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Capitulo 1

Las gotas del líquido morado se vertieron como si de una cascada se tratase. El vino se vertió, dando una pequeña mirada aún chico de cabello castaño... su mirada no parecía estar del todo contenta.

Hace más de media hora que se había ido de la sala del rey. Sabía que tenía que pensar en otras cosas pero....

"Esdeath sería perfecta para enseñarle" esas no eran las palabras que el chico buscaba. Tatsumi solo vaciló ante esto último por lo que solo asintió y respondió humildemente ante la respuesta del rey.

"Cómo te atreves a rechazar semejante del rey" fue la voz del ministro que resonó por aquellas paredes de mármol.

Sabía que estaba cometiendo un sacrilegio y más por responderle a una oferta del mismo rey ¿Se supone que así son las recompensas? No, por supuesto que no. Uno podía rechazar o recibir el regalo abiertamente... pero está, era un excepción.

El chico cogió la copa de vino y se lo tomó; el sabor era agrio pero a la vez dulce.

-Dame otra.- Dijo el castaño al cantinero.- Que sean dos mejor...

El cantinero asintió donde a su vez uno de sus ayudantes le entregaba un pañuelo; secó sus manos y atendió a la petición del aún desconocido.

El chico vestía una gabardina de un color blanco con algunos toques negros cubriéndole la cintura y otros que pasaban por sus hombros, incluyendo aquella parte en la que su rostro no podía ser visto a simple vista. El atuendo perfecto para un simple desconocido.

-Bienvendidos.- Dijo el Cantinero.

Tatsumi siguió bebiendo ignorando toda clase de ruido por detrás suyo. Los pasos resonaron por el lugar mientras este mismo seguía vertiendo aquel líquido embriagador...

-Uno más viejo.- Dijo aquella voz.- Si que has remodelado la caverna~

-Todo gracias a trabajo, ya lo sabes.- Dijo el cantinero.- ¿Te doy lo de siempre?

-Lo de siempre.- Dijo la voz.

-Otra y que sea rápido.- Dijo el castaño.

El cantinero se sobresalto brevemente al sentir como el sonido de uno de sus vasos recién servidos, fuera de repente posado en la mesa. Tatsumi quería embriagarse a más no poder o al menos eso intentaba... era una lástima que no podría hacerlo ni e un millón de años.

El cantinero no tuvo más opción que coger uno de sus licores

-Alguien se levantó con la pierna mala al parecer.- Tatsumi ignoro aquella voz.- ¿Al menos traes el dinero para pagar?

-Eso no te incumbe.- Respondió el castaño. El cantinero se acercó y vertió nuevamente aquel líquido embriagador para este mismo.- ¡Dame eso mejor!

Solo tardo un segundo en arrebatarle la botella y así cumplir su pedido. Fue en aquel entonces que el chico llevo una de sus manos a su abrigo; el golpe en seco no tardó en escucharse para posteriormente decir "Quédate con el cambió".

-Eso responde a tu pregunta...- Se dirigió a aquella persona aún desconocida para él.- Ahora deja de molestar.

-Si, quedó clarísimo.- Dijo el desconocido con un tono de burla.- También a otras personas le quedó claro al parecer...

-Ya los vi y no me importa...- Dijo el chico sin ver a quien se dirigía esta persona.

Detrás de aquel chico yacian un grupo de hombres bebiendo si parar. En un principio solo era para beber. Aquellos hombres vieron como el chico de gabardina blanca alzaba su mano y dejaba caer aquel dinero... obviamente, una tentación que ninguna otra persona podía evitar mirar.

-Deberías preocuparte más en tus asuntos...- Aquella persona aún desconocida sonrió.- Mujer.

-¿Cómo sabes que soy mujer?.- Aquella persona que aún desconocia al chico agradecio al cantinero quien acaba de posar una de sus tantas bebidas a esta misma.- ¿Acaso tengo un acosador? Si es así créeme que no estoy interesado en propuestas de matrimonio

-No.- Replicó el chico. Realmente no tenía intención de entablar una conversación ahora mismo y viendo como iban las cosas... creo que esto iba a acabar un tanto mal.- Y no me interesa hablar con alguien ahora mismo.

El chico se levantó; cogiendo aquella bebida agradeció al cantinero.

Aquella persona desconocida solo lo miro por breves segundos para después volver a lo suyo y tomar la bebida recién servida.

Tatsumi salió del lugar y una vez más el cielo azulado e incluyendo aquella luz de sol fueron rasgando al chico con el paso de los segundos. El castaño tapo brevemente sus ojos y así acostumbrase a esta luz. Eran apenas las cinco de la tarde, aún había tiempo para vagar por las calles en busca de algo por lo que distraerse... el chico avanzó por aquel callejón para así dar a la calle principal.

Tatsumi siempre había sido de esas personas que evitaban contacto con cualquier persona al igual que su padre por supuesto... su padre así lo crío y así fue como se acostumbro. Era extraño. El chico apenas había cumplido los diez años cuando este mismo decidió comenzar a practicar, su padre no quería en un principio pero no tuvo más remedio que aceptar, fue allí donde comenzó todo; fue allí donde un sueño inicio; y fue allí donde conoció al amor de su vida.

-¡Capitan!.- El castaño siguió caminando ignorando a este recién llegado que apenas había visto la vestimenta del chico.- Su madre...

-¿Que sucede con ella?.- Respondió al chico donde al escuchar la palabra "madre" se detuvo.

-Lady desea verlo inmediatamente.- Dijo el hombre.- Nos mando a buscarlo rápidamente antes que llegase pero usted había desaparecido. Buscamos y buscamos hasta que una de sus criadas nos avisó donde estaría.

-... Bien.- El chico solo dijo esto y siguió su camino. No hacía falta saber que el chico se dirigiría al castillo para ver a su progenitora.- Llévame con ella.

El soldado asintió para después avanzar al ritmo de Tatsumi.
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-Buenos días mi señor.- Un grupo de maids saludo al chico quien solo siguió avanzando.

El lugar era lo suficientemente grande como para colocar distintos cuadros del tamaño de un candelabro e incluyendo aquella gran alfombra que daba lugar a un gran corredor; aquella alfombra dividía a las maids de quince en quince.

El chico avanzó con normalidad hasta que se cruzó con la mirada de la maid principal de la casa.

-Bienvenido mi señor.- Dijo la maid.- Por aquí por favor..

Tatsumi solo siguió mirando a la maid con cierta neutralidad...

Los segundos pasaron rápidamente hasta que llegaron a una gran puerta la cuál dividía aquel pasillo de grandes dimenciones, con la sala principal; eh ahí donde se encontraría con su progenitora.

Dos sirvientes abrieron la puerta, el chico avanzó y diviso a su madre quien se encontraba entablando una pequeña conversación con otra mujer; las risas no tardaron en verse a lo que el castaño supuso el "para que" quería verlo.

-Si, si claro el querer... ¡Oh! Pasa hijo, ven, siéntate que quiero presentarte a alguien.

-¿Que sucede ahora?.- Respondió el chico.- Acaso es otra de tus...

-Sientate dije.- La mirada de la mujer hizo que el castaño acatará esta última orden; no sin antes dar una última mirada a la maid principal "¿Acaso ella sabía la razón?" Pensó el chico por unos segundos.- Tengo muchas cosas que decirte jovencito y aún más al no venir a saludar a tu propia madre...

Si bien, era cierto que el chico no fue a "casa" para saludar a su madre. El chico tenía sus razones. Un ejemplo de ello era la mujer desconocida de ahora.

-Déjame presentarte.- Dijo su madre quien solo extendió su mano para dirigirse a la mujer.- Ella es una de las nobles del reino del norte; recientemente muchas familias se enteraron de que buscábamos a alguien para que tuvieras a alguien como esposa. Da la casualidad que la próxima heredera es una de sus hijas y-

-Con su permiso madam.- Respondió a lo que solo se vasto para inclinarse brevemente y así hacer una reverencia.- Si no mal no recuerdo los del norte perecieron en el intento de su conquista... ¿Por qué venir hasta aquí y para que?

