Min Ji palideció por completo, el corazón casi se le cae del pecho ¿Por qué nada salía cómo ella quería? ¿Por qué entre más planes tuviera peor salía el resultado y ninguno funcionaba bien? O bien le hacia falta un baño de florecimiento o bien simplemente la trama original seguía queriendo jugar con ella como hasta ahora.

—Me tengo que ir —el sonido de la campana que anunciaba la reanudación de las clases la salvó de responderle a Jandi y como si  hubiera un monstruo persiguiéndola, Min Ji corrió hacia su salón de clases sin descanso.

—¡Min Ji! ¿Qué pasa porqué estas tan agitada? —le preguntó Suho parándose con ella junto a la puerta de entrada al salón.

—¡Suho! —Min Ji abrazo a su amigo como si fuera el único con el que podía contar para protegerla.

—¿Qué pasa? ¿Alguien te hizo algo? ¡Dime! —exigió Suho entre desesperado y angustiado.

—No, no es nada de eso —aseguró separándose de él y dejándose guiar por Suho hacia sus asientos—. Es solo que siento como si hubiera visto un fantasma —reconoció Min Ji volviendo a sus sentidos después del impacto de conocer a la protagonista.

—¿Un fantasma en la escuela? —le preguntó Suho pensativo, él era la clase de amigo que jamás dudaría de las palabras de su mejor amiga por más cosas absurdas pudiera decir eso también le hizo gracia a Min Ji que comenzó a reír al verlo.

—Siempre eres tan ingenuo, no es nada realmente. Estaré bien después del almuerzo —le aseguró esperando que él recordará su promesa de comer juntos esa tarde.

—¡Hola, amiga, aquí! —Jandi entró por la puerta que Min Ji antes había cruzado y ahora la saludaba como si la conociera de toda la vida.

—¿Qué hace ella aquí? —se preguntó y más qué una duda era un reclamo de por qué debía ser justo su salón habiendo tantos iguales y sobre todo porque la estaba mirándola de esa forma.

—¿Esa chica es...? —Suho no terminó de decir lo que pensaba pero había reconocido a Jandi en cuando la vio.

—Nos volvemos a ver —llegó a decir pasando de largo a Suho y concentrándose en Min Ji.

—Eres esa "chica maravilla" de la qué todos hablan ¿Estas en nuestro curso? ¿Cómo conoces a Min Ji? —Suho bloqueo el camino hacia Min Ji y se interpuso entre ambas para preguntarle sus intenciones.

—Bueno sí, es algo así, me acabo de transferir a esta escuela, y nos conocimos cuando se enfrentó a unas chicas engreídas para defenderme —le respondió a Suho, esta versión de Jandi parecía ser más enérgica que la original, pero nuevamente Min Ji ignoró ese detalle por no recordar todo del k-drama—. Min Ji hasta tu nombre es bonito, seamos buenas amigas —sonrió hacia ella.

Min Ji aún seguía pálida y se quería comer a Suho con la mirada por haber revelado su nombre al enemigo, o bueno a lo que ella consideraba como un enemigo que amenazaba su seguridad y permanencia en la escuela, de todos modos lo sabría aún si ella no quisiera, pero en ese momento Min Ji no podía pensar claramente. Ella no lo sabía, pero parecía que Jandi comenzó a admirarla desde el primer momento en que la vio.

Las clases comenzaron y ninguno de los tres tuvo la oportunidad de seguir hablando hasta finalizar la escuela, Jandi los espero en la salida y aunque Min Ji seguía contrariada ya que sus planes estaban arruinados decidió ir a hablar con la protagonista que siempre quiso evitar.

—¿Conocías a esa chica antes? ¿Desde cuando? —las preguntas de Suho empezaban a ser más similares a un interrogatorio forzado.

—Ya te dije que no —respondió Min Ji con muchas cosas en mente mientras se dirigían a la salida de Shinhwa para verla.

—¿Entonces porqué parece que no se llevan bien? —preguntó nuevamente.

—No es que la odie, simplemente no quería tener nada que ver con ella y mucho menos ser su amiga, por mi seguridad. —Aquello se le escapó al tratar de organizar sus pensamientos los reveló frente a alguien que si bien nunca la traicionaría, si podía ser muy peligroso para Jandi por lo menos—. Olvida lo último, no es lo que quise decir —se apresuró a corregirse.

