Capítulo 12. "Hi score girl"
Empieza una nueva semana, y con ella, nuevos retos en el haber de nuestro protagonista, que venía bastante tranquilo esa mañana durante el bus, algo que, por más mundano y común que sea para nosotros, para John venir así no es la norma sino la excepción, esto como resultado de su naturaleza neurótica y los desafortunados sucesos que lo suelen perseguir. Sin embargo, hoy el sol le había sonreído, pero de manera figurativa, ya que estaba nublado y con una leve llovizna, lo suficiente para que sea relajante el sonido de las gotas, pero tampoco tanto volumen de agua para llegar empapado al instituto. Además, Mike volvió a reparar la ducha, entonces pudo tener un baño caliente hoy, aunque ya John se puso a hacer apuestas en su mente de cuánto iba a durar así.
Durante su viaje al instituto, estuvo hablando con Dayton acerca de cómo Madda y su "roomate" le tendieron una trampa para no pagarle su servicio express, aunque decidió guardarse la parte del "pago en especia", no solo por lo denigrante que suena, sino también porque no quiere que sus amigos empiezan a pensar que los fideos se han vuelto un gusto prohibido de él, hecho que ni siquiera él quería admitirse a sí mismo. Dayton, con su típica visión positiva de todo, le respondió: "Jaja, pero eso fue una cosa buena, mon, porque la moto apenas tenía gasolina para los viajes. Si hubiera tenido que hacer ese viaje, al rato me hubiera quedado varado antes de llegar a otra entrega".
John, naturalmente, pensó en algo más fatídico, como que se hubiera varado en plena autopista y lo hubieran arrollado, pero lo considero demasiado extremo como para compartirlo. En nada llegaron al instituto y justo en la entrada, estaba Anastasia, pero no tan sombría como se suele ver, aunque no tanto por un cambio en apariencia, para cualquier observador, era Anastasia en carne y hueso, no obstante, tenía una aurora radiante hoy, y tatareaba como una niña de escuela.
-...¡Oh! ¡Saludos, camaradas!
-Hola, Anastasia. Te ves bastante feliz hoy, por raro que eso parezca (Y no vi que en las noticias dijeran que se reestructuró la Unión Soviética, entonces no sé qué será).
-Yeah, gyal, no te ves como la dawta del Aro hoy.
-Eso fue algo cruel, Day (y extrañamente acertado).
-Ah, hoy me siento bastante renovada, como si hubiera salido de un baño caliente después de una revolución exitosa. Casi hasta siento que podría volar.
-Ok, pero no vayas a intentar agarrar vuelo desde el tercer pisooooaaaAAAAYYY (otra vez me pellizcó, pero estaba vez, fue más suave. No sé si fue por su ánimo de hoy, o que los pellizcos anteriores ya han suavizado mi carne y ya no siento nada).
-Lo siento, John, pero hoy estoy de muy buen humor, así que no necesito de tus sarcasmos.
-Sí, ya lo noté, el mensaje fue bastante sutil ¡Ouch! ¡Ok, no más sarcasmos! (Me los quedaré en la mente). De todos modos ¿qué te tiene tan feliz?
-¡Hoy va a suceder algo maravilloso! ...Que quisiera conservar en privado.
-¿Huh? ¿por qué?
-¡Porque se burlarían de mí, como siempre!
-Vamos, gyal, dinos. Si no sabemos qué es, ¿cómo nos vamos a reír?
-Exacto, si quieres, prometemos no reírnos (mucho) -Pensó John, con los dedos cruzados en su espalda
-¡Nyet! De alguna forma, sé que me van a arruinar el humor, así que no. Mañana les cuento y estarán a libertad de reírse. Por ahora, sólo me dedicaré a ignorarlos.
-Que aguafiestas (es una lástima, una risilla en la mañana siempre cae bien).
-¿Qué será lo que la tendrá tan así y por qué no quera decirnos?
-Ni idea, amigo. Tal vez ordenó algo por internet y le llega hoy, como algún libro o algo así.
-Sabes, bredren, la verdad es que ella me recuerda a cuando quedas para tener una cita con alguien especial. Ya sabes, mariposas en el estómago y todo se ve de arcoíris.
-¡P-por supuesto! (¡Que no, porque nunca he tenido una cita! ...Aunque, ¿tal vez mi encuentro con Ada cuente como una? Bah, seguro que no) Si te soy honesto, Anastasia teniendo una cita estaba bastante al fondo de las cosas posibles que había imaginado (Justo debajo de Anastasia volviéndose una mujer lobo con la luna llena de hoy y la reconciliación entre las clases sociales).
-No sé, mon, todos pueden y tienen derecho a encontrar love, inclusive alguien tan crazy como ella.
-Supongo que sí...(Debería ser alguien super super SUPER buen entendedor, y también con un poco de loco para no desentonar tanto) Hmm, ¿Y qué hay sobre ti, Day? ¿Cuál es tu tipo de chica? Nunca hemos conversado sobre tus antiguas novias en Jamaica. Tal vez te gusten las muchachas como Anastasia.
-¿Cómo yo?
-(Hasta ahí llego eso sobre "ignorarnos", al parecer)
-¿Como ella? Tuve una novia bastante crazy, pero no era una comunista, mon. Me gustaba mucho.
Un sonrojo se coló en las mejillas de la militante, además de un movimiento bastante indiscreto de hacer la mirada al lado
-Ya veo (Pobre Ana, siendo tan pálida, se nota demasiado cuando se sonroja, hasta se parece a Heidi) ¡Cuéntanos más, Day!
-Sorry, mon, dejaré esas historias para otra ocasión, cuando vayamos a la manoir.
-Lástima. Bueno, lo dejaremos para entonces.
-Y ahí también tú me cuentas sobre tus novias de Estados, mon.
-Je, por supuesto...(Voy a buscar alguna anécdota en un foro de internet y hacerla pasar como mía) Bueno, todavía falta un poco para que la clase empiece pero creo que sería bueno ir hacer-¡Ahhhh! (¡Alguien me pasó empujando a lo salvaje!)
-¡Hey! ¡Fíjate por dónde caminas, cerd-¡ ¡Mmm, mmmm!
-¡Gyal, no le puedes decir cerda francesa a ella en frente de todos! -Dijo Dayton en voz baja, mientras callaba a Anastasia con la mano. Cuando vio a la francesa alejarse, le quitó la mano de encima.
-¡Haaahhh! ¡¿Pero era necesario ponerme la mano en la boca?!
-Sorry, dawta. Fue lo único que se me ocurrió en el momento.
-Gracias por responder por mí, Anastasia. No quisiera tener más problemas con Agnes ahora.
-Pero ¿por qué? La dejaste como una imbécil la última vez que discutieron, seguro puedes hacerlo de nuevo.
-Ehhh...Ciertamente podría hacerlo de nuevo (¿Tal vez? Si soy sincero conmigo mismo, esa vez tuve bastante suerte de que mis instintos estaban en lo correcto y el guante sí era de ella. De no haber sido así, hubiera terminado haciendo el ridículo dos veces seguidas con solo un día por aparte) pero no creo que debería hacerme un enemigo tan público de la francesilla. Ella aquí es una celebridad, entonces eso puede provocarnos líos con otras personas, no solo ella.
-Como tú quieras. Sí fuera yo, no me importaría antagonizarla cada vez que tuviera la oportunidad.
-Seguro que sí, Anastasia.
-Por cierto ¡no me llames tanto con mi nombre completo! ¡me da repelús!
-¿Qué tal Ana?
-Eso está mejor, así economizas en sílabas y saliva.
-S-supongo que sí (Ana y Ada, dos nombres que se dicen igual al derecho y al revés ¡qué curioso!)
-Pero, volviendo a lo que pasó ¡Que faasti es esa gyal! ¡ni siquiera se disculpó o nos volvió la mirada!
-Ha sido así desde la última vez que hablamos, ni siquiera un bonyú (si tuviera que apostar, estoy seguro de que, si fuera a abrir la boca en frente mío, diría cosas "impropias de una dama de su reputación" o alguna tontera así) Pero, la verdad es que me vale un bledo. Vayamos a la clase.
La clase de la mañana de ese día era otra vez con el profesor Gianluigi, pero en vez de su habitual look de fotografía, hoy parecía como un total enfermo. Sus ojos estaban algo irritados, su nariz igual y tenía una mascarilla. Hasta se veía menos bronceado que lo normal, lo que es bastante increíble en sí mismo. Tan abrupto el choque de esto con su apariencia habitual, que fue inevitable que todos los estudiantes lo miraran de una manera fija y atónita, como si fuera un fenómeno de circo, pero el profesor era rápido para notar cuando los ojos de los demás estaban encima de él, como siempre, así que se dirigió hace la clase.
-Buenos días, jóvenes...aahh...¡achuuuu! Como pueden ver, hoy ando un poco resfriado. Pero no se preocupen, sí estoy en...¡Achuuu! Ahh, sí estoy en condiciones de dar la clase, y con la mascarilla que tengo, no les voy a pasar los gérmenes ni a ustedes ni a la comida, aunque hoy, realmente no vamos a degustar nada, como de costumbre.
-Monsieur, si me permite preguntarle, ¿por qué no decidió sacar una solicitud de incapacidad para hoy? -Dijo Agnes.
-Bueno, la verdad es que vamos un poco atrás con la materia, así que quería aprovechar el día de hoy.
-Entiendo, monsieur.
-(Esa fue una buena pregunta, la verdad. Más curioso aún es que el profesor Gianluigi ya se ha tomado el día libre varias veces por lo mismo...¿Se le habrán acabado las incapacidades por tomar tantas?).
-En todo caso, hoy traje bastantes implementos para practicar en clase ¡pero no intenten probarlos! Todo lo que vayamos a hacer hoy probablemente va a saber horrible, lo bueno es que el sabor no es lo que buscamos en esta lección. Cuando ya hayan aprendido los fundamentos, entonces ya se les va a exigir que sus platillos sepan tan bien como se ven.
-Que sepan tan bien como se ven...(En el caso de las marcas populares de comida rápida, pareciera que la gente de Marketing hace un muy buen trabajo, tanto que la comida de verdad se queda bastante atrás, más cuando no era buena comida para empezar)...Oigan, ¿y Harry dónde está?
-Ahhh...oye, si es cierto, Harry no ha llegado, mon.
-Le habrá agarrado tarde seguro -Comentó la rusa.
-No creo, él tiene su propia motocicleta, y es demasiado puntual. ¿No les dijo algo sobre que no iba a venir hoy?
-A mí no.
-Tampoco a mí, mon. ¿No te habrá mandado un mensaje?
-No me ha llegado nada. (Esto es bastante extraño la verdad, más con Harry, que ciertamente no es el tipo que salta clases como si nada. Después le envió un mensaje para preguntarle).
-Bueno, si recuerdan nuestra clase pasada, discutimos que los fundamentos para la buena presentación de un plato son: La composición, el balance de los elementos, las formas y las texturas. Usar de todos estos conceptos es necesario para darle personalidad al plato, porque la gente no viene a nuestros restaurantes sólo a comer, sino a tener una rica experiencia gastronómica.
-(Qué curioso que no todo el atractivo de ir a un restaurante de alto nivel no es sólo lo que te van a servir, sino todo el restaurante y la sensación de estar comiendo en un lugar fino. Eso ayudaría mucha a la soda devuelta en casa, así, la gente estaría más motivada en venir que por solo las hamburguesas...Ahora bien, ¿qué otra experiencia podríamos ofrecer? eso es un problema que todavía no he resuelto. A Valerie se le da bien esas cosas, tal vez se lo ocurra algo y tal vez, no cueste una fortuna).
El profesor empezó a explicar en detalle las formas habituales de ordenar la comida en un plato, siendo estos el estilo clásico, el moderno y el lineal, además de explicar otros factores que influyen esta decisión, como el color del plato, su material y su forma, comparándolos casi con lienzos en blanco. Cuando terminó, Dayton decidió dar su aporte.
-Yo la verdad, solo pongo la comida a donde caiga, teach, jeje.
-Igual (Más que la mayoría de mis comidas no necesitaban de un plato para comerse).
-A mí siempre me gusta poner muchas formas en lo que cocino -Compartió Anastasia- En mi casa, tenía un montón de moldes para poner bastantes formas en el plato.
-Eso suena bastante cool (...Pero suena como si el resultado final pareciera el proyecto de arte escolar).
El señor Gianluigi prosiguió con sus explicaciones.
-Igual de importante son las herramientas que usamos. Al igual que para cuando cocinamos, tener instrumentos de calidad nos ayuda a producir mejores resultados. Primero, tenemos la cuchara, que con ella podemos colocar nuestro platillo de manera sencilla, pero también tiene otra aplicación. Utilizando el reverso de la cuchara así, podemos esparcir salsas o pures como si fuera un pincel, que lo da un toque sofisticado al plato. Para eso, recomiendo cucharas grandes. Otro uso es, si están colocando su salsa, pueden echar la mayoría en la comida, pero dejar un poco en la cuchara y poner pequeñas gotas alrededor. La siguiente es la espátula pequeña, igual que la cuchara, esta esparce nuestros ingredientes, pero de forma más uniforme. ¿A poco no está lindo?
-Oye, mon, el plato del profe...¿No se parece un poco a la pintura que nos enseñó Ada?
-Ehh...tal vez un poco, pero con muchos menos colores (Y que la pintura parecía garabatos sin sentido, pero en realidad no lo eran; en el caso del plato, seguro que sí).
Después, el profesor explicó el uso de otras herramientas para organizar un plato, como botellas dispensadoras, anillos apiladores y pinzas, dando ejemplos de sus usos habituales.
-Bueno, con esto, ya están listos para empezar la práctica de hoy. Tomaran uno de estos platos y lo decoraran a su antojo. Las únicas reglas es que utilicen todos los instrumentos y técnicas que hemos visto hoy. Después de eso, tienen la rienda suelta para hacer lo que quieran.
-Uyyyy, conque rienda suelta ¿huh? -Se dijo Anastasia a sí misma.
-¡NO HAGAS EL MAZO Y LA OZ!
-¿Dijiste algo, John?
-¡N-nada, profesor! (excelente idea la de gritarle a la persona a la par tuya, John)
-¿Por qué levantas la voz? ¡estamos a la par!
-P-perdón, fue el instinto (no me mortifiques más, por favor...)
-I'm itching to go, mon! Me gustaba mucho la pintura en primaria.
-¿En serio, Day? (A uno le gusta la danza, a otro, la pintura. ¿serán los Shiptons muy adeptos al arte o seré yo el inculto?).
-Nunca fui bueno, pero siempre me gustaba poner colores a lo loco, bredren.
-Pfft, estoy segura de que si tomaras uno de esos dibujos y le dijeras a un esnobista burgués del arte que fue presentado en una exhibición en Praga, te lo quitaría de los manos. Dinero fácil -Remarcó la comunista sardónicamente.
-¡¿En serio, mon?!
-Ehh, n-no creo que sea tan fácil, Dayton (El sarcasmo es el punto ciego del pobre...Pero sí concuerdo que con algunas de las cosas que muestran de las exhibiciones en la televisión, me parece increíble que paguen tanto por algunas obras, más cuando en la soda nos partimos el lomo y apenas ganamos. Qué duro es ser cocinero...)
La práctica era difícil de comprender para algunos, principalmente porque la presentación de un platillo está en el medio de hacer una pintura y tener una comida que sepa bien. Aunque hoy no se tienen que preocupar por lo comestible que sea su obra, en el futuro, sí, y no se puede hacer un bodegón en un plato o una caricatura, porque la obra debe verse sofisticada, pero debe seguir viéndose como comida. Anastasia y Dayton tenían ideas bastante claras sobre lo que querían hacer con su plato, pero John estaba a punto de sufrir su primer bloqueo de artista.
-(¡Por el amor a Buda, llevo mirando este plato por cinco minutos! ¡¿Qué hago?! El profe dijo que hiciéramos lo que quisiéramos, pero no sé qué es lo que estoy haciendo. ¿Qué estoy presentando? ¿es una entrada? ¿o será un plato fuerte? ¿Es una carne o son vegetales? ¡¿muchos de estos ingredientes ya caducaron?! ¡AAAHHHHH!).
-John, ¿tienes problemas para hacer el plato? -Le preguntó el profesor Gianluigi, con un rostro gentil.
-(Sí) Ehh ¡n-no, profesor! Solo estoy (¡AAAAHHHH!) ...organizando mis ideas.
-Bueno, te cuento un truco: Cuando no sé cómo diseñar un plato, solo añado algo al azar sin pensarlo mucho y luego, sigo añadiendo hasta que se vea algo que me guste.
-Ya veo, podría intentar eso (si cierro los ojos, hasta podría negar responsabilidad si termina siendo una aberración) ¡Gracias, profesor!
Y de manera tímida, nuestro héroe salto de cabeza hacia la acción, para crear su primera gran obra de arte. Empezó con una pequeña raya de una salsa roja al borde del plato. Con un poco de color, John se detuvo de nuevo para apreciar su obra.
-(Eso es...¿todo? Ahora tengo que pensar en algo para complementar esto, pero la verdad no puedo imaginar cómo hacer...eh, esto, algo remotamente bello. Tal vez una raya de esta salsa marrón, y ahora. ¡Ahora es! ...un plato con dos rayas. ¡Arghhh! ¡esto es muy duro! Ehhh, puntos verdes por aquí, a la gente le gustan los puntos, ¿verdad? Hasta existe el puntillismo, creo. ¡Podría hacer un plato solo de puntos y decir que es parte de ese estilo! ...¿Pero cómo hago que algo así sepa bien? Ok, mejor no sólo puntos, tal vez pongamos unos vegetales aquí, cortémoslos un poco, para que se vean mejor, y pongamos esto que...Bueno, parece como carne extremadamente seca. Pero todavía lo siento algo simple, Tal vez pongamos algo aquí y esto aquí...)
Y como un explorador que había caído en una zanja de arena movediza, John solo se seguía hundiendo en esta explosión de creatividad que ni él mismo se había todavía percatado, porque ni él conocía sus propios límites en lo que respectaba al arte.
-Bueno, jóvenes, se acabó el tiempo. Voy a revisar sus obras. Empecemos con usted, mademoiselle Brienne.
-Bien sûr, monsieur Alighieri.
-Hmm, me gusta tu estilo, Agnes. Muy sofisticado y abstracto, además de un buen uso de la asimetría. Ciertamente algo que publicaría en mi Instagram.
-Merci.
-Cof, insoportable, cof -"Tosió" Anastasia.
-¿Hmm? ¿dijiste algo? -Preguntó John.
-Fue solo tos.
-(Eso trae un nuevo significado a una tos agresiva).
-Ok, señorita Yamada, permítame ver su creación.
-Esta es.
-Wow, un estilo bastante minimalista, y centrado, con un uso magistral del espacio negativo, como un cuadro Zen. También me encanto el uso de círculos como el tema principal. Un trabajo muy profesional.
-Gracias.
A la par, Agnes rodó sus ojos con un poco de celos del éxito de su rival.
-Sigamos. Señorita petrov...el suyo está muy curioso. Parece una X entre unas órbitas...creo. El diseño está bien, pero es algo complejo para comerse de manera cómoda. Manténgalo un poco más simple para la próxima.
-Claro, profesor, lo tendré en cuenta...
-Hmm (¿Qué clase de símbolo es ese? No recuerdo muy bien mis clases sobre la guerra fría, pero no recuerdo que ninguno de los bandos usara eso como signo).
-Continuemos. Señor Shipton, me gusta el uso de colores de su trabajo, bastante cálidos y resaltan entre ellos, pero el plato en sí le falta coherencia en su construcción. Considere eso de ahora en adelante.
-Claro, teach. La verdad es quería que se viera como el gumbo de madda, jajaja.
-No creo que hacer que una comida sólida se parezca a una crema sea una buena idea (¿Y cómo lo harías? ¿licuarías la comida? Eso solo haría que se viera como...mejor detengo este tren de pensamiento ¡Ay, no! ¡LO ESTOY IMAGINANDO! ¡AAARRRGHH!).
-Señor Ramírez, ¿Se siente bien? Se puso un poco verde de repente.
-¡N-no, no es nada, profe! No se preocupe (Bueno, espero que mi desastre al menos le guste. Solo seguí añadiendo cosas como en un trance y de un pronto a otro, ya había terminado).
-Bueno, señor Ramírez, el suyo es...¡Bastante original! Es un estilo maximalista, lo que casi no se ve. Hasta da un poco de nostalgia, me recuerda a la comida casera.
-(No sé qué significa eso pero parece que le gusto. ¡Victoria!) Gracias, profesor.
-¡Ah! ¡Y adore el leitmotiv de las mariposas! Le da bastante personalidad.
-Ahh, gracias...(Podría pretender que sé lo que me dijo y decir que lo hice a propósito. Después de todo, soy un impostor...pero) ¿Light motive, profesor?
-Ya sabes, estos pequeños patrones de mariposa que están por todo tu plato. Mira, aquí, aquí, y aquí también.
-Si le soy sincero, profesor Gianluigi -Respondió el muchacho, bajando la voz para la siguiente parte- No me di cuenta de que estaba haciendo esto.
-Hmmm, entonces, eso solo significa que tienes un músculo estético que no habías entrenado hasta ahora, señor Ramírez. Sigue entrenándolo y lo podrá usar más a voluntad. Mira que hasta, si ves tu plato desde ciertos ángulos, parece que hay una mariposa más grande sobre el plato.
-A ver...¡! (¡Tiene razón! Parece que mi subconsciente si es más aficionado el al arte, hasta hizo un truco parecido al de la pintura de Pablo sin querer. Pero lo raro, es que sólo puse cosas que parecían mariposas...huh).
-En cuanto a problemas, estos son demasiados ingredientes, sería un infierno hacer que esto tuviera un sabor coherente, pero no imposible. Tal vez solo bajarle un poco, y utilizar menos colores. Pero buen trabajo, Ramírez.
-¡Tómale foto y ve a subastarlo ya, camarada John!
-¡Y regálame los gains, bredren!
-Jajaja, claro (...pero la verdad es que sí se ve lindo, le voy a tomar una foto).
Terminando la clase, había un pequeño receso y luego, la clase de Historia, pero realmente no hubo nada que resaltar el día de hoy. Todo fue igual de monótono que siempre, con Agnes regurgitando todos sus conocimientos al resto de la clase, y John, tratando de no caer dormido con las explicaciones de la señora Richter. Una vez superado este calvario, la justa recompensa del almuerzo esperaba a nuestro héroe, o eso sería bajo circunstancias usuales, pero hoy tendría que realizar una bifurcación antes de poder sentarse a comer.
-Deberías ir a echarte un poco de agua en la cara o algo, John. Todavía me sorprende como la profe no notó tu rostro de Marc Antony en media clase.
Ayy...Te juro que intento mantener el ánimo, pero, es que no puedo con la voz de la señora Richter (Y también, fue un poco cruel decirme cara de fallecido, Ana...)
-Pues ¿Qué esperabas? Rara vez hay segmentos prácticos en Historia. Es básicamente pura teoría.
-¡Lo sé! Pero, la verdad es que, historia me parece un poco...no tan necesaria (Totalmente inútil. ¿por qué debo saber este montón de cosas que nunca voy a usar más que para una trivia? ¡No es como que un cliente entre a la cocina y de la nada me pregunte "¿Qué productos alimenticios se producían en las cercanías del río Yang Tse Kiang?" y si hicieran eso, ¡los mandaría a patadas al Smithsoniano para que pregunten allí! ...Lástima que no pueda decir esto aquí).
-¡No seas tan inculto, John! ¡La historia es infinitamente importante para todas las profesiones! Entender acerca de cómo se hacían las cosas en el pasado es vital para imaginar cómo se harán en el futuro, ¡Un pueblo que olvida su historia está destinado a cometer los errores del pasado!
-Seguro que sí, aunque no sé cómo saber las especias que se usaban en la Francia clásica me va a ayudar a que no se me pase de cocción un estofado de cordero ¡OUUUCHH! (Debo medir con quién comparto mis opiniones, para no salir lastimado después de darlas...ouch) Al menos vos tenés la suerte de que sí te gusta la historia, así, siempre pones atención en clase (da un poco de envidia).
-No creas que es que a la gente le gusta aprender del pasado, así como así. Siempre hay un tema que es el que llama más la atención, para mí, fueron las grandes revoluciones de la historia. Cuando encuentres una parte de la historia que realmente te guste, ahí desarrollarás la pasión.
-Hmm, ¿quién sabe? (¿realmente puedo encontrar la inspiración a estas alturas de la vida?) ¿Y Dayton? ¿no venía detrás de nosotros?
-Tienes razón, ¿Dónde se habrá metido Day?
-¡Oh! Tú también lo llamas así.
-¿Llamarlo cómo?
-Ya sabes, Day.
-¡¿L-lo llamé así?! ¡qué falta de todo la mía! ¡no es bueno llamar a un camarada de una manera sin antes preguntarle! ¡puede que hasta que se ofenda! ¡No sé en qué demonios estaba-!
-¡Ana, ya párale!
-¿Huh?
-A Dayton le gusta que lo llamen así, porque así le decían todos en Jamaica. No armes tanto alboroto.
-Oh...P-pero, no creo que debo ser tan confianzuda. Apenas llevamos como unos cuantos meses conociéndonos, y no quisiera crear un malentendido...
-(Ya veo, en una forma diferente a la mía, tampoco es de muchos amigos, pero aunque haga estos discursos y desee enfrentarse contra todos en el mundo, parece que le da repelús pelearse con la gente cercana a ella) No pienses tanto en eso, yo sólo conozco a Dayton una semana más que tú, y ya él me ve como un amigo, de seguro es igual contigo. O sea, nadie pasaría tanto tiempo con alguien que no le agradara (creo) así que...(Argh, no sé por qué hago esto pero...)
John tomó un respiro largo y profundo, y con su meñique y pulgar extendidos, el resto de sus dedos cerrados y con la nominada favorita para ganar "risa más incómoda del año" pegada en su cara, exclamó:
-¡Aliviánate, chica! (Mátenme)
-...Pfffffftttttt, ¡JAJAJAJA! ¡Nunca había visto un Shaka tan malo en mi vida! ¡JAJAJA!
-(Hubieras visto el de Harry) Jajaja, ¡n-no sabía que se llamaba así, yo sólo le llamaba el ademán de los surfistas!
Después de limpiarse los ojos por tanta risa que le agarró, dijo con la mirada baja
- ...Oye, gracias por decirme eso, de verdad.
-No fue nada.
-Y, aunque a veces te golpeo más de la cuenta, yo también te veo como un camarada, sólo para que sepas.
-(Aunque preferiría un poco menos de violencia, es algo que puedo aceptar. Las cosas tan curiosas que solo pueden pasar en la amistad) Claro, no te preocupes, de poco a poco, me voy acostumbrando.
-Entonces...¿TE GOLPEO MÁS FUERTE?
-¡NO, POR FAVOR!
-¡Jajajaja! ¡estoy jugando contigo!
-Más vale (Porque el sufrimiento sólo es divertido cuando le pasa a alguien más...espera, eso no salió bien).
-Wow, boys, ¿de qué me perdí?
-¡Dayton! ¿dónde estabas?
-Me volví a quedar dormido en Historia, mon, y la profesora Richter me terminó despertando. Este sueño matutino me hace demasiado bien, no te voy a mentir.
-Bueno, John ¿prefieres el camino de...Day o prefieres realmente poner atención y aprender la historia de la cocina?
-Ahhh...(Muy difícil decirle que el camino de Day me tienta mucho más).
-Mu...mu...¡ACHÚUUU! ¡muchachos!
-Bah gwaan, teach!
-¿Podemos ayudarlo en algo, señor Gianluigi?
-Muchachos, la verdad es que, mmm, mi alergia está horrible, peor que hoy en la mañana.
-Suena terrible, profesor (pero agradecería que retrocediera un metro o dos, para que no me lo pase).
-Entonces, ¿podría alguno de ustedes hacerme un pequeño recado y traerme este medicamento de la farmacia?
-John ¡vos ya has hecho de repartidor, mon! ¡Tú puedes hacerlo!
-¿C-cómo así? ¡Tú también eres repartidor, Dayton!
-Pero sólo en mi moto, bredren. Tú, aquel día, lo hiciste a pie.
-Que conveniente...(Más, cuando me engañaron para que lo hiciera).
-Yo lo haría, pero siento un poco baja la azúcar, y realmente no desayuné muy bien hoy -Respondió la joven.
-(Adivina a quién lo tocó, amigo) Ok. ¿A cuánto está la farmacia de aquí, profesor?
-A...¡ACHÚUUU! Mmm, a unos ochocientos metros a la izquierda de la salida. Toma aquí el dinero y procura llegar tan rápido como puedas. Mi oficina está en el tercer piso.
-Claro. Y Day ¡me debes una!
-Jajaja, claro, mon. La próxima vez, te invito a un postre en el galleon.
-Do svidaniya, John -Dijo Anastasia, con una sonrisa sincera.
-¿Huh? (¿qué me habrá querido decir? No conozco ningún insulto en ruso...)
Y con esa despedida, nuestro protagonista salió a realizar la mundana tarea que le habían encomendado. Pasó por el portón, sacando el pequeño papel que la había dado el señor Alighieri para mostrárselo al guardia del portón. El guardia a penas sí lo miro, con su ya típico desdén, y preguntó que para qué necesitaba ver eso porque John mostró el papel primero antes de pedir el permiso de salir. Sin afán de conversación, el guardia rápido abrió un poco el portón un poco, solo lo suficiente para que el flacucho John pudiera pasar. Agarró un trote acelerado, porque no quería perder mucho tiempo, era su hora del almuerzo. Se limitó únicamente a las formalidades con el cajero, pagó el medicamento, y se devolvió, solo para ser recibido de la misma apática manera en la puerta. Todo el viaje terminó durando más de lo que se imaginó, y sus pulmones fueron los que más padecieron esta duración extra.
-(Que bueno que el señor Gianluigi no es profesor de geografía porque esa farmacia JAMÁS podía haber estado a solo ochocientos metros. Mi condición física no es la mejor pero tampoco estoy tan mal.) Y ahora...a subir al tercer piso -Se decía a sí mismo, mientras trataba de recuperar el aire.
Subió por el ascensor, y como no venía nadie más, aprovechó para jadear como un perro sin restricción alguna. Cuando se abrieron las puertas, pude ver algo que le volvió a quitar el aire.
-¿Huh?...¡Ah! (¡Es Agnes saliendo de uno de los cuartos! ¿Qué hace ella aquí?) E-ehh...
Agnes no dijo nada.
-...(Solo me miro con rencor y se fue...fiu. Aunque me da un poquito de miedo pensar que me vaya a decir cuando vuelva a hablarme. Nada bonito, seguro) Bueno, a lo que veníamos. ¿Cuál será la oficina del profesor? ...Ajá, aquí está su nombre...justo en la habitación donde salió Agnes.
Con una cadena de tres toques a la puerta, el profesor Gianluigi lo dejó pasar.
-¡Oh! ¡qué bueno que llegaste, señor Ramírez! Ya tenía la cara roja de tanto estornudar. Grazie!
-De nada, profesor Gianluigi.
-El código del instituto dice que no podemos darle dinero a los estudiantes, pero creo que un punto en la nota servirá como recompensa...Bueno, eso tampoco lo permite las reglas, pero es más difícil de que lo descubran.
-S-supongo que sí (Otra excusa de un adulto para no pagarme mi trabajo...qué duro) Bueno, me voy a...wow, ¡hay muchas fotos en su oficina, profesor!
-¡Por supuesto! Muchas son de mis múltiples pasarelas, muchas de ellas, en ropa que yo diseñe. Es el trabajo de toda una vida.
-¡Increíble! (pero...¿trabajo de toda una vida? El profesor no se ve muy viejo que digamos. Tal vez unos...¿treinta y algos? Estoy seguro de que yo no me veré tan bien a esa edad) Es muy raro que trabaje tanto en la cocina como en la moda. Nunca las pensé como carreras que se relacionaban tanto.
-Yo tampoco.
-Me imagino que no...¿Cómo otra vez?
-Yo tampoco me imagine este rumbo. Mi madre era costurera, así que de pequeño yo aprendí a confeccionar, pero mi pasión por la cocina la encontré durante el colegio. Así que ahora, vivo con mi pasión en un lado, y la herencia de mi familia en el otro.
-Entiendo (vivir con la pasión en un lado y mi herencia en el otro...quisiera que fuera tan fácil para mí. Hmm, aquí hay una foto del profe...¡!) ¿M-modelando con una falda?
-¿Nunca habías visto un hombre con una?
-Eh. S-s-sí ¡p-pero no imagine que otros hombres también lo hacían!
-Entonces, ¿vos también usas falda?
-¡Nononono! o sea, sí, p-pero ¡no es mía!
-¿La tomaste de alguien más?
-Técnicamente sí, pero nunca se lo dije a esas personas.
-¿Se las robaste, entonces?
-¡N-no! ¡no me refería a eso! ¡eran objetos perdidos!
-¿Por qué tomaste una falda de ahí?
-Porque...(no puedes mencionar La manoir, ¿recuerdas?) Es una larga historia.
-Jajaja, ya veo. ¿Entonces? ¿cómo te pareció?
-Ehhhh, la verdad, no se veía mal, y era cómoda.
-Claro. Bueno, en el instituto, el uniforme solo incluye pantalones para ambos sexos, pero eso es para fines prácticos. En general, yo siempre he visto extraño que las mujeres puedan también usar pantalones, pero los hombres no puedan usar faldas.
-Nunca lo había pensado así, pero si}í es algo extraño (y si las películas sobre la biblia son exactas, los hombres en el pasado también usaban faldas. ¿por qué habremos dejado de usarlas?).
-Pero eso será tema para otro día. Tal vez pueda hacer algo parecido para el uniforme del próximo año...
-¿El uniforme? ¿usted lo diseña?
-Claro, bueno, al menos a partir del segundo año. El director Le Brun prefiere conservar el estilo clásico para los primeros años.
-Ya veo. Por eso los uniformes de los seniors son diferentes.
-Exacto -Dijo él, seguido de un susurro- Y en mi opinión, mucho mejores.
-Me lo imagino (muy duro que un chef le gane a un modista en cuanto a vestuario) Bueno, no le quito más tiempo, profesor.
-Ni yo a ti, Señor Ramírez. De nuevo, gracias por el mandado.
-No fue nada. ¡Hasta luego, profesor! ...(No lo hagas, no te incumbe en absolutamente nada) Antes de irme (¡Ay, qué necio!) acerca de Agnes-.
-Oh, le pedí que viniera, para darle los materiales del día y que ella se los fuera entregar a Harry.
-¡¿A H-harry?! (ni siquiera tuve tiempo de plantearle la pregunta)
-Si, el pobre también enfermó hoy al parecer, así que tomó el día libre...qué dichoso.
-Hmm, gracias, profesor Gianluigi (Aunque a veces no lo parezca, realmente hay un vínculo fuerte entre esos dos. Pero lo que aun no entiendo es ¿cómo se hicieron amigos en primer lugar? Agnes parece ser el tipo de persona que él dijo que no toleraba, ¿cuál era el nombre? Mmm...esnobistas, creo. Pero sí, me parece muy raro que sean amigos...a menos que su relación sea completamente distinta. ¿Serán primos? ¿novios? ¿vecinos? Tengo muchas dudas).
John volvió a salir aturdido con las mil y una dudas que se le ocurrían, todas llevaban a ningún lado, no tenía los medios para descifrar su relación. De todos modos, no le acosó el pensamiento por mucho tiempo, porque algo mucho más tangible e inesperado captó su atención al estar en el tercer piso. Había otro espacio de comedor ahí mismo también, y era la primera vez que lo había visto. Por la naturaleza de su grado, no tenía una verdadera razón para estar yendo más allá del primer piso, y no había algo que realmente le provocara curiosidad de los pisos superiores. De una forma extrañamente racional para él, simplemente tomó el camino lógico que la mayoría tomarían y asumió que sólo había más aulas, nada meritorio de poner en un panfleto turístico, y la verdad, tampoco un comedor lo era; un poco atípico, por supuesto pero muy difícil justificar que sea realmente la falla en la matriz.
Sin embargo, en este caso, había algo que captó su atención como si se tratara del avistamiento del chupacabras; La señorita Aiko estaba ahí, almorzando en una de las mesas, solo con la compañía de su guardaespaldas, como era de esperarse, pero este se encontraba alejado de su señora, entonces no parecía que estuvieran conversando. Si a John algo verdaderamente le causa curiosidad, es meterse en los asuntos de los demás sin ninguna clase de aviso, por más que esto lo metiera en situaciones embarazosas. Pero esta vez trató de justificar sus propias tendencias de manera mental.
-(Es curioso, pero siempre me pregunte donde realmente estaba Aiko durante el almuerzo. Durante los primeros días, sí la veía pasar, pero después de un tiempo, parecía como que se esfumaba durante el medio día, o se iba a comer fuera del instituto...o que simplemente no comía, pero eso sólo fue una idea tonta que tuve en el momento. Y también es raro que coma sola, no creo que sea algo parecido a lo que me pasó, que mi almuerzo me podía poner en vergüenza con los demás, porque conmigo era la excepción, pero parece que Aiko siempre come aquí. Tal vez simplemente quiere estar sola y no debería molestarla...pero, si no le preguntamos, no sabremos) Ehhh...
-¡!
-¡Ah! (ya se dio cuenta que estoy aquí, no hay marcha atrás) Oh, ¡Hola, señorita Yamada!
-Hola.
-(Directa al punto, tanto que parece desinteresada) ¡Qué curioso que la encontré aquí! Estaba haciendo un pequeño recado para el profesor Gianluigi, por eso vine al tercer piso. Hasta ahora descubro que aquí había lugares para venir a comer. Supongo que está más dedicado para los profesores.
-Sí.
-Sí...(Un poco más de ayuda para continuar la conversación no vendría mal...Pero si no quiere conversar, sería molesto seguir tratando de crear conversación. Parte de ser amable es aceptar que a veces hay silencio entre las personas...pero Aiko nunca parece querer conversar y es algo difícil decir si es porque no quiere o no se le da. Tal vez una pregunta para romper el hielo sirva) Y...¿cómo encontraste este lugar?
-Philippe-sensei me llamó aquí antes ya.
-(¡Seis palabras! ¡eso es un record! Sigamos con las pequeñas preguntas. Ahora, preguntemos por qué come aquí) Bueno, y entonces-.
-Es un lugar lindo. Hay silencio.
-Oh, y-ya veo (Veo que ha aprendido bien de Takashi o yo sigo siendo tan fácil de leer como Paco y Lola).
-Ah...perdón por interrumpir.
-No te preocupes, de todos modos, te iba a preguntar sobre eso. Te gusta comer con silencio y aquí es mucho menos ruidoso que allá abajo.
-Ajá.
-Y por eso es por lo que también te gusta comer sola, para que nadie te hable y te moleste mientras almuerzas. Tiene bastante sentido (Otra vez, una respuesta bastante obvia para algo que creía más interesante. Debo hacer que me revisen estas ideas antes de que me dé un ataque nervioso).
-...No es eso.
-¿Huh? ¿Dijiste que no? (Ok, esto sí no lo vi venir...Eso pasa cuando te respondes sólo tus propias preguntas) ¿No te gusta comer sola?
-No todo el tiempo.
-Ya veo, entonces hay días que comes con alguien más.
-Ah...
-¿Mmm? ¿ibas a decir algo?
Aiko solo se quedó en silencio, mirándolo.
-...¿Siempre comes sola?
-...Síé
-(¡Pegué una! ...Aunque, no fue muy bonito lo que descubrí. Uyy, que raro, me dio un escalofrío...) ¿Por qué no vas con los demás? Nadie te negaría a que te sentaras con ellos, la verdad.
-...Da miedo.
-¿Te dan miedo? No creo que vayan a ser crueles contigo (más si andas con un samurái de casi dos metros detrás de ti).
-No, es que...no hablo inglés bien.
-Entonces, por eso te da miedo. No quieres quedar en ridículo, diciendo algo mal (¿a quién te suena, John?).
-No me gusta hablar...
-B-bueno, una amiga mía me dijo que nunca realmente vas a aprender un idioma si no hablas con la gente. Yo todavía estoy aprendiendo el francés y la verdad es que...soy bastante regular (pésimo) pero de poco a poco, aprendo.
-Oh...
-(Ok, tratemos de seguir esta conversación y aprender más de la chef más fría del oeste) Tal vez...si no te molesta, puedo quedarme aquí un poco a almorzar, y si hablamos un poco, al rato, te sirva un poco.
-...Ok.
-¡Muy bien! Este...voy a sacar mi comida.
-Igual.
-Ok, entonces voy a-
-Ehh...pregunta.
-¿Ah? ¿pregunta? ¿sobre qué cosa? (Espero que no sea porque el interés de hablar con ella. No hay ninguna respuesta que no me haga parecer raro).
-¿Lo dije bien?
-Ehh...¿qué cosa?
-Ahh...cuando dijiste "voy sacar comida", yo respondí "igual"
-(Parece que ella si va en serio con aprender el idioma bien. Mejor me esmero para no decirle algo mal. Mínimo debo saber hablar bien mi segunda lengua madre) Ahh, está bien...pero, es más común decir "yo también" en esos casos.
-Ah, ok...pregunta.
-Claro.
-"Voy sacar comida". ¿Está bien?
-Es "Voy A sacar mi comida"
-Ok.
La señorita Aiko se reclinó por debajo de la mesa por un instante, solo para sacar una bonita caja de color negro, con unos dibujos de flores de color dorado. John quedó un poco perplejo, tratando de imaginar la razón para sacar esa caja.
-(¿Me va a mostrar alguna herencia familiar o algo así?) Ehh...¡Muy bonita caja! ¿para qué es?
Aiko respondió de la manera más efectiva que pudiera existir: Sin ninguna palabra y dejando que la respuesta se presentara sola, al abrir la caja para revelar un almuerzo, con verduras, carne, camarones fritos, arroz y legumbres.
-(¿Qué más va a sacar a la hora del almuerzo, premio nobel?) S-sí, claro, tu almuerzo...obvio.
-¿Dijiste algo?
-Ahh, sí, que es una caja muy bonita para llevar comida.
-Sí. Es un bentō.
-¿Un bento? ¿así se llama la caja?
-No, todo, ehh, esto es bentō -Respondió, señalando todo el almuerzo con sus manos.
-Ah, ok, entonces a este tipo de almuerzo que viene en una caja se le llama bentō, huh (Me recuerda a una versión bonita de esos platos que vienen divididos, como los de las prisiones) Parecen como bloques del Tetris. Bueno, mi almuer-.
-¡Espera!
-¡AHHH! (¿¡Por qué hablo tan alto de repente?! ¡hasta me saltó el corazón!) ¿S-sí, señorita?
-¿Conoce...conoces Tetris?
-Sí, yo creo que todo el mundo.
En un momento de inesperada emoción por parte de la muchacha, ella se volteó a la velocidad del rayo hacia su mochila. Cuando encontró lo que buscaba, se lo mostró con ambas manos a John.
-¡Mira, eso es un Game Boy! ¿verdad? Mi hermano Steven tenía uno, pero el de él era más grande y gris (y lo tuvimos que vender para ayudar a comprar el vestido del quinceaños de Valerie...)
-Es Game Boy Color. Toma.
-Aaah, o-ok (¿qué quiere que haga con él?) Tiene un muy bonito color rosado.
-Sí, juega.
-¿Disculpe, señorita?
-Juega...si quiere.
-Claro, ok (esto es bastante extraño, pero tal vez me permita romper un poco la tensión. Ahora, ¿dónde estará el botón de encendido? ...¡Aquí!) Wow, ya tiene el Tetris incluido. Ok, pos a darle.
-¿Huh?
-Digo, voy a jugar (si no le entiende bien al inglés, el espanglish no va a ayudar) No lo he jugado en mucho tiempo, pero recuerdo que era bastante bueno.
Tetris es un juego muy simple, pero es esa facilidad de entender lo que lo hace tan adictivo, un buen juego para pasar un buen rato, de hacer que las piezas calcen entre ellas, conseguir puntos y evitar que se acumulen y sobrepasen la pantalla. Nuestro héroe no es un ferviente aficionado a los videojuegos, aunque no porque no le gusten, sino más porque su situación familiar no le permite: Si no estaba cocinando, estaba repartiendo, y si no estaba haciendo eso, estaba realizando compras para la soda. Sí hubo un momento en que también quiso un Game Boy, pero viendo como terminó el de Steven, se retractó. Su familia ni siquiera compró el Wii cuando estaba la fiebre por el bendito aparato.
Sin embargo, de vez en cuando, si no había entregas y estaba cerca del pueblo, se gastaba unas cuantas monedas jugando Pac-man en una licorera que tenía la maquinita. Ahora, estaba bajo total concentración en el juego, tal vez para tratar de no quedar mal, o tal vez por la presión que le metía Aiko al mirarlo fijamente y en un sepulcral silencio, como si juzgara su forma de jugar, o eso imaginaba el pobre neurótico. No obstante, no sucumbió y logró jugar bastante decente, sólo perdió hasta llegar al décimo nivel.
-Fiu, ciento ochenta y dos mil novecientos cincuenta y cinco puntos. ¡No creo que esa puntuación este tan mal!
-Ehh...N-no entiendo. No sé cómo decir números grandes.
-Oh, entonces...(¿Se los escribo? Mmm, ¡oh! Tengo una idea) uno, ocho, dos, nueve, cinco, cinco.
-Ah, ok. Está bien.
-¿Está bien, así como de "entendí" o más como que "tu puntaje está muy bien" o "solo está bien"?
-Ahhh...está bien.
-C-claro, claro (ni yo mismo me entendí muy bien lo que dije, si soy sincero) M-mejor te lo devuelvo, para que no se nos acabe el almuerzo.
-Sí, claro.
-¿Tienes más juegos, Aiko?
-Sí, tengo muy juegos...pregunta.
-Es "muchos" juegos.
-Ok.
-Ya veo, y ¿Cuál es tu mejor puntuación en el Tetris? La puedes decir como yo dije los números antes por mientras aprendes a decirlos como son.
-Claro. Nueve, nueve, nueve, nueve, nueve, nueve, nueve.
-Hmm, creo que dijiste un nueve de más, solo hay seis dígitos en el contador.
-Oh, claro.
-(...Ah, sí cierto, eso) ¡¿Novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve puntos?! ¡esa es la puntuación máxima que permite el juego!
-Me gusta Tetris.
-S-se nota, señorita (Una frase tan pequeña, pero cargada de poder. Takashi tenía razón, parece que ella se hace buena en todo lo que hace. ¿Cómo es que existe gente así?) ¡Ah, sí! ¡el almuerzo! Mejor comerlo antes de que se enfríe.
-Perdón por perder tiempo, Ramírez-san.
-No hay de que disculparse, señorita Aiko. Todavía tenemos bastante tiempo para comer.
-Ok. ¿Qué es tu almuerzo?
-Ah, está bien dicho, pero es mejor preguntar algo como ¿qué vas a comer?
-Claro.
-Ajá...¡Oh, nononono! ¡p-perdón por corregirla sin que me preguntara! ¡lo hice por la costumbre!
-No importa, lo iba a preguntar después.
-Oh, por supuesto (por un momento, creí que había perdido su favor por andar de bocón) Y sobre mi almuerzo, hoy me hice unos tacos en salsa, algo bastante simple.
-Ya veo.
-Bueno, ya es hora de comer. ¡Buen provecho!
-Itadakimasu.
-Ehh, como veinte, creo.
-¿Huh?
-¿Me preguntaste algo?
-No, Itadikimasu es buen provesho.
-Ya...(Noteriasnoteriasnoterias ¡NO TE RÍAS!) A-a comer -Le respondió con una mueca de lo más siniestra.
Mientras comía, notó como la mirada de Aiko de vez en cuando cambiaba de dirección de su comida hacia la de él, así que pensó que podía usar esto como otro punto para conversar.
-¿Nunca ha comido un taco, Señorita Aiko?
-No. Solo los conozco.
-Si quiere, le puede dar uno de los míos para que los pruebe. En cierta manera, sería como un gracias por los fideos de aquel día, jajaja.
-No puedo. No es justo. Cambio.
-¿Cambio? ¿cambio de qué?
-Cambio. Te doy algo por algo.
Y levantando uno de los camarones fritos y señalando uno de los tacos, el mensaje no necesitaba de una conjugación correcta o una estructura gramática completa para entenderse. Acelerado, John pinchó uno de sus tacos y lo colocó con cuidado en el bento de Aiko, mientras que ella le donó el camarón con la ayuda de sus palillos chinos. Después de una sutil reverencia, ambos probaron la comida del otro.
-Mmmm, ¡esto está bastante bueno! (Es crujiente en el exterior, jugoso por dentro y repleto de sabor) ¿Cómo le llaman a esto?
-Camarón Tempura.
-Tempura, entonces. Ahora es el turno de que pruebes los tacos.
-...Mmm, rico.
-(Hey, el taco le sacó una sonrisa muy, muy, MUY, pequeña, pero cuenta) Sí, mi madre me enseño hacerlos. La verdad es que todavía no me salen tan bien como los de ella, eso sí.
-No importa, debes estar orgulloso.
-¿En serio lo crees? Gracias, jeje. (Aunque no sé qué tanto cuenta la opinión de alguien que acaba de probar su primer taco. Bueno, sigue siendo la señorita Aiko, su palabra naturalmente tiene más peso que la de muchos en lo que se refiere a comida...si tan solo las usara más a menudo).
Siguieron comiendo y charlando, si se pudiera considerar charlar con Aiko una conversación, más tomando en cuenta las constantes interrupciones de la señorita para preguntar si estaba diciendo las cosas bien. No obstante, no es una exageración decir que, exceptuando a su guardaespaldas, John había sido la persona con la que más había conversado con ella desde que llegó a Francia. De pronto, la muchacha volvió la espalda al joven para sacar otra cosa de su bulto, para la sorpresa de este.
-Ehh, ¿vas a jugar ahora Tetris? (¿Con que gracia, cuando ya conseguiste la puntuación máxima?).
-No. Voy a leer.
-Oh, un poco de estudio durante el almuerzo. Eso es bastante admirable (y me molesta un poco, sabiendo que nunca he hecho a menos que hubiera un examen directamente después).
-No estudio, es algo...ehhh.
-¿Distinto?
-Sí.
-(¿Qué clase de libro será? Tal vez una novela. Es fácil ver a Aiko como la persona que disfruta de la lectura, siendo tan tranquila y silenciosa.) Entonces, ¿estás leyendo un libro?
-No. Es...esto.
-Esto es...¿una historieta? (eso sí no lo vi venir, parece que Aiko que tiene gustos menos típicos de lo que parece) Veamos..."Red-ox: el manipulador del todo". Es un comic de superhéroes. (Nunca había visto uno, y la verdad, las historietas que conozco solo son las tiras cómicas de Mafalda y Garfield en el periódico).
-Sí.
-Ya veo...(¡¿Qué le pregunto?! ¡no sé nada sobre superhéroes más que parecen tener una mejor vida que yo! Arghhh...¡Ah! ¡claro! ¡los poderes del sujeto! Duh.) Y, ¿qué es lo que hace Red-ox?
-Él...usa química para pelear.
-Ehhh, ¿cómo? ¿hace una titulación en frente de los criminales? (Me daba mucho miedo hacer esos experimentos en el colegio. Digamos que la cosita de vidrio que usábamos para hacerlo valía casi igual que la hipoteca de la soda).
-No, él controla reacciones.
-...¿Como los químicos?
-Argh...¡! Mira.
-La hoja del final...¡Ah! ¡Hay una descripción de su origen aquí! (Al parecer, el tipo se llamaba Redmond Oxford. Era un cocinero excelente, pero un día, un científico dejó por accidente una tecnología experimental con la que iba trabajando, pero a simple vista, parecía un plato. Confundiéndolo con uno, el cocinero lo trató de lavar, pero esto terminó en un cortocircuito, hiriendo gravemente al chef. El científico, apenado, vio que tenía pocas posibilidades de sobrevivir, así que lo fusionó con la tecnología, que se llamaba "el catalizador universal" y ahora, él tiene la capacidad de controlar las reacciones químicas a voluntad, puede apagar un incendio y reconstruir una casa con solo revertir la combustión, puede evitar que una granada explote en su mano y desmantelarla fácilmente. Además, también anda una especie de espada, donde carga porciones de todos los elementos para usarlos en distintas reacciones y le ayuda a extender el alcance de sus poderes. Vive como un chef de Día y superhéroe de noche).
-¿Qué opina?
