🌹6. Cómo tratar con el protagonista masculino🌹
Mientras terminaban las clases de la tarde Jun Pyo se dedicaba a clavarle la mirada a Min Ji como si quisiera decirle algo, aunque no se atrevía a hacerlo. Ella junto a su nueva amiga Jandi y Suho aprovecharon para ir al comedor apenas sonó la campana para evitar cruzarse con los F4.
Min Ji planeaba seguir con su plan para conquistar a Jun Pyo, tomando el lugar de la protagonista Jandi. El único problema era que no recordaba todo lo que hizo Jandi para enamorarlo, eso sin contar con que Jandi se había vuelto su amiga como en trama original y posiblemente fuera un problema más adelante o también podría jugarle a favor, todo dependiendo de las decisiones que tomará en el futuro. Al final tener a Jandi cerca era como un arma de doble filo. Min Ji debía mantener en mente aquella frase sobre mantener cerca a sus amigos y más cerca a sus enemigos.
Había mantenido distancia con Jun Pyo medio día y pensaba seguir así hasta que se decidiera por una estrategia para lograr enamorarlo. Primero debía ver como actuaba Jandi o recordar algo del k-drama que la ayudará. Pero cuando Suho y Jandi fueron llamados para asistir a una reunión del club de deportes, a Min Ji le dio mala espina, era cierto que Jandi debía completar su inscripción para las próximas competencias de natación y debido a que Suho era el capitán del equipo masculino no era extraño que ambos acudieran a aquella reunión, aunque al mismo tiempo seguía siendo sospechoso.
De echo esa reunión se organizó con objetivo principal de separarla de sus amigos. Todo ya había sido planeado con antelación por el líder de los F4. Jun Pyo quería encontrarse con Min Ji sin la intromisión de nadie.
—Esta tarde a las tres, ven a esta dirección. Si llegas tarde te arrepentirás. No se lo puedes contar a nadie —dijo Jun Pyo al acercarse a ella y tirarle un papel doblado en dos frente a su bandeja de comida.
—¿Y ahora qué le pasa? —se preguntó Min Ji tomando el trozo de papel por pura curiosidad, lo abrió para ver qué tenía escrito—. ¿Será una amenaza?
Min Ji leyó la dirección, pero no la conocía, pensó que quizá se trataba un desafío por todo lo qué paso con el helado anteriormente. Ella no sabía a qué se refería Jun Pyo exactamente cuando le dijo que debía ir sin decírselo a nadie, pero igual se dirigió a aquel lugar, no sin antes colocar un mensaje programado para Suho. Min Ji le indicó ahí la dirección en donde estaría y le pidió que fuera por ella a toda prisa si no le hablaba hasta las cuatro de la tarde, el mensaje se mandaría automáticamente a las tres y media, lo que le daría tiempo suficiente para averiguar si aquella extraña invitación significaba una trampa del líder de los F4.
La casa que encontró en esa dirección era más bien parecida una mansión, pero Min Ji estaba acostumbrada a ver los grandiosos y lujosos edificios donde vivían los ricos herederos de familias poderosas pues ella misma había reencarnado en una de esas familias. La casa se le hizo algo familiar, pero no supo exactamente porque, quizá la hubiera visto antes o simplemente fue un antiguo recuerdo del k-drama.
—Buen día que se le ofrece señorita —preguntó el amable mayordomo que atendió la puerta.
—Oh, buen día, mi nombre es Min Ji estoy aquí por ... —dudo en las palabras que usaría, pero no fueron necesarias pues el mayordomo le indicó que entrará en la mansión de inmediato.
—Por supuesto señorita Min Ji, el joven amo la ha estado esperando —el mayordomo abrió la puerta de par a par dejándola pasar.
Min Ji entró esperando ver un campo de batalla y la atenta mirada de cuatro chicos que eran tan hermosos como amenazantes, sin embargo, solo pudo ver a casi media docena de sirvientes haciendo fila y otras personas que parecían estilistas o diseñadores de moda por sus extrañas y peculiares vestimentas.
—Por aquí señorita, por favor acompañe a las sirvientas ellas la ayudarán a que se prepare —señalo a las mucamas y le pidió a Min Ji que fuera con ellas—. Todo debe salir como estaba planeado, el joven amo no aceptará nada por debajo de la perfección —le dio órdenes a los otros empleados que corrieron por todas partes haciendo su trabajo.
Min Ji siguió a las sirvientas como se lo habían pedido, pero por más que les preguntó a dónde irían y para qué, no hubo respuesta, la llevaron a un lujoso baño, ella por supuesto se resistió.
—Por favor señorita nos indicaron que debíamos guiar la aquí —dijeron cuando Min Ji se opuso aferrándose a un extremo de la puerta sin querer entrar.
—¿Qué les pasa? ¿Cómo puedo ducharme en una casa ajena y con ustedes viéndome? ¡No hay forma de qué lo haga! —gritó haciendo que todas se alejaran de ella—. ¿Jun Pyo las envió para esto? ¡Ese bastardo esta loco si piensa que puede avergonzarme de esta manera! —su enojo solo alcanzaba niveles épicos cada vez más.
—Por favor disculpe señorita, pero pensamos que necesitaría un baño después de un día agotar en la escuela. Después de todo el joven la citó con poco tiempo disponible y usted aún lleva el uniforme puesto. Pensamos que si tomaba un baño se sentiría más cómoda. Incluso le hemos preparado un juego de ropa nuevo, pero si no lo desea podemos pasar a la siguiente habitación para su peinado y maquillaje —ofreció una de ellas que parecía ser la jefa de las demás.
—Si traje el uniforme es porque no me quedaba tiempo de ir a cambiarme a casa, Jun Pyo dijo que debía llegar a esta hora ¡Ah! ¿Pero por qué tenía qué escucharlo? —se reclamo a si misma—. ¿Qué es todo eso de peinado y maquillaje? ¿Será parte de su venganza?
—Entonces si no desea darse un baño acompáñenos, por aquí, por favor.
—¡Espera! Ya que estoy aquí tomaré la ducha, pero lo haré yo misma no necesito ayuda pueden esperar afuera y algo más. Dejen la ropa nueva aquí —ordenó Min Ji para ir al cuarto de baño.
Al final aceptó pensando en sacarle provecho a la situación, si había algo que podía hacer para sacar la mayor ventaja de la situación lo haría, después de todo un baño de agua caliente y ropa nueva no sonaba tan mal. Cuando terminó fue guiada al salón de maquillaje en donde una experta la preparo personalmente. El aspecto de Min Ji era muy diferente al de la trama original pues en ella había alterado su rostro con cirugías cosa que Hary, ahora en el cuerpo de Min Ji jamás había hecho. No sólo por su miedo irremediable a las agujas sino también porque personalmente nunca le molesto su apariencia. Min Ji se volvió naturalmente hermosa al crecer y cuidar de si misma.
—Señorita su piel es preciosa y su rostro es tan delicada que se parece a una muñeca de porcelana —la halago la maquilladora.
No le tomo más de cinco minutos prepararla, solo tuvo que ponerle brillo labial y un poco de rubor en las mejillas para terminar con su trabajo. Min Ji no necesitaba de la ayuda de los cosméticos, en casa solo usaba perfumes y rara vez se pintaba los labios pues terminaba comiéndose el colorete apenas salía a alguna parte. Su belleza siempre fue natural e indiscutible.
—En un momento llegará la estilista para arreglar su peinado, quédese aquí por favor —le pidió la maquilladora empacando sus pertenencias para irse—. Es realmente hermosa señorita, fue un placer conocerla—le dijo al despedirse.
—Gracias —respondió Min Ji mirándose nuevamente en el espejo—. Hubieras sido muy hermosa sin necesidad de tanto dolor, ojalá lo hubieras sabido antes —dijo esas palabras frente al espejo dirigidas para la anterior Min Ji.
Hary sentía algo de empatía por el pasado de la Min Ji original, en el k-drama era un personaje que apenas aparece en algunas ocasiones y luego desaparece por completo convirtiéndose en una villana, pero en realidad tenía toda una historia detrás de ella, marcándola desde muy joven como un rompecabezas que nunca se pudo terminar porque perdió algunas piezas en el camino. Una de esas piezas era su familia, sus padres que se hubieran separado si Hary no hubiera intervenido, pero esa es otra historia. Al final eso le paso a la verdadera Min Ji y; no a Hary que ahora poseía su cuerpo, fue quien se había tomado el trabajo de reconstruir todo con ayuda de la conciencia de su vida pasada. Manejo problemas que un niño normal no hubiera conseguido controlar jamás y gracias a eso hizo de su actual vida una historia mucho mejor que el pasado de aquella villana.
—¿Señorita que le parece? —preguntó mostrándole su peinado terminado.
Algo parecido a un moño, pero mucho más elevado colgaba de la cabeza de Min Ji que había estado absorta en sus pensamientos por mucho tiempo sin percatarse del desastre que estaban haciendo con su cabello.
—¡Ah! —gritó de espanto y sorpresa al verse.
—¿Eso quiere decir que no le gusto?
Por suerte lograron cambiar su peinado por unos rizos suaves con el cabello suelto y sobrepuesta una diadema con brillantes diseños de estrellas. Lo siguiente fue elegir un vestido, Min Ji escogió rápidamente sin pensarlo mucho y de los zapatos se encargó la diseñadora de modas que la acompañaba, una vez que quedó lista la enviaron a una sala para que el mayordomo principal fuera por ella y pudiera guiarla al salón principal. Un séquito de sirvientas iban detrás de ella sin importar a donde se dirigiera por lo que tampoco podía escapar aunque no estuviera agotada. Al final se rindió a esperar a encontrarse con Jun Pyo para poder reclamarle todo el calvario por el que estaba pasando por su culpa.
—Ya era hora ¿Dónde está ese desgraciado? ¿Me hizo venir hasta aquí solo para esto? — gritó apenas salió a su encuentro.
—¿Por qué te vez tan furiosa? ¿Alguien se atrevió a molestarte? —preguntó Jun Pyo confundido mirando atónito a Min Ji y luego a su mayordomo para que le explicará.
El mayordomo actuó rápidamente se encogió de hombros para luego marcharse junto a los demás sirvientes dejándolos solos.
—El único que me molesta aquí eres tú ¿Puedes explicarme de qué de trata todo esto? —se acercó él pensando en provocarlo—. ¿Por qué me trajiste? ¿Qué pretendes hacer? ¿Acaso tú...
—¿Qué es lo que estas pensando? —retrocedió para no tenerla cerca.
—Prefiero que me lo digas. Pero en ese caso te diré lo que pienso. Veamos a juzgar por la actitud de tus empleados y su insistencia en que me pusiera todo esto, además de tu nerviosismo ¿Es un secuestro? Serias demasiado atrevido si lo fuera, ¿Te gusto tanto qué te obsesionaste conmigo? —Min Ji sonrió de forma burlona al ver que logró ponerlo nervioso.
Pensó que definitiva haber tomado el lugar de la protagonista en aquella ocasión resultado muy ventajoso, podía ver que Jun Pyo se había empezado a interesarse en ella aunque también le pareció que lo hizo demasiado rápido, aunque no se paró a analizar aquello en ese momento.
—¡No estoy obsesionado contigo! Y no pretendo nada de lo que piensas —respondió Jun Pyo volviendo a adoptar su postura de confianza después de darse cuenta de que Min Ji solo bromeaba con él.
Se acerco a ella y la sujeto por los hombros para llevarla frente a un espejo de cuerpo entero que había a un lado de la sala en donde se encontraban.
—Mira los milagros que puede hacer el dinero, convierte a un patito feo en una garza —añadió parándose a sus espaldas.
—¿Dónde escuche eso antes? —se preguntó a si misma, mientras se contenía para no echarse a reír por culpa de las frases equivocadas de Jun Pyo.
Pronto un recuerdo llegó a su mente, Jandi había pasado por una escena similar en el k-drama, era su oportunidad para seguir los pasos de la protagonista, aunque no recordaba exactamente como fue la escena sabía lo esencial, debía rechazar a Jun Pyo cuando este se le propusiera y así aumentar su interese por ella igual que lo hizo Jandi en su momento.
—Si aceptas ser mi novia tendrás esto y más cada día ¿Qué piensas?
—¿Qué pienso? —Min Ji lo meditó por un instante.
¿Realmente debía rechazarlo? Eso es lo que hizo Jandi, pero las circunstancias eran diferentes. Jun Pyo estaba haciendo exactamente lo que ella esperaba, pero no dejaba de molestarle la idea de que seguía siendo arrogante en su forma de actuar. Finalmente decidió hacer las cosas a su manera; después de todo ella no era Jandi y no necesitaba rechazarlo completamente.
—Te estoy pidiendo que seas mi novia ¿Acaso estas sorda o te asombraste tanto qué te quedaste muda? —replicó confiado de la respuesta que esperaba escuchar—. Sé que ocultas tus sentimientos porque te rechace cuando éramos niños, pero ahora es distinto, he decidido aceptarte debes estar honrada.
—¿Honrada? Esto es ridículo —fue directa porque él comenzaba a desesperarla.
—¿Ridículo?, ¿Sabes cuánto gaste en esto? Solo las joyas que llevas valen más de cien millones —le recriminó y comenzaron a discutir con más ímpetu.
—¿En serio pensaste que iba a caer por estas baratijas? —replicó quitándose el collar para lanzarlos al suelo.
«¡Cien millones! Por todos los cielos, realmente deseaba tener esa cantidad en mi otra vida. ¿Dónde estabas en ese entonces Jun Pyo?» —Min Ji se lamentó secretamente de desperdiciar el dinero que necesito en su vida pasada.
—¿Pensaste qué esto podría sorprenderme? He visto vestidos más glamurosos y costosos en mi armario —añadió esperando que él le respondiera para seguir discutiendo hasta que pudiera irse.
—¿Qué dices?
—Lo digo en serio ni siquiera estás a la altura ¿Cómo te atreves a pedirme ser tu novia?, ¿Qué es lo que estabas pensado al hacer esto? Incluso tu forma de hablar es como si estuvieras haciéndome un favor al salir conmigo, es irritante —se quitó también los pendientes aunque esta vez solo los puso en la mesa frente a ella.
—¿Qué te sucede? Solo estoy haciendo lo que quieres. ¿Por qué no me aceptas? Soy guapo, poderoso además de millonario ¿Qué no te gusta de mí? —le cuestionó sin poder entenderla.
«¿Por qué no estas detrás de mí cómo antes?» —se preguntó a si mismo.
—Tienes mal genio, crees que todo el mundo gira a tu alrededor, eres prepotente, engreído y además arrogante en tu forma de hablar. Te crees superior a los demás y me has dado mucho trabajo todo este tiempo por culpa de esas dichosas tarjetas rojas —respondió abiertamente y sin contenerse.
—¿Hay tantas cosas que te molestan de mí?
—Para ser sincera sí, y me cuesta mucho creer en que realmente me quieras; pero sí es verdad entonces quiero verlo —propuso Min Ji llevando a cabo su plan—. Demuestra que sientes algo por mí —se acercó a él para sujetarlo del cuello de su camisa haciendo el ademán de un beso, para que este cerrará los ojos y cuando lo hizo sonrió satisfecha—. Solo entonces creeré en ti.
Después de decir aquello se alejo rápidamente de él y sonrió para burlarse de forma disimulada pues Jun Pyo había vuelto a caer en su trampa, al hacer justo lo que ella deseaba. Min Ji se fue del lugar llevándose el vestido puesto, cuando se dio cuenta ya estaba demasiado lejos como para regresar. Además hacerlo solo arruinaría su gran huida, por lo que siguió caminando con los molestos tacones con los que había luchado desde su llegada a ese mundo y la verdad era una batalla casi pérdida pues seguía tropezándose, hasta que terminó por romper sus tacones para caminar de forma más cómoda.
—¿Oh, Ji Hoo? —lo saludo cuando lo vio detener su motocicleta a un lado de la calle por donde ella pasaba.
Min Ji no era tan cercana como Jandi lo era con Ji Hoo por lo que su encuentro con él fue más incómodo que conveniente.
—¿Jun Pyo te molesto nuevamente? —preguntó finalmente después de quitarse el casco para verla, él tenía razón si había algo raro con su calzado.
—Fue algo parecido, en realidad se podría decir que somos algo así como novios. Aunque todavía no estoy muy segura —confesó pues había olvidado por completo terminar de resolver ese asunto, aunque seguro Jun Pyo ya había asumido que lo eran, por lo que no tenía de que preocuparse o al menos eso creía Min Ji.
—¿Es en serio? —los ojos de Ji Hoo se abrieron por la sorpresa.
—Supongo, lo lamento me tengo que ir. —Min Ji quiso evitar más preguntas por lo que avanzó sin esperar una despedida de su parte.
—¡Espera! —Ji Hoo quiso detenerla.
Después de conocerlo en esa vida Min Ji realmente no tenía una buena impresión de Ji Hoo como lo tuvo en el k-drama, así que solo quería escapar de ahí. Para empezar no le caía mal, pero tampoco pensaba en él como una buena persona, después de todo tenía sus defectos. Ella descubrió algunos de ellos, al vivir en ese mundo, después de todo Ji Hoo decía ser un pacifista que odiaba la violencia, pero se quedaba callado y no hacia nada cuando sus amigos inventaron las tarjetas rojas para atormentar a los estudiantes. Mientras que en el k-drama hizo lo mismo solo se preocupaba por Jandi y Seo Hyun así como también por los F4, bueno eso solo era en lo poco que recordaba Hary del k-drama y su experiencia al convivir con ellos en aquel mundo...
—¡Min Ji! ¿En dónde demonios estabas? —Suho apareció en su motocicleta buscándola, estacionó rápidamente mientras la llamaba se notaba preocupado.
Ji Hoo decidió no interferir y se fue rápidamente sin decir nada más.
—¿Leíste mi mensaje? Gracias por venir por mí —Min Ji recogió su vestido y se apresuró a subir con su amigo en motocicleta para salir de ahí.
—¿Qué significaba ese mensaje? ¿En qué lio te metiste ahora? ¿Sabes lo preocupado qué estaba por no poder comunicarme contigo? —la comenzó a interrogar y reprochar al mismo tiempo.
—Dejemos el sermón para luego, mí celular se quedó en casa de Jun Pyo. Te contaré todo de camino a casa vamos—le prometió para que se apresura a encender la motocicleta.
—¿Cómo que en su casa? ¿Qué hacías ahí? —la interrogó con más ahínco aunque de igual modo no pudo evitar hacer lo que le pedía y encendió la moto de inmediato.
—¡Vámonos! —exclamó más tranquila de tener a Suho a su lado.
Después de un agotar día en que no sabía exactamente el rumbo que tomaría la historia, se comenzaba a sentir más aliviada. Ya no le parecía mala idea tomar el lugar de la protagonista y estaba más confiada de poner manejar todo a su manera ahora que no se sentía controlada por la trama original; pero seguía ignorando ciertos detalles que dejaba sueltos conforme cambiaba el transcurso de la historia.
Continuará...
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