YouRiko
Al entrar entrar al baño durante el almuerzo pude notar que estaba totalmente vacío, me refiero a que suele haber una u dos personas normalmente pero hoy no era el caso. Fui al lavatorio pues a eso había ido, por jugar con Chika en el salon de arte se nos calleron unos restos de pinturas arriba. Ella decidió que en esas condiciones iría a molestar a Riko. Espero que no la encuentre o algún profesor descubrirá el desastre que hicimos. Mientra pensaba en silencio al quitarme la pintura pude escuchar unos sollosos, casi inaudibles realmente, era como si los estuvieran reprimiendo. Cerré la llave del agua y sacudí mis manos, sin hacer ruido me acerqué a los cubiculos. Escuché con atención para saber de cuál provenía. Era el último. Toqué la puerta de éste.
— Disculpa... ¿E-estas bien?— Pues lógicamente no, pero no sabía como saber qué ocurrío.
—¿Y-You?
—¿Riko?— Escuché el pestillo y la puerta abrirse. La imagen de ella con los ojos rojos, sonrojada de tanto llorar y tan... Tan débil, fue como ver un pequaño animal, solo, lastimado, pidiendo ayuda con su mirada. La envolví con mis brazos tratando de tranquizarla y darle un lugar seguro donde refugiarse. — ¿Qué ocurrío?... O mejor dicho ¿Quieres contarme?
— Por... Por ahora no...
— ¿Quieres ir a la enfermería?— Negó con un movimiento de cabeza— ¿Quieres ir a tu casa? Puedo acompañarte.— repitió su accionar— ¿Irás a la próxima clase?...
— Debería ¿Cierto?— O eso entendí pues su voz era un bajo y agudo hilo.
— No estas en estado, solo te traería problemas.
— Me estas diciendo que no vaya... ¿No?... Pero... You, creo que es mejor ir a casa en ese caso.
— Te acompañaré. Y antes de que te niegues, quiero verte mejor antes de despedirme.
— Solo quieres que te cuente lo que pasó.
— También, pero es que soy tu amiga y me gusta verte feliz... Ahora que lo pienso Kanan esta relacionada ¿Verdad?.
—... E-en parte, aunque es más por mí que por ella.
— En cuanto la vea-
— Antes escucha qué pasó.
— Bien.
Salimos del baño camino al salón, cuando llegamos Chika llego de inmediato para manchar el rostro de nuestra amiga pero al ver su expresión cabizbaja retrocedio. Cada una fue por su bolso.
— Chika— Llamé — Cuando terminen las clases ven donde Riko, por favor toma todos los apuntes.
— Entiendo pero ¿Qué paso?
— Eso ni yo lo sé exactamente, al menos por ahora. ¿Podrias encargarte del resto?
— Si, cuidala, te lo pido como amiga y lider de Aqours.
— Confía en mí— hice mi saludo para destensar el ambiente un poco.
— ¿Vamos?
(...)
Luego de varios minutos de silencio en los que solo nos mirábamos ella abrió la boca sin emitir ningún sonido pero lamando mi atención de nueva cuenta. Suspiro. Junto sus manos y mirando el piso por fin confesó lo ocurrido.
— Terminamos... Pero... En buenos terminos, es solo que... Le mentí para eso y me estoy arrepintiendo.
Me acerque más hasta estar pegada a ella, toqué su espalda y rodilla, me miro, yo le sonreí. Solo quería que se sintiera cómoda al hablarme... Sólo asintió para seguir relatando.
— Me cito al salón club, como ya sabías. Pensé que era una buena oportunidad para pedirle una cita así que me sentía feliz, al llegar vi su expresión, estaba preocupada pero eso no me hizo echarme para atras, mejor, trataría de animarla. Ella se acercó y ese "Tengo algo que decirte" fue un pequeño punal, pero asentí. Me dijo que ella... Ya no sentía lo mismo que antes, que se sentía horrible pero que prefería romper ahora y no después cuando sea tarde. Sin querer entender le pregunté por qué "tarde" y ella me dijo que lucharia por recuperar a Mari... Yo la felicité por su iniciativa y le mentí, le dije que me sentía feliz por ella, que estaba segura que podría volver con Mari... Y que yo me estaba sintiendo culpable por comenzar a sentir algo por ti, perdón... Te involucre sin tu consentimiento... Perdón... Lo siento... Realmente lo siento... Yo...
