Nana
*Escuchen la canción en multimedia para que sientan el fanfic*
"Bendito sea el hombre que sufre tentaciones
Después de ser probado recibirá la corona de la vida.
Señor...Fuego divino, ten piedad."
(Lilium, Elfen Lied)
Ahora tenía más libertad. Podía salir de mi cuarto, acompañada de alguien eso sí. Sigo siendo una muñeca que necesita ser guiada para todo. Al fin puedo jugar con Taehyung en el jardín y eso me pone feliz. Pero al que quiero ver de verdad es a Yoongi.
Es un hombre ocupado así que no puedo hacer nada. Al poder salir aprendí más cosas, en primer lugar ahí viven siete chicos que son igual de millonarios, no sé por qué motivo lo son pero sí sé que son amigos desde años atrás. Jungkook era el menor, raras veces salía de su cuarto puesto que según me dijo Taehyung, prefería sólo mirar. Jimin era el siguiente en edad, compartía sus gustos raros con Namjoon lo que me dejaba a la imaginación muchas cosas. Luego estaba Hoseok que simplemente era un misterio para mí, ninguno me quiso decir por qué tomaba medicamentos.
A mis ojos Jin era sumamente amable pero tenía la misma mente retorcida que los demás e igual Taehyung quien de vez en cuando actuaba de manera extraña. A veces hablaba solo, otras parecía perdido y en ocasiones simplemente no se levantaba de su cama, Jin me decía que tenía un mal día.
—Hoy vendrá Yoongi — dice Jin de repente captando mi atención — dijo que quería mostrarte algo
—Entiendo — contesto simplemente. Calmo mis emociones, en ese momento estoy tan emocionada que me cuesta contenerme.
Las horas pasan, por primera vez en mucho tiempo, lentas. Son casi las seis de la tarde cuando Yoongi llega a mi cuarto.
—Hoy te enseñaré algo importante — dice tomando mi mano.
Camino a su lado como me enseñó y pronto andamos en una parte de la casa que jamás había visto. Cruzamos una puerta blanca y ahí está quizá el alma de Yoongi. Las cuatro paredes están llenas de fotos mías, comprendo que todas las fotos que ha tomado terminan ahí. Me pasea por el lugar para que vea todo con detalle, no puedo evitar sorprenderme al verme ahí. Realmente parezco una muñeca. Sigo encontrándome con mi rostro hasta que veo un rostro diferente. Ahí entre fotos mías hay una en especial de una verdadera muñeca, mis ojos se clavan en esa foto.
—Ella es Nana — comenta Yoongi — la primera Nana
No digo nada ante su explicación puesto que está claro. Yoongi antes tenía una muñeca de verdad que al parecer era su favorita. Noto enseguida nuestro parecido, por eso he sido comprada. El mismo cabello castaño, la misma piel pálida de porcelana y los mismos ojos negros. Una ráfaga de celos me atraviesa, ¿está bien sentir celos de algo que no tiene vida? Porque él parece ver la foto con anhelo. Sigo siendo insuficiente para mi ángel demoníaco.
— ¿Dónde está ella? — pregunto, no había cruzado palabra con él.
—Murió — contesta simplemente apartando la vista.
Sigue mostrándome más fotos mías pero mi mente se ha quedado perdida en ese nuevo detalle que ahora conozco. Estoy intentando llenar el vacío de algo que fue importante para Yoongi y dudo lograr algo así, si tan sólo pudiera adentrarme más en su cabeza retorcida...
— ¿Por qué tomas fotos? — me aventuro a preguntar. Observo como recorre la vista por la habitación, anda un traje azul que hace resaltar su pálida piel, sus pequeños ojos se fijan en mí y sonríe ligeramente, apenas haciendo una curvatura.
—Las fotografías duran más — su voz suena gélida, toca mi mejilla y siento sus dedos fríos — en esta vida las cosas materiales duran más que las personas y que los sentimientos
Es cuando noto el vacío en los ojos de Yoongi y que su alma está en este cuarto porque la que debió ser suya murió en alguna parte. Quizá, sólo quizá, Yoongi es un ángel con piel de demonio. Y yo quiero salvar esos ojos, esa pequeña sonrisa y esas manos frágiles.
—Ojalá tú también durases más que esas cosas...
Desearía decirle que sí, que estaría ahí con él para siempre sin embargo por mucho que me esfuerce siempre seré humana, una que siente, ahora sólo amor hacia él pero humana al fin y al cabo.
—Duraré — prometo apretando su mano contra mi mejilla.
Yoongi sonríe, espero que cada día pueda comprenderle más y eso me haría feliz.
