Hoshi cubrió sus ojos y se ocultó bajo las sabanas protegiendo sus oídos del sonido, no quería verlo ni conocerlo, no estaba listo y sentía que explotaría, sintió la mano de Woozi tratando de calmarlo de alguna manera, pero no había respuesta ni reacción, si no se sentía seguro era porque lo sentía, porque su corazón latía con rapidez causa del miedo y el enojo, porque aun lo detestaba en el fondo y no podría cambiarlo tan fácil, quería golpearlo y gritar. Cerró sus ojos con fuerza y escuchó los pasos dentro de la habitación, no podría ser Woozi porque él ya estaba sobre la cama intentando calmarlo.

—¡Dame tiempo!— le gritó conteniendo todo su sentir. No hubo respuesta, solo el silencio que se extendió por varios segundos —Necesito un poco más de tiempo, unos días... ahora no puedo.

No logró descifrar lo que significaba aquel largo silenció donde ni siquiera Woozi decía algo, estaba congelado y temeroso, casi tiritando bajo las sabanas. Hubo un silencio mortal que le heló la sangre, congeló sus pensamientos pero no su inquieto cuerpo, quería que todo acabase de una vez, de cualquier manera.

—De acuerdo.

Aquella voz lo invadió, hizo que todo se detuviera y rebuscara en sus recuerdos algún registro, porque lo había escuchado antes, en definitiva conocía aquella voz. Estaba a punto de explotar entre la confusión y sus recuerdos, la exasperación de no poder localizar lo que necesitaba en su mente, aquello que le ayudaría, posiblemente fuera su imaginación y realmente no hubiera tal cosa como un encuentro, pero seguía rebuscando sin descansar. La puerta se cerró y sintió el frágil cuerpo de Woozi recargándose en su espalda, como si quisiera abrazarlo a pesar de que sus delgados brazos colgaban a los lados, cerró los ojos aun debajo de la sabana y apretó entre sus manos aquel collar que lo marcaba como Hoshi.

—Entre más rápido lo aceptes...

—Lo sé, pero no puedo simplemente verlo al rostro.— suspiró, el calor de Woozi era lo suficiente reconfortante como para hacerlo hablar. —Estoy molesto aun.

—Lo entiendo. Yo tenía a la compañía adecuada, solo tarde un par de semanas par aceptarlo.

—¿Angel?

Woozi asintió. Hoshi sonrió, quizás porque Woozi realmente tomaba a aquella persona como un angel o porque sabía que eso encendía una chispa en el interior de su compañero, de alguna manera, cuando 1004 era mencionado el entorno cambiaba y entraba un aire fresco, o al menos la imaginación de Hoshi asi lo sentía.

—él lo extraña.— murmuró Woozi refiriéndose al secuestrador. —incluso yo lo hago, Jeonghan realmente era un angel... nuestro ángel.

"Jeonghan"

Especial fin del mundo

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