Anexo: Taehyung
Estoy a un paso
Soy sólo un aliento
perdiendo la fe hoy (cayendo por el borde de hoy)
Soy sólo un hombre
No sobrehumana (No soy sobrehumana
alguien me salve del odio)
Es sólo otra guerra
sólo otra familia desgarrada (la caída de mi fe hoy
a dos pasos de la orilla)
sólo otro día en el mundo en que vivimos
(Skillet - Hero)
Describir lo que vivo es imposible. Nadie entenderá nunca lo que tengo que vivir todos los días, ni siquiera mis mejores amigos, ni siquiera Hoseok.
Siempre hay sombras, personas que me ven desde alguna esquina con ojos de pescado muerto. Voces, gruesas y desgarradoras. Lo que yo tengo en la cabeza es un infierno andante. Hay días buenos, claro, días en los que mis alucinaciones no me molestan tanto y puedo andar en paz pero siempre estará esa voz.
Un voz que me ínsita a hacer cosas que no quiero, cosas terribles, me susurra lo mucho que desea matarme a mí, a todos mis amigos, describe lo que haría si pudiera hacerlo, de una manera bastante detallada. Lo susurra mientras duermo y comencé a pensar que si hago lo que me dice me dejará en paz.
Esa voz es la más fuerte de todas las que tengo en la cabeza, constantemente aparece aunque lo hace más cuando J-hope me habla. Entre los dos me llegan a confundir, no comprendo que sucede, qué es real y que no, qué está bien y que no.
Algunas veces me despierto por el sonido de mi celular, contesto y es la voz de ella...de la antigua Nana.
—Taehyung... — susurra mi nombre entre sollozos.
Cuelgo rápidamente cada que escucho que es ella, sé que es mi mente jugándome una mala pasada como siempre pero no dejo de pensar que hice algo malo. Cuando esa voz se apodera de mí, no soy capaz de darme cuenta de lo que hago pero sólo hay recuerdos. Pequeños recuerdos en donde una chica de sonrisa pequeña me mira, asustada, con vestidos hermosos pero que ella odia.
Aquella Nana era muy débil, llegó a destruirse por dentro conforme avanzaban los días, no comía con tal de acabar con ello, lloraba y siempre pedía que parasemos. Yoongi la odiaba porque no era lo que quería pero yo no lo hacía, me acerqué a ella lentamente.
Y cuando me sonrió por primera vez, supe que todo iría bien. Sin embargo alguien apareció... J-hope. Desde que tengo memoria, Hoseok y yo hemos sido inseparables, ambos éramos los apestados de nuestras familias por nuestras enfermedades, encontramos el consuelo en el otro y yo le amo, cada día lo he hecho. Todo cambió cuando apareció J-hope, nació de los celos de Hoseok, porque él era demasiado bueno como para sentir odio, tanto así que cuando me encontró con ella haciendo el amor...apareció esa personalidad suya.
Así empezó la manipulación, J-hope se esforzaba en meterse en mi cabeza, en querer hablarle a mis demonios, en incitarme a matarla. Entre aquella voz y él me hicieron perder la cabeza, aún más si era posible. Un día desperté sintiendo como movían mi cama, unas manos negras agitaban la cama y querían agarrarme, cuando alcé la vista miles de pares de ojos me veían con una gran sonrisa.
Grité tanto esa noche, pidiendo que me dejaran en paz. Alucinaciones de gente muriendo, de gente queriendo matarme, de mis amigos colgados de una soga en el árbol de la casa. No podía con ello, mi mente estaba yendo a un nivel nuevo.
Entonces un día olvidé todo lo que pasó, de repente me sentía bien. Desperté deseoso de ir a ver a Nana y cuando entré a su cuarto...no estaba.
—Se escapó Taehyung — me dijo Jin. Mi pecho se hundió al escuchar eso.
Lo acepté, tuve qué. También fue bueno porque Hoseok regresó y el tiempo pasó. Todo era normal hasta que la nueva Nana apareció, de alguna forma me recordaba a la otra aunque eran diferentes.
Las pesadillas volvieron, esta vez aparecía delante de mí el cuerpo ensangrentado de Nana, mi Nana. Con ojos negros, llorando sangre y preguntándome por qué le había hecho eso, mi mente no entendía, no procesaba lo que pasaba, recuerdos vacilantes aparecían y luego las llamadas a media noche, siempre a media noche.
No lo comprendí hasta ese día, el día en que Nana y J-hope me acorralaron, no sólo eran ellos, había más voces, la voz que me acosaba diciéndome que le hiciera caso a J-hope y la matara. Diciéndome que matar traía paz, tres voces peleaban conmigo ese día y colapsé. Delante de mí apareció mi Nana, ensangrentada, y los recuerdos también.
Yo la había matado, yo había ido hasta su cuarto, lentamente con un cuchillo en mano. La miré dormir por varios minutos, parado como si fuera un muerto de mis alucinaciones. Sonreí ligeramente y con sangre fría...acuchillé su estómago. Despertó gritando, pidiendo que me detuviera, que ella me amaba y que no le hiciera aquello. Obviamente no paré hasta verla sin vida y aún así seguí acuchillando hasta que quedó irreconocible.
Cuando me di cuenta, tiré el chuchillo al suelo, miré mis manos horrorizado, yo había hecho eso. No me lo podía creer, grité, grité tanto que los demás se despertaron. Cuando llegaron me encontraron abrazando su cuerpo, no quería soltarla, no quería dejar de verla y yo quería irme con ella.
Al final mi cabeza bloqueó esos recuerdos. Hasta el día de hoy, por eso escribo esta carta, para explicarles el por qué de mis acciones. No pido que entiendan lo que haré porque jamás lo harán, no saben lo que es vivir en un verdadero infierno y yo ya no puedo más, mi cabeza no puede más.
Lo siento Hoseok, sé que no quisiste esto y que fue tu otra personalidad pero al final realmente estoy jodido. Lamento que nuestro pequeño sueño de vivir todos felices haya durado tan poco.
Adiós.
Les quiere siempre, Taehyung.
Odio ven a mí. No diré mucho esta vez, lo siento u.u
-Vero fuera :c
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