****
Al principio creí que mis padres estarían preocupados buscándome, luego de un mes me di cuenta que yo no era indispensable en sus vidas. Siempre me sentí alejada de ellos y ahora mis sospechas son confirmadas, jamás vinieron por mí. En cambio los chicos estaban siendo buenos conmigo, cuidaban bien de mí y eso es suficiente para mí.
—Nana — murmura Yoongi mientras entra a mi habitación, mantengo mi mirada fija en él mientras se acerca, se arrodilla enfrente de mí — ¿Cumplirías todos mis deseos? — observó sus ojos rojos, ha estado llorando y no encuentro el motivo.
—Claro que sí — contesto sin dudar.
Toma mis manos entre las suyas y me levanta. Puede que no sea tan alto como los otros chicos pero él es más alto que yo.
—No te muevas, ni hables — pide acercando sus labios a mi cuello.
Quiero temblar ante su toque, sus finos labios están tocando mi piel pero guardo silencio. Sus manos viajan hacia el cierre del vestido blanco que ando y lo bajan con cuidado. Su aliento roza mi cuello dándome ligeras cosquillas, se aleja para verme puesto que el vestido a caído en mis pies. Sé que no me vestirá porque en su mirada hay un deseo que jamás había visto antes. Calidez, probablemente Yoongi busca calidez.
¿La otra Nana habrá sido la que recibía esta mirada?
Quita mi cabello para poder ver la lencería blanca que ando puesta, muy apropiada para el momento.
—Acuéstate en la cama — pide de repente.
Hago caso a lo que dice, me acuesto con los brazos muy pegados a los lados, como un objeto sin vida en la cama. Se quita el saco gris que anda puesto y lo deja tirado en el suelo, luego los pantalones y así se sube encima de mí. Apoyándose en sus manos cuelga enfrente de mí, lame ligeramente su labio inferior para luego depositar un pequeño beso en mis labios. Baja por todo mi cuerpo dejando besos en mi cuello, pecho, abdomen y luego quita la prenda que le estorba. Abre mis piernas para él. Debería estar aterrada mas no lo estoy. Debería querer gritar, mas contengo mis gemidos de placer. Debería llorar pero por dentro lo anhelo.
No es una violación, esto es entregarme al ser que amo.
Yoongi tiene una erección que deja ver luego de bajarse un poco los boxers. Introduce un dedo dentro de mí que no duele mucho. Sonríe al notar que yo ya estoy preparada para él y luego mete un dedo más. Ambos nos sorprendemos al notar mi buen control, yo estoy sin moverme un poco, sólo veo lo que hace y espero ya ser tomada por él.
Saca sus dedos para luego introducir al fin su miembro. Es cuando Yoongi me rompe... Duele, duele tanto como nunca había esperado pero no me muevo, no lloro, no grito, no nada.
Arde tanto y él se mueve dentro de mí dándome embestidas. Observo su cara llena de excitación por estar dentro de mí aunque siento que es porque no hago menor movimiento y eso le excita. Lo está haciendo con una muñeca.
—Nana — comienza a murmurar entre gemidos.
Por favor Yoongi, dime que te refieres a mí y es cuando realmente quiero llorar al escuchar que llama a alguien pero ya no sé a quién quiere. Si a mí o a la muñeca Nana que intenta ver en mí. Siento como me pierdo a mí misma en un mar de pensamientos, dolor y angustia.
Mis brazos siguen a mi lado, mi mirada está fija en el rostro de Yoongi, mis piernas abiertas hacia él. Ahora mismo sólo soy la muñeca que puede satisfacer sus deseos, no me toca, sólo me ve. Un último gemido y terminó.
Se levanta, pone mi ropa interior y luego se viste. Busca en su bolsillo una pastilla que me hace tomar y luego se va. Ninguna palabra cariñosa, alguna caricia o si quiera otro beso. Tendida en la cama observo el techo blanco, es cuando al fin termino de romperme por dentro. Luego de tanto tiempo vuelvo a sentirme humana y veo mis limitaciones.
Las lágrimas caen a los lados de mi rostro debido a mi postura. No quiero moverme, quiero ser una muñeca para no sentir nada, para poder complacer a Yoongi y que no me duela. A pesar de todo sigo pensando más en él que en mí, ahora él es mi familia, niego con la cabeza, ahora es mi amo y le pertenezco completamente.
Sin embargo, yo jamás podré ser Nana y eso me hiere profundamente.
¡Hola chicas! espero no haya estado muy hardcore esto...Comenten y voten :3 Gracias a las chicas que comentan en los capítulos, me hacen el día <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro