Había pasado ya diez minutos, en los que corrieron sin parar, cada vez se hacía más de noche y cada vez había menos casas.

- Hyunjin estoy cansado~ - Seungmin había venido haciendo berrinche todo el camino - enserio Hyunjin mis piernas no dan más y ya me duele la mano - pucherió.

Entraron a una casa que parecía desalojada y por fin pudieron descansar.

- Deja de quejarte ya llegamos - Hyunjin puso sus manos en sus rodillas tratando de tomar aire.

- Nunca...- respiró hondo - había corrido tanto, aparte casi haces que deje caer al bebé bunny- frunció su ceño levemente y acarició despacio al conejito, que al parecer le daba igual la situación- ahora me explicarás - tomo un poco más de aire - que sucede ¿Porqué salimos corriendo? - su ceño fruncido y su puchero lo hacia ver intimidante según Seungmin, aunque realmente para Hyunjin solo le causaba gracia, pero claro él es muy serio como para reírse por algo así.

- Me escapé de casa y mi padre me está buscando - dijo en tono seco y sin dar más detalles.

- Así que ahora eres un fugitivo- ladeo su cabeza como un cachorro.

Hyunjin trago en seco.

Dos cosas: uno si lo decía de esa manera sonaba muy feo y dos: ¡porque Seungmin es tan lindo!

- Algo así - se fue del lugar, entrando a lo que parecía una habitación, Seungmin solo lo miraba desde el suelo.

- Quiero agua - dijo el bajito y fue directo a la "habitación", abrió la puerta y vio la espalda desnuda de Hyunjin - L-lo siento - su rostro enrojeció de inmediato, cerró la puerta de golpe - ¿t-tienes agua?- no obtuvo respuesta.

Espero unos minutos pero nada, dio unos golpecitos a la misma y solo el silencio le contestó.

¿Acaso lo ignoraba después de hacerlo correr por cuadras?

"Vaya tonto"

Suspiró y se alejó de la puerta, tomó su bolso y salió de la casa, al parecer la noche ya había caído, la luna ya se podía apreciar con plenitud, era blanca muy blanca, haciendo sonreir al menor.

El pequeño conejo en sus brazos se apegó más a él, al igual que la noche, el frío también avanzaba, mientras caminaba por las calles desérticas un frío abrazó su cuerpo.

- Parece que se acerca el invierno - le hablo al conejo, dando un estornudo que sobresalto al animalito - Lo siento.

- Para la próxima traeré ropa más abrigada - sonrió, sus brazos estaban lo más pegados a su dorso, solo llevaba su chaleco y su camiseta, que eran de medidas pequeñas, aptos para amoldarse a su cuerpo, sus piernas temblaban, su short no cubría mucha piel.

Otro estornudo salió de él, seguia el camino por donde vinieron pero parecía que en vez de adentrarse a la ciudad, se alejaba de ella.

...

Hyunjin terminó de colocar su nueva camiseta, aunque no vio el rostro del menor podía decir con certeza que había un sonrojo en las mejillas.

Escuchó unos golpes en la puerta pero no respondió, quería primero pensar en como lo arrastró hasta ahí.

Tenía una botella de agua en el mueble que está cerca de la cama, la tomó y salió.

Al ver el salón este estaba vacío, buscó en todos los cuartos de aquella casa, talvez estaba buscando algo que beber, pero al no encontrarlo entró en pánico.

- ¡Mierda!, Seungmin dónde estás - salió lo más rápido posible del lugar, miró hacía ambos lados y no había nadie.

Corrió por el camino que había escogido para llegar, corrió por varios minutos y no lo encontró.

Supuso que había llamado un taxi para llegar a su casa, vio la botella de agua en su mano pensando en que debió haberle ofrecido antes y volvió a su "nueva casa".

...

Al día siguiente todo pasó normal solo que algo descolocó a Hyunjin, en todo el día no había visto al menor y eso le preocupó un poco.

Llego la hora del almuerzo y tampoco estuvo con sus amigos, estos tenían cara de preocupación y se veían demacrados como si no hubieran dormido.

"Que extraño"

...

Estaba sentado en la sala de Minho jugando con su celular cuando el timbre sonó, el dueño de casa abrió la puerta.

- Hola Minho, Hola Jinnie que guapo te vez hoy- le guiño un ojo.

- ¿Porqué no fuiste a clases? - preguntó Minho - y esa sonrisa a que se debe.

- Es que hoy es un día de celebrar - se sentó junto a Hyunjin y tomó su mano- el mocoso ya no te molestará nunca más o por lo menos por un tiempo.

La mano de Hyunjin apretó la de Jisung haciéndolo jadear.

- ¿Porqué lo dices? - su voz salió seria y monótona aunque por dentro estaba asustado por ello.

- ¿De qué hablas Jisung? - Minho también intervino.

- Bueno - sé arregló el cabello - Seungmin esta desaparecido, no lo encuentran desde que se fue de la casa del idiota de Bang - sonrió sínico.

- ¿¡Que!?- dijeron ambos chicos.

- No es eso genial, espero y nunca aparezca, solo me molesta su presencia.

Él silencio invadió unos segundos, ambos procesando lo dicho.

- Me tengo que ir - Hyunjin se levantó de golpe, tomó sus cosas y se fue sin decir más.

...

Corrió nuevamente a la casa desalojada, siguió cada paso pero no encontró nada, se sentía culpable, él había sido probablemente la última persona a la que vio.

- Seungmin,¿dónde diablos estás? - estaba estresándose, la noche ya estaba nuevamente, ya había pasado cinco o seis horas buscando al menor pero ni un rastro obtuvo.

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Tres días habían pasado y nadie tenía noticias de él, ya todos en la Universidad se habían enterado, los padres de Seungmin habían contratado detectives, la policía igual ayudaba pero nada daba resultados.

"Hay alguien que si puede encontrar a Seungmin en poco tiempo", el rubio había causado esto y el lo arreglaría.

...

- Padre necesito que me ayudes a encontrar a alguien - su voz era firme e intimidante pero su mirada estaba en sus zapatos.

- No decías que eras independiente y no me necesitabas - su voz burlesca irritaba cada célula de su cuerpo - Hyunjin, no debiste salir de casa por ese berrinche tuyo, mira ahora vuelves, ¿a pedirme ayuda? - sonrió el señor, era un hombre alto, de traje pero se podía notar fácilmente que era un hombre severo - creo que sabes que esto no es gratis verdad, hijo.

Hyunjin empuñó sus manos y asintió.

- Bien a quien quieres encontrar - marcó un número en el teléfono- ven AHORA- dijo al teléfono.

- Un compañero, él sé perdió por mi culpa...- dijo con amargura.

- Siempre es tu culpa Hyunjin.

Uno de los guarda espaldas del padre llegó.

- Déjame adivinar, es un chiquillo de cabello morado, su nombre es Seungmin hijo de los empresarios Kim ¿verdad? - sonrió ladino.

Una presión se instaló en el pecho del alto,sus ojos se dilataron en sorpresa, no podía creer lo que escuchaba.

- ¡T-tu! - se acercó a su padre tras el escritorio - MALDITO, tu lo tienes ¡VERDAD! - golpeó la madera con fuerza.

- Tenías que volver a casa de alguna forma y parece que aquel mocoso fue muy útil - sonrió e hizo un ademán con la mano.

A los minutos llegó otro guarda espaldas, en sus brazos estaba el joven, parecía estar desmayado, su delgado cuerpo estaba muy pálido, su cabello estaba desordenado y cuando se acercó a verlo noto que sus labios estaban resecos, probablemente por deshidratación.

Hyunjin lo tomó en brazos, sintiendo el liviano cuerpo de este, su rostro tenía ligeras ojeras, y sus ojitos...podía morir en ese momento, aquellos hermosos ojitos tenían rastro de lágrimas y estaban muy rojo e hinchados.

-Puedes llevártelo pero si abre la boca, la próxima no saldrá vivo - la voz severa de su padre creo un ambiente oscuro en la oficina - espero y cumplas con tu parte Hyunjin - sonrió - fue fácil encontrarlo ¿No?

♡A que creen que se dedica el padre de Hyunjin♡