-Se escucha bastante, ehh...interesante (...Pero, hay cosas que simplemente no puedo entender, como ¿por qué un científico llevaría de manera casual a su cena un super invento revolucionario? ¿cómo es que dejaría algo tan importante olvidado? ¿cómo se puede confundir algo así con un plato? ¿por qué era necesario fusionar al tipo con la tecnología para salvarlo? Y por último y no menos importante, ¡¿De dónde crotones salió la espada?! ¿por qué una espada? ¿la tecnología le enseño a usarla bien? si fue así ¿cómo? ¿no era algo para la química?).
-¿Ramírez-san?
-(Supongo que el tal Redmond ya sabía usar una, lo cual es un conjunto muy raro de habilidades, usar cuchillos para cortar carnes y espadas para pichar la de los demás...eso me hace recordar, Harry me dijo que la forma en que Agnes me cacheteo con el guante era como antes se pedía un duelo, pero la verdad es que ella no dijo de qué iba a ser el duelo, yo solo asumí, como cualquiera, que debe ser un cook-off pero...¿y si es de espadas? ¡me mataría! Y con la cantidad de pinchazos que me haría, mi autopsia terminaría siendo un horrible juego de "une los puntos").
-¿Ramírez-san? ¿está bien?
-(Lo bueno es que, apuñalar a alguien en la vía pública es ilegal aquí también...espero).
-¡Ramírez-san!
-¡AHH! ¡EN GARDE!
-...¿Ramírez-san? ¿qué pensaba? Se ve...más confundido.
-(...¿Más?) Eeeeeehhh, ¡p-p-perdóneme, señorita Aiko! Es que...estaba tratando de razonar algunas de las cosas que venían en lo que me mostró. Tal vez, leyendo un poco más, las cosas se vuelvan un poco más claras, jeje...Oh, el resto está en japones (creo, no sé distinguir entre las letras asiáticas).
-Sí. El cómic lo compre en casa.
-¿En tu casa? Japón, supongo.
-Sí.
-Ya veo...(Este cable va aquí, me parece. Esto no debe explotar...¡!) ¡Tengo una idea! ¿por qué no consigues los comics en inglés? Eso te podría ayudar a aprender el idioma y no necesitarías hablar con tanta gente.
-¡Ah! ¡sí, me gusta!
-(Hasta le brillaron los ojos. ¡Dimos en el clavo esta vez!)
-...Pero no puedo hacerlo.
-(Igual de rápido como vino, se fue) ¿P-por qué?
-No puedo comprar cosas innecesarias. Es prohibido.
-¿Cosas innecesarias? (Me pregunto a qué se referirá con eso) Tal vez, ¿alguien podría ir a comprar por ti? ¿Qué tal Takashi?
-No. No puedo pedir a Takashi-.
-Pedirle.
-Oh, pedirle a Takashi-san comprar cosas innecesarias. Es prohibido.
-¿A otro sirviente o asistente?
-No. Es prohibido.
-Por cierto, suena mejor "está prohibido".
-Oh.
-(Qué lástima, parece que su familia es bastante estricta con su comportamiento aquí en Francia. Aprender con algo entretenido es super útil y no le causaría tanta ansiedad como hablar con alguien más...Ay, tengo otra idea, pero la verdad es que no me gusta mucho y no sé si vale la pena...aquí voy) Tal vez...yo podría comprarlos y regalártelos. Si no es tu dinero, no cuenta como que lo compraste (lo que trágicamente significa que debo poner el mío).
-¡Oh! No está prohibido...
-...Enton-.
-Por favor, consigue Red-ox para mí.
-O-ok, por supuesto, veré si puedo conseguirlo (aunque debo ver donde venden esa historieta primero)
-Gracias...Ya casi empieza la clase. Hay que volver.
-Mira, ya es casi se acaba la hora del almuerzo. Es mejor ir bajando.
-Sí...(Ya se adelantó. Mejor yo también me apuro para no llegar taaaaaaaaalgo me está agarrando el hombro) ¿Q-quién diantres me está a-?¡Ah, señor Takashi!
-Ramírez-dono, le agradezco que haya pasado este espacio de tiempo con Aiko-sama. Ha sido la primera legítima conversación que ha tenido con alguien en su grupo etario desde que llegó a París.
-¿E-en serio? No es para tanto, jeje. Solo me dio curiosidad ver que alguien tan popular, pues, estuviera aquí comiendo sola.
-No solo a usted. Los profesores y algunos estudiantes que deambulan por aquí probablemente piensan lo mismo.
-Lo puedo imaginar, la verdad. Por cierto, acerca de lo que dijo ella, sobre las "cosas innecesarias" ¿Ust-?
-¿Qué son? Bueno, la familia Yamada nos ha asignado a los sirvientes y a mí estrictas ordenes de controlar el dinero que se le transfiere a Aiko-sama, y en cómo sólo se puede utilizar para sus necesidades fundamentales. Comida, implementos alimenticios, transporte, vestimentas, habitación, medicamentos, lecciones, etc. En resumen, no sé deben utilizar para ninguna forma de actividad recreativa. ¿Eso responde tu pregunta, Ramírez-dono?
-(¿Cuál pregunta? Apenas empecé a decirla y ya me estaba respondiendo) Sí. Pero, no entiendo, ¿no tiene tiempos de descanso?
-Sus tiempos libres son bastante pocos y escasos en su rutina, pero la familia espera que inclusive en estos tiempos, esté realizando alguna especie de actividad que ellos cataloguen como productiva.
-Suena demasiado rudo (y un fastidio total no poder no hacer nada de vez en cuando). Entonces, ¿cómo es que ella puede tener juegos y comics?
-Todos estos fueron regalos de otras personas, y muchos de ellos, en secreto. Yo sirvo a Aiko-sama al ocultar estos pasatiempos de la familia. La ayuda a liberarse un poco de las presiones de su vida.
-Por eso, los trae aquí al instituto, el almuerzo es parte de su recreo...(es algo triste tener que economizar su tiempo así de drástico) Y, ¿por qué puedo yo saber todo esto? ¿no hay riesgo en que yo sea un espía o un delator?
-Jajaja, Ramírez-dono, en esta línea de trabajo he tenido que tratar con variedad de espías e infiltrados, tanto de familias rivales como de la misma casa matriz, y puedo decir con facilidad que tú no eres uno de ellos.
-¿No parezco un espía? ¿eso significaría que tal vez soy un muy buen espía?
-Jejeje, no sólo por tu apariencia, más bien, por el hecho de que sé más sobre ti de lo que tú sabes sobre mí.
-...¿E-e-en serio?
-Es parte de mi trabajo, no te angusties. Además, y esto solo es un juicio personal, pero tampoco pareces alguien de muchos amigos. Ese tipo de personas suelen valorar las pocas amistades que tienen y no apuñalan por la espalda.
-S-supongo que sí, jeje (a veces siento que mi vida es un guion y un montón de gente tiene a mano una copia...Takashi fue quien lo filtró).
-Bueno, Ramírez-dono, parece que no tienes tiempo que perder. Antes de que te vayas, te voy a dar un dato. Hay una tienda de cómics cerca de donde vives, unas seis cuadras hacia el este, llamada "Cómics nébula", ahí podrás encontrar varios volúmenes de Red-Ox.
-Ok, entendido, Cómics Nébula (No puedo creer lo tranquilo que me siento con que un medio conocido me haya dicho de forma indirecta que sabe dónde vivo).
-Por último, un consejo: Trate de mantener sus soliloquios mentales al mínimo cuando está conversando con alguien.
-O-oh, sí, eso. ¡L-lo tendré muy en cuenta! (Pero no hago promesas).
Ya terminada la jornada, decidió que cuando llegara a la casa, iría a buscar el comic en la tienda que le dijo el guardaespaldas, en parte, para saber si realmente estaban ahí, en mayor parte, para saber si su presupuesto le permitía mantener la promesa.
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