Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

89

No cerró la puerta. Cuando Jun se levantó de la cama en medio de la noche y salió de la habitación donde había tenido metido a Minghao... él no cerró la puerta. Regresó a la mañana siguiente, con un café en las manos por el cansancio, con angustia del dia anterior, regresó con ganas de verlo, con ganas de no verse a él. Amaneció con ganas, simplemente, sin saber que era lo que ocurría o lo que pasaba, él solo amaneció.

Se encontraba frente a la cama donde había estado durmiendo Minghao. Las sabanas alborotadas, una almohada en el suelo, la ventana cerrada, él no había cerrado la puerta la noche anterior, e incluso había olvidado las llaves sobre la mesa de noche, justo a lado de la cama. Asi que se quedó esa mañana preguntándose mil y un cosas, recorriendo la habitación con su mirad, tratando de averiguar el pensamiento de Minghao.

Porque él seguía ahí. Recostado, dormido tan tranquilo. Era imposible que Minghao no hubiera visto las llaves, ni la puerta abierta, si lo hubiera intentado Minghao habría podido salir con facilidad. Sintió un pinchazo directo al pecho, una flecha de culpa estampándose contra su cuerpo, contra su cabeza mientras recorría cada centímetro de la piel de Minghao, deseando, culposo, que él hubiera salido y regresado.

—Lo secuestraste.— Habló Chan, el niño policía que custodió a Minghao cuando estaba con Joshua. —Lo metiste en este lugar aun sabiendo que necesitaba atención médica.

Jun miró al menor, con el corazón ardiéndole, su boca seca no supo cómo negar la acusación.

—Wonwoo no debió haberte dicho.— Murmuró Jun, con el dolor de cabeza comenzando a aparecer. —Todos estaban de lado de Mingyu.

—¡Aquí no hay lado de nadie!— Gritó el niño, y Minghao despertó de un brinco, alejándose de inmediato, sin comprender lo que ocurría. —¿Qué acaso no importa tu trabajo? ¡Acabas de cometer un crimen! Secuestraste a una persona, secuestraste a la víctima.

Jun tomó el brazo de Minghao cuando este estuvo a punto de huir, y fue mala idea, porque Chan malinterpretó aquello y sacó el arma de inmediato, apuntándole. Minghao no dijo nada, pero sus ojos se abrieron en evidente pánico.

—Yo...— Jun miró a Minghao, intentando explicarle a él. —Deje la puerta abierta, no estabas encerrado, pudiste irte, tu... No lo hiciste ¿Por qué no te fuiste?

Minghao no respondió, pero Jun si lo hizo, al menos para si mismo.

Wonwoo lo traicionó, en un abrir y cerrar de ojos, cuando él creyó que podía confiar en él, cuando lo tenía casi comiendo de la palma de su mano. Wonwoo decidió que ya no quería seguir ayudándolo, ni siquiera guardarle aquel pequeño secreto, y lo peor es que no sabía en que jodido momento lo había hecho, Chan solo lo encaró esa misma mañana, quitándole todos los ánimos, dándole un terrible miedo a decir la verdad.

Wonwoo debió de haberle dicho a Mingyu, y Mingyu debió de haberle advertido al joven policía. Lo intuía, ignorando otras posibilidades, porque aquella parecía ser la correcta. Wonwoo seguía tan estúpidamente enamorado de Mingyu que podría volverse una herramienta si el agente lo quería, porque eso era Wonwoo. Una jodida herramienta.

Sería tan fácil si él no hubiera comenzado a quererlo como algo más que eso. Soltó a Minghao ante la extraña y exagerada reacción de Chan.

—Tenía miedo.— Susurró Minghao. —¿A dónde iría? Si ya no tengo rumbo. Necesito... ¡Quiero a Dk!— Jun lo abofeteó, por medio odio, pero no a él, no a la víctima.

Por odio al no haber podido salvar a Minghao. También llegó tarde, incluso para él.

Chan Reaccionó apartando a Minghao, porque el menor había ido a parar casi en el suelo, sosteniéndose aun por poco. No hubo reacción ninguna en el rostro de ambos chinos, nada, ni odio, ni temor, ni asco, era solo una nada que ardía. Pero Chan... Chan sonrió, solo por un segundo, solo hasta que se dio cuenta de que estaba haciéndolo.

—No voy a dejarte.

Le prometió a Minghao, se prometió a si mismo. No lo dejaría, por más tarde que hubiera llegado, no lo abandonaría. No a Minghao.

4 5 22 20   5 25 – 13 1 3 8 9 14 1

—Kwannie— Canturreó Chan estampando su mejilla contra la del mayor, envolviéndolo en sus brazos con cariño. —Encontré a The8.

Seungkwan se volteó, asegurándose de apartar los labios de Chan antes para no coincidir con ellos por un malicioso accidente, le dedico una mirada entre molesta y divertida y lo alejó. Chan intentó un nuevo agarre, pasando su brazo izquierdo por sobre sus hombros, pero Seungkwan volvió a deshacerse de ello con ambos brazos.

—¿Y cómo lo encontraste?— Preguntó Seungkwan con malicia. Chan tartamudeó apenas y abrió la boca. —Tal vez le dijiste a Vernon que sospechabas de Samuel, asi que Vernon le dijo a Seungkwan y Seungkwan investigó un par de cosas, al final Seungkwan le dijo a Vernon y Vernon le dijo a Chan. Y las ojeras de Seungkwan no se van.

Chan sonrió tomando las mejillas del mayor y plantando un dulce beso cerca de sus labios, que Seungkwan rechazó de inmediato, empujándolo.

—También tuve que pensar. Cuando Samuel renunció justo poco despues de que llegara Jun me pareció demasiado curioso.

—Adivina algo; Sospechar no es lo mismo que encontrar la respuesta. Siempre tengo que arriesgarme por ustedes, Samuel nunca confió lo suficiente en mi estando sobrio. — Seungkwan hizo un puchero. —Fue casi un milagro dar con él.

—Un deus ex machina.

—Parecido... 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro