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ChikaRikoII

Sí, había sido trabajoso entablar una amistad pero ahora que contaba con el optimismo de ambas todo era más llevadero. De no ser por que le di mi numero nunca me habria preguntado por la biblioteca, o qué autobús tomar para ir a la escuela, era un alivio ver que dejó de ser tímida... Al menos un poco pero creo que es realidad es más reservada.
Pensaba tanto en ella que trataba de encontrar una respuesta a las preguntas que ella no respondía. Hasta la segunda vez que pude entrar a su habitación.
En esa ocasión no tuvo más opciones ya que no sabía como llegar a la pastelería así que preferi acompañarla. En los dias de lluvia todo se vuelve más confuso para los turista y si bien Riko no lo era, seguía siendo nueva aquí.
Luego de unos minutos caminando bajo el paraguas éste se volteó al lado contrario y, aunque tratamos de repararlo, debimos dejarlo a la merced de un cesto de basura.
Recogimos el pedido y estabamos por ir cada una a su casa cuando amablemente Naomi me invitó a pasar para que tomaramos el té ¡habiamos recogido galletas!
Seguí a Riko que parecía molesta, seguro la lluvia no le gustaba. Se detuvo frente a la puerta de su habitación. Yo hice lo mismo pero mirando con curiosidad como sacaba una llave de su bolsillo para abrir la puerta de su habitación.
Pude ver sobre la cama un libro abierto, el cual estaba por mirar más afondo pero ver un manga dentro y el movimiento agil de Riko para tomarlo y ponermo en un estante me dejó con intriga.
"¿Lee manga? Entonces no era como pensé, ¿que genero le gustará?... Si le gustara el romance seguro conoce el Kabe-Don aunque cualquiera lo conoce" Suspire para salir de mis pensamientos, fue el momento en el que noté su mirada en mí, fruncí el seño lista para proseguir a sumirme en mi mundo de dudas cuando llamaron a la puerta.
No conversamos casi, no teníamos temas en común pero haciamos el intento de pasar el rato de forma agradable. Siempre me iba por las ramas mientras hablaba de lo que sea. Tal vez empezaba con el temporal del día y terminaba con discurso acerca de por qué creo en la existencia de vida exterrestre, fue lamentable que oscureciera con tal rapidez, tenía la sensación de que solo habían pasado unos minutos.
En cuanto nos levantamos tuve la gran idea de averiguar si conocía o no el famoso Kabe-Don.

Una vez lo suficientemente cerca se la puerta puse una mano sobre el picaporte y la otra sobre la puerta a la altura de su cabeza. Di un paso hacia ella en cuanto volteó a verme. Los ojos se le abrieron con sorpresa mientras sus cejas acentuaban la expresión, aunque al suavizar su rostro este fue decorado con un todo carmín.
Pensaba que era hermosa desde el minutos cero pero en ese momento lo habría gritado de no estár cautivaba a tal escala, es que tan solo sus ojos era suficientes para querer verla de más cerca, y si realmente lo quería ¿por qué no hacerlo? Nada me lo impedía. Vi como la dulce miel se ocultaba posando mi atención en el choque de respiraciones, soltábamos cada exhalación tan lento que pronto se sincrinizaron. Bajé la vista a sus labios entre abiertos; queria tocarlos, sentirlos, lo estaba deseando terriblemente y sin contención alguna mi dedo pulgar viajo a éstos, podía sentirlos algo secos pero no por eso menos atrayentes pero queria sentirlos de otra forma, algo más profundo, ¿qué mejor que un beso? Nada y con eso en mente terminé con la distancia. Repose mi mano su hombro.
Enseguida comenzó a moverse, llevandome a seguir aquel tacto, buscando igualarlo pero parecía inalcanzable. Cada paso que daba ella avanzaba dos ¡quería estar a su altura! Por eso le permití el paso mi boca y dejé vagar mis manos por donde fueran llevadas envueltas en las curvas contrarias.
Quería estar aún más cerca y me preguntaba si estaba bien ir tan lejor por el deseo pero yo no quería parar y Riko no mostraba señales de lo contrario, en su lugar me incentivaba a ir más lejos. Intercale nuestras piernas y pegue a la puerta la rodilla que estaba debajo de ella.
Comenzaba a oír mi nombre entre suspiros en los breves momentos que usabamos para tomar aíre, o a tal vez siendo ahogados por el beso, pero cada vez los escucha más claro.
Movía su pies, seguían sus piernas y llegaba a su cadera para luego devolver el movimiento, iba y venía, cada vez con más intensidad, con más frecuencia, mientras yo me encargaba de que no perdiera ese caluros y húmedo contacto.
Dejaba que me hiciera lo que quisiese, era aún más placentero ver que si seguía sus peticiones lo sonidos que hacia eran más, en cualquier sentido. Tomó mis manos y las llevó bajo la tela de su camisa, también, contrario a lo que esperaba, bajo la tela de su sostén.
Me lo había preguntado por un buen tiempo y ahora podía afirmar que su piel era igual de suave que la de sus manos, que su voz sonando tan dulce me volvía loca ¡nunca habia sentido tal necesidad! ¡tal calor! Era un calor que aún ardiendo me hacía querer sentirlo, un calor que disfrutaba compartir con Riko, que era placentero apesar del sudor, un calor que me gustaría repetir.
Nos despojamos de la ropa en la menor cantidad de movimientos que pudimos. Di un paso hacia atras llevandola conmigo pero pronto me vi arratrada.
Me llevo a la cama, donde quedando sentadas una frente a la otra. No podía despegar la vista de ella, su cuerpo, sus facciones; como su pecho subía y baja, o hasta cada ebra de su cabello... Necesitaba guardarlo en lo más profundo mis recuerdos.
Escuchar su voz cuando mi mano llegó a su intimidad, moviendose como Riko susurraba entre gemidos. Luego de un tiempo de estar admirando su belleza sentí como el espacio del que disponían mis dedos era reducido, su voz se volvía confusa pero notablemente más alta. De pronto todo su cuerpo se tensó y ya no pude moverme.
Nos mantuvimos en un relativo silencio hasta que se separó de mí.

Riko: Estoy muy bien.

Chika: ¿De verdad? Es la primera vez que hago eso.

Riko: Mejor aún...

Chika: ¿Y ahora?

Riko: Supongo de deberías volver a tu casa o será muy tarde. No quiero que te regañen por mi culpa.

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No podía dejarlo sin rescribir xdxd

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