Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

18. Un sueño

«¿Por qué alguien me da martillazos en la cabeza?» es mi primer pensamiento de la mañana.

Luego abro bien los ojos, miro a mi alrededor y veo que estoy en la sala de mi apartamento. De inmediato caigo en cuenta de que no hay martillazos sino una resaca terrible.

Laura está en el sillón, con una cobija por encima, yo tengo otra. No recuerdo nada de la noche anterior y quiero beberme toda el agua de una piscina. Hace mucho no bebía tanto, ahora recuerdo por qué.

Me levanto lentamente pues el apartamento no ha dejado de dar vueltas. Miro a mi alrededor y siento que algo no está bien, todo está demasiado organizado. ¿Laura se habrá puesto a organizar? Es lo más seguro. Con ese espíritu de Mónica Geller que tiene... 

Me levanto de mi sofá, tratando de ser muy sigilosa para no despertar a mi amiga, pero desafortunadamente cuando me hicieron se les olvidó echarle coordinación y la fórmula, y me tropiezo con la mesa de centro, y hace un ruido horrible. Mi amiga se despierta asustada.

—¡Lo siento! —susurro lo más bajo que puedo.

—¿Y para qué susurras si ya me despertaste?

—Buen punto. ¿Cómo te sientes?

—Mal.

—¿Quieres un Alka-Setzer?

—No, me siento mal porque estaba teniendo el sueño más maravilloso de la vida, hasta que lo interrumpiste.

—¡Lo siento! —exclamo con sincera lástima.

—Te estás disculpando mucho hoy. ¿Eres de las que se portan mal borracha y se arrepiente enguayabada?

Ambas reímos. Sigo hacia la cocina y sirvo dos enormes vasos de jugo de naranja, para ella y para mí. Regreso a la sala, me siento a su lado y le paso el vaso de jugo.

—Bueno, y ¿se puede saber sobre qué era ese maravilloso sueño que interrumpí? —Doy un sorbo a mi jugo. Sabe a gloria.

—Soñé con dos príncipes... Pero literal, príncipes, como los de Disney, uno más joven que otro pero igual de papasitos, que venían y era como... Como si fuéramos la bella durmiente pero al revés...

—¿Al revés?

—Sí, en vez de despertarnos, nos hacían dormir.

—Ay, amiga, qué cosas sueñas. —Rio.

—Pff, regaña a mi imaginación... No tengo la culpa de tener esos sueños tan reales y placenteros.

—Bueno ¿y tú por qué andas soñando com príncipes si ya encontraste uno en la vida real? Yo sí debería estar soñando con príncipes... que no puedo tener...

No puedo evitarlo pero dejo escapar un par de lágrimas. Al principio salen tímidamente, pero después sale una cascada, acompañada de sollozos. Mi amiga se sienta a mi lado y me abraza.

—¿Cómo que no puedes tener? Si has tenido un montón de príncipes tú... hasta un calendario les estás haciendo...

Lloro más y más. Haber tenido tantos novios no significa haber tenido un príncipe como el de los cuentos o un protagonista de comedia romántica perfecta. Cuando le digo esto a Laura, trata de ayudarme a enumerar las cosas buenas que he vivido junto a ellos, incluso a Álvaro. Sé que trata de demostrarme lo feliz que he sido y que puedo volver a ser, así que hago mi mayor esfuerzo para calmarme hasta que se va a su casa.

En la tarde, llega Álvaro a mi apartamento a recoger sus cosas. Es totalmente frío conmigo; casi no pronuncia palabra, hasta que pregunta por su preciosa botella de Jack Daniels. Sé que me la bebí en un arrebato vengativo, pero no la veo por ningún lado, y tampoco sé qué decirle.

Él echa un vistazo por mi sala y va directamente hacia mi sofá. Se agacha y levanta la botella vacía.

—¡¿Te la tomaste?!

—No... Te la debiste haber tomado tú y no te acuerdas —digo tratando de sonar lo más segura posible.

—No me trates de idiota. Te tomaste mi Jack Daniels... ¡Mi Jack Daniels!