— No te estas disculpando conmigo, ¿Cierto? — La voltie para abrazarla mejor y termine cargandola sobre mis piernas tecnicamente, ella solo se refugiaba en mi pecho. — No tienes la culpa de nada... Esta bien que llores y que te duela pero no te culpes por esto... Y si fuera un intento de Kanan por ponerte celosa, quien se equivocó fue ella, ya que debería conocerte y saber que no serías capaz de lastimar a nadie. Que no la harías sentir culpable por dejarte y que te mostrarias fuerte ante sus ojos... Es por que eres un pequeño angelito, así como dice Yoshi. Loca y todo, muchas veces tiene razón. — Rió levemente entre sollozos— Es mejor oirte reír que llorar, pero si es lo que necesitas no olvides que siempre tienes a alguien para ser tu apoyo. Chika y yo somos ese alguien, hasta Yoshiko podría ser mejor en algo así.
—Gracias... Es solo que no quería interrumpir su almuerzo...
— Para nostras siempre serás más importante que cualquier otra cosa... Tonta.
Tomó con sus manos mi rostro y me dio un suave beso. No podría negar cuanto me gusto, con eso fui más que evidente pero no estaba bien; aunque antes de darme cuenta me volvió a besar, se separo tan solo unos segundos y volvió a besarme. Me estaba ganando aquella trampa agridulce. ¡No! Debía ser fuerte. Me alejé lo suficiente y tome su rostro para detenerla.
— Riko, esto no esta bien.
— Solo... Déjate llevar... Por favor.
— Riko.— hablé seria.
— Por favor. Soy conciente de lo hago, no serás la culpable, sino yo.
— No quiero que me uses para lastimarte.
— Pero es todo lo contrario. Quiero descargar la tención.. Y un abrazo no me es suficiente en este momento. De todas formas si no quieres no voy a hobligarte a nada.
— ¿Vas a llorar?
— Posiblemente.
— Eh...
— Si aceptas, prometes dejarte llevar y sea lo que sea que pase, sea a donde sea que lleguemos, ninguna se se sentirá culpable ¿Entiendes?
— Si, en ese caso, acepto, pero... Será un secreto.
— Lo prometo.
No se hizo esperar su delicado tacto. Comenzó sonriendo, pude percibirlo, aunque pronto se volvió un conjunto de dolorosos quejidos, tomó el cuello de mi uniforme con fuerza obligandome a mantener la cercanía. Un sabor salado llego en pequeñas dosis hasta ser permanente, a su vez la humedad en mi rostro crecía ¿Cuánto más podría resistir esto? ¿Cuál era el verdadero objetivo?¿Por qué al ver sus ojos no pude negarme? Y aun con preguntas tan molestas dominando mis pensamientos, mi cuerpo se dejaba llevar tal y como había prometido, mis manos estaba cada vez más cerca de sus piernas, mis labios obligados a seguir su penetrante ritmo dieron paso a una batalle entre ambas lenguas. Al regar al borde de su uniforme titubee, sabía lo que seguía pero no estaba segura, fue entonces cuando sentí sus dedos sobre los míos levantando la tela. La arrojó a un lado. Nos quedamos conectadas sin decir o hacer nada, son las respiraciones irregulares, los labios rojos volviéndose aún más apetecibles. Era como una niña pequeña, tenía mi juguete favorito en mano, podía hacerle lo que quisiera y sin que me oponga resistencia aunque si lo pensaba mejor tal vez el muñeco era yo. De nuevo dejaba vagar por su cuerpo mis manos llegando a aventurarse más que antes, pasando por debajo de su falda en constante tacto con su piel, dio un respingo al llegar entre sus piernas. Rompió con la conexión desviando la vista al suelo. Moví dedo por aquella zona provocando tensión en sus musculos por varios segundos. Sus mejilla adoptaron calidez y puso sus manos sobre mis hombros, fijó sus obres sobre los mios y juré en ese momento que no había persona sobre la tierra que superase su belleza.
— S-solo... Hazlo.
— Me detendré cuando tú quieras aunque...
—Si, lo soy. Solo tómame como tuya... Confío en ti. Me quieres, ¿verdad?
—Claro que te quiero p-
—No importa el resto—Susurro sobre mis labios antes de que volvieramos a batallar.
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