YohaYouChika
You: L-le fui infiel a Chika—habló en un tono mas bajo— P-pero no quería! Es solo que Yoshiko, no sé, se sentía muy bien y...
Kanan: Si sabes que esa no es excusa, ¿Verdad? —tomó el cuello de la remera para lanzarla a un lado provocando que callera al suelo— Eres una idiota.
You: ¡¿Crees que no lo sé?! —impactó su puño contra la madera bajo suyo. Unas gotas lo acompañaron— por eso quería un consejo, ¿Q-qué hago?
Kanan: ¿Me ves cara de infiel? No tengo ni idea de qué se hace. Solo siento una gran ira y quiero golpearte, ¿después de todo lo que pasó Chika? Te haces a un lado y- AGG —volvió a tomar su ropa pero esta vez usando su puño libre para dar un golpe en el abdome— Eres una cobarde. Infeliz —You termino en el suelo sin decir nada.
Un piqueteo del lado de afuera y la puerta abriendose interrumpieron la escena. La de ojos rubi miró a las otras dos de ida y vuelta varias veces, con la boca lista para hablar segundos antes de que algún sonido saliese.
Chika: ¿Qué... pasó?
Kanan: Dile infeliz, dile, para luego poder romper cada uno de tus huesos.
Chika: Vamos, díganme qué está pasando aquí... Por f-favor.
You: N-no llores, Chika, te diré...p-pero no te gustará. —Se levantó en dirección a Chika estando apunto de tomar sus manos— Verás...
Kanan: No la toques.
Chika: ¿Eh? ¿Qué pasa? —repitió el vaivén entre topacio y amatista. Su corazón dio un segundo vuelco— You...
You: Yoshiko... Te... T-te fui in... Infiel con ella... Realmente lo siento yo...
Chika: ¿Qué?.. —Su inocente mirada poco a poco perdía el brillo, la voz se apagó sin aviso, ahora sus mejillas sufrían un aguacero— Eres...
Kanan se acercó para interponerse, sabía que tal como estaba demostrando la pequña mikan, acababa de romperse por dentro. No la dejaría sola e indefensa cuando el estado de shock la consumian. Le dio otro golpe a la marinera y cuando estaba por repetirlo sintió como se aferraban a su remera. Gruño.
Kanan: Ni importa cuál sea la razón, a Chika no te vuelves a acercar.—está vez dirigió su puño al rostro contario— No vuelvas, ya no es tu casa... ¡QUE TE VAYAS!
La empujó fuera de la habitación, la vio alejarse por el pasillo del ryokan. Se volteó para resguardar a Chika entre sus brazos, dejandola humedecer su ropa, arrugarla. Sabía que debía ofrecerle su hombro amigo en ese momento. Pero sintió dolor en su espalda.
You: ¿Creiste que lo te haría nada y me iría?
Kanan: Parece que no entiendes.
Una cuarta voz presentó a la nueva participante. La joven de rubios cabellos llamó a su amante para que no se precipitace. La peligrisacea sonrió.
Kanan: Estás muerta.
Se abalanzó sobre la otra chica, un golpe tras otro, las telas en sus cuerpos se tornaban rojizas al igual que la piel o el suelo. La mayor buscó resguardar a la que veía la pelea petrificada mientrad por sus ojos brotaban una tras otra las lágrimas. En encuentro se dio por finalizado con el rogar de la marinera.
Kanan: Te veo y te desaparezco, no lo hago por Chika por que a mí sí me importa su bienestar. No vuelvas a aparecer en su vida.
Arrastras la sacó de la casa luego del asentimiendo. Se calmó y volvió arriba. Limpio su rostro y manos. Fue a la habitación. Todo era robótico. Entró. Las vio y solo se sumó al abrazo.
Kanan: Nee~ nosotras te cuidamos, no te pasará nada.¿Si?
Mari: Así es. Por ahora descargarte, pronto volverás a sonreír sinceramente.
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