Su tono me da rabia. ¿Y cómo que SU Jack Daniels? Recuerdo muy bien que cuando la trajo dijo que sería NUESTRA forma de celebrar su grado. Ahora más que nunca estoy feliz de haberme tomado la mugrosa botella.

—Sí. Me tomé toda la botella. Bueno, toda no, la mitad me la tomé con mi nuevo novio —respondo altanera.

—Me importa un pito con quién te la tomaste. Me debes trescientos mil pesos.

—¡Ja! Sigue esperando.

Al parecer se cansa de discutir conmigo, pues coge sus cosas y se va. Sabe que no le voy a pagar la botella, y no pide explicaciones por lo que dije del "novio". No le importó. Eso sí me duele y me paso el resto de la tarde llorando. Solo hago pausas para comer helado. 

Mensaje de Adrián:

¿Estás bien?

Mensaje de Adrián:

Porfa confírmame si estás bien o voy a tu casa

Llamada perdida de Adrián.

Llamada perdida de Adrián.

Llamada perdida de Adrián.

Mensaje de Adrián:

Estoy en tu portería, contesta el citófono.

Mensaje de Adrián: 

El portero no quiso dejarme entrar. Tengo que irme pero por favor escríbeme. Necesito saber que estás bien.

Mierda. ¡Pobre Adrián! Me olvidé por completo que hoy era su sesión. Me levanto de la cama, aún algo atolondrada. El espejo de cuerpo entero que tengo junto a la puerta del baño me devuelve una imagen totalmente deplorable: tengo la misma ropa de hace no sé cuantos días, los ojos hinchados de llorar y la cara más pálida que la de un Cullen. 

Vuelvo a mirar todos los mensajes de Adrián y me debato entre contestarle o no. ¿Qué le voy a decir? Debe estar enojado conmigo. Él odia que lo dejen plantado.

Mensaje de Scarlett:

Lo siento. He tenido unos días muy malos, tengo gripa. Además mi celular ha tenido problemas, y como he estado enferma no había podido arreglarlo. Te dejé plantado para la sesión! Lo siento mucho :(

En seguida recibo su respuesta:

Mensaje de Adrián:

Por qué no me habías avisado que estabas enferma??? Quieres que vaya a llevarte algo o ya te sientes mejor?...
¿O todavía tienes a alguien que te cuide?

Tan lindo. Siempre preocupándose por los demás. Parece que ni siquiera estaba molesto, sino preocupado. Sin embargo, la última parte de su me saje hace que se me agüen los ojos.

Mensaje de Scarlett: 

:3 Gracias!! No es necesario que vengas, Laura me trajo una droguería entera. Te llamo mañana para reprogramar nuestra sesión.

Mensaje de Adrián:

La sesión no importa, lo más importante eres tú <3

¿Un emoji? Él jamás usa emojis. Sin embargo su última frase me llama más la atención que ese detalle. Me hace sonreír. 

Golpes desesperados suenan en mi puerta y borran la sonrisa de mi cara. Me levanto asustada y me apresuro a abrir. Laura entra como un rayo luciendo muy preocupada.

—Ya no más, Scar. Llevas tres días sin contestarme el celular. ¡Me tocó sobornar al portero para que me dejara pasar pues tampoco contestabas el citófono!

—¿Qué? ¿Cuándo sonó? —Tal vez estaba tan concentrada en los mensajes de Adrián que no escuché nada.

—Scar, esto no es sano. Llevas mucho tiempo acá encerrada, llorando y... ¡Mira esto! ¿Desde ese cuando no aseas tu apartamento?

—Ya, Mónica, ya... —Pongo mis ojos en blanco.

—No me "moniquees". Puedes dejar que tu apartamento sea un asco, pero no tu vida.

Entra, un poco más calmada y empieza a recoger un poco el desorden que tengo por todos lados.

—Bueno, y ¿cómo te fue con la sesión de Adrián? —pregunta mientras se sienta en el sofá.

Le hago una mueca y enseguida se da cuenta de lo que pasa.

—¿Dejaste plantado a Adrián? ¡Scar, la otra semana debemos entregar los calendarios!

