XIV
Cuando Wonwoo llegó al edificio logró distinguir el auto de Mingyu, seguramente él lo estaría esperando. Molestarse con él era un caso perdido, porque al final no diría nada y todo quería olvidado tan pronto se fuera, pero simplemente estaba harto, Mingyu no se molestaba en recordarlo durante una semana (no contaba cuando se veían en el trabajo) y de repente llegaba, pero claro, hablando de trabajo todo era diferente, porque en cuanto Wonwoo conseguía algo Mingyu era el primero en acudir. Subió al ascensor y oprimió el número 5, piso donde se encontraba su departamento, caminó por el largo pasillo y distinguió el cuerpo de Mingyu recargado en su puerta, esperándolo casi dormido.
—¿Ocurre algo Kim?— preguntó con la voz tan fuerte que lo despertó de golpe, Mingyu se levantó y dio paso para que pudieran abrir la puerta. Cuando ambos estuvieron dentro las luces se encendieron dejando ver el departamento algo desarreglado.
—Es sobre el trabajo. Ya perdimos un día y...— Wonwoo le lanzó el zapato que se acababa de quitar, y aunque Mingyu logro esquivarlo su expresión no fue la mejor. —Sé que estás cansado, yo también lo estoy, pero si dejamos pasar más tiempo...
Esta vez ningún zapato voló, Wonwoo solo se ocultó bajo los cojines de su sillón esperando no escuchar nada, si bien su actitud era infantil era mejor que escucharlo hablar de trabajo, en esos momentos deseaba que Mingyu fuera un poco como Junhui y entendiera que su vida personal existía y no era para trabajar. Bajo los cojines solo lograba escuchar balbuceos que no lograba entender, y estaba bien porque ese era el propósito, no escuchar ni una palabra más sobre el caso. Sintió el peso de Mingyu sobre su cuerpo, y también como recargaba la cabeza en su espalda, Kim lo abrazó, tal vez tratando de disculparse, pero aun así no se deshizo del cojín que protegía su cabeza.
Un balbuceo hizo que dejara caer la almohada al suelo.
—¿Qué?— preguntó cuándo por fin estaba dispuesto a escuchar.
—Estoy tan estresado, no hemos avanzado nada con Junhui, ni con las evidencias, nada, no tenemos a un sospechoso y alguien robó varios documentos de Xu Minghao... Sin contar que estuvo en su habitación... Generalmente nada es tan desastroso.
Wonwoo se levantó empujando a Mingyu, cuando ambos estuvieron sentados en el sillón el silencio se extendió. Ahora Wonwoo se sentía mal por la condición de Mingyu, porque se notaba su estrés en todo momento del día, no estaba siendo considerado e ignoraba los sentimientos de Kim para sobre poner su propio enojo, y eso estaba mal. Con toda la calma que pudo se acercó y dio suaves besos en el cuello de Mingyu, porque sabía que eso lo relajaba más que las palabras que pudiera decirle.
Pronto Mingyu ya se encontraba buscando sus labios con paciencia, porque estaba siendo tranquilizado y reconfortado por Wonwoo, porque siempre que lo buscaba a su habitación ocurrían solo dos opciones; hablar de trabajo o no hablar, palabras sobraban cuando era la primera, solo discutían sobre las investigaciones y hacían hipótesis, pero cuando ocurría la segunda faltaban un millón de palabras para aclarar lo que sucedía entre ellos. No eran una relación, porque eso sería antiprofesional para Mingyu, pero Wonwoo no podría decir que no había algo, si era siempre en su departamento cuando ocurría todo, tenían sexo y despues nada, a veces en la cama siendo brutos y salvajes, otras veces en el sillón siendo tranquilos y algo cariñosos, como estaba ocurriendo en esos mismos momentos. Ninguno se quejaba en voz alta de su situación, porque un par de encuentros nunca significaron mucho las primeras veces, pero cuando dejaron de ser esas primeras veces la incomodidad de Wonwoo fue creciendo, porque lo hacía sentir como el juguete anti estrés de Mingyu. No era una relación amorosa, y tampoco podría decirse que solo sexual, era algo sin nombre que ocurría, ocurría mucho.
Retorcerse de placer en el sillón no había sido su plan al llegar a su departamento, incluso pensaba en sacar a Mingyu de ahí cuando puso un pie en su casa, pero ahora sacar a Mingyu de cualquier lugar le parecía una idea lejana, sobre todo cuando lo disfrutaba hasta la última fibra de su cuerpo. Cuando todo acabó solo hubo silencio.
—¿Puedo quedarme esta noche?— preguntó Mingyu cuando se colocó la ropa, Wonwoo no respondió al instante, seguía acostado y desnudo sobre el sillón, pero cuando no respondía era un sí, y lo único que tenía que hacer Mingyu a cambio era limpiar un poco.
—Haces la cena...— murmuró sin mucha energía. Pero fue interrumpido por la tonada del celular de Mingyu quien contesto con rapidez. Y despues de cortas palabras colgó. —¿era sobre la investigación?
—Sí, el doctor Hong llamó, al parecer los archivos que desaparecieron de Minghao estaban en otras carpetas por error...Y la persona en su habitación era Samuel buscando a Chan para despedirse.
Pero Mingyu no se veía del todo convencido y Wonwoo lo notó con facilidad, pero darle vueltas era inútil.
—Ya no tienes por qué llorar— Volvió a cubrir su cabeza con el cojín para no escuchar mas quejas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro