trágica conclusión que inclusive sus mejores ropas parecían uniformes de campos de concentración. Había colores, sí, pero eran puras camisas polo, sin diseños alguno o algo por el estilo, estaba entre la espada y la pared. Podía llamar a Valerie para pedirle consejos, pero no haría milagros con semejante vestuario, por lo que la verdad se hizo clara: Necesitaba comprar ropa nueva. John, por más que parezca el último espécimen de unicornio conocido por la humanidad, tenía comportamientos iguales a la mayoría de los muchachos de su edad, que era que solo compraba ropa cuando su mamá lo llevaba a una tienda a comprar algo lindo para una ocasión especial.
En Francia, estando esencialmente sólo, no tenía la inspiración suficiente para siquiera ir a comprar ropa interior nueva; lo único en que realmente quería y debía gastar era en comida, algo vital para su carrera y supervivencia, pero hasta ahí. Ahora, estaba viendo que sí podía haber un poco más de importancia en cómo vestirnos, pero ya no importaba, no iba a irse en un "shopping spree" justo ahora para buscar algo que no lo hiciera verse como un empleado fracasado en una compañía de seguros, y estaba seguro de que, aunque le preguntara a Mike acerca de esto, vería que su vestuario se resumiría a un montón de sudaderas de colores oscuros, desteñidas y que olían raro.
Estaba acorralado, no había nadie que llegara para defenderlo, así que se resignó a ser el último grito de la moda en el peor sentido posible y se fue al baño, sin imaginar que este inodoro genérico parecía convertirse poco a poco en su monte Sinaí, donde recibía sabiduría celestial directamente de los cielos, ya que mientras estaba en posición penitente en el Toilette, un chispazo no muy diferente al de la ducha se manifestó dentro de su lóbulo frontal, porque justo recordó un lugar en donde podía tomar ropa prestada sin tener que pagar después: La manoir de la lune. Se vistió super rápido para irse hacia su boutique de emergencia, pero al menos, al salir de la casa tuvo la decencia de caminar más lento para no atropellar a los vecinos de nuevo; aun así, muchos tiraban agua de la lavadora por la ventana, pero se sentía como que esperaban a que John saliera de su casa para hacerlo, la fraternidad vecinal hasta el cielo; al menos, ahora sí se disculpaba con mucha más serenidad, así que la mejor palabra de su vocabulario en francés era "Pardonne moi".
Llegó a la manoir y le pidió en pocas palabras a Marcos que lo dejara tomar prestadas unas cuantas cosas de los objetos perdidos durante la tarde. Él accedió, pero le dijo que, si no las devolvía en tres días, tendría que pagar una cuota por cada objeto; John pensó que era otra broma, como era habitual, así que sacó una risilla, pero la cara de Marcos se mantuvo como un busto de mármol, hoy no había chistes, mañana sí. Después de tragar un poco de saliva imaginándose tener que pagar, una duda se le vino a la mente al joven:
-Pero, estoy seguro de que Ada se ha llevado varias cosas de aquí, y ella no me ha dicho que le hayan cobrado.
-Eran sus cosas, solo cobramos si te llevas cosas que no son tuyas.
-Bueno, eso sí (aunque con la jacket aquella, me la regaló solo para inmediatamente comprármela, ya saben, como una extorsión) ¿Y cómo saben si realmente es de esa persona?
-Porque lo sé.
-Y-ya veo (Qué ominoso sonó eso, como si pudiera ver a través de la mentira como si fuera un paleta a medio chupar...¿por qué se me ocurrió esa analogía tan asquerosa?) Bueno, trataré de devolverlas hoy mismo para que no haya problemas.
-Más vale que no se te olvide, pequeño sinvergüenza... -Repitió "su propia voz"
-¡AH! Oh, claro, los fantasmas no existen, creo, seguro, totalmente (no hace que me asuste menos escuchar como si mi conciencia empezara a pensar por sí sola).
Después de recibir las advertencias del agresivo pepe grillo, fue de nuevo al baúl a buscar algo de estilo. Vio que había una cantidad algo ridícula de camisetas y pantalones, lo que le hacía preguntarse cómo alguien dejaría perdidas semejantes cosas, solo para que luego le viniera a la mente de nuevo los desnudos, pero no había tiempo para repasos de conceptos, había que seguir escarbando y mientras lo hacía, sólo sintió una mano encima de su hombro. Por alguna extraña línea de pensamiento, imaginó que alguien lo estaba confundiendo con un ladrón hurgando en las cosas perdidas, y pegó un salto y levantó las manos, justo algo que lo haría parecer todavía más un ladrón:
-¡N-no es lo que piensa! ¡yo sólo venía a tomar cosas prestadas! ¡EN VERDAD PRESTADAS!