—¡Ya sé! Pero no tenía ánimos de nada. Además se me olvidó...

—Pues escríbele ya mismo que si pueden hacer la sesión esta tarde.

—¿Esta tarde? Es muy pronto...

—Necesitas tiempo para seleccionar las fotos, retocarlas, diseñar el calendario e imprimirlo. Tienes el tiempo justo, amiga.

Tiene razón, pero todavía no estoy de ánimo. Si fue difícil almorzar con él, no me imagino cómo será volver a verlo ahora que estoy vulnerable y triste.

—Scar, las rupturas son muy tristes, pero la vida tiene que continuar. Piensa en todo lo que te ha costado este trabajo, la materia, la universidad en total. ¿Vas a perder tus esfuerzos por el mal novio pito pequeño de Álvaro?

Tiene razón, como siempre. Busco mí celular y le escribo a Adrián.

Mensaje de Scarlett:
¿Podríamos hacer la sesión mañana?

A los pocos segundos recibo su respuesta.

Mensaje de Adrián:
Puedo, pero al final de la tarde. ¿Te recojo a las 5?

Es buena idea que pase por mí, con este ánimo que tengo podría ser un peligro al volante.

Mensaje de Scarlett:
¿Podrías a las 4? Para aprovechar un poco más la luz natural.

Mensaje de Adrián:
Claro ;) Pero si me prometes que luego aprovechamos la luz de la luna.

Casi me ahogo con mi propia saliva.

—¿Qué pasa? —pregunta Laura, preocupada. Le muestro el mensaje y su mandíbula cae hasta el suelo—. ¡Contéstale!

—¿Pero qué le digo?

—No sé, ¡pero no lo dejes en visto!

—¡Pero me está coqueteando!

—¡Pues coquetéale tú también!

—¡NO! ¡Acabo de terminar con mi novio!

—¡Un mequetrefe de novio!

—¡¿Y por qué gritamos?!

—¡No sé!

Soltamos la risa y liberamos un poco la tensión. Nos quedamos hablando un rato y, finalmente, se va para su casa en la noche.

Yo me doy una relajante ducha caliente, mientras trato de subir mi ánimo con Viva la vida de Coldplay.

No sé qué es lo que me hace sentir mejor. Puede ser el rato agradable que pasé con mi amiga, saber que ya casi acabo mi calendario, o el mensaje de Adrián. Finalmente no le contesté nada, no sabía qué decirle. Él tampoco volvió a escribir más.

Muy puntual, como siempre, llega a las cuatro en punto por mí. Me acerco a su carro y se baja de inmediato a recibirme las maletas con las luces y otro equipo de fotografía.

El camino transcurre en silencio, como la sesión. Solo me pregunta de vez en cuando si ya me siento mejor y si estoy bien. Siempre respondo que sí, pero creo que mi cara demuestra otra cosa.

Para no ser modelo profesional, la verdad es que posa muy bien. Con todo el estrés de esta semana olvidé pedirle que trajera ropa para hacer varios cambios, pero a él se le ocurrió solo. Gracias a Dios.

—¿Te cuesta mucho alquilar este estudio? —pregunta mientras hago unos ajustes al lente y a las luces para obtener un efecto diferente en las fotos.

—Es de una amiga, me lo deja a buen precio. Aunque si fuera por ella, no me cobraba nada.

—Me gusta. Estoy pensando en hacer anuncios en internet para la tienda de ropa. Hace mucho no invierto en publicidad y me han ofrecido buenos paquetes. Podríamos hacer una buena sesión aquí.

—Claro, ahora te doy el dato de la dueña.

Me acerco para medir nuevamente la luz y quedamos muy cerca el uno del otro. Adrián me mira intensamente y me pongo algo nerviosa, pero trato de seguir siendo profesional.

—O mejor me ayudas a organizar todo. Tenemos que conseguir modelos, escoger pintas, y tú tomarás las fotos. Te puedo pagar muy bien.

Lo último me hace sonreír porque lo dice de una manera muy pícara.

—Es lindo verte sonreír de nuevo.

