
Capitulo siete | Motivación
B E L L A
Mi hermana me había llamado por teléfono para que llegara temprano a casa. Dijo que tenía cosas importantes que hablar, cuando pregunté simplemente me dijo que no era nada malo.
Sin terminar mi rutina salí del gimnasio a las prisas, el día de ayer después de llorar por horas sebastian se quedó conmigo hasta que me quede dormida como una bebe, cuando me levante esta mañana había una nota al lado de mi almohada de sebas.
"Me tuve que ir, no quería incomodarte pero sabes que si me necesitas a cualquier hora yo estaré bee, llámame cuando vuelvas de entrenar va? tkm cara de perro" No pude evitar reír por lo último y con más ánimos prepararme para ir al gimnasio, trate de fingir que todo lo qué pasó el día de ayer solo fue una mala pesadilla.
Cuando llegue al gimnasio la pase aún mejor, ronaldo no estaba. La suerte estaba de mi lado y solo esperaba que así siguiera todo el día.
Volviendo a la realidad me monte en mi Jeep para ir de camino a casa. No tarde ni diez minutos ya que estaba más cerca de lo normal, a demás a estas horas no había tráfico. Me coloqué el suéter nike y me lo cerré ya que andaba en top deportivo, tomé mi mochila y baje del auto para entrar a la vivienda y así subir al piso de samy.
Cuando entró no fue necesario buscar a mi hermana ya que su voz se escuchaba hasta la esquina viniendo de la cocina. Cuando tire mi mochila al lado del pasillo de abajo fui directo a la anterior nombrada para encontrarme antes a Félix en la puerta.
Me extendió la mano para chocar su puño a lo cual le recibí.
— Cansada? — Me pregunto con un tono alegre.
— Poquito, hoy no hice ni la mitad por culpa de la guera. — Vacile dándole una mirada de reojo a samy que estaba apunto de sentarse en una de las sillas del banco de en medio.
Esta río por lo bajo.
— Bueno, yo voy a ver la kings, si ocupan algo ya saben. — Aviso Félix para después salir por completo de la cocina.
Rivers me hizo una seña para que me acercara y eso hice.
— ¿Que era eso que querías contarme? — Le pregunte.
— Es sobre la velada wey. — Mencionó.
Vi como tomaba su móvil y texteaba en el, parecía tener una conversación entretenida con alguien.
— Ya no vas a pelear?
— No no, obvio lo haré, eso sigue en pie. — Enseguida contestó.
— Ya no quieres que te entrene? — Intenté esta vez adivinar.
Siguió negando con la cabeza.
El timbre del depa se escucha y yo fruncí el ceño.
— A quien más invitaste hoy o que? — Cuestione, curiosa.
Ella no respondió y se limitó a sonreír burlesca.
Sospechosa mire la puerta de la cocina mientras escuchaba algunos murmullos por lo lejos. Una cabellera obscura se adentró por la sala y aquellos ojos los pude reconocer desde lejos.
Ugh, no puede ser.
Mire a rivers, esta solo se encogió de hombros inocentemente.
— Aquí tienen señoritas. — habló ronny dejando dos jugos energizantes sobre la mesa, uno rojo y otro azul. — Te traje el azul, tu favorito.
Se dirigió a mi.
Se sentó entremedio de nosotras, recorrí mi silla un poco hacia el lado contrario, el lo noto y rodo los ojos.
— Neta era necesario invitarlo Samantha? — Le cuestione a rivers. — Yo mejor me largo..
Rivers se levantó de su lugar para tomarme por los hombros y volver a sentarme, le hizo una seña a Ronny para que se pasara al otro banco para ella sentarse en medio.
Ella hizo una mueca. — Los dos son mis entrenadores, y casualmente tienen que enterarse de esto también, que quieres que haga?, lo siento bel pero esto es necesario.
— ¿Hola? No hables como si yo no estuviera aquí. — intervino ronny dándome una mirada indignante.
Le fulminé sintiendo como el coraje recorría mis venas.
El tatuado soltó una risa por lo bajo, por lo cual me hizo molestarme más.
Ojalá llegara sebas y me salvara de esto.
— y bien, que era lo importante que tenías por decir? — mi atención se fue a donde mi hermana.
Esta suspiro y se cruzó de brazos sobre la mesa, al fondo escuche la puerta de casa y las voces de nuestros amigos, incluido sebas.
Me sentí aliviada que estuviera aquí.
— Primero esto solo lo tenemos que hablar los tres, a solas. Es algo.. privado. — Soltó rivers al ver como valdo y felix entraban a la cocina donde nosotros estábamos.
¿Ah que hora llegó este pinché poste?
Yo y Ronny nos miramos inconscientemente, este me regaló una sonrisa la cual yo solo ignore fulminándole con la mirada.
— Que hacen? — Preguntó valdo mientras abría el refrigerador y tomaba una botella de agua.
— Estaban hablando de algo que no querían que escucháramos verdad? — Adivino Félix al ver nuestras expresiones, especialmente la de mi hermana.
Esta río. — Algo así, algo así.
— No mames, ya van a empezar con sus secretos? — Se quejo valdo.
Me levante de mi lugar, rony y rivers imitaron mi acción.
— No son secretos wey. — le dije.
El anterior nombrado me sacudió el pelo para después rodear su brazo sobre mi hombro. Camine junto a él hasta la sala de estar logrando llamar la atención de todos.
Las caras conocidas me hicieron sorprenderme.
Ari, Juan, Alana y Diego estaban charlando entretenidamente junto con Aldo y Sebastián, mientras que roberto veía su celular, la tele estaba prendida dando a resonar la kings league. El único que le presto atención fue felix en cuanto se tiro al sofá junto con mariana.
— Mi bella durmiente, cómo estás?! — Abi enseguida se levantó dejando de abrazar a su esposo para correr hacia mi y envolverme en un abrazo.
Con dificultad se lo trate de devolver.
— Estoy bien, gracias por preguntar abichu. —Le respondí para después verla al rostro.
Esta me sonrió enternecida para después acariciar mi cabello.
¿Por qué todos hacían eso? ¿Tenía cara de perro?
— Hola bel! — Saludo Juan desde su sitio.
— Qué tal peque' — Imitó ama y filis al mismo tiempo.
— No pensé verlos acá tan temprano. — respondí como saludo.
Alana se levantó de su lugar. — O sea que no nos querías aquí ahorita o que?
Me reí y negué mientras la abrazaba de lado, esta rodeó sus brazos alrededor de mi cintura.
— No, al contrario me gusta que se acuerden de uno. — Recargue mi cabeza en la de ella, ya que era más bajita que yo.
— Eso dices por que ya estamos aquí, mentirosa. — vaciló Diego.
— No es por interrumpir su magnífica charla pendejos..— intervino rivers jalándome del brazo provocando que Alana se separará de mi. — ..pero les voy a robar a esta chaneke un rato, okay?
— Pinché envidiosa, déjanos a la niña un rato cabrona! — Le dijo abi desde su lugar.
Los demás rieron.
Cruce mirada con sebas, este me sonrió y después guiño el ojo, rodé los ojos para después sacarle la lengua en forma de broma. Lo escuché reír.
A su lado aldo finjio hacer arcadas al ver esa pequeña interacción, Diego le dio un zape al verlo comportarse de tal manera.
— hijo de tu chingada madre, y eso por que? — Se quejo Aldo.
Diego río. — Déjalos en paz wey.
Sin más rivers me jala de nuevo para obligarme a caminar a su lado con Ronny a nuestras espaldas. Subimos las escaleras hasta topar en su habitación, entramos y ella cerró la puerta, me soltó y me dirigí a su cama para sentarme. Ronny prefirió recargarse en la pared cruzado de brazos con la mirada fija en el suelo.
Rivera carraspeó y se colocó en medio de la habitación para mirarnos a los al mismo tiempo.
— No te quieres sentar Ronny? — Le ofreció samy.
Este negó. — No, prefiero quedarme aquí y no incomodar a tu hermanita querida. — Soltó con un tono de burla.
Me limite a solo bufar por lo bajo.
Rivers se cruzó de brazos.
— Habrá un pinché día el cual dejen de estarse peleando o que, pendejos? — Soltó con diversión la rubia.
— Cuando Ronny deje de ser un idiota, yo creo que sí. — Sonreí fingida.
Ronny me miró indignante.
— Mejor cuando dejes de ser tan dramática, entonces ahí si veremos mi reyna. — Vaciló.
Pinché morro miado.
— A ver ya ya, a lo que venimos pues. — intervino mi hermana regañándonos con la mirada a los dos.
>> La cosa es esta, viajaremos a españa en unas semanas, aún no estoy segura.
— Tan rápido? — Intervine, confundida.
Rivers me hizo una cara; para que me callase cosa que hice enseguida.
— Ibai me dijo que tiene una propuesta, yo se cual es pero no quiero decirla por que..— Se tomó unos minutos para pensar. — ..por que pues no trata de mi.
— Y entonces? — Preguntó Ronny.
— Nada, nomas para decirles que ustedes me van a acompañar, para que no hagan planes ni nada.— nos aviso.
Realmente estaba muy confundida.
— Puedo llevarme a alguien? — le pregunté.
— ¿Para que?
— Pues no quiero estar soportando a Ronny cuando tú tengas que ir a hacer tus pláticas con ibai, yo que se. — Solté con toda la seriedad del mundo.
Note como Ronny rodaba los ojos y se soltaba a reír por lo bajo.
— Pues si, como quieras. — me respondió mi hermana sin darle tanta importancia.
No tenía ni idea del por qué samy quería que la acompañásemos pero definitivamente tenía que llevarme a Sebastián.
— No se por que querías hablar con nosotros en privado si no era en realidad nada lo que tenías que decir. — se quejó Ronny con un tono divertido.
Le quería dar la razón, pero mi orgullo era más grande que eso.
— Es que..quiero que seas sorpresa para ustedes también, y me arrepentí en cuanto los tuve aquí en frente, perdón. — río la rubia.
— No te preocupes, esperaremos. — Le dije con total tranquilidad ignorando la presencia de ronaldo en la habitación.
Después de eso sam nos hizo bajar de nuevo, ronny se sentó a una orilla del sofá donde se encontraba felix solo, ya que en todo el momento las miradas fulminantes de parte de aldo y Sebastián le incomodaban a simple vista.
No sabía si quería reír por aquello, o sentirme orgullosa de que por lo menos ellos dos saben lo mucho que me molesto lo que hizo el día de ayer, por que al parecer a mi hermana ni siquiera le importó.
Me duele. Pero no lo iba a demostrar, pensé qué tal vez me preguntaría como estaba después de toda la situación pero no lo hizo, entiendo que tenga entrenamientos todos los días, la king, la queens, directos. Y por eso se la pasó.
En la sala se sentía la incomodidad de vez en cuando, cada que Ronny hablaba, o cada que aldo tiraba una indirecta burlona hacia el, y valdo solo le regañaba. Las miradas que me daba samy y yo simplemente tratando de ignorar todo a mi alrededor hasta que siento como Juan me pica las costillas.
Giró para verle.
— Me enteré lo qué pasó ayer.. — Murmuró con pena.
Suspire. — Supongo que todo el mundo está enterado ya.
Juan me dio una mirada desganada. — Siento que estes pasando por todo esto bee, no te lo mereces.
Aquellas simples palabras me hicieron sonreír.
— Gracias, creo que necesitaba escuchar eso. — Solté con total sinceridad.
— Eres como mi hermanita, y aún que ronny sea amigo la neta me molesto mucho su comportamiento. — Se sincero.
— Perdón por nunca contarles..
— No no, no tienes nada que decir de eso, respetamos tu privacidad y si tú por algo no querías contarlo a nadie pues lo entendemos bel. — Me dijo.
Me sentí comprendida, incluso más que cuando samy se enteró.
— De nuevo gracias por entenderlo. — solté.
— Solo te dire una cosa..— suspiro para llevar su mirada al frente y no llamar la atención que estábamos susurrándonos cosas. — ..es mejor que te alejes si es que quieres paz mental, tú comunidad te va a entender si lo explicas, no tienes por qué esconderte debajo de la cama esperando que todos se olviden de lo qué pasó, ronny tuvo la culpa de que esto haya pasado. En primera no tuvo por qué burlarse de la situación, y en segunda debió aclararlo en vez de decir lo que dijo.
>> No tengo idea de cómo terminaron su relación. Pero aún así el debe de respetar la distancia, si tú estás viviendo una nueva vida entonces que el también haga lo mismo, si están en el mismo círculo social es por compromiso, se entiende. — Dio una breve pausa para tomar aire. — Pero si quieres estar bien contigo misma, es mejor que te alejes de ronny por lo menos un buen tiempo hasta que sientas que todo quedó en el olvido.
Juan tenía razón. Tenía las palabras perfectas que yo justamente quería escuchar, solo así podía abrir los ojos y atreverme a hacer las cosas.
— Gracias Juan. Esto significa mucho para mi, no tienes idea. — le dije enternecida.
Juan ríe por lo bajo. — Ya deja de darme las gracias, ya te dije que eres como mi hermana, que cualquier cosa que pase yo estaré para aconsejarte o apoyarte, va?
Asentí y a la misma vez le regale una sonrisa, su mano se dirigió a mi cabello pero yo le tome la muñeca deteniéndole. Este me miró extrañado.
— No hagas lo mismo que hacen todos, por favor. — le pedí en voz alta.
Este soltó una carcajada al entender a lo que me refería.
— Es que pareces un cachorrito abandonado cuando te pones así wey! — Soltó con diversión.
Rodé los ojos.
— Chinga tu madre juan. — Vacile.
La risa de delfín de mi amigo fue lo único que me hizo feliz en cuanto me cruce de brazos y mire el partido, sentí como alguien me miraba y al buscar el causante no pude evitar sonreír.
Sebas me miró inocentemente, un leve sonrojo apareció en su rostro para después mover sus labios. Fijé bien mi vista para leer lo que decía desde mi lugar.
"Te vez mejor así, feliz"
Risueña le hice un corazón con mis manos, este me guiño un ojo para después reír.
Definitivamente amaba cuando era así conmigo, no molesto como siempre, o burlesco, amaba que se comportara tan gentil y amoroso. En un buen sentido, por supuesto que amaba igual que aldo y valdo se comportarán así conmigo, me trataban como una princesa, pero sebas era diferente, el me trataba como una reyna.
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