Todo esto último era cierto...
Tatsumi había escuchado algunos rumores de aquellos que se encontraban al norte, orgullosos de su linaje; poco ortodoxos pero disciplinados: gente que moriría por su rey; muy negligentes en cuanto a cuidar al resto salvo su rey. El castaño había escuchado muchos e innumerables rumores acerca de ellos; eran fuertes en grupo, grandes en cuanto a números y brutales con aquellas lanzas que desprendían casi casi el último apogeo del sol, quien con solo mirarle podías cerrar los ojos y así esperar tu dura realidad... el último rumor que había escucho fue el de algunos soldados y el de su mentor "Liver".

Todos los sirvientes del mismo rey habían sido aniquilados; por supuesto que Tatsumi sabía que algunos iban a sobrevivir... aquella chica siempre dejaba vivir a alguien pero... ¿Por qué un noble?

-Hijo.- Respondió la castaña mayor al ver un tanto nerviosa a su acompañante.- Está persona a sido de mucha ayuda para la general Esdeath. Deberías estar agradecido con este gesto ya que fue gracias a ella que la lucha acabó.

-Acabo con la muerte de su rey.- Replicó el chico.

Las cosas iban cada vez peor y más al tener en cuenta como era su madre.

-Hablaremos de esto más tarde.- La castaña mayor hizo un último gesto. La criada asintió y se acercó tres pasos detrás de esta mujer misma.- Hablaré con mi hijo acerca del compromiso, no se preocupe ¿De acuerdo? El estará encantado de verse con la princesa.

El castaño solo vio como esta persona que aun desconocida; asistiera por lo último dicho de su progenitora. La mujer se levantó y se retiró seguido por una de las criadas que se encontraban a un costado de la madre de Tatsumi.

-... ¿Por qué hiciste eso?.- Dijo su madre una vez que la mujer había desaparecido.- Sabes muy bien cuál es tu deber. No podemos seguir esperando tu decisión de esposar a alguien.

-Madre. Estoy casado, si. Hablaremos de esto después.

-¿Cansado?.- La castaña mayor se levantó y se acercó al chico quien aún se encontraba parado.- Hueles a alcohol... ¡¿Fuiste a beber?!

-Eso creo.- Dijo Tatsumi quien solo giro los ojos para evitar mirar a su progenitora.- De todas formas no hice nada malo. Si es todo lo que me dirás...

-¡Detente ahí jovencito!.- Dijo la mujer.- ¡Acaso piensas que con sol...!

-¿Que es todo esté escándalo?.- Dijo alguien que apenas se encontraba abriendo la puerta principal de aquella sala; muchos sabían quién era por el como vestía... pero solo el castaño sabía quién era por aquella presencia de ímpetud y aquella mirada fría en su mirada.-¿A que se debe esté escándalo?

-"Padre...".- Tatsumi susurró al instante que lo vio cruzar la puerta y enseguida hizo una pequeña reverencia en señal de respeto. Realmente no era necesario pero para el castaño..., claramente era necesario.

-Dicelo a tu hijo que no quiere escuchar.

Si bien era cierto que su padre... uno de los generales más fuerte del imperio era sumamente fuerte e inclusive despiadado a la hora del combate; también podía ser pasiguo a la hora de conversar con alguien como su madre.

-Pueden retirarse.- Se dirigió a las criadas(o) que se encontraban alrededor de la sala.- Bien..., ya que estamos solos los déjame tomar asiento.

Los segundos pasaron rápidamente y ahora Tatsumi se encontraba sentado; no fue porque quisiera claro está. Su madre aún lo miraba con una mirada intimidante en señal de que la actitud mostrada hace unos segundos, realmente no le gustaba en absoluto. Sea como fuera el caso de querer comprometerlo con alguien... la última palabra la tenía su padre quien aún se encontraba sentado en silencio después de lo que su madre le había dicho.

Su padre casi nunca estaba en casa así que toda esta reunión "familiar" era sumamente extraña.

-Esto es una tontería.- Era justo lo que Tatsumi pensaba que diría, estaba agradecido..., pero eso cambio al escuchar a su padre seguir.- Es por eso que yo mismo cite a esa dama del norte a esta casa.

-¿Que? ¿Acaso no fue idea de madre?.- Replicó el castaño desconcertado de si mismo; su padre siempre había serio en los casos administrativos, y es por eso mismo que su madre había asumido ese rol de la casa.- ¿Estás de bromeando verdad?

-No soy un hombre de bromas.

El chico se declinó brevemente al ver la mirada de su padre. Sabía lo que significaba esto...