Regreso a mi lugar para seguir tomando las fotos.

—Hablas como si fuera una amargada.

—No una amargada, pero puedo darme cuenta que estás triste.

—Silencio, voy a empezar a tomar las fotos. —Se queda callado y sonríe un poco, aunque lo evita—. No sonrías.

Estira la boca para no soltar la risa, lo que me hace sonreír a mí. Escondo mí cara detrás de la cámara y sigo tomando las fotos.

Después de unas cuantas tomas y unos cambios de pose, me acerco a Adrián, pues hay algo que me está molestando desde hace rato.

Siempre ha tenido un mechón rebelde, y tengo que acomodárselo. Me mira fijamente mientras paso mis dedos por su cabello. Siempre ha tenido una hermosa cabellera.

«Ay, Scarlett, concéntrate»

Trato de poner en orden mis pensamientos mientras sigo luchando contra la rebeldía de su mechón, hasta que siento que pone la mano en mi cintura y acaricia una pequeña parte de piel que tengo descubierta.

Me doy por vencida con el mechón y regreso a mi lugar, antes de que me ponga más nerviosa.

Duramos un rato concentrados en lo nuestro, hasta que le hago una señal a Adrián para que sepa que hemos acabado. Se levanta del taburete en el que le tomé la última foto y se estira. Se acerca a mí y se ofrece a ayudarme a empacar mis implementos.

—¿Qué tal lo hice como modelo? —Su tono es amable y cariñoso.

—Bien —contesto sin ganas. No quiero ser grosera, pero no puedo evitarlo.

Cuando me concentro en las sesiones suelo ponerme muy pensativa, y justo hoy empecé a revivir mi soledad y a pensar en Álvaro, aunque traté de evitarlo.

—¿Qué te pasa? —pregunta mientras pone un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

Un escalofrío recorre toda mi cara, desde el punto por el que pasa su dedo pulgar y acaricia mi mejilla. ¿Qué hace?

—¿Qué me pasa de qué? —Me alejo un poco.

—No sé... No eres la misma Scar de siempre.

—No me pasa nada... —No quiero ser tan cortante con él pero mi ánimo no me deja ser más amable.

Cuando terminamos de empacar todo, le dejo una nota a Valentina agradeciéndole por el estudio y su amabilidad. Al ver a Adrián, ella hace una cara como de querérselo comer con arequipe. Su gesto me hace sonreír, Adrián no lo nota.

Al llegar al carro, Adrián abre la puerta del copiloto, me recibe lo que tengo en las manos y va a guardarlo al baúl. Luego se sube al puesto del conductor y, antes de empezar a conducir, busca algo en su celular.

Unos momentos después, en el carro empieza a sonar Viva la vida.

I used to rule the world, seas would rise when I gave the word... —canta muy animado, luego de empezar a conducir.

—Now in the morning I sleep alone, sweep the streets I used to own... —canto con él, sin importar qué tan mal me sienta, esta canción me obliga a cantar y a sentirme mejor. Como diría mi queridísimo Doctor Strange: es un hechizo simple pero inquebrantable.

Cuando llegamos al coro, ambos tenemos todo un concierto dentro del carro, cantamos a todo volumen y movemos nuestras cabezas con entusiasmo. De vez en cuando mi mano se convierte en un micrófono que va de mí a él cada que cambia la estrofa. Siento una hermosa energía recargar mí espíritu, y creo que no se debe solo a la canción, sino a la compañía.

Cuando éramos novios solíamos hacer esto con bastante frecuencia.

La canción está acabando y al fin me doy cuenta de que no nos dirigimos a mi casa.

—¿A dónde vamos? —pregunto.

—Te dije que aprovecharías conmigo la luz de la luna.

Mi corazón da un vuelco fuerte. Adrián pone su mano sobre la mía y, a pesar de que lo intento, no la retiro.

Holaaa!!

¿Les gustó este capítulo? Espero que sí.

¿Cómo creen que Adrián aprovechará la luz de la luna? jajajaj espero ver sus teorías, y espero muchos comentarios suyos de regalo de cumpleaños XD

Las quiero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro