🌹17. Problemática primera cita🌹
—Entremos ahí antes de que cierren —propuso Jun Pyo guiándola hacia el observatorio de la torre Namsan.
Min Ji no recordaba todo de aquella vez, pensó que el lugar en dónde los protagonistas quedaron encerrados era una especie de rueda de la fortuna, pero sin importar lo que sucediera ella estaba preparada, así que no le importaba demasiado. Ambos subieron al observatorio y se quedaron ahí hasta que notaron que estaban atrapados. Min Ji ya sabía que Jun Pyo no tenía su celular con él, así que sacó el suyo para pedir ayuda, no recordaba exactamente porque Jandi no pudo hacerlo, pero pronto se dio cuenta de la razón.
—¿No tengo batería? —gritó frustrada al ver su celular apagado y sin posibilidad de encenderlo, pues solo aparecía el símbolo de la batería vacía en medio de la pantalla.
—¿Cómo olvidaste cargar tu teléfono? Bueno tendremos que quedarnos aquí hasta mañana, alguien vendrá para abrir el lugar —Jun Pyo sonrió, parecía muy tranquilo para encontrarse atrapado.
—No olvidé cargarlo —protestó Min Ji intentando encenderlo una última vez.
«¿Es posible qué este mundo todavía esté siguiendo el libreto? O será qué de verdad olvidé cargar mi celular, ni siquiera recuerdo usarlo mucho. En fin ya estamos aquí. Jun Pyo tiene razón alguien vendrá por la mañana» —pensó ella para seguirlo devuelta al lugar en dónde estaban.
Pasarían la noche ahí, tal como en el k-drama, e igual que en aquella escena Jun Pyo enfermó poco después de quedarse dormido sobre el hombro de Min Ji.
Ella se apresuró a acomodarlo sobre su regazo y sacar la medicina que tomó cuando cuidaba de Suho. Preparó el termo de agua que tenía con ella para hacer beber un poco a Jun Pyo.
—Jun Pyo, debes tomar esto, hará que te sientas mejor —le indicó ayudándolo a sentarse para poner la pastilla sobre sus labios y entregarle el agua para que tomará la medicina.
—No necesito nada de esto —protestó Jun Pyo alejando a Min Ji con ligero empujón, parecía realmente débil por la fiebre.
—No seas terco.
—Lo haré si dices que la prueba termino.
—¿Vas a empezar con eso? Hablaremos cuando estés mejor —le reprochó Min Ji algo sorprendida por lo que escuchaba.
Aun cuando Jun Pyo debía sentirse muy mal y con la mente nublada por la fiebre, él todavía seguía pensando en ella. Era increíble que la única parte de su conciencia que tenía al menos un diez por ciento de sentido, siguiera siendo tan obsesivo con la idea de estar juntos.
—Promételo, la prueba se terminó y estaremos juntos en adelante —condicionó él dando tumbos sobre su asiento, parecía muy mareado.
—De acuerdo, pasaste a la segunda fase, ¿estas feliz? Ahora toma el medicamento —Min Ji le dio una pequeña bofetada con la pastilla y le entregó el agua para luego darle la espalda.
No sabía de que sentir más vergüenza de sus palabras o de las palabras que escucho de Jun Pyo. Ni siquiera cuando eran pequeños había sentido sus mejillas arder con tanta intensidad, ya sea por la furia o por la vergüenza, ella no sabía exactamente que era ese no sentimiento que hacia balancear su corazón y sacudir sus pensamientos.
Luego de que Jun Pyo tomó el medicamento a regañadientes, se quedó dormido. Él aun parecía ser consciente de su alrededor, pero no estaba del todo consciente cuando Min Ji lo abrigo y se aseguró de mantenerlo seguro hasta el amanecer. A la mañana siguiente, Jun Pyo despertó primero y la cubrió con la manta que ella había usado para él. Mientras Min Ji seguía dormida tomó su mochila y sacó un marcador para escribir en la pared de aquella cabina, como testimonio de que ambos estuvieron ahí y que no fue una ilusión que ella lo aceptara oficialmente como novio.
Min Ji despertó poco después, en sus sueños tuvo la visión de una de las escenas más adelantadas en la historia del k-drama. Ahí Jandi descubría lo que Jun Pyo escribió sobre ellos en la cabina donde pasaron su primera cita. Era algo como "Nuestra primera noche juntos" o algo similar. Es por eso que cuando Min Ji despertó se le ocurrió molestar a Jun Pyo. Ella planeaba tomar el marcador y tachar la palabra primera y cambiarla por segunda pues ya se habían quedado juntos en casa de Jun Pyo una vez que contaría técnicamente como la primera, ella estaba entusiasmada con la idea de ver la cara de su novio avergonzado por su acción, sin embargo cuando pudo leer correctamente lo que decía se sorprendió.
Justo antes de que Min Ji tomara el marcador para corregir la frase de Jun Pyo, ella notó que algo era completamente diferente a los que esperaba. En la pared de aquella cabina se podía leer «Recuerdo del primer día juntos como novios oficialmente. Gu Jun Pyo y Oh Min Ji».
—¿Te gusta? Ahora es completamente oficial —sonrió Jun Pyo con satisfacción al recordar las palabras de Min Ji del día anterior.
Min Ji se quedó callado por unos segundos, ella planteaba decirle que cuando se referiría la segunda fase no hablaba de haberlo aceptado totalmente. Ella todavía quería seguir jugando con él un poco más, lo suficiente para que estuviera segura de que el protagonista masculino no volviera a mirar a la heroína por ningún motivo; pero entonces lo que había hecho Jun Pyo había sacudido todos sus planes. Él seguía siendo el obsesivo y tóxico protagonista masculino se siempre, eso lo tenía claro, pero por alguna razón habían pequeñas muestras de un chico tierno en medio de todo esa toxicidad que se veía más clara en el k-drama. Así que Min Ji lo aceptó, ella había cambiado la historia original y si seguía en el futuro solo sentiría más segura del amor de Jun Pyo, no tenía más miedo, aun cuando algo inesperado sucediera en el futuro ella quería arriesgarse. No sería una pérdida si podía vivir todo aquello, pensó que quizá sería bueno relajarse un poco y confiar en su intuición.
—Me gusta —dijo finalmente y dio un suspiro sin aun poder verlo de frente.
Min Ji no sabía si ella estaría avergonzada de verlo a los ojos, se sentía demasiado cursi con todo lo que había pensado sobre su relación y solo quería salir de ahí lo más pronto posible.
—Es hora de irnos —añadió ella para tomar su mochila y salir rápidamente de la cabina.
Jun Pyo fue tras ella, ya era de madrugada, pero había poca luz solar así que se ofreció a llevarla para evitar que viajará en un bus o llamará un taxi.
Min Ji aceptó ya que recordó vagamente que debía mantener las apariencias y pedirle a Jun Pyo que borrará cualquier prueba de la salida de ambos aquel día. Ella no recordaba exactamente porque debía hacerlo, pero si que era importante. Después de pensarlo mucho concluyó que tendría que ver con la madre de Jun Pyo, pero no estaba muy segura aún así, ese era el mundo en el que ahora vivía y ya que sus padres tampoco sabían de la relación con Jun Pyo era mejor borrar cualquier pista de su primer cita por el bien de ambas familias.
Luego de convencer al encargado de limpieza que no notificará que los encontró ahí. Jun Pyo llamó a su chofer privado y también arregló que nadie publicara noticias fuera de contexto, se ocupó de que borrarán los videos de seguridad a pedido de Min Ji que no dejaba de tener un mal presentimiento sobre aquella cita, ella sentía que se le olvidaba algo importante del k-drama, pero por más que lo pensaba no podía recordarlo.
Ambos terminaron subiendo al coche y en el camino una nueva discusión se dio entre ambos. Mientras ella todavía estaba preocupada, Jun Pyo volvió a sacudir y desordenar las ideas de Min Ji.
—Me haré responsable de todo lo que pasó hoy —aseguró como si realmente se tratará de un gran suceso.
—¡Deja de decir tonterías! —exclamó Min Ji intentando no sonrojarse.
Ella seguía tratando de descifrar si se sentía avergonzada o feliz de alguna forma por las palabras de Jun Pyo, aunque también existía la opción de sentirse enojada al pensar que lo hacía a propósito para tratar de ponerla nerviosa. Con ese último pensamiento se acomodó en el asiento y recostó su cabeza sobre Jun Pyo pasando una las manos del chico sobre sus hombros para devolverle el golpe.
—Serás mi almohada —sentenció se cerró los ojos a su lado.
—¡Oye! ¿Qué significa esto? —Jun Pyo trató de protestar, pero no se encontraba incómodo así que no opuso mucha resistencia.
—¡Calla! Las almohadas no hablan —ella puso un dedo sobre los labios de su novio para callarlo y finalmente se acomodó a su lado para dormir un poco más.
Jun Pyo la observó todo el tiempo por el retrovisor del auto, se sintió cómodo al principio, pero luego muy avergonzado cuando se dio cuenta de que el coche no se manejaba solo y que ahí estaba el chofer viendo toda la escena desde el principio. El chico hizo un ademán con la mano que tenía libre indicando que nadie más debía saber de aquella situación y que el chofer no debía mostrar expresión alguna si deseaba continuar con su trabajo.
El chofer asintió y puso la vista de lleno en el camino, Jun Pyo seguía siendo un tirano de alguna forma, pero cada vez estaba suavizando más su comportamiento. En otra ocasión hubiera despedido sin pensar al chofer por atreverse a sonreírles de forma cómplice en aquel momento, pero ahora que estaba con Min Ji solo le dio una advertencia en lugar de un castigo.
Él aún no se daba cuenta de los pequeños cambios que había tenido ahora que ella había llegado a su lado, de cualquier forma ambos llegaron a casa de Min Ji sin complicación y Jun Pyo bajo del auto junto a ella para ir a dejarla hasta la puerta de su mansión.
Min Ji llamó a la puerta esperando que uno de los sirvientes abriera o que la dama Choi se apresurara a recibirla, pero en su lugar mientras volteaba para despedirse de Jun Pyo fueron dos figuras adultas las que aparecieron al abrir por completo las puertas de la mansión. Ahí parados observando minuciosamente la sonrisa de su hija que se borro al enfocar claramente su imagen, estaban los padres de Min Ji. Ellos no solo miraron con desaprobación y desagrado la llega de su hija tan temprano por la mañana, sino que también se fijaron y tomaron mucha atención al joven que la acompañaba y que rápidamente identificaron como el heredero del Grupo Shinhwa, Jun Pyo Gu.
—Mamá, papá, ¿cuándo llegaron? —preguntó Min Ji parándose delante de Jun Pyo para tratar de ocultarlo, aunque presentía que sería en vano.
—Está mañana cuando nos enteramos que nuestra hija había desaparecido—respondió acercándose el padre de Min adelantándose unos pasos hacia ellos—. No esperábamos verla llegar a casa de esta forma —añadió clavando la mirada en Jun Pyo.
—¿Cómo han estado? Yo puedo explicarlo —él tomó la mano de Min Ji y se adelantó a hablar antes que ella.
—¿Jun Pyo? ¿Qué haces? —susurró ella en voz baja.
—Déjamelo a mí, te dije que asumiría la responsabilidad —respondió en un susurro hacia ella.
—¡Estás loco! —suspiró Min Ji dándose por vencida a tratar de convencerlo.
«¿Qué más podría salir mal? Jun Pyo no podría decir nada que pudiera arruinar más la situación»—se dijo Min Ji a sí misma para tranquilizarse.
Jun Pyo intentaría razonar con los padres de Min Ji a la vez que revelaba su relación con ella y pediría formalmente su permiso para salir con ella. Sin embargo antes de que pusiera decir una palabra más la madre de Min Ji lo separó de su hija apresuradamente. La madre de Min Ji se interpuso entre ambos y miro con desdén al futuro heredero para luego dejarlo de lado. Min Ji llegó al lado de sus padres de un momento al otro dejando a Jun Pyo de lado.
—Será mejor que se vaya de aquí, estoy segura de que su familia esta tan preocupada como nosotros y querrá verlo cuando antes —comentó la madre de Min Ji para despedirlo rápidamente.
—Me iré en cuando termine de aclarar esta situación. No quisiera que hayan malentendidos por mi actitud al traer a su hija tan tarde. La verdad es que hubo un accidente en la Torre Namsan y quedamos encerrados en ella hasta ahora, su hija me salvó la vida, mientras estábamos ahí así que también quería agradecerle —habló hábilmente Jun Pyo tratando de alarga su tiempo frente a ellos.
Estaba claro por la posición en la que estaban que los señores Oh, la familia de Min Ji, no quería que Jun Pyo pusiera siquiera un pie dentro de su casa. Todavía ahí en el umbral de la puerta seguían con su conversación en un ambiente muy incómodo que no parecía ser solo movido por los hechos del día anterior. Los padres de Min Ji parecían tener especial desagrado por Jun Pyo o quizá por su familia.
—Lo sabemos, así como el hecho de que ustedes se acercaron mucho durante estos días. Ahora por favor le pedimos que se retiré —volvió a solicitarle la madre de Min Ji.
—En realidad tenía algo más que decirles —Jun Pyo intento continuar al ver la cara de confusión de Min Ji.
Tanto ella como él estaban algo confundidos por la actitud de la familia Oh, así que Jun Pyo quería seguir insistiendo hasta que el padre de Min Ji se interpuso nuevamente y lo interrumpió como última advertencia.
—Esperamos que tenga un buen viaje joven Gu —lo despidió sin decir más.
—¡Espera! —interrumpió Min Ji—. ¿Papá? ¿Qué está pasando? —cuestionó ella sin apartar la mirada de sus padres que parecían querer echar a Jun Pyo cuando antes.
Continuará...
🌹Hola,
Muchas gracias por leer.💖
Puede que la próxima semana no pueda actualizar, pero si es así la siguiente semana público dos capítulos.
Nuevamente muchas gracias por leer, hasta pronto.💖🌹
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