-Tranquilo, bredren, no soy de las bestias.
-Ah, day, eres tú, me asustaste...¿y de qué bestias estás hablando? (no vaya a ser como una pandilla o algo así).
-Oh, así le llamamos a la policía, jaja
-Entiendo (no puedo negar que ese apodo es un match perfecto para mucha gente) Perdón, es que estoy con algo de prisa y estaba muy concentrado.
-Claro. Bueno, te acompaño, mon, porque yo venía a buscar algo para ponerme para el evento de Ada y las dawtas de Morpho.
-(Justo le iba a preguntar sobre eso) Yo también, de hecho.
-¡Qué coincidencia, mon! Yo venía a buscar una camisa muy buena que había aquí, espero que no la hayan reclamado...¡aquí esta! ¿y tú, mon? ¿qué venías a buscar?
-Ehhh...¿Ropa?
-¿Pero qué tipo de ropa?
-...De la de vestir.
-¿Entonces no tienes idea de qué ponerte?
-N-no lo diría así del todo (de que tengo, tengo, pero daría pena decir que es lo mejor que tengo...hey, eso casi rimo) Pero sí, busco algo que, ya sabes, calce con mi estilo.
-¿Qué estilo, mon? Jajaja
-Uff, n-no era necesario ser tan brusco...(Una cosa es no tener estilo, la otra es tener uno muy malo, y no sé cuál será peor).
-Jejeje, feel no way, bredren. Pero sí, al menos debes ponerte algo que resalte más entre la gente.
-¿Tú crees? Personalmente, no soy del que quiera resaltar, pero tampoco quisiera ser un grafiti en un baño público y mezclarme en el entorno.
-Hmmm...¡Hey! ¿Qué tal si te pones una falda de nuevo? Eso te hizo sobresalir un poco aquí en la manoir, y hasta Ada pensó que te quedó bien.
-Sí, eso...
-No te ves muy entusiasmado, mon.
-(Digamos que en cierta manera, no sentía mucho de nada por ponerme una falda aquí porque sentía que estaba en una burbuja, en una dimensión distinta, como Narnia o el aula de cómputo, pero no sé si podría andar tal cosa en público...)
-¡Vamos, bredren, ya has usado una varias veces y hasta vos me dijiste que el teach Luigi pensaba que se veían bien! ¡y él es el que más sabe de moda! ¡si él lo dice, debe ser verdad!
-(No creo que lo último que dijiste sea una buena forma de pensar...pero bueno, si lo recomendó el doctor) Ok, tal vez una falda ayude, pero búscame algo más recatad-.
-¿Qué tal esta?
-¡Esa no es para nada recatada! Es super amarilla, ajustada y mucho más corta que cualquier otra falda que haya usado.
-Ya veo, tal vez algo más simple te quede mejor.
-...Dame la bendita falda -Dijo el joven de vestido simple, quitándole la prenda de las manos.
-Y mira, hay una chaqueta con unos patrones muy cool aquí, mon.
-¿No pudiste haberme mostrado la chaqueta ANTES de la falda?
-Es que no sentía que combinaba con lo que llevabas, pero con la falda, todo pegó.
-(Suena más como una excusa para que me pusiera la falda) Como sea, yo creo que ya tengo algo de estilo, ¿no crees?
-Por supuesto, pasaste de figura de cartón a maniquí de tienda de moda.
-Tampoco te pases, Day.
-Sorry, mon...
-(Supongo que ser un impostor también incluye mi apariencia. Debo verme como alguien rebelde, que va al son de su propio tambor y que tiene las agallas para hacerlo. ¡Cuídate mundo, porque aquí voy!)
Con su look de confianza y de gente que se hace notar, John salió junto a Dayton a la calle con estilo y clase, chorreándolo por donde sea que pasaba como un aspersor, pero resultó que su estilo era tan volátil como un charco a medio día, porque tan pronto se unió a la vía pública, este se evaporó y se largó hacia el cielo para volver con su gente. Incluso con la barrera de alta protección que era la tela de mezclilla de sus jeans, nuestro héroe no podía evitar sentirse expuesto, tanta fue su paranoia que hasta se convirtió por un momento en un instrumento meteorológico, ya que podía sentir la velocidad y dirección del viento a partir de sentir como las corrientes chocaban con su falda. Después de la gran marcha de la vergüenza, finalmente llegaron al Théâtre du Marais, un teatro con bastante historia en París, y que fue abierto y cerrado varias veces durante su historia, hoy sería el escenario de varias demostraciones culturales, realizadas por varios talentosos artistas, pero para John, sólo había uno que importaba.
Cuando arribaron, vieron que el teatro estaba a aproximadamente un cuarto de su capacidad, y entre la multitud, estaba Jamaar, pero esta vez, en un formal saco y corbata, una diferencia diametral con el look sacado del cuaderno de diseños de un estudiante de moda que andaba John puesto. Rápidamente, hicieron contacto visual y se acercaron a saludarse.
-Bwois! What's up? ¡Qué bueno que vinieron al show!
-Yeah, brodah! Ada nos consiguió descuentos a mí y a John.
-El burro por delante -Dijo el supuesto filólogo.
-Bwoi!
-¡Ah! ¡n-no estaba diciendo nada!
-¡Te ves como salido de vogue! Nunca imagine ver a Tintín luciendo una falda con tanto estilo, jejeje.
-(Probablemente, tampoco el creador, aunque tal vez sí, como nunca he visto ninguna de sus historias) Gracias, pero fue realmente Day quien me ayudó a escoger la ropa.
-Wow, real fresh, broda.
-Hubieras visto como estaba antes, broda, jajaja
-¿E-en serio me veía tan mal? (Lo hace sonar como que trajo a un niño perdido de vuelta a la civilización).
-Por cierto, tengo acceso al backstage de las dawtas de Morpho, por si quieren ir a saludar a las chicas de Morpho antes de la hora.
-¿En serio? Entonces vayamos a conversar un poco con ellas. Dicen que conversar un poco relaja a las personas y con el show, las gyals deben estar hechas un manojo de nervios, ¿no crees, mon?
-Tal vez, seguro que una visita no caería mal (pero la que más me preocupa es Ada...)
Cuando tocaron a la puerta, sus expectativas fueron rotas en su mayoría, al ver que cuatro de las chicas estaban en plena meditación, porque para muchas personas, podría ser la actuación de su vida, pero para ellas, era sábado.
-Oh, hey, Jamaar -Dijo Charlotte- ¡Qué bien que estás aquí!
-¡Y Day también! -Prosiguió Kya- ¿significa que hay fiesta después del show?
-Y John también está aquí... -Añadió Olivia.
-Uff...(Gracias por la cálida bienvenida...)
-Bonne nuit, Tintin -Dijo la hermana menor- ¡Estás que ardes con esa falda!
-(Huh, parece que la falda sí funcionó) Oh, g-gracias, pero-
-De hecho, esa falda me parece conocida, creo que una vez usé una igual en una cita con-.
-¡Espera! ¡La falda que se parecía a esa era mía! -Replicó la hermana mayor.
-A mí me quedaba mejor, hermanita.
-¡HA! ¿Me dices eso con esas ancas de rana que te traes?
-¡¿HUH?!
-¡No empiecen! ¡el show no tarda en empezar! -Cortó Cécile con un tono firme y fulminante. Ambas se disculparon inmediatamente.
La muchacha de pelo corto tenía una cara muy acongojada, y después de dar un suspiro, se dirigió a Jamaar.
-Jamaar, gracias a dios que viniste.
-¿Por qué lo dices, gyal? Todas ustedes se ven bastante serenas y...¿dónde están Margot y Ada?
-Margot está haciendo lo de siempre.
-Oh, ya veo.
-Perdonen por preguntar -Dijo John, confundido y metiche- Pero ¿"lo de siempre"?
-La gyal se pone a recitar el guion completo de la trilogía del señor de los anillos una y otra vez hasta que se relaja.
-Parece que ya va por la parte en que Sam y Frodo están lazando el anillo, entonces ahorita se le pasa. Pero con Ada, hoy si es un caso grave.
-¿G-grave, dices? ¿Dónde está?
Inmediatamente, salió la coreógrafa, con la frente brillante y las piernas con un temblor extraño, y exclamó.
-¡Y-y-yo estoy bien!
-¡Ada, estás bien! (Pensé que la había inmovilizado los nervios y se había quedado en casa).
-P-p-por supuesto, y-y-ya estoy lis...ughhh...¡Debo ir al baño!
-¿Ok...? (oye ¿no crees que Ada se ve más...esmeralda?)
-Esa es la cuarta vez hoy que va a vomitar -Comentó Cécile.
-¿V-vomitar? ¡¿cuarta?!
-Es normal que ella se ponga nerviosa pero nunca a esta altura.
-¡P-pero Ada era la que más quería que la coreografía resultara bien! (usualmente el que está a punto del colapso soy yo...se siente raro estar del otro lado) ¿Realmente está así de nerviosa por un show? Ustedes ya han hecho varios, me parece, es muy raro que sea este el que la ponga así de mal.
-Algo no está bien con ella hoy, no sólo los nervios, se ve como si fuera mortificada por todo lo que la rodea.
-(Yep, ese es John) ¿Hay algo que se pueda hacer?
-Tratamos de motivarla entre todos, pero casi terminamos como los lienzos de Pablo.
-E-eso es una mina esperando a explotar (qué curioso que todos comparamos las arcadas con pinturas...yo creo que eso solo habla mal de lo que pensamos sobre el arte).
-Por eso te lo pido, Jamaar, tú eres un experto en esto ¡sólo tú puedes sacarla de ese estado! Vos ya has trabajado con varios artistas, estoy segura de que más de una vez alguno tuvo un ataque de nervios.
-Por supuesto, dawta, voy a ver qué puedo hacer. Debo darme prisa, porque si sigue vomitando, la pobre gyal se va a deshidratar.
-Por favor. Sin ella, el acto será un desastre.
-(Es curioso que todos interpretan esto como un síntoma de nervios y no una intoxicación o algo así).
El cirujano entró al quirófano a tratar de salvar a la chica, mientras que sus camaradas esperan afuera, con la misma tensión de que si fuera un trasplante de corazón. El resto de bailarinas seguían estirando músculos y realizando otros movimientos, claro está que en preparación para el espectáculo, pero también como una manera de despejar sus mentes de lo que estaba aconteciendo y esperando a que Jamaar venga con la Ada de siempre, Dayton, por su lado, estaba charlando con las hermanas bailarinas, mientras se mantenía totalmente ignorante del conflicto entre trincheras que estaba provocando entre esas dos por ver quién se lo lleva para presentárselo a mamá y papá primero, mientras que John seguía pensando en el porqué de todo esto, ¿qué había hecho que una perseverante aunque algo temperamental muchacha que había sido uno de sus apoyos desde que llegó a parís estaba ahora destrozada en mil pedazos como una torre de legos en una prensa hidráulica?
Al mismo tiempo, sentía también esa sensación rara en el estómago, que por un momento lo hizo pensar que sí era un virus. Descartó rápidamente la idea, pero eso no evitó que se lavara las manos con alcohol, por si las dudas, sin embargo, recordó las otras veces que sintió eso, y que, por alguna razón, siempre aparecía cuando estaba cerca de la verdad de las cosas, ¿debía hacer caso a lo qué sentía o dejar que las cosas tomarán su rumbo natural? Esta cuestión rebotaba en su mente y revolvía sus tripas. La vela por la "cirugía" acababa de terminar, pero parecía que el improvisado galeno había sacado la casta y venía con una más serena Adeline.
-¡Ada, ya estás mejor!
-Sí, ya me siento más tranquila con la charla que tuve con Jamaar.
-¡Gracias, Jamaar! -Dijo Cécile, extasiada- No exagero diciendo que salvaste toda la coreografía.
-De nada, dawta, hubiera sido muy triste no verlas bailar con lo talentosas que son.
-U da man, bro!
Al mismo tiempo, salió Margot de su recital de la obra de Tolkien- Uff, listo, ya me siento lista para el show y salvar la tierra media, compañeras de la comarca. ¿De qué me perdí?
-Nada, chica. Qué bueno que ya terminaste de recitar.
-Oh, sí, esta vez hice la versión extendida.
-W-wow (¿Cómo su garganta puede aguantar tanto castigo?).
-Sólo voy a tomar un poco de aire fresco afuera y ya -Dijo Ada, con los ojos algo perdidos- Vengo en un momento.
-Bueno, ¡todo lo que empieza bien, termina bien! -Celebró Charlotte.
-¿Será por eso que no puedes tener novio por más de tres meses?
-No vayas a romperte una pierna, hermanita -le respondió, levantando el puño con ira.
-¿Siquiera esas dos se agradan? -Le preguntó John a su amigo.
-Todos los hermanos pelean siempre, mon. ¿A ti no te pasaba con tus brodas?
-Más o menos, pero madre inmediatamente nos ponía a moler carne si lo hacíamos.
-Ya veo. Por cierto-.
Se escuchó como la puerta se estrelló contra la pared. Todos esperaban que saliera la villana de la telenovela, pero la que apareció fue una muchacha castaña de color Viridiana, corriendo como si la persiguiera la muerte o un testigo de jehová.
-¡Oh no! ¡no otra vez!
-¡Ada, regresa!
-L-lo siento, chicas, yo...gurgh.
Salió disparada de vuelta al baño y se atrincheró de nuevo. Para fortuna, no escucharon arcadas en el baño, así que significaba que pudo detener su impulso biológico, pero no resolvía el problema de que ahora sí parecía que no tenía la intención de salir. La habitación entró en defcon 1, las chicas corrían como gallinas degolladas, Olivia sugirió buscar a alguna suplente, pero sería inútil, la coreografía nunca había sido presentada y en general, era bastante compleja la parte de Ada. Jamaar dijo que podía volver a hablarle, pero dijo que no le daba muchas esperanzas. Todo parecía perdido, y para no manchar la reputación de la compañía, cancelarían su parte del evento, no obstante, aún no había cantado la gorda, y le tocaba a nuestro impostor jugar de Pavarotti y salvar la velada.
-Hablaré con ella.
-¿Tú? -Preguntó Cécile con tono incrédulo- ¿Sabes siquiera que vas a decir?
-Claro, le diré-
-¿Además de "ponle ganas y sal"?
-P-por supuesto que hay más cosas (que se me ocurrirán en el momento, pero mejor no decirle esa parte).
-Perdón por estar tan escéptica, pero creo que Ada acaba de desarrollar un pánico escénico justo en el peor momento.
-Hmm, no sé... (no me la creo esa del pánico escénico, nadie cambia tan rápido, además, pude ver un poco detrás de la puerta cuando ella volvió y no había tanto público. Debe haber algo más).
-Déjalo que lo intente -De todo el mundo, fue Olivia la que aceptó la idea.
-¿En serio crees que pueda? -Respondió Cécile.
-No realmente, pero tampoco va a haber mucho cambio si fracasa, ya que siempre tendríamos que cancelar todo.
-E-esperaba un poco más de confianza, la verdad. -Exclamó el bienintencionado joven.
-...Pero si algo es claro es que Tintín se ha acercado bastante a Ada en muy poco tiempo, inclusive le ha contado muchas cosas que a nosotras no. Sería un milagro que la haga volver...pero creo que es el único que puede hacer que el milagro pase, ya sea por virtud o por fortuna.
-(Al parecer, no me odia del todo, o al menos no lo suficiente para negarme participar).
Cécile meditó un minuto la propuesta y llegó a una decisión.
-...Ok. John, puedes ir a intentarlo si así quieres. Depositamos toda la fe de Morpho en ti, por favor...no digas nada estúpido.
-C-claro. Bueno, aquí voy (esto no es solo por el show, sino para saldar mis cuentas con Ada. No importa lo que pase ¡No la voy a dejar sola!).
John se acercó tímido al baño como cuando a un niño lo llama la vejiga en la madrugada pero que sigue teniendo miedo a la oscuridad. Unos toques melódicos a la madera de la puerta e inmediatamente, Ada respondió desde adentro.
-Está ocupado.
-S-sí, lo sé, Ada. De todos modos, no podría entrar al de mujeres, aunque quisiera (Tal vez con la falda...no, jamás, idea tonta. Concéntrate).
-John...no quería que vieras esto.
-No te mortifiques, chica, a todos nos agarra el asco de vez en cuando, solo hay que esperar a que-.
-No sobre eso, sino...bueno, el hecho de que me estoy escondiendo en un baño.
-Oh, claro, esa parte (la verdad sea dicha, ver a alguien vomitar es una imagen más impactante que esconderse en el baño...Esconderse, curiosa elección de palabras, en vez de "encerrarse") ...Oye, no entiendo muy bien cómo es sentirse que tienes el mundo encima, o sea, en parte, debe sentirse bien que la gente confíe tanto en ti, pero debe ser muy exhausto cargar con todo eso.
-Nunca me ha importado, la verdad, eso de ayudar gente, m-me sale natural. Pero hoy...hoy siento que ya no puedo, lo que salió fue porquería y, pues...me siento como un fracaso.
-¡! (¡Ahí está el cólico de nuevo! Mis antenitas de vinil sintieron algo. Creo que ya puedo imaginar que está pasando, pero no sé cómo decirlo ¡argh! Tal vez, si entrara al baño, se me ocurría...¡OH! ¡Lo tengo!) Jajaja.
-¿Qué? ¿qué es tan gracioso?
-Lo que dijiste, "me siento como un fracaso". Vaya que no eres muy lista, jajaja.
-¡Hey! Si quieres obligarme a salir para que te dé una patada, ¡está funcionando!
-Lo digo porque...una amiga me dijo que la gente tiene fracasos, pero nadie es uno, y que mientras sigamos vivos, podemos solucionarlo. Esa era una chica muy sabia.
-...Sí, creo que sí.
-Ada...tú no eres de la que se acobarda por un espectáculo, eso es lo que siento, pero algo que sí he notado desde que te comencé a conocer mejor es que, aunque siempre estás ahí para otros, parece que tú misma cargas con un dolor que no quieres compartir, como mi madre decía, "En casa de herrero, cuchillo de palo".
-Nunca había escuchado ese dicho. Me gusta.
-(Espero haberlo dicho bien. Volviendo al tema, creo que ya sé lo que tengo que hacer, y como impostor, es mi arma más valiosa; tengo que mentir) La verdad es que...puedo ayudarte con ello (probablemente, tal vez, ¿quién sabe?) pero ahora, no es el momento, tus chicas te necesitan ahora, y aunque suene muy egoísta e hipócrita después de todo lo que he dicho, necesito que seas fuerte solo un poco más.
-N-no lo sé, si salgo ahí y me vuelvo a sentir mal, entonces-.
-¿Y eso qué importa? ¡No ha pasado! ¡no puedes rendirte sin siquiera intentarlo! Ada, desde que somos amigos, siempre has estado dándome los empujones, y a veces, las patadas que necesito para continuar. ¡Tú me volviste a levantar cuando me mostraste la pintura de pablo! ¡me motivaste a entrar a los cook-offs! ¡y hasta me conseguiste una alacena entera con un monto muy por debajo del salario mínimo! Todas estas cosas pudieron (y la verdad, debieron) salir mal, pero eso no te importó y no te puede importar ahora.
Un muy tímido "Oui" salió del baño.
-¡Ah! ¡entonces, saldrás del baño!
-Oui.
-¡Te pondrás tus puntas!
-Oui!
-¡Darás todo en la coreografía!
-¡Oui!
-¡Y no vomitarás ni una sola vez encima del público!
-OH, MON DIEU, OUI!
Y como Rambo entrando a la base enemiga, le pegó una patada espartana al cerrojo y mandó la puerta a volar; por desgracia, no sabía que John estaba justo a la par de la puerta, y el golpe lo dejó sin perfil, aplanándole la cara.
-¿Te habían dicho que eres un excelente motivador?
-No, la mayoría de la gente me dice "John" -Dijo el lenguado.
-Bien sûr! ¡Vamos!
Ada arrastró a nuestro héroe mientras él recuperaba control de la mitad izquierda de su cuerpo, no sería una exageración decir que el color volvió a la cara de todos cuando vieron a lázaro caminar entre los vivos de nuevo.
-¡Bredren, lo lograste!
-No sé cómo lo hiciste, pero hiciste lo que prometiste. ¡Muchas gracias!
-(Mira, hasta se le ven un poco llorosos los ojos a Cécile) ¡N-no fue nada, solo quería ayudar, jeje!
-Merci, Monsieur Tintín -Exclamó Olivia, acercándose bastante hacia él.
-¡AH! (¡me besó la mejilla! Primero, me trata con desdén sin motivo alguno y después, me agradece con un beso. Los franceses son bastante extraños...) C-claro, fue un placer.
-Hey, bwoi, si te digo la verdad, en el estado que encontré a lo pobre, lo consideré casi imposible la primera vez, y cuando volvió a recaer, ya la había declarado muerta en acción, pero tú, de algún modo, la trajiste de vuelta como. ¡Tendrías talento como manager, bwoi!
-N-no lo creo, en realidad. Siento que solo funcionó por la amistad que tengo con ella (digamos así, sabía por dónde llegarle).
-Hmmm, bredren, no sabía que eras tan cercano a la gyal.
-Pues se podría decir que sí...¿y qué es esa cara de insinuación que te traes, si se puede saber, Day?
-Nothing, mon, nothing, jejeje. Además, no voy a insinuar nada frente de tu dawta, Olivia.
-Hmph, muérdete la lengua, amigo, o llamo a Harry para que me ayude, mejor.
-¡Nonono, a él no, bredren!
-Mejor las dejamos solas para que puedan organizarse mejor -Comentó Jamaar.
-¡Gracias, chicos, les debo una! Ahem, bueno, chicas, nos espera un show muy duro, pero nosotros también lo llevamos esperando bastante tiempo. ¡A bailar, hasta que se rompa o el piso o nuestras piernas!
-(Yep, definitivamente volvió) Chicas, ehh...¡mala suerte y buen allegro! Era así, ¿verdad?
-¡Muchas gracias, John! Disfruta el espectáculo -Respondió Ada, con su sonrisa brillante, pero con mal aliento.
Los muchachos se fueron a sentar a sus respectivas butacas, quedaba poco para el espectáculo, y en ese tiempo, Dayton consiguió el cronograma del evento y vieron que la coreografía de Morpho estaba al final del show. Al ver esto, a John le dio curiosidad pensar que, de haberlo necesitado, hubieran tenido más tiempo para hacer a Ada reaccionar. Cuando le mencionó esto a Jamaar, él le respondió que ese había sido el propósito, le pidió a la producción que colocaran al grupo al final del acto. Al final, no fue necesario el tiempo extra. Además de esto, vio que Dayton también tenía un libro al que estaba viendo bastante concentrado.
-¿Qué lees?
-Oh, ¿esto, mon? Es un libro de los fundamentos de danza, es que quería aprender a apreciar la danza igual que Jamaar, así que lo estoy leyendo para ver, pero la verdad, no entiendo mucho, bredren.
-Presta para ver...(Sí, yo tampoco entiendo mucho. En general, tampoco entiendo mucho de bailar en general, pero cuando las muchachas de Morpho lo hacen, se ve super cool) Bueno, parece que ya va a empezar el evento. Habrá que esperar para verlas bailar.
Con las luces tenues en todo el teatro, los distintos artistas entraron a escena, listos para lucirse, desde monólogos, obras pequeñas, espectáculos de baile, arte circense y actos de magia, el show estaba cargado de gente talentosa en abundancia. Una nota especial fue la de los sujetos del grupo de Tango, que también estuvieron presentes en el evento como participantes, y que tanto para John como Dayton se vio bien, pero para Jamaar no, porque con su ojo entrenado pudo discernir fácilmente que les faltó práctica por montones, y el joven de corazón blando no pudo evitar sentirse un poco culpable por arruinarles el show, pero en su mente se auto excusó, diciendo que eran unos imbéciles, y no se mortifico más con el tema. Finalmente, llegaron a lo que verdaderamente esperaban, que era ver el trabajo de Morpho.
Las bailarinas entraron en posición con apenas un poco de luz, en el centro del reflector, estaban Olivia y Kya, y por falta de un mejor termino, Ada y Charlotte estaban "amarradas" a sus cuerpos como orquídeas, mientras que Margot y Cécile estaban fuera del alcance de la luz. Entonces, la música comenzó, Olivia y Kya hacían movimientos en donde solo una parte del cuerpo se movía, mientras que Dayton señaló emocionado que a eso se le llamaba aislamiento corporal, con la felicidad de un niño de pegar una pregunta de la maestra, sólo para que alguien de la butaca superior lo mandara a callarse. Seguía la coreografía, Ada y Charlotte se movían por sus cuerpos como deslizándose, siempre dejando libre una parte, que era la que se movía, después, las bailarinas que reptaban quedaron en la espalda de la otra y aquí, seguían bailando y contorsionándose, eran movimientos con un ritmo raro, en donde iban lento pero había movimientos acelerados cada cierto tiempo, como espasmos, cuando de manera súbita, las dos bailarinas excluidas hasta ahora saltan encima de las otras cuatro, y sus movimientos y vestuarios dan una sensación de peligro y agresividad, mientras se abalanzan encima de ellas y hacen pasos que parecen más como rasguños, cuando Kya y Charlotte caen al piso y son arrastradas por Margot.
Pareciera que lo mismo va a pasar lo mismo con Olivia y Ada, pero solo es la primera la que sale de escena. Ahora, solo están en escena Cécile y Ada, cuando la agresora se lanza hacia el tórax de Ada y empieza a girar alrededor de ella, arrancándole trozos de la prenda que llevaba, para el sonrojo de John. Entonces, Cécile toma un trozo del traje y tira de él, solo para revelar un disfraz de colores y patrones mucho más rimbombantes que el insípido traje que llevaba antes, y empieza a moverse con una libertad y agilidad increíble, haciendo saltos, giros, maromas, splits y demás movimientos impresionantes, hasta que parece como un tipo de pelea rítmica, donde Cécile trata de alcanzar a Ada, pero le es imposible, la chica está volando. John sabía muy bien que la muchacha tenía muy buena condición por su profesión, pero la coreografía anterior había sido mucho más lenta y pasiva, esta era indómita e impredecible y con todas las proezas que estaba haciendo, la cantidad de flexibilidad, control corporal, conciencia espacial y fuerza muscular para hacer todo eso, era innegable para cualquiera que la chica era una gimnasta prodigio.
De pronto, todas las Morpho entraron vestidas de la misma manera y saltaban y agitaban sus brazos como imitando el movimiento de volar, y para el espectador normal, parecía como que, en cualquier momento, iban a terminar chocando entre ellas, pero no, la atención a los detalles y la naturaleza quisquillosa de la coreógrafa hacía que todo se moviera con una fluidez perturbadora en medio del caos. El caos se despejó, dejando solo a las hermanas, estas danzaban con las manos entrelazadas, y con sus caras tocando la de la otra, cachete a cachete. El baile se extendía mientras la mayor elevaba y le daba vueltas a la menor por todo su cuerpo; esto le dio algo de gracia a John, viendo a estas hermanas que ambas veces que las había encontrado terminaban peleando, pero en el escenario tenían una química espectacular, como si los problemas nunca hubieran existido. De pronto, el movimiento empezó a disminuir, y las muchachas se precipitaban lentamente hacia el suelo, hasta que estaban completamente desplomadas, con sus cabezas en sentidos contrarios, llegaron el resto de las bailarinas, y todas cargaban una especie de tela con patrones encima de ellas, se tiraron al suelo y quedaron completamente cubiertas, como si fuera una tienta de circo.
La luz se oscureció unos segundos, para volver a prenderse después, y todo parecía ser lo mismo por unos momentos, hasta que se vieron como unos dedos salían del centro, en poco tiempo se pudo ver que era Ada quien ahora tenía a Cécile contorsionándose encima de ella mientras se levantaba y se podía ver como los brazos de los demás hacían para agarrarlas, como una escena en una película de terror. Cuando finalmente Ada estuvo erecta, dio una última pose para la cámara junto con Cécile y la música concluyó, se cierra el telón.
Si la primera vez que John vio danza interpretativa se sintió intrigado pero sorprendido, esta vez estaba efectiva y definitivamente boquiabierto, impresionado como nunca con una coreografía de cualquier cosa, y no solo por el baile, también sabiendo la fuerza, tenacidad y ¿por qué no? Lo arrecha que era Ada, que estaba bailando con su corazón aun cuando todavía sentía mucho sufrimiento y ansiedad, lo que provocó que él, sin darse cuenta, soltara una lágrima. Lastimosamente, no había tiempo para emociones todavía, ya que ya era hora de su cita con la verdad, que ya le había prometido a Ada, estaba encadenado a sus propias palabras y a diferencia de un politiquero, sentía un verdadero deber de dar fe a estas, por más duro que resultara, el único camino que quedaba era hacia adelante.
Con todo el público saliendo del teatro, era algo difícil moverse a través de la multitud, así que esperaron a que se despejara la costa un toque antes de ir al camerino. Pasado esto, entraron al cuarto para felicitar a las muchachas, todas estaban todavía eufóricas por lo bien que les había ido. Dayton propuso irse de fiesta al club para celebrar, hubo cinco manos levantadas, y una ausente.
-¿Y Ada dónde está?
-Se fue al lobby -Le respondió Cécile- Me dijo que fueras ahí para conversar.
-Entiendo (Ya es hora. No puedo fallar en sacar la verdad hoy, sin importar qué).
-Uyyy, con razón Ada te tiene tanta confianza -Compartió Charlotte, con una cara llena de insinuaciones- No sabía que le estabas echando el cuento a nuestra tierna Ada, monsieur Tintín.
-Sí, por eso es que-Repítelo otra vez por favor.
-¡Mon! ¿te la vas a declarar a Ada? ¡¿con esa ropa, estás loco?!
-¡T-tú me pusiste esta ropa!
-¡No sabía que ibas hacer una declaración, bredren!
-¡Eso es porque no voy a hacer ninguna!
-Oh...¡Bueno! Falsa alarma.
-C-claro que sí (Ahora estoy todavía más seguro que Day solo me estaba vistiendo por el chiste) Como sea, debe estar cansada por el baile y...bueno, eso, mejor no la haga esperar. ¡Los veo luego!
Todos conectaron sus conciencias y respondieron "Chao, Romeo".
-Ayy, qué necedad (aunque la verdad, siento que estaría más tranquilo si solo fuera declararme, porque otra vez tengo los cólicos, sumados a un mal presentimiento).
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