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¡Feliz San Valentín!

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Maldito doctor Jeon. Pensó frustrado JiMin.

Ese hijo de su mamá era jodidamente caliente y lo sabía. Lo sabía el maldito.
Él le podía coquetear sutilmente y luego decir: "yo solo digo, no se lo tome muy en serio joven JiMin." Él lo provocaba y luego lo dejaba malditamente caliente.
Con el deseo de esas grandes manos con venas marcadas recorrer su cuerpo y manosearlo a su gusto, provocarle el infinito placer con esa boca tentativa y ese pene largo que tenía.

¿Cómo podía existir tal ser humano?

Esta vez no podría decir eso, ja, claro que no, esta vez le diría: "JiMin quiero follarte." Y claro que lo haría. Fuerte y salvaje, sus ojos volviéndose ro-

-¡Señor JiMin! ¿Está prestando atención a la clase?- preguntó con la típica voz chillona y fastidiosa de su profesora.

Eso lo sacó de sus pensamientos y desvió su mirada al reloj, ¡Ya era hora!

-yo.. yo profesora no me siento muy bien..- hizo una mueca de dolor. - me siento muy mal.. tengo náuseas..- hizo una arcada fingida, las clases de teatro que hacía le darían frutos.

La profesora creyó su actuación y lo mandó al baño, se quedó un rato ahí y luego volvió al salón con una mueca de dolor, para seguir su actuación.

-profesora.. no me siento muy bien aún.. ¿Puedo volver a mí casa por favor?- preguntó con los ojos llorosos.

-claro que si, toma tus cosas y por si acaso ve a enfermería.- le sonrió, maldita incrédula.

Hizo una pequeña reverencia y tomó sus cosas para luego irse al baño nuevamente.

¡Hora de poner el plan en obra!

Tomó su celular y le mandó un mensaje a una de sus amigas, la cuál estaba en hora libre porque su profesora se había roto la pierna hace unos días y no podía caminar.

Sonrió malvado, su plan saldría a la perfección, claro que sí.

Fue a enfermería rápido y sacó algo de su mochila.

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Por otro lado, estaba la amiga de JiMin sentada tranquilamente hasta que sintió la vibración de su celular más un sonido de arpa y supo inmediatamente de quién se trataba, sin ver su celular fue corriendo hacia la cafetería, dónde se encontraba Jeon comiendo plácidamente mientras revisaba su celular.

-¡Doctor Jeon!- dijo con una cara de preocupación falsa. -¡JiMin tiene náuseas! ¿Puede ir a verlo por favor? - sonrió por sus adentros, el plan de JiMin estaba saliendo a la perfección.

JungKook rápidamente se levantó, la preocupación era palpable en su rostro.

-¿Dónde está?- preguntó.

- está en enfermería ahora mismo.- aclaró con una pequeña sonrisa adornando sus labios, la cual fue ignorada completamente por JungKook.

-bien, gracias por avisarme Rosé.- hizo una pequeña reverencia para luego guardar su celular e irse corriendo sin más hacía enfermería.

Rosé rió, si solo JiMin estuviera presenciando esto.

Se dió media vuelta, su trabajo estaba terminado.

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Jeon corrió con corazón en mano, de solo pensar a JiMin sintiéndose mal, teniendo arcadas, hacía que su corazón se rompiera.

Una vez enfrente de la enfermería abrió la puerta de una manera rápida rompiendo la manija, pero cuando entró no vió nada ni nadie.

-¿JiMin?- preguntó extrañado.

-Jeon..- habló pequeña voz que reconoció al instante y cerró la puerta como pudo para luego acercarse rápidamente al fondo de la enfermería de dónde provenía esa voz suave y delicada, su favorita.

Pero joder, lo que vió estaba lejos de hacerlo sentir mal, más bien, lo excitó.

Un JiMin con falda rosa corta, unas medias largas negras hasta las rodillas, un collar ajustado con un dije de corazón, una camisa grande, chupando un chupetín y sentado de con las piernas abiertas, eso era lo que tenía enfrente suyo.

-Doctor, mí entrada se siente rara, ¿Puede revisar por favor?- habló con una voz coqueta, mientras lamía el chupetín sensualmente.

JungKook sonrió burlón.

-Yo creo que tiene algo en los labios..- habló divertido siguiéndole el juego a JiMin.

Se colocó entre sus piernas y acercó su cara hasta la contraria para lamerle los labios los cuales, cómo Jeon sospechaba, tenían sabor frutilla debido al chupetín.

-espera.. creo que tienes algo en tu boca, abre tu boca.- le ordenó con voz gruesa y ronca.

Tal y como Jeon pidió, abrió su boca dejando el chupetín en quien sabe dónde para poder rodear sus brazos en su cuello.

JungKook le comió la boca rápidamente sacándole un jadeo a JiMin, sus lenguas peleaban ferozmente y sus dientes se rozaban pero hacían caso omiso a eso.

Las fuertes manos de Jeon fueron hasta la camisa grande que tenía Park y la arrancó de un tirón, cosa que le hizo sacar una risita a JiMin.

-¿Desesperado, Jeon?- le sonrió burlón.

-maldita sea, si.- gruñó tan grave que sorprendió a JiMin, pero solo sonrió.

JungKook bajó por su mentón, dejando besos y mordidas por todo su cuello (las cuales luego se volverían moradas), hasta llegar a sus pezones, los cuales succionó con fuerza sacándole un gemido alto a Park debido a la nueva sensación.

-o-oh por dios.. ¡JungKook!- gimió fuerte cuando mordió su pezón.

Con su mano libre tiró del otro pezón.

-e-espera.. siéntate Jeon.- ordenó pero luego se arrepintió al ver los ojos posesivos de JungKook sobre los suyos mirándolos de una forma burlesca.

-Oh no, hiciste enojar a tu papi, ahora ponte en cuatro bebé.- ordenó nuevamente con voz ronca.

Park le obedeció a su papi y se puso en cuatro, dejando a la vista su entrada y su miembro debido a que no llevaba ropa interior. Jeon sonrió malévolo.

JungKook levantó una mano al aire y la impactó con fuerza en la nalga derecha de JiMin, sacándole un agudo gemido.

-¿A mí baby le gusta esto? Que masoquista que eres pequeño.- comentó burlón.

Otra cachetada impactó pero esta vez en su nalga izquierda, sacándole otro gemido a JiMin, quién parecía disfrutar de la tortura.

-papi.~ ¿Necesitas que baby te ayude con tu pequeño problema?- preguntó meneando su culo, sus dos nalgas estaban rojas debido a la fuerza de los golpes.

-hmm, claro que sí bebé.- se tiró para atrás, sosteniéndose con sus brazos, dejando completo acceso a JiMin.

Park se giró y agachó su cabeza hasta estar casi rozando con la erección de JungKook.

Sacó el cinturón, luego el pantalón y cuando sacó el bóxer se quedó encantado con lo largo que era el miembro de Jeon.

Se humedeció los labios y le dió una lamida, saboreando el pre-semen que brotaba de la cabeza de su pene.

Escuchó el gruñido de JungKook ante esto, lo que lo excitó más.

Se metió todo lo que le permitía su boca la extensión, con una de sus manos masturbaba la parte restante que no alcanzaba a cubrir con su boca y con su otra mano comenzó a masturbarse.
Intentó ir más profundo, causando una arcada y que se le pusieran los ojos llorosos pero ignoró esto y fue todo lo profundo que le permitió su cavidad bucal, y así siguió, bajando y subiendo, comenzando a acostumbrarse a las arcadas.

-lo haces jodidamente bien bebé.- gruñó JungKook jalando de sus cabellos rubios.

JiMin se dejó follar su boca por JungKook.

Hasta que Jeon lo detuvo.

-No quiero correrme en tu boca, así que ponte en cuatro Bebé.- soltó JungKook sacando de la boca de Park su falo.

JiMin solo obedeció Jeon, meneando su trasero nuevamente. JungKook desnudó a JiMin por completo, simplemente dejando las medias negras y su collar ajustado.

JungKook admiró orgulloso las marcas en el cuello de JiMin y luego miró su espalda tan perfecta, le encantaba.
Posicionó su falo en la entrada de Park haciéndolo jadear, ya lo quería dentro, quería ver su lado salvaje, ese lado que siempre ocultaba tras la máscara de amabilidad y paz. Tuvo la suerte de enterarse de esto ya que cuando le coqueteaba yendo más a lo caliente se le resbalaba su máscara, pero nunca llegó a verlo en el acto pleno, ver cómo esa máscara se esfumaba para dejar paso al verdadero JungKook.

-e-espera.. quiero verte JungKook. Muéstrame tu forma salvaje.- le suplicó mordiéndose su labio inferior, el cual ya estaba muy abusado.

Cuando escuchó la risa malévola de JungKook su cuerpo tembló.

Cuando lo giró vió sus ojos rojos y unos colmillos sobresalientes, lo sabía.

Desde que lo había visto sabía que un ser humano no podía ser tan perfecto como lo era Jeon, averiguó y se enteró que él no tenía parientes y que nadie sabía casi nada sobre él. Él corría demasiado rápido, ¿Cómo podía un chico normal llegar rápido de la cafetería a la enfermería en unos segundos cuando estaban literalmente a kilómetros? Ni las cámaras podían captar eso y menos los ojos humanos.

Le dió curiosidad algo peligroso, pero así era más excitante. Mucho más excitante.

Mientras más descubría, más confirmaba su teoría. Jeon era un vampiro.
No es que JiMin creyera en eso, pero todas las señales lo confirmaban.

Maldita sea, sus colmillos y sus ojos son jodidamente excitantes. Pensó Park, era como el pecado en su forma física y a él le encantaría pecar.

¿Con que ya lo sabías, no?— preguntó en un tono burlón, relamiéndose sus colmillos. —Tranquilo, no te voy a chupar tu sangre, pero dudo poder controlarme.— le guiñó un ojo.

JiMin no pudo evitar soltar un jadeo cuando JungKook se lamió sus colmillos, no podía creer como una acción tan simple era tan estimulante. Sin poder controlarse Park tomó los cabellos de Jeon y le dió un fugaz beso, sin importarle si en el camino tocaba sus colmillos.

En medio del beso JungKook aprovechó para introducirse dentro de JiMin de manera lenta, sacándole un gemido que fue ahogado con los labios contrarios.

Una vez completamente adentro, esperó unos segundos para que se acostumbrara a su tamaño, hasta tener la afirmación de JiMin para continuar. Comenzó con lentas embestidas, pero no pudo mantener ese ritmo ya que su instinto salvaje comenzó a salir a flote, sus ojos se volvieron de un rojo más intenso y sus colmillos más afilados, mirando a JiMin como un depredador mira a su presa.

Para mejorar la profundidad de las embestidas lo sentó en sus piernas, comenzando con un ritmo desenfrenado, sincronizando los dos, ya que cuando JiMin bajaba JungKook subía, así haciendo una sincronización perfecta. Además que gracias a la fuerza de JungKook las embestidas eran exquisitas.

a-ah Jun-JungKook..— gimió JiMin estirando su cuello, cosa que JungKook cuando vió no pudo controlarse.

Le dió unas embestidas más profundas, hasta que se corrió dentro de Park y él sobre los pechos de los dos.

Jeon no desaprovechó su oportunidad y le mordió el cuello a Park, causando que este diera un gemido de sorpresa pero de un momento a otro esa sorpresa se remplazó por una lujuria inmensa que lo invadió.

ahora eres mío.— le dijo lamiéndose los colmillos, satisfecho.

¿M-Me marcaste? Pero yo no soy Omega, beta u alfa.. ah— habló con dificultad, era como un celo, tal y como lo describían en las historias omegaverse.

esta marca es para que sepan que eres de mí pertenencia, si alguien intenta hacerte algo malo y ve esa marca inmediatamente se alejará de ti o si alguien intenta tener sexo contigo. — sonrió pasando su dedos por la marca, sacándole un gemido a Park.

Estaba jodidamente caliente.

¿P-porque.. ah.. no me dolió q-que m-me mar-marcaras?— logró decir entre jadeos y gemidos. Sus instintos le decían que Jeon le diera fuerte contra la camilla pero intentaba manejarlos como podía.

tranquilo, no eres vampiro, por si lo imaginaste. Y no dolió porque mis colmillos tienen una sustancia que da el máximo placer.— sonrió acostándose en la camilla, dejando a JiMin encima suyo.— sé lo que quieres hacer, hazlo. — habló con voz gruesa, haciendo temblar a Park.

Sin poder controlarse, comenzó a montar a JungKook, quién solo sostenía sus caderas ayudándolo en el ritmo.
Jeon se tomó el tiempo para ver el desastre que era JiMin, su cabello rubio alborotado, sus labios rojos y abusados y sus ojos mirándolo con una lujuria profunda pero de estos salían lágrimas y la hermosa marca que ahora decoraba su cuello.
Cuando notó que el rubio ya estaba cansado, decidió ayudarlo.

Lo acostó en la camilla y puso su pierna en su hombro para llegar más profundo y lo embistió fuerte, rápido y profundo.
Jeon tomó la erección de Park y lo masturbó, causándole el máximo placer a JiMin causando que ponga los ojos en blanco. Una vez llegaron al clímax juntos de nuevo, se acostaron en la camilla, abrazados mientras se deban caricias.

te odio.— soltó JiMin, con un puchero adornando su boca.

Jeon lo miró curioso.

—era.. mí primera vez..— dijo con un tierno sonrojo.

JungKook se murió de amor, ¿Cómo podía ser su pequeño más lindo?

—ay bebé, lo siento, te dije que no iba a poder controlarme.— le besó toda la cara con notable cariño. Lo abrazó más fuerte, pero sin llegar a dañarlo.

¿Sabes que día es hoy?— preguntó mirándolo a los ojos con un brillo en los ojos.

¿14 de febrero?— preguntó Jeon mirándolo con una ceja arriba y una ceja abajo.

el día de los enamorados, tonto.— le sonrió haciendo que sus ojos se vuelvan unas preciosas media lunas y en sus mejillas se formen unos pequeños hoyuelos. La sonrisa favorita de Jeon.

wow, que romántico eres.— se burló JungKook, mientras acariciaba su cabello.

¿Quieres ser mí novio?— soltó de repente, su corazón latía agresivamente en espera de la esperada respuesta.

Claro que si bebé, ¿Pero no crees que es demasiado rápido? No me conoces.— dijo JungKook con una sonrisa tranquila pintando su rostro.

Si te conozco, sé la mayoría de cosas sobre ti. Y con las demás cosas.. — acercó su rostro al contrario hasta quedar a centímetros de distancia. — puedo investigarlas.. — le susurró sobre sus labios.

Cuando estaban por besarse y empezar con la tercera ronda, se escuchó el timbre.

joder, maldito timbre.— se quejó JungKook frunciendo el ceño.

¿Vamos a mí casa o a la tuya? Tengo permiso para irme. ~ — le sonrió coqueto.

— bebé, tengo que estar aquí para atender a los que se lasti le interrumpió JiMin.

Estoy jodidamente caliente por tu sustancia JungKook— le susurró en el oído, para luego chupar su lóbulo.

JungKook gruñó.

Joven Park, ¿Vamos a su casa?

—Claro, doctor Jeon.

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