Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XVIII

Cuando Dominic volvió a tener conciencia sobre sí mismo descubrió que se encontraba en la puerta del edificio donde vivía. Arriba en la ventana del apartamento que compartía con José la luz estaba encendida. Sobre él las gotas de lluvia caían golpeando su rostro que parecía tener diez años más de los que tenía. Su mirada estaba perdida, sentía un dolor en los pies, como si hubiera caminado demasiado. Y así era, había estado dando vueltas por el centro de la ciudad, caminando sin saber a dónde ir, ni siquiera se había percatado de la explosión en el lado sur, no escucho siquiera las sirenas de los bomberos pasar a un lado de él. Dominic había estado ausente. Y aún seguía así.

Entro al edificio, no tomo el elevador, si no que subió las escaleras. Conforme subía tarareaba una canción de AngelDark en su cabeza.

For a moment I hear a prayer

Just a moment but It's so clear

You're calling me

You're touching me

Oh, it hurts deep down

Llego a la puerta del departamento y se quedó contemplándola por un momento, acto seguido la abrió buscando de inmediato la mirada de José. Este estaba sentado en el sofá frente a la puerta, vestía únicamente un bóxer color verde, en su mano derecha reposaba una cerveza, a sus pies estaban cinco latas más de la misma.

—Estaba preocupado por ti— Dijo José con voz de borracho.

—Déjate de basuras— Amenazo Dominic. Avanzo hasta el respaldo del sofá que estaba frente al que estaba José—. ¡Asesino! ¡Maldito asesino!

—No sé de qué me estás hablando. ¿Dónde habías estado?

—Viendo tu maldita hazaña— Dominic había comenzado a llorar y presintió un miedo creciendo en la mirada de José—; mataste a dos pequeños...

—¡Tú lo hiciste! —replico José—. Si no hubieras hecho las porquerías que hiciste— Se levanto del sillón y camino a la cocina—. Tú los mataste, Dominic. Tú y nadie más.

Dominic camino hasta José y lo tomo por los hombros, haciéndolo girar sobre sus talones y viéndolo a la cara. Tenía en sus ojos unas bolsas moradas, y una mirada triste.

—¿No te das cuenta de lo que hiciste? —dijo Dominic sin poder contener el llanto.

—¿Tú te das cuenta? —Contesto.

José se soltó y miro a la cara de Dominic.

—Me heriste sin pensar en mí. Te importo muy poco todo lo que hice por ti. Todo lo que invertí en tus caprichos, todo mi tiempo desperdiciado intentando tenerte feliz y satisfecho... ¿Para qué? ¿Para qué Dominic?

—Eso no justifica lo que hiciste.

Dominic sentía como José se envolvía en un odio creciente, jamás le había mirado de esa forma. Dentro del residía un monstruo.

—¡¿PARA QUE DOMINIC?! — grito José. restos de su saliva cayeron en el rostro petrificado de Dominic—. Ni siquiera puedes contestarme —Emitió una risa casi silenciosa y camino hacia la ventana.

Dominic no sabía que contestar. Estaba furioso, pero se lamentaba, José sentía y le hacía sentir que la culpa era de él. A su lado se hallaba una lampara de noche, sin pensarlo la tomo con su mano derecha y la arrojo con fuerza hasta donde estaba José.

La lampara le dio justo en la cabeza, rompiéndose al momento del impacto. José cayó al piso, cubriéndose con una mano la herida que se le acababa de hacer.

—¿Ahora me mataras a mí? —Le pregunto a Dominic con voz asustada. El miedo se empezaba a apoderar de sus sentidos, y ver a Dominic de esa forma le helo la sangre.

—No sería una mala idea —Contesto Dominic caminando lentamente hacia él.

Dominic se agacho para recoger el soporte de la lampara que aún quedaba en su mayoría completo, lo tomo con las dos manos, y con toda la fuerza que poseía le dio un golpe a José en el rostro. Vio como la cara de José casi se giraba por completo, cayendo al suelo emanando sangre.

—Estoy cansado de ti —Murmuro Dominic y dio otro golpe en el rostro de José. Dio dos golpes más antes de romper por completo el soporte de la lampara.

Dominic se quedó hincado a lado del cuerpo desmayado de José por quince minutos antes de ser consciente de nuevo.

El sonido de la lluvia golpeando la ventana trajo de vuelta a Dominic, quien emitió un grito ahogado al ver a José ensangrentado. El recuerdo de lo ocurrido llego a su mente en cuestión de segundos, lo que le hizo levantarse y buscar la libreta de direcciones. Busco el número de su tía Julia y arranco la hoja. Tomo la mochila de soldado de José y empaco toda la ropa que pudo, se quitó la sudadera llena de sangre y la metió hasta el fondo. Se puso ropa limpia, y salió del apartamento.

Afuera la lluvia había disminuido un poco, pero seguía cayendo con fuerza. Camino hasta el teléfono público más cercano y marco a su tía...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro