El ensayo del último jueves del mes duro aproximadamente dos horas y quince minutos. Todos en el estudio estaban agotados pues no se permitieron en lujo de dar pausas para descansar, el acto uno se montó sin interrupciones, así como la mitad del tres. Minerva y José estaban sudando a chorros; Dominic, extasiado por el baile no sentía cansancio alguno, solo percibía unos pequeños hormigueos en las pantorrillas, pero no le molestaba, aquello era señal de un buen entrenamiento.

—Me alegra trabajar con gente dedicada— hablo Toumas desde el umbral de la puerta—; es fantástico ver a mis bailarines dando todo de si para darle vida a este polvoriento y casi olvidado lugar.

Era imposible para todos en el lugar no notar la felicidad de Toumas en su rostro, era radiante la mirada con la que sus ojos grises rodeaban el lugar. Dominic sentía placer de verlo contento, sabia mejor que nadie lo mucho que Toumas amaba el arte, y en especial el baile.

— ¿Tanto te gusto? —pregunto José.

—Decir que me gusto es poco... sin embargo no pueden confiarse— Hizo ademán con la mano y avanzo hasta adentrarse más en el estudio—. Minerva los aleteos están descoordinados; José tus demi–plié carecen de fuerza; y Dominic... ¡Bravo! Estuviste perfecto.

—Bueno, gracias— contesto tímidamente Dominic.

Toumas les dedico una sonrisa final antes de darles los avisos, los cuales no tomaron ni diez minutos. Después de que Toumas abandonara el estudio todos comenzaron a recoger sus cosas. La orquesta fue la primera en marcharse, después Minerva y finalmente José, pero antes de que saliera por la puerta Dominic lo alcanzo con un grito.

—¡José! ¿Crees que podamos hablar de algo?

José se detuvo de golpe, giro sobre sus pies y le dedico una sonrisa vacía a Dominic.

—Sabía que me lo pedirías. ¿Has recordado algo?

Dominic negó con la cabeza.

—Es solo que necesito saber que está pasando conmigo. El día que ocurrió lo del baño me asusté, y, por ello hui.

— Quieres saber qué es lo que se de ti, ¿no?

—Si. Quiero saberlo absolutamente todo.

Ambos salieron juntos del estudio y posteriormente del teatro de Crownless. Dominic había tenido la idea de llevarlo al apartamento, pero le pareció muy riesgoso, por lo que mejor decidieron tomar un café en la plaza central.