Yo no fui...
Yo no la mate...
No la maté...
No la maté...
No...
¿Por qué?

Esa voz no dejaba de repetirlo "La mataste... La mataste" se estaba haciendo una tortura. No pude haber sido yo. Solo recuerdo abrir los ojos en un lugar muy obscuro y sentir el cuerpo pegajoso y duro, como cuando derramas jugo en un dia de mucho calor, era ere tipo de dureza; el olor era horrible, olía a podrido y se sentía pesado, caluroso húmedo. Miré mis manos, estaban sucias... Como mi cuerpo entero, mi camisa ya no era blanca. Di unos pasos hacia delante. Escuché el ruido de agua bajo mis pies, miré y resultó no ser agua. Volví a mirarme con miedo, mucho miedo, ¿Esto era sangre? Ya tenía unas cuantas horas pero era mucha. Empecé a caminar por el lugar, el techo estaba muy alto, era amblio pero estaba totalmente vacio. Al girar a la izquiera ví una escalera caracol. La subí. Para mi desgracia. También estaba siguiendo un camino de sangre. Arriba habia una cama con sabanas despedasadas y el respando bastante arañado. Tambien ví que había una ventana, era de noche, al acercame más resultó que la cortina estaba en el suelo. Miré a mi amrededor, me estaba deseperando al solo ver lugar en completo desastre, desastre y con sangre por doquier. Me senté en la cama mirando el piso. Me dolía el pecho... Me estaba angustiando... Estaba asustada... Y sola... Tenía miedo...
Respirar cada vez me costaba más por la opresión que sentía en el pecho.

You: Riko... Riko, amor, ¿Dónde estas?... ¡Riko!...¡RIKO~!

Las lágrimas desbordaron de mis ojos como cataratas, comencé a temblar. El frío comenzó recorrer mi espalda y una sola idea de las miles que se me acurrieron me cuadraba. La maté. No quería aceptarlo tampoco.
La desesperación era cada vez mas, miraba a todos lados nerviosa, sentía que en cuanto pudiera el lugar me iba a tragar. Las paredes y el techo estaban más y más cerca, me querían asfixiar... Nonono no, estaba respirando, costaba pero respiraba, cada vez mas, mas profundo, mas rapido, el pulso aumentaba así como los latidos de mi corazón.

"La mataste"

You:¡No!

"La mataste"

You: ¡No!

"La mataste
La mataste
La mataste
La mataste"

You: ¡Ahh! ¡No!... ¡Cállate! ¡Cállate! ¡Qué te calles!

Me tapé los oídos pero esa voz seguía repitiendo lo mismo, aún su gritaba, pataleaba y golopeaba el suelo con mis pies, nada la callaba. Tenía que demostrarle que no era así. Me levante con miedo de que en cualquier momento algo saltase sobre mí.  Me asomé por las escaleras, encendí la luz y solo podía divisar el charco de sangre casi debajo de mi, la calefacción estaba encedida pero... ¿Y todo el resto? Miré la ventana. Apesar de que la sangre no llegaba ahí era la única opción.
Si no la maté, debe estar en algun lugar tranquila... Y en el caso de haberla matado, ¿Dónde estaba el cuerpo?
Temblorosa corrí la ventana para abrir, estaba helando, ahora entendía la calefacción. Salí como pude y me encontré en un jardín. Miré atrás. Parecía un cuarto pequeño... El salón gigante estaba bajo tierra. Volví mi vista al frente. Solo podía avanzar pues a mis lados habia un bosque de pinos... ¿Dónde estaba? ¿A dónde iba a llegar si seguía este helado sendero. La luna iluminaba con intensidad sobre mi cabeza. Toqué mis bolsillos para meter las manos y encontré un papel.
No se podía leer bien, no podía leer bien, era mi culpa por no llevar lentes.
"¿Te casarías conmigo?"
... No no no... Ahora podía recordar algo. Teníamos planes de casarnos en un futuro cercano y yo... Yo iba a proponercelo oficialmente, volví a meter mi mano en el bolsillo, ahí estaba el anillo. Las lágrimas volvieron a salir, el pecho me dolía aun más que antes. Volví a temer por lo que estaba ocurriendo, ahora voz de sumó a mi agobio. "¿Por qué?

You: ¡Riko!... ¡Riko responde!

A lo lejos ví una ruta, calle, había un final de arboleada. Estaba tenuemente iluminado. Seguí caminado. El frío. El miedo. La deseperacion. Ahora todo podía empeorar y yo no lo imaginaba en lo absoluto. Un auto chocado contra la acera, o lo que pretendía serlo, había sangre a su alrededor. Lo rodee y al mirar adentro, lagrimas, ahí estabam denuevo. Riko estaba dentro del auto. Cubierta por ¡mi abrigo! Entonces... Ella no tenía rastros de desangrarse, solo parecía inconsciente, aunque en ese caso ¿De dónde salió toda esa cantidad de sangre?... Tal vez chocamos un animal... Si... Era un animal debajo del auto, pobresito... Repire y abrí la puerta del copiloto, era la única entrada. Miré nuestros celulares y no tenían carga. Riko, ella estaba respirado bien pero no despertaba aun si la sarandeaba, la golpeaba levemente o gritaba. Debía de estar desmayada.  ¿Ahora qué?
Determiné que lo mejor era buscar ayuda pero, no parecía que alguien habitara en medio de una ruta. Miré a mi novia y suspire tomando fuerzas. La tomé en brazos para quitarla del auto, no había nada que pudiera hacer más que llevarla cargando hasta... Algún lugar. Tomé los celulares y los guardé en mis bolsillos. Acomodé a Riko en mis brazos, cerré la puerta del auto como pude y empecé a caminar.
Al menos... No la maté.