—Pero lo dijiste, que amenazaba tu seguridad. —El semblante de Suho cambio radicalmente—, ¿Debería eliminarla? —propuso sin vacilar.

—¡No! —Min Ji tuvo que detenerlo—. Solo olvida lo que dije y vayamos a hablar con ella en paz, entiendes verdad, sin eliminar a nadie —enfatizó sus últimas palabras.

—De acuerdo, pero no bajare la guardia —aceptó Suho bajo sus propias condiciones.

—No estamos yendo a la guerra —Min Ji sonrió al escuchar las cosas absurdas que decía su mejor amigo.

Suho devolvió la sonrisa y así ambos salieron de la escuela para encontrarse con Jandi, ella los estaba esperando pues quería hacerse su amiga y sobre todo quería conocer más de la chica que la ayudo.

—Déjame agradecerte lo que hiciste por mí, vayamos por un helado, se donde venden los más deliciosos y están cerca—Jandi ni siquiera le dio la oportunidad de contestar tomó a ambos de las manos y los llevo hasta ese lugar.

Una vez en la heladería las cosas fueron enfriándose, sin quererlo Jandi había descubierto el punto débil de Min Ji por los dulces,  en cuanto a Suho, él realmente no bajaba la guardia hacia Jandi, él quería determinar verdaderamente si era una amenaza de esa forma Min Ji no le podría decir nada si le presentaba pruebas para eliminarla.

—No sabía que te gustaban tanto, puedo prepararte un postre si lo deseas —le ofreció Jandi a Min Ji.

—En serio, eres tan buena Jandi, seamos amigas, puedes venir a mi casa a traer postres cuando quieras —le propuso con la cabeza fuera de las preocupaciones.

Suho carraspeo incómodo para hacerla ver su error.

—A sí casi lo olvido, él es Suho mi amigo de la infancia, también le encantan los dulces, aunque es algo testarudo —añadió en voz baja sin entender o más bien sin querer entender la indirecta que él le dio.

—Ya veo, me alegra conocerlos. Es un alivio pensé que no podría tener amigos y todos serían malos en esa escuela de niños ricos, pero pude conocerlos a ustedes y ahora siento que podré sobrevivir a ello. Muchas gracias por aceptar ser mis amigos —Jandi parecía honesta al decir aquello y para Min Ji solo eso fue suficiente, no había razones para pensar que algo malo ocurriría—. Ahora Min Ji, este es para ti —le extendió un helado y ella lo tomó de inmediato.

—Gracias, es mi sabor favorito, lúcuma —dijo pensando solo en comerlo por completo.

—Me alegra, este es para ti Kang, ¿Tu nombre es Suho, puedo llamarte así? —pregunto Jandi extendiéndole un helado a él también.

—Preferiría que no y gracias, pero no puedo comer nada con sabor a vainilla —Suho rechazo el helado y en su lugar se compró un batido por su cuenta.

—Cierto, Suho es alérgico a la vainilla, yo lo comeré en su lugar —Min Ji se alegro de poder comer otro pues para ese momento ya había terminado el suyo.

—Te encantan los dulces, se hacer algunos caseros, los traeré a la escuela la próxima vez —prometió Jandi viendo la sonrisa de Min Ji al probar los dulces, era como si no tuviera ningún tipo de preocupaciones.

—Sí, haz eso, estaré encantada de probarlos —en su interior Min Ji sabia que debía ser más cautelosa, pero su instinto de poder obtener dulces gratis no la abandonaba.

Además siendo Jandi tan amable con ella no había peligro al menos de momento porque aún no conocía a Jun Pyo, la protagonista sería inofensiva por algún tiempo que podría aprovechar. Por eso bajo la guardia y cuando los tres salieron de la heladería y volvieron a la escuela para terminar el turno de la media tarde Min Ji estaba en las nubes, esa alegría que sentía por comer dulces la segó demasiado, tanto que olvido el momento crucial de la historia, en donde Jun Pyo se empieza a interesar por Jandi, ese momento en que Min Ji tira el helado en su zapato y Jandi lo confronta. Debía evitarlo a toda costa, pero fue demasiado cuando vio a Jun Pyo acercarse a ellos rápidamente. No podría escapar, tenía que llevarse de ahí a Jandi y Suho antes de que fuera demasiado tarde.

—¡Matamoscas! ¿A dónde crees que vas? —Jun Pyo no planeaba dejarla ir otra vez y apresuró el paso junto a los F4 para alcanzarla.

Todo se estaba complicando y solo había una forma de solucionarlo.
Min Ji estaba por tomar otro camino junto a los demás para asegurarse de que Jun Pyo y Jandi no se conocieran en ese momento, al menos no frente a ella, pero todo salió terriblemente mal.

—¡Matamoscas! Vuelve aquí —Jun Pyo se adelantó y previó que camino tomarían.

Min Ji quiso irse para no tener que toparse con ellos, pero como por arte de magia Jun Pyo volvió a aparecer frente a ella, por un segundo la idea de que la trama la estuviera controlando le pasó por la cabeza, pero ella no planeaba dejarse llevar fácilmente por una situación predeterminada. Su encuentro ya era inevitable así que decidió que haría algo de lo cual difícilmente podría arrepentirse, cuando Jun Pyo se acerco lo suficiente a ella, Min Ji resbalo a propósito y le tiro el helado en la chaqueta, al menos eso podía cambiarlo, se dijo así misma que era hora de probar su teoría y a la vez tentar al destino de la trama original.

—Mira lo que hiciste —Jun Pyo le comenzó a reclamar—, ¿sabes cuánto vale una de estas?

La prenda arruinada era diferente a la del k-drama, pero el resto no parecía cambiar, Jun Pyo estaba enfadado.

—Tú tienes la culpa por tirarme de esa forma ¡Suéltame! —se sacudió para separarse de él.

—Jun Pyo esta es tu oportunidad —le susurro Yi Jeong en forma cómplice a Jun Pyo. Ellos aún no habían planeado nada, pero por como estaban dándose las cosas, esa situación los podría ayudar a volver a la su antigua normalidad de forma natural.

—¡Ya lo sé! —Jun Pyo se alejó de ellos y se acercó a confrontar a Min Ji. La verdad es que él estaba más ansioso por volver a pelear con ella como antes y vio la oportunidad apenas se presentó—. ¿Ahora cómo piensas compensar esto?

—¿Compensar qué?, tú eres el que debería compensarme a mí, arruinaste mi helado por meterte en medio —le recriminó Min Ji.

—No me vengas con excusas  ¿Sabes cuánto costaba esta ropa? ¿Acaso nadas en dinero?

—Me parece que ayer me lave el cabello con un fajo completo de dólares ¿Por qué preguntas?

—¡Qué descarada! —Jun Pyo sonrió disimuladamente para hablar con ironía—. Entonces págame por esto —él empujo a Min Ji con un ligero impulso así atrás donde ella se sostuvo de Jandi.

—¡Oigan! —Jandi estaba por intervenir.

—Ni hablar —Min Ji se apresuró a interrumpirla—. Tengo que ponerte en tu lugar—Min Ji se giro y le quitó a Jandi su helado de las manos para tirárselo a Jun Pyo en la cara—. Te lo mereces por engreído—le aventó el cono con tanta fuerza que lo hizo caer hacia atrás.

—¿Qué crees que haces? —renegó Jun Pyo aún tirado en el suelo

—Quieres que te pague verdad, entonces ten, si necesitas más solo avísame —ella le aventó unos cuantos billetes en el rostro.

—Ni siquiera me molestare en agregar algo más a esto, es perfecto como esta —Suho se burló de los F4 mientras intentaban levantar a Jun Pyo.

—Vámonos —Min Ji sonrió, tomo la mano de Jandi y el brazo de Suho para sacarlos de ahí a la velocidad de un rayo.

Jandi seguía mirando a Min Ji con admiración, pero a la vez estaba preocupada de lo que pudiera pasarle, por lo que había oído cuando llegó a la escuela ese grupo de cuatro chicos guapos era muy peligroso y siempre tomaba venganza de quienes se oponían a su poder.

—No te preocupes, esto siempre sucede —la tranquilizó Min Ji cuando Jandi le preguntó si estaría bien.

—¿Siempre? —se sorprendió al oírla hablar con tal tranquilidad.

—Así es, eres nueva pero deberías saberlo. Somos algo así como la fuerza opuesta a Jun Pyo, nos atacamos mutuamente —comentó Suho interesado por ver la reacción de la chica de cabello corto al saber quienes eran.

Tanto Suho como Min Ji provenían de familias poderosas lo que les daba cierto estatus en la escuela, aunque no superaran la popularidad de los F4 tampoco podía decirse que el resto de los estudiantes no se los tomarán en serio, después de todo ellos dos eran los únicos que durante años habían hecho frente al poderoso grupo de chicos crueles, aunque sumamente guapos.

—De todos modos no harán nada muy peligroso para nosotros, no te preocupes —se excusó Min Ji dejando de correr en cuando llegaron lo suficientemente lejos para asegurarse de que nadie los alcanzará.

✿✿✿

—¿Por qué sucedió esto? ¡Demonios! —Jun Pyo lazo una de las copas de la barra, pues fue lo primero que encontró al entrar al salón privado de los F4.

—De hecho creo que salió bastante bien —opinó Yi Jeong conteniendo la risa y dirigiéndose a la barra para servirse algo antes de que Jun Pyo terminara rompiendo todas las botellas.

—¿De qué hablas? Es obvio que me odia más que antes.

—¿Y cuál es el problema?

—Es exactamente lo que querías que hiciéramos para que volvieran a estar igual que siempre —le recordó Woo Bin.

—No quería eso —confesó Jun Pyo—. Pensaba decirle correctamente esta vez lo que no pude hacer antes, pero cada vez que estamos cerca solo conseguimos discutir con ella.

—¿Conseguimos? Hace mucho que ustedes dos no necesitan ayuda para pelear el uno contra el otro.

—No te estés burlado, ambos saben muy bien que el ambiente no era el adecuado, siempre que voy con ustedes algo sale mal —les reprochó Jun Pyo seguía pensando en una forma de solucionarlo y se dejó caer pesadamente en uno de los asientos del lugar.

—No recuerdo haberte acompañado la última vez que te rechazó en le comedor de la escuela —se excusó Woo Bin recordando que lo dejaron solo para que pudiera ser más sincero y a la vez porque les llamo la atención sobre el incidente que hubo en ese momento.

—Ese no es problema, espera, es verdad. Ese tampoco era un buen lugar para eso, entonces solo debo encontrar el lugar indicado. Es seguro que me ama así que no habrá problema —Jun Pyo formuló un loco plan en su cabeza en menos de un minuto y no se lo explicó a nadie en detalle, se pasaba más tiempo balbuceando sobre lo que haría y lo pensaba que Min Ji respondería.

—¿Jun Pyo qué estas pensando ahora?  —Yi Jeong deseaba saberlo, pero la curiosidad no era realmente lo suyo aún así preguntó sin esperar una respuesta.

—Tengo que irme, si ven a Ji Hoo díganle que no venga mañana a mi casa —les pidió Jun Pyo de forma apresurada.

—¿Qué? ¿Por qué iría a tu casa?

—Creo que tenían entrenamiento ¿Jun Pyo tampoco irás al entrenamiento? —Yi Jeong sin gran interés en el fondo ya sospechaba lo que planeaba su amigo así que cuando Jun Pyo se fue corriendo ni siquiera intento detenerlo.

—Es inútil ya sé fue —Woo Bin también notaba a grandes rasgos los planes de Jun Pyo y algo le decía que no funcionaria como esperaba, pero ya era demasiado tarde para contradecirlo.

—¿Por cierto viste a Ji Hoo? Pensé que venía con nosotros, ¿cuándo desapareció?

Solo entonces notaron cuando uno los F4 no estaba con ellos en el salón, después de todo Ji Hoo presenció el encuentro y posterior pelea de Jun Pyo y Min Ji, pero había un detalle más importante que los demás habían pasado por alto hasta ese momento y que Ji Hoo fue el único en notar y tuvo curiosidad por aquella chica de cabello corto que parecía formar parte del equipo de Min Ji en aquella ocasión.

—Debe estar durmiendo en alguna parte de la escuela otra vez. —Woo Bin decidió restarle importancia, pues ya sabía como era su amigo.

—Seguro que sí, casi se me olvida. Esa chica que estaba con Min Ji se me hace familiar, ¿será que debemos darle una tarjeta roja para que se aleje? —pensó Yi Jeong pues era el procedimiento habitual que tenían para protegerla.

—No estoy seguro, esa era la chica maravilla de las noticias. Ya sabes la becada que impuso la madre de Jun Pyo —recordó Woo Bin—. Veamos cómo se comporta y luego lo consultamos con Jun Pyo para darle una tarjeta.

Continuará...