XXVIII
Hubo silencio por un momento. José estaba abrazado a las piernas de Dominic cuando la mano que llevaba en ella el cuchillo se movió a su dirección. Dominic sostuvo el cuchillo frente a él e hizo una seña para que lo tomara.
José tomo con su mano derecha el cuchillo y se separó de las piernas de Dominic. Levanto la vista y miro los ojos de Dominic clavados en él.
Te amo, pensó José. Después coloco el cuchillo en su garganta.
Un brote de abundante sangre salpico el piso y las piernas de Dominic. José cayo de lado, muriendo cuatro minutos después por falta de oxigenación en el cerebro.
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