Dominic espero sintiendo la sangre caliente empapar su pantalonera. Bajo la mirada y vio el cuerpo inmóvil de José a sus pies. Alejo aquel cadáver tan insignificante de él y camino directamente al baño.

Con aires indiferentes se desvistió, dejo la pantalonera llena de sangre en el piso y tomo una ducha de agua caliente por cuarenta minutos. Al terminar camino hasta la cocina con la intención de preparase un poco de café. Miro alrededor suyo buscando la jarra de la cafetera. La vio a dos metros de distancia del cadáver que yacía sobre su sala, estaba hecha pedazos.

—Tendré que hacer soluble —Dijo emitiendo una carcajada.

Busco la tetera y la puso al fuego. Al cabo de diez minutos Dominic se encontraba sentado en el comedor tomando una taza grande de café y observando el cadáver de José.

Miro detenidamente el cadáver por dos horas antes de decidirse por el que hacer con todo ese desorden. Al levantarse de la silla para comenzar a limpiar un dolor punzante cruzo los hemisferios de Dominic de un lado a otro, causando que cayera inconsciente en el piso.