-Hijo...- Su madre fue la segunda en hablar.- Debes entender que esto es por tu bien ¿Verdad?

Budou asintió en silencio mientras su madre proseguía.

-Eres joven hijo mío..., pero al igual que tu padre; eres un guerrero. Debes de entender que no siempre los fuertes ganan y aveces se deben tomar sacrificios. Todo esto que hacemos por ti y queremos, es solo para que al menos siga la línea familiar.

-Casandome con alguien que ni conozco...- Dijo Tatsumi con cierta amargura en su voz, aunque por otra partes... había cierta espina dirigida hacia su madre.- ¡Realmente estamos teniendo está conversación!

-¡Cállate y siéntate!.- Replicó budou al instante que vio a su hijo reclinarse del asiento.- ¡Es suficiente de esté escándalo! ¡Así como nuestra familia trascendió de generación en generación para la protección de un mismo rey! ¡No permitiré que lo eches todo por la borda!

-¿Borda?.- Una vez más; él castaño hablo al instante que su padre termino.- Yo viví el mismo infierno allá a donde me llevaron; viví y sentí la misma prisión de la que siento en este lugar. No me digas que llevaré a está familia al declive solamente por no quererme casar.

-Lo harás.- Una vez más Tatsumi sintió ese mismo sentimiento de "compresión" en su pecho.- Y será esta noche.

En ese mismo instante la puerta se abrió dejando ver a dos criadas mayores de la casa e incluyendo a otras dos en cada lado.

-Este día fue un gran golpe para nosotros ya que tanto el lugar a donde fuiste, triunfaste pero también hubo otra victoria en el norte.- Dijo Budou.- Antes que te fueras, nuestro rey pidió celebrar está noticia con las dos personas que trajeron la paz. Realmente no pensé que lo haría hoy... pero si esa fue su elección pues no tenemos más que aceptar, y dentro de ellas; estás tú, por supuesto.

-Debes estar...- Antes que completará su frase, budou lo miro nuevamente con la misma seriedad con la de sus soldados.- ¿Por qué piensas que aceptaré ir?

-Eres de la familia.- Con esto último dicho, Budou se levantó y se dirigió a pasos firmes a la ventana.- Podrás ser lo que quieras; te lo permitiré por supuesto. Pero hay límites y dentro de esos, es no abandonar a la familia, y con respecto a tu última pregunta...

Fue en ese entonces que una tercera criada apareció. La chica vestía casi igual que las criadas mayores, representando que estaba a cargo de una sección de la casa. Su cabello era de color negro como la misma noche, sus ojos carecían totalmente de los tonos negros como muchas otras personas que conocía; en cambio, aquellos ojos representaban al mismo cielo vivo reflejando la transparencia de los mares del oeste.

-Los atuendos están listos mi señora.- La castaña mayor asintió seguido por un gesto de "gracias" para posteriormente mirar a su hijo.

Tatsumi no sabía que decir salvo solo mirar a su padre y ver lo que quería decir.

-Se que harás lo correcto.- Con esto último dicho, Buduou regreso su mirada hacia la ventana dejando así a un castaño que tomara su elección.

Los segundos pasaron y el castaño no tuvo otra opción más que regresar por dónde vino e irse de aquella sala, junto con algunas criadas que lo llevarían al lugar... incluyendo, aquella chica
•••

-¡Estupida corbata!.- Exclamó Tatsumi al ver qué no podía ponersela.- ¡Ojalá y te fueras al infi-! ¡Deja de reírte!

Las pequeñas risas de una azabache comenzaron a resonar por el cuarto del chico. Aquella chica, decidió avanzar hasta estar cerca del chico.

-Te ayudo.- La chica comenzó a arreglarle la corbata, seguido por una palmadita al concluir su trabajo.- Listo, se que es difícil al inicio pero... creo te acostumbraras fufu.

-Eso es algo que no quiero hacer.- Dijo Tatsumi.

-Pero si te gustaría esto verdad.- La chica ajusto la corbata un poco más hasta llegar a escasos centímetros del chico. Tatsumi no tuvo más que reclinarse y ver a la chica directamente a los ojos.- No pude decírtelo frente a todos pero... Bienvenido.

El chico solo sintió aquellos labios pegándose hacia él. El beso era dulce o eso fue hasta que el castaño la tomo de la cintura y hacer que el beso fuera a un más largo de lo que quería la chica.

- Pensé que estabas enojada.- Dijo Tatsumi a separar un poco; la chica sonrió brevemente.- Perdona si me tarde demasiado en llegar.

La chica ladeó su cabeza para posteriormente decir "No te preocupes".

-Se que era tu deber estar ahí.- Con esto último dicho, la chica se separó y se alejo hasta llegar a lo que parecía ser el armario.- Es mi deber ayudarte en lo que pueda.

La chica siguió buscando aquel traje de color negro. Aprovechando todo esto... el chico se acercó hasta su cintura y así apaciguar su curiosidad de preguntar.

-¿Estás enojada?.- Dijo el castaño.- Se que ya has escuchado los rumores o al menos lo que a dicho mi madre. Todos lo sabían salvo yo. Realmente no quiero hacerlo...

-Lo se y es por eso que te amo.- La chica dejo a un lado su búsqueda. Tatsumi solo sintió la pequeña caricia de su mano.- No importa lo que pase mi pequeño leon.

Esto último hizo que el chico se ruborizara a más no poder y así alejar su mirada brevemente de la chica quien aún se encontraba de espaldas.

-No me llames así porfavor.- Dijo Tatsumi ruborizado.- Odio realmente ese nombre.

-FuFuFu.- La pequeña risa de la chica era muy dulce ante los oídos del chico.- Será mejor nos apure...

-¿Ya está listo?.- Dijo una voz antes de entrar al cuarto.- ¿Que están haciendo?

Tatsumi no tuvo tiempo de alejarse lo suficiente antes que su madre abriera la puerta. Sería mentira decir que su madre no estaba pensando en algo un tanto morboso por está situación.

-Mil disculpas mi señora.- Dijo la chica al instante.- Es solo que me estaba cayendo y su hijo me....

-Sabes que... no me interesa.- Dijo la castaña antes de avanzar hasta su hijo.- Ayuda en otra cosa afuera, debo de hablar a solas con mi hijo.

La chica de cabello azabache asintió brevemente al escuchar la orden. Solo bastó un ojo de la chica para saber que "lo sentía", todo esto iba dirigido para un Tatsumi que aún yacian parado. Una vez ido la chica, su madre cogió aquel traje negro y procedió a mirarlo brevemente.

-Esto está sucio aún.- Replicó la castaña mayor.- Espero y todo esto no haya sido lo que estaba pensando.

-Esperemos y no hayas pensado que me iba a relacionar con una sirvienta.- Tatsumi extendió su mano, su madre entendía a lo que se refería así que solo se lo dio y el castaño prosiguió a ponerse el traje.- No tengo nada que ver con ella. Tu lo has dicho miles de veces... "son sirvientes" están para ayudar, y nada más.

-Se que estas enojado aun pero debes entender.

-Entender es algo que quiero. Dijo Tatsumi.- Pero no puedo hacerlo.

Si bien era cierto que su madre quería lo mejor para su hijo. Todo esto era por el bien común para el futuro.

Esta conversación se torno un tanto silencio hasta que su madre tomo el primer paso y se retiro. La velada debía continuar y ella, era la anfitriona de esta misma.

La horas habían pasado rápidamente, siendo apenas las once con diecisiete minutos, muchas personas habían estado ingresando. No hacía falta decir que entre muchas personas, solo estaban invitados gente importante; algunos de ellos vestían trajes de gala junto con sus acompañantes, otros simplemente se abstenian a ingresar con su familia.

Todo por supuesto... era visto por el chico. El castaño tan solo se mantenía en la segunda planta esperando a que al menos el rey llegase, cosa que por supuesto, aún no había señales de ello.

Era casi imposible no pensar en ello. Tanto su madre y padre estaban a la espera de su elección está misma noche, debía de elegir si esperar a aquella chica o decirles realmente con quién quería estar; aquella mirada del chico paso rápidamente a aquella chica de ojos claros. En un principio creyó en qué se olvidaría de ella mientras la sangre corría en el campo, siempre esperando a que sol se ocultase y así poder envainar su espada; noche tras noche; día con dia, no supo cuánto tiempo había pasado...  pero jamás la olvidó.

¿Acaso estaba mal pensar en todo esto? ¿Acaso no iba a ver un fin para todo? Sabía que estaba mal relacionarse con alguien como ella, sabía lo que su madre diría... pero su padre ¿Tal vez iba hacer otra historia?

El chico vertió una vez más aquella copa de su mano directamente a su boca; estaba amargó.

Fue ahí donde su madre lo llamo.
Aquel chico no tuvo más de otra que bajar, no sin antes dejar su copa a uno de los sirvientes que vagaban para ofrecer sus servicios de beber.

—Tu padre pronto vendrá con rey así que comportarte quieres.

—Lo que digas.- Su madre no tuvo más opción que tomar eso.— ¿Puedo irme ya?

—No.- Respondió la castaña.— Quiero que también converses con nuestros invitados, han pasado años así que—

—Conozco a cada uno madre.- Replicó chico.— Ese de ahí es un lord, ese otro es su amigo que por lo que veo; y aquella etiqueta flor en su pecho, corresponde a una de las familias que administran dinero a la capital. Ese otro de ahí no lo conozco, pero viendo a la niña del costado supongo que es su padre e incluyendo a aquella señora; sus tonos parecen ser más refinados que los otros vestidos asi que a de vender todas las vestimentas de cada una de las mujeres de este lugar.

—Deja de hacerte el sabiendo y ve a saludar... ¡Ahora!.

Su madre continuo con lo suyo que era en recibir a los invitados con gracia. El chico ya de por sí estaba fastidiado con todo esto, y ahora tenía que venir su madre y obligarlo a hacer algo aún más molesto... nadie de aquí conocía al chico, si bien el chico era un gran combatiente a las afueras... aquí simplemente era un simple capitán en busca de un ascenso a algo más grande.

—Desanimado.- Dijo una mujer que se encontraba detrás de él.

—Lo estaba pero ahora que te veo ya no.- Tatsumi volteo hasta mirar a aquella chica que le ofrecía la última copa que había en la bandeja.— Sabes lo que me gusta ayame.

—Es por eso que te lo traje.- La chica sonrió. Tatsumi no tardó ni un solo segundo para verter el líquido en sus labios.— Es uno de los regalos que pude conseguir en la cantina que te gusta.

—Gracias. Todo el alcohol que ofrecen aquí es muy amargo para mí.

Con esto último dicho, la chica se retiró sonriendo no sin antes decirle unas cuantas palabras al oído. Estaba feliz al escuchar esas palabras dulces únicamente dirigidas para él.

—Interrumpo algo.- Una segunda voz se vio opacada por el momento.— Espero y no interrumpir en un mal momento.

Conocía aquella voz aunque por unos cuantos segundos pedía que no fuera aquella persona... grave error. Aquella persona vestía un vestido largo de color negro, su vestimenta podía ser un tanto casual pero debido a aquellos "ajustes" de su pecho e incluyendo aquel corte en una de sus piernas... le hacían que sobre saliera más que las demas mujeres.

Tatsumi miro por detrás de él y ahí la miro. Cabello celeste y ojos azules casi casi como los era "ayame" estaban mirándolo fijamente; la chica sonrió.

—Veo que pudiste sobrevivir a las afueras.

—Fue simplemente suerte la que tuve.- Tatsumi miro a ayame y la chica entendió, se retiró para así dejar al castaño y a la peli celeste.— y dígame gener...

—Llamame Esdeath por favor.- Interrumpió la chica.— No somos desconocidos Tatsumi ¿O acaso no recuerdas nuestro baile de aquella noche? Fufufu.

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Realmente quiero ofrecer una disculpa si no e actualizado en absoluto xc excusas no tengo y si es que prometo algo achile no me creerán y ni yo v:
Solo puedo decir que la UNI me a tenido ocupado :(

Espero y seguir actualizando. Estaré escribiendo de 500 palabras por día para así traer más CAP seguidos por los próximos tres días.
Sin más puej gracias por estar al pendiente de este fic (que me dejó con ganas de más pero v: pa más sabor en el next CAP) espero y sigas al pendiente 🙇🏻‍♂️🙇🏻‍♂️

Ushhh men.
Yo así si con gusto me dejó enfrentar a los boss 🌚🌝

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