Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Alice

Espero que les guste~

Nota: Por si las dudas, les diré que esto es un libro de one-shorts y no una historia completa. Eso significa que los capítulos no están exactamente relacionados entre si a menos que los enumere o algo así 

Nota-2: Soy muy consiente de que los perros no ven a color y eso pero no piensen en ello, ¿si?

Nota-3: Alguien dejo esta idea en el cap anterior y decidí usarla, aunque estoy bastante segura de que me salió bien dramático ¡No me arrepiento de nada! xD

Era un día relativamente tranquilo, aunque aburrido para los policías en servicio y los reporteros que siempre estaban atentos en busca de algo que pudieran pasar por la televisión, pero nada realmente sucedía, parecía casi como si los delincuentes de la zona hubieran decidido tomarse unas vacaciones o algo así.

Pero a pesar de todo eso, Dogman estaba disfrutando del lento pasar de las horas. Claro, le gusta la locura y el movimiento, la adrenalina y la pura energía, pero también le gusta la tranquilidad de su ciudad, cuando puede caminar a paso lento por las veredas al no tener nada exacto que hacer y ver los rostros sonrientes de los ciudadanos que se esfuerza por proteger, saludando a niños y adultos por igual, llegando a tomarse fotos en el camino con aquellos que se acercan con emoción pura, cerrando los ojos por unos segundos ante la brisa que corre y alborota un poco su pelaje. Lo disfruta, porque no siempre es algo que pueda suceder, y lo llena de cierta paz, algo cálido que nace en su pecho y se extiende por todo su cuerpo.

Se detiene en el parque, sonriendo con cariño y encanto ante los niños que juegan ahora que termino el horario de clases, con risas y gritos que resuenan, algunos persiguiéndose entre ellos y otros disfrutando de los juegos que están allí instalados. Verlos lo anima y lo hace preguntarse si su jefe lo dejaría salir un poco antes, para poder volver a su hogar y jugar con Li'l Petey, ese adorable y dulce gatito que siempre adora verlo.

-¡Dogman!- se sobresalta ante la repentina voz y rebusca en sus bolsillos, sacando la radio que mantiene a todos los oficiales conectados, moviendo apenas las orejas, atento. -El descanso termino, trae tu trasero de vuelta aquí- hace una pausa y él parpadea, ladeando apenas la cabeza. -Trajeron comida- se endereza en su lugar y no duda en apretar el botón, dejando escapar un ladrido animado, sonriendo ante la idea de comer. Guarda aquello y se dispone a continuar su camino, sabiendo que no tardaría mucho en llegar si corría, pero ve algo de reojo que llama su atención por alguna razón y se detiene en seco.

Es una pareja, que camina tomados de la mano, con él sosteniendo la corre atada al arnés que llena un perro de aspecto esponjado y de color blanco que por un segundo, Dogman confunde con una especie de nube. Hay una mujer, rubia y de gran sonrisa, que parece hablar con ánimo y emoción, haciendo gestos ligeros con una de sus manos, mientras la otra se aferra a la de su acompañante. Es un hombre, de piel bronceada y cabello oscuro, cuyos ojos marrones brillan al mirarla, luciendo muy contento con escuchar y bufando antes de reír por algo que ella le dice, su risa logrando que la sonrisa ajena se agrandara de alguna manera.

Sus orejas se levantan un poco sin su consentimiento y escucha a medias su charla. Hablan de su mudanza, de los muebles que deben vender y de las cosas que tendrán que comprar cuando lleguen a destino, con ella soltando comentarios sobre decoraciones y demás a lo que ta no le presta mucha atención porque se siente incapaz de seguir escuchando.

Su voz resuena, como haciendo un eco en su cabeza, un sonido tan familiar pero tan lejano al mismo tiempo y él no puede evitar jadear, sintiendo que le cuesta respirar de repente, como si algo apretara su pecho con fuerza.

Dogman...evitaba lo mejor que podía pensar en su vida antes de la explosión y la cirugía. Pensar en su vida como "Greg" dolía, en especial cuando se trataba de su dueño y mejor amigo Knight. Hay sentimientos contradictorios respecto a eso, mezclados y confusos. Siente culpa, porque fue por él que se corto el cable equivocado y la bomba explico. Siente una profunda tristeza, porque ya no esta a su lado y no podrá volver a verlo nunca más. Temor, de olvidar su rostro o incluso decepcionarlo. Hasta siendo anhelo y melancolía, por aquellas épocas en las que todo era más simple. Pero en ese mismo instante, lo que supera todo lo demás es la vergüenza que quema su interior y amenaza con ahogarlo.

Prometió cuidar de Alice si algo le sucedía Knight, había prometido quedarse a su lado y cuidarla, pero no lo hizo.

Todo fue un desastre a partir del momento de la detonación de esa bomba y mucho de ello es confuso también. Recuerda el dolor y la agonía, una mano amable en su cabeza que alisa su pelaje y una voz lejana que no puede entender antes de que la oscuridad se hiciera cargo y despertara quien sabe cuanto tiempo después, solo pudiendo enfrentar lo que le habían hecho. Su recuperación fue larga y horrible, tuvo que aprender como funcionaba su nuevo cuerpo y aprender todo lo que venía con eso, teniendo que lidiar con las enfermeras y médicos que lo cuidaban, lanzándose al trabajo en cuanto tuvo la oportunidad porque lo que menos quería era quedarse mucho tiempo quieto y pensar en lo sucedido.

Y en el camino de todo eso, se olvido por completo de Alice.

sus manos tiemblan mientas las alza para poder correr apenas el cuello de su uniforme y rascarse con fuerza las cicatrices de la cirugía, brusco y un poco desesperado de repente, con el estomago revolviéndose con nauseas y un nudo firme formándose en su garganta. Verla una vez más, después de tanto tiempo, se siente...extraño pero al mismo tiempo, es como un golpe directo al rostro, del tipo que te deja desorientado y algo adolorido.

Se endereza y se sobresalta cuando sus ojos se encuentran por accidente o casualidad. Los ojos de ella se abren con sorpresa pero su expresión se relaja, en algo suave, tristeza mezclado con algo más y muy pronto, parece al borde de las lagrimas, aunque tiene una ligera sonrisa dibujándose en su rostro. Ella ignora por unos segundos la mirada curiosa de su pareja a favor de alzar su mano libre, en un gesto de saludo que logra que algo en el interior del policía se estremezca. La parte de cachorro y mascota de si desea acercarse pero esa parte más consiente le dice que es una mala idea y termina por sonreír, algo tembloroso de seguro, y devolverle el gesto. Verla alejarse duele y le deja un sabor agrio en la boca, con los ojos ardiendo por lagrimas que no tardan mucho en salir, estropeando lentamente su pelaje.

La radio en su bolsillo vibra de alguna manera, la voz de su jefe se convierte en gritos llenos de reclamos y preocupación ante su falta de respuesta, hay gente que lo mira por quedarse tan quieto y tener la vista baja pero ignora todo eso a favor de darse media vuelta y empezar a caminar con grandes pasos, sin prestar atención a nada más que a su necesidad de alejarse de todo y todos. Sus lagrimas no dejan de caer y apenas contiene un sollozo animal, sin querer llamar la atención.

Sus dedos no dejan de rascar la cicatriz y no puede detener la sensación incomoda que invade su cuerpo. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro