🌹Especial 1. Infancia🌹
—Otra vez los F4 escondieron nuestros libros y por su culpa llegamos tarde a clases —se quejó un pequeño Suho mientras comía una ensalada de frutas en el comedor de la escuela Shinhwa del nivel primario.
—Al menos alcanzamos a entregar la tarea —suspiro Min Ji un poco aliviada.
Ella había pedido unos panqueques, pero también se robo algunas uvas del plato de su amigo mientras hablaban. Min Ji no le tomaba tanta importancia al tema con los F4, debido a que ella sabía lo que le pasaba a Jun Pyo aquel día.
—No importa quiero venganza —exigió el pequeño Suho tratando de convencer a su amiga.
—No fue para tanto. —La pequeña Min Ji le resto importancia.
—¿Por qué no me apoyas? Yo siempre te apoyo en tus ideas para hacerles bromas a los F4 —le recordó Suho.
—Podemos hacerles bromas cualquier otro día, pero no hoy —dijo ella firme en su decisión.
—¿Por qué?
—Solo volvamos a clases.
Suho no volvió a contradecirla, pero se seguía preguntando porque Min Ji actuaba tan raro.
Pero no era para menos pues ella sabía que ese día era el cumpleaños de Jun Pyo, pero nadie de su familia lo festejaría con él. Cada año era una historia similar, sin embargo, aquel cumpleaños era algo que Jun Pyo había estado esperando especialmente, ya que su padre le había prometido pasar todo el día juntos al igual que su hermana mayor.
Jun Pyo lo esperaba ansioso sin pensar que ninguno de ellos podría llegar a tiempo. El problema fue la tormenta que se había desatado en una de las provincias de Corea del Sur; en el mismo lugar en donde su hermana había tenido un viaje escolar. Sus padres habían ido por ella sin imaginarse que el clima les impediría salir de esa ciudad, todas las salidas sin importar que medio usarán estaban bloqueadas por el temporal y los padres de Min Ji habían escuchado de la noticia. Por la mañana antes de la escuela, ella también se había enterado sin querer al escuchar la conversación de sus padres y sabía desde el principio porque Jun Pyo estaba más irascible de lo normal aquel día.
La pequeña Min Ji había decidido no meterse con él y perdonarle cualquier clase de fechoría solo por ese día, pero hasta ella tendría un límite, después de todo seguía siendo una niña.
—Hoy tenemos que dibujar las cosas que más nos gustan ¿Qué trajiste para la clase de arte? —le preguntó Suho observando la mochila de Min Ji pues parecía estar repleta de cosas.
—No me decidía hacia que traje mi muñeca Barbie de edición limitada y un álbum de figuras —le mostró Min Ji sacando las cosas de su mochila—, ¿Y tú qué trajiste?
—Mi camiseta autografiada por la selección —sonrió Suho orgulloso de su camiseta bien cuidada.
—Luce genial —lo halago Min Ji.
La clase de artes empezaba y todos sacaban sus objetos más preciados para dibujarlos en sus sketchbook. Aquel cuaderno de dibujo le traía indudablemente malos recuerdos a Min Ji, pero sobre todo a Jun Pyo qué fue golpeado por ella usando ese objeto. Quizá fue por eso que se molestó tanto de verla usarlo nuevamente, aunque ya había pasado un tiempo de la primera vez que se conocieron y tuvieron ese accidente.
—Otra vez harás un dibujo feo, niña fea —se burló Jun Pyo para molestarla.
—Niño cabeza de brócoli, ¿Dibujaras muchos brócolis como retrato? —replicó ella, con lo menos ofensivo que se le ocurrió, para evitar una pelea.
—Como te atreves a decirme eso, fea, fea, fea —repitió.
Min Ji solo se rio y se alejó de él, pero Jun Pyo no tardo en volver a molestarla aunque fue repelido por Suho que puso su asiento justo en medio de esos dos, aunque sabía que probablemente se avecinaría una batalla campal.
—Muy bien ahora todos podrán dibujar el objeto que más aprecian —anunciaba la profesora de artes.
—Maestra, ¿Por qué solo hay un juego de témperas para pintar?
—Esta vez deberán compartir, deben fomentar el sentido de unidad y trabajo en equipo en esta tarea —explicó su profesora, sin imaginarse lo que su nueva teoría en práctica de enseñanza desataría solo unos momentos más tarde.
Pues tratar de enseñar a compartir no era una mala idea y menos desde pequeños; pero tratar de hacerlo de la nada en un grupo de niños, cuyas familias les habían inculcado el sentido de la competición desde pequeños, para que no fueran nada más y nada menos que los número uno. Bueno eso si sería una proeza, muy diferente a lo que su maestra tramaba y muy difícil que saliera bien a la primera.
Y de hecho fue un desastre en todo el sentido de la palabra.
—¡Quiero ese color! —exigió Jun Pyo, jalando el recipiente de las manos de Min Ji.
—¡Lo estoy usando! —replicó Min Ji sin querer dárselo.
—¡Es mi turno!
—¡Busca otro!
—¡Oye, yo lo vi primero!
—¡Yo lo tome primero!
Ambos discutían y nadie estaba dispuesto a perder, a su lado también habían otros niños queriendo arrebatar pinturas a los demás. La profesora no se daba abasto para controlar las pequeñas peleas que se desataban entre sus alumnos. De pronto ya no le pareció una buena idea haberles dado solo un juego de témperas de colores a todo un salón de clases de primaria.
—La quieres pues bien —Jun Pyo soltó de golpe el recipiente que contenía la témpera de color anaranjado.
El impulso envió a Min Ji hacia atrás y la hizo caer encima de su carpeta manchando tanto su muñeca como su álbum y también un trozo de la camiseta de Suho, que seguía sobre la mesa a su lado.
—¡Eres un monstruo! —le gritó Min Ji a Jun Pyo muy molesta por haber arruinado sus cosas y las de amigo Suho por su culpa.
—Tú tienes la culpa ¿Por qué no me diste la témpera cuando te la pedí? —se excusó sin querer disculparse, pero estaba nervioso pues de algún modo si se sentía culpable.
El salón quedo en silencio por un momento, mientras todos esperaban que nuevamente hubiera una pelea entre Jun Pyo y Min Ji.
—¡Te odio! —dijo ella y quiso volver a golpearlo con su cuaderno de dibujo.
—¡Señorita Oh Min Ji! —la reprendió la maestra antes de que pudiera hacer algo.
—Min Ji, déjalo por ahora la maestra aquí ¿Estas bien te caíste muy fuerte? —Suho se acercó a ella buscando alguna herida que pudiera haberse hecho su amiga, cuando termino de revisarla miro a Jun Pyo con furia—. Después de clases verán lo que haremos por esto —añadió sin dejar de mirar a Jun Pyo.
—Lo siento, fue mi culpa —le dijo Min Ji sosteniendo su camiseta con la mancha de pintura entre sus manos.
Suho se impresionó al ver la mancha de pintura y no quiso decir nada, pero Min Ji pensó que la odiaría y comenzó a llorar. Antes que nada salió del salón corriendo llevándose la camiseta de Suho hacia los baños para tratar de arreglarla.
Suho fue tras ella para decirle que no estaba enfadado y que culpaba solo a Jun Pyo, pero Min Ji no lo tomó muy bien además también estaba triste porque sus objetos más preciados también habían sido bañados por la pintura. Al final la clase de artes término en disturbios y el día en Shinhwa acabo con un mal sabor de boca para muchos.
—Suho, lo siento mucho —Min Ji seguía afectada por la situación, aún cuando ya estaba en su casa y no en la escuela.
—No te preocupes, no es tu culpa, además Jun Pyo te empujó.
—Aún así.
—No importa, solo pediré otra, lo mismo va para tu muñeca y el álbum que perdiste —indicó señalando como quedaron las cosas más preciadas de ambos.
—Mi álbum era especial, ese Jun Pyo debe pagar —dijo muy molesta.
—Estaba esperando eso ya sé como podemos hacerlo, me enteré que hoy es cumpleaños. Hay que escribirle una carta y enviarle un regalo sorpresa —sonrió Suho que había ideado un plan perfectamente maquiavélico.
Min Ji que intentó contenerse todo día había llegado a su límite y se dejó llevar el plan de Suho. Su idea le pareció tan buena que decidió seguirlo sin dudar, además de que estaba siendo controlada por su insisto infantil de obtener venganza después de que Jun Pyo arruinará algo valioso para ella.
—¿Entonces estás de acuerdo con mi plan? —le preguntó Suho para estar seguro.
—Sí, hay que hacerlo —asintió Min Ji en complicidad.
Suho se encargaría de escribir la carta más burlesca y molestosa posible para Jun Pyo por su cumpleaños, mientras Min Ji se encargaba de conseguir insectos de plásticos, de esos que vendían en las tiendas de juguetes para meterlos en una caja y dárselos a Jun Pyo como regalo.
Ambos planearon todo y llamaron al correo para que lo llevará su regalo a casa de Jun Pyo desde la casa de Min Ji.
—Nos vemos mañana, no te olvides de enviarlo hoy mismo —le recordó Suho antes de irse de casa de Min Ji.
—Lo sé, yo también quiero ver su cara. Mañana el cabeza de brócoli estará muy enojado —sonrió Min Ji de solo pensarlo.
Ella quería enviar personalmente el regalo de Jun Pyo apenas llegará el mensajero para recoger el paquete, es por eso que se quedo muy atenta esperando en la puerta la llegada del correo y no permitió que ningún sirviente tocará la caja con los insectos de juguete, a excepción de su dama principal. La dama Choi era la hija del anciano chofer Choi y se había ganado la confianza de Min Ji desde el principio, ella no sabía muy bien porque la señorita de la casa había armado ese regalo, pero se alegraba de que fuera a dárselo a un amigo.
—Me alegra mucho señorita, esta haciendo más amigos cada día —mencionó la dama Choi mientras permanecía al lado de la pequeña Min Ji esperando en la puerta de la mansión.
—¿Amigos? ¿A qué te refieres dama Choi? —preguntó confundida, volviendo a ver por la ventana junto a la puerta a la espera del cartero.
—Al regalo de cumpleaños qué planea enviarle al joven Jun Pyo. Estoy segura de que se alegrará, después de todo sus padres no estarán con él en este día. Debió de sentirse muy triste por la noticia.
Las palabras de la dama Choi le recordaron lo que Min Ji había estado olvidando o más bien había ignora al verse cegada por la venganza. Jun Pyo estaba sintiéndose solitario, pero eso no le daba excusa para ser tan malo y desquitarse con ella durante las clases de arte, Min Ji tenía una razón para hacerle esa broma, su lado infantil se lo permitía, pero su conciencia como Hary no.
—Debo admitir que al principio estaba preocupada porque pensé que no se llevarían bien después de lo que pasó cuando discutieron. Pero me alegra saber que solo fue una pelea de niños y que todo estará bien el futuro. La señorita es muy madura como siempre —añadió la dama Choi, haciendo sentir a Min Ji un poco culpable.
Min Ji sabía que Jun Pyo aún era un niño, así que sus acciones eran muy infantiles y les costaba mucho disculparse. Viéndolo de esa forma si ella entraba en su juego no sería mejor que él, aunque también sentía que Jun Pyo debía recibir su merecido. Por otro lado sus recuerdos de cuando fue Hary no la dejaban en paz. En su vida pasada ella solía pasar la mayoría de sus cumpleaños y otras fechas festivas sola, a menudo decía ante los demás que no le importaba, pero eso no era del todo cierto.
—Dama Choi —la llamó Min Ji, agachado su cabeza, tomó una decisión final de lo que haría.
—Dígame señorita.
—Por favor busque papel de regalo y una nueva tarjeta de cumpleaños —le pidió dispuesta a armar un nuevo regalo en tiempo récord.
—Por supuesto, ¿pero qué haremos con este? —señalo la caja sorpresa de Suho, que seguía junto a la puerta.
—No servirá, puedes tirarlo o dárselo a alguien —dijo Min Ji antes de ir de camino a la cocina.
Min Ji pidió algunas gomitas en forma de lombrices para llenarlas en la nueva caja de regalo en lugar de los insectos, con eso pensó en darle a Jun Pyo algo con lo que tal vez podría asustarse, pero no tanto como lo haría con el plan de Suho que ya estaba totalmente descartado. Ella también se apresuró a rellenar una carta deseándole feliz cumpleaños.
—¿Debería agregar algo más? —se preguntó después de haber escrito solo cuatro palabras «Feliz Cumpleaños Jun Pyo»
—Puede agregar sus buenos deseos para él, señorita —le recomendó la dama Choi que estaba viéndola batallar con terminar la tarjeta de felicitaciones.
—¿Qué clase de buenos deseos? —preguntó Min Ji algo confundida.
—Bueno, porque no piensa en lo que le gustaría que le escribieran a usted —le dio otra buena recomendación.
—Ya sé, gracias dama Choi.
Min Ji sonrió, después de terminar de escribirle sus felicitaciones pego la tarjeta a la caja con los caramelos y la dejo lista justo a tiempo. Cuando el cartero llegó para hacer el envío, se lo entregó directamente y sin pensarlo dos veces antes de que pudiera arrepentirse. Envió el regalo a Jun Pyo, para que él no se sintiera solo por su cumpleaños. Ella no esperaba nada a cambio, solo tal vez que Suho no le preguntara nada sobre la sorpresa que él preparó y que ella no se la entregó a Jun Pyo, pero ya vería como solucionaría eso en la escuela, por ese momento se sintió bien por no dejarse llevar por sus emociones infantiles, estaba aprendiendo a madurar poco a poco.
Al siguiente día en la escuela Min Ji y Suho se llevaron una gran sorpresa al encontrar una réplica exacta de sus objetos más preciados, esos que terminaron arruinados el día anterior en la clase de artes. Los mismos estaban ahí frente a ellos como nuevos, la muñeca y el álbum de Min Ji estaban completos y sin ninguna mancha de pintura; la camiseta de Suho también estaba como nueva o mejor dicho era una nueva, ya que sus cosas anterior estaban en la casa de cada uno y aún destruidas, esas eran copias nuevas que alguien o mejor dicho Jun Pyo había puesto sin decirles nada.
Min Ji fue la única que lo sospecho y nunca se lo dijo a Suho, él seguía creyendo que fue un milagro o cosa de la maestra de artes que se sintió culpable porque su clase arruinó muchas cosas preciadas para sus alumnos. Solo Min Ji sabía que había sido Jun Pyo, aunque él nunca se lo hubiera dicho, tampoco era algo que necesitará preguntarle.
Ella le había hecho un regalo y él era demasiado orgulloso para agradecerlo o disculparse por sus errores, seguro en el futuro ya no sería así; pero por el momento darles regalos que podía comprar con dinero era su forma de hacer ambas cosas.
Sin saberlo Min Ji también había hecho con su regalo que Jun Pyo empezará a verla se forma diferente. Después de eso, las bromas y juegos entre ambos bandos Min Ji y Suho contra Jun Pyo y los F4 continuaron, pero Jun Pyo ya no la consideraba tan molesta como al principio, y tampoco la molestaba con la intención lastimarla o hacerle daño. De hecho empezó a cuidar mucho de que nadie más que él y sus amigos se metieran con ella, quizá por eso en el futuro fue conocida por toda la escuela Shinhwa como "la intocable", la única chica que podía molestar a Jun Pyo y los F4, sin recibir una tarjeta roja.
Continuará...
🌹Hola,
Muchas gracias por leer.
En esta ocasión les traigo un especial sobre la infancia de los protagonistas💖 También estoy tratando de mejor mi ortografía poco a poco, todavía me falta bastante, pero seguiré adelante.
Espero les guste el especial, últimamente no me he sentido muy bien, aun así seguiré esforzándome para traer nuevos capítulos💖
Seguiré con las dedicatorias la próxima semana en el nuevo capítulo, así que no se preocupen si todavía no les he dedicado un capítulo, lo haré muy pronto.💖
Muchas gracias por leerme en esta y otras historias. Hasta pronto💖🌹
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