—Un Frappuccino, por favor.— Pidió Mingyu al joven que atendía, la cafetería solo se encontraba sola por unos minutos en una hora especifica en ciertos días, quizás por trabajo o por otras cosas que el agente ignoraba. No era un lugar que frecuentase, de hecho, nunca había posado un pie ahí en su vida, era la primera vez que veía el rostro del muchacho que anotaba su orden.

—¿Frappuccino?— preguntó el joven claramente confundido, Mingyu alzó sus cejas sin entender a lo que el chico se refería con aquel tono. —Oh, es que usted parece el tipo de personas que piden espresso americano.

Mingyu soltó una suave risa al reconocer el tipo de personas que se refería el joven muchacho, no era tan viejo como para eso, simplemente trabajaba de más dándole una pinta de hombre amargado, pero en realidad le gustaban las cosas dulces o frías. Observó la identificación del empleado y la leyó con curiosidad.

—¿Vernon? ¿no eres coreano?— No se sorprendería si no lo fuera, porque Vernon aparentaba ser extranjero.

—Soy coreano, culturalmente.

Mingyu asintió recorriendo el lugar con la mirada mientras Vernon preparaba su orden, era curioso ver a un solo chico trabajando en el local, deberían haber más e incluso meseros y clientes al ser un local tan reconocido, pero no, al parecer, los únicos presentes eran ellos dos.

No hacía falta decir que Mingyu no estaba ahí por gusto, era parte de su trabajo, como un ejercicio con finalidad de adelantarse a Junhui en el campo, había sido difícil librarse del agente chino a quien había dejado con Umji revisando viejos documentos que los distraerían por un par de minutos. Asi que ¿Qué era lo que hacía realmente? Era simple, buscando similitudes entre Lee Jihoon y Xú Minghao había encontrado algo, una pisca que quizás le haría perder el tiempo, algo que podría pasarse desapercibido; sus rutas diarias. Porque ambos chicos no tenían nada en común, uno era chino y alto y el otro de Busan y bajo, no compartían muchas similitudes, por lo que dejo caer todas sus esperanzas en las rutas que solían tomar de sus hogares a sus trabajos o escuelas, y en esas rutas solo tenían en común aquella cafetería que bien podría ser la tienda de mascotas de a lado.

Un pizca que nadie tomaría en cuenta, pero que Mingyu lo hizo despues de investigar un poco y percatarse de que era esa misma hora, la misma hora en la que él estaba ahí, que ellos podrían cruzarse, calculando las horas que solían trabajar y desplazarse para llegar a su destino. Era obvio que jamás se encontraron, y Mingyu lo sabía, pero cualquier cosa era mejor que nada.

—¿Suele estar así de vacío siempre?— le preguntó y Vernon giró un segundo.

— A esta hora todos están ocupados, aparte, desde hace años que abrieron otro local más grande, asi que aquí esta desierto solo por un par de horas.

—¿y te dejan trabajando tú solo aquí?— Mingyu buscó el típico cuadro del empleado del mes, no le sorprendió que el joven chico lo fuera, despues de todo si trabajaba sin compañeros era por una razón. Quizas.

—Si, No hay problema en eso, soy quien más tiempo lleva aquí.

—¿un año?

—Tres.

Y no hubo más conversación, porque Mingyu no quería parecer un policía. Si Vernon llevaba tres años trabajando ahí sin duda debió conocer a Lee Jihoon y Xú Minghao. Se comportó amable, agradeció y se fue, sin duda volvería al día siguiente.

4/5

Se me olvidaba actualizar. Me gusta pensar que pausando esta historia podre comenzar otra pero tengo tantas que mejor me pongo a escribir lo que tengo pendiente </3