1 - Sin atracción
Hola. Pequeña advertencia: este capítulo contiene menciones a violencia física y verbal, alcoholismo y depresión. Estos temas no se desarrollan, solo se mencionan. Espero que no resulte muy duro de leer 😊
La vida de Ochako Uraraka era maravillosa. No le faltaba nada, tenía un techo sobre su cabeza y comida en la mesa. Dos padres que la amaban y se amaban entre ellos. Su quirk se había desarrollado y ya tenía decidido que ayudaría a su padre en su empresa de construcción. Todo había sido perfecto hasta que cumplió diez años. A partir de ese momento su vida maravillosa comenzó a llenarse de grietas.
Las grietas se hacían más numerosas y grandes a medida que pasaba el tiempo. Había vivido tres años en un descenso a las profundidades y dos años en el mismo infierno. En ese momento era muy pequeña, pero ahora tenía quince y podía ver las cosas con claridad.
El techo sobre su cabeza ya no parecía tan estable. La comida en la mesa le quitaba el apetito. Sus padres no mostraban interés en ella y quizás ya no se amaban. Ya no tenía deseos de usar su quirk para ayudar a su padre en su empresa de construcción. De hecho, no tenía deseos de ayudar a nadie. Si nadie la había ayudado a ella en todo ese tiempo, ¿por qué ella debería ayudar a alguien?
Sentada en un callejón que nadie frecuentaba, se puso a pensar en los hechos que había vivido. Sabía que no debía hacerlo, pensar en eso siempre la deprimía. Pero una vez que empezaba, ya no podía parar, como si estuviese metida en un espiral que giraba eternamente. Un gato pasó por delante de ella, pero no lo vio. Ya estaba sumergida en sus pensamientos, dejando que el dolor la ahogue y la aísle del mundo.
El negocio familiar que en su momento había sido fructífero, comenzó a fallar. Ya no ingresaba tanto trabajo. Tenían menos trabajadores, muchos habían renunciado para irse a otra empresa. En su casa las cosas todavía no estaban tan malas, o al menos esa era la percepción de una niña de diez años. Lo peor vino después. Aproximadamente un año después un tifón provocó desastres en la zona. Uno de los eventos desafortunados fue que la obra que estaba construyendo la empresa del señor Uraraka se vino abajo. No había sido destruida por completo, pero el daño fue muy grande. Ahí fue cuando su padre empezó a beber.
Casi al mismo tiempo empezaron las peleas entre sus padres. Cada cosa que pasaba parecía una razón para discutir. Ella se refugiaba en su cuarto y trataba de no escuchar sus gritos.
La gota que rebalsó el vaso e hizo que todo se vaya al infierno fue una estafa en la que su padre se vio involucrado sin querer. Había logrado firmar un contrato con un arquitecto. Parecía que el sol saldría después de la tormenta. Pero no era más que una mera ilusión. El tal arquitecto en realidad era una persona que había falsificado su título. El señor Uraraka pudo demostrar su inocencia en el asunto fraudulento, pero su nombre quedó manchado dentro de la industria.
Eso fue lo que provocó que se deprima y que cada vez tomara más alcohol, volviéndose adicto. Con el alcoholismo llegó la violencia. Nunca había llegado a golpearla a ella o a su madre, pero no solo los golpes lastiman.
Su madre también había caído en un estado de depresión que hacía que no pueda cuidar de nadie. Ni siquiera de ella misma. Era Ochako la que debía decirle que coma o que se bañe. Era muy triste verla en ese estado deplorable.
A una edad muy temprana Ochako se dio cuenta de que sus padres no eran perfectos como ella creía. Eso era tan doloroso como las palabras hirientes que decía su padre. A veces se sentía tan mal que quería desaparecer. Si tan solo tuviera a alguien con quien hablar.
No pudo más con el dolor que brotaba en su interior y comenzó a llorar en silencio en ese callejón que nadie frecuentaba.
Dado que estar en su casa era insufrible, pasaba mucho tiempo en la calle. A veces iba al parque a hamacarse un rato o paseaba por la avenida mirando las vidrieras de los comercios. También pasaba mucho tiempo en ese pequeño callejón, ahí vivía una colonia de gatos y a ella le encantaba pasar tiempo con esos animales.
Había estado fuera todo el día. Nadie se iba a preocupar por ella, pero siempre volvía a su casa por la noche. Después de todo seguía siendo su casa y necesitaba dormir en algún lugar.
Estaba caminando, pensando en si debería anotarse en alguna secundaria o convertirse en vagabunda cuando un hombre se le paró enfrente. Mientras la amenazaba con un cuchillo le decía que se quede quieta y que le entregara todo lo que tenía. Ella no movió un músculo. Era la primera vez que le pasaba algo así, estaba un poco asustada. No tenía idea cuál sería el quirk del delincuente.
—Sé que tenés un celular en el bolsillo izquierdo. Puedo detectar metales. Así que no te muevas mientras lo agarro, o vas a terminar mal —dijo mientras se acercaba despacio.
Cuando el hombre estuvo bastante cerca, Ochako le tocó el brazo sin que se dé cuenta. De inmediato empezó a flotar. Se puso a gritar sin entender que pasaba, luego se dio cuenta que era el poder de ella y le ordenó que lo baje.
Cuando estaba como a dos metros de altura, lo dejó caer. Cuando cayó, además del ruido del golpe se pudo escuchar el sonido de un hueso al romperse. Mientras él gritaba del dolor, Ochako se acercó despacio con una expresión neutra en el rostro.
—Te metiste con la persona equivocada. Agradecé que no te haya matado.
El delincuente se había callado al ver que se acercaba y ahora la miraba con miedo. Se notaba que era menor de edad, no iría presa por lo que le había hecho.
Ochako se alejó rápido. Se hacía la fuerte, pero se estaba muriendo de miedo. Debería tener cuidado de ahora en más. ¿Acaso su vida podía ponerse peor? Dobló la esquina y se encontró con otro hombre. Este era más alto y llevaba una máscara que le cubría todo el rostro.
—¡Eso fue increíble! ¡Fue patético! —dijo el enmascarado mientras la señalaba y hacía movimientos extraños.
—¿Qué? —No tenía tiempo para detenerse a hablar con gente rara. Lo esquivó y siguió su camino. Pero él volvió a pararse enfrente de ella.
—¿Te gustaría unirte a mi grupo?
—¡No! ¡Dejame en paz desquiciado! —Volvió a esquivarlo y empezó a correr. ¿Qué estaba pasando ese día?
Ochako hubiese preferido no volver a la zona del callejón, pero estar en su casa no era una opción. Sus pies siempre la llevaban a ese lugar donde vivían los gatos. No eran muy sociables, pero a ella le gustaba estar rodeada de ellos. Eran una compañía que podía tolerar.
Seguía caminando por las calles donde quisieron asaltarla, pero ahora volvía más temprano a casa.
Varios días después de ese incidente volvió a encontrarse con el enmascarado. Se preguntó por qué usaba una máscara. Seguramente tenía una cicatriz horrible o un tercer ojo en la frente. Algunos quirks eran raros.
El día que volvieron a encontrarse él la reconoció y la saludó, pero ella lo ignoró. Esa no fue la única vez que se cruzaron. Y él siempre la saludaba. Por lo que un día Ochako le preguntó qué quería.
—Soy Jin Bubaigawara —Se presentó él— Pero podés decirme Twice.
—Ochako Uraraka. No tengo apodo —respondió secamente.
Ese día se quedaron conversando un rato. Se encontraban seguido y siempre charlaban. A Ochako le parecía aceptable su compañía. Era un poco gracioso como se contradecía siempre que decía algo.
Twice pensaba que ella encajaba muy bien en el perfil que Shigaraki estaba buscando. Tenía cara de niña buena y un poder muy interesante. Nuevamente le propuso unirse a su grupo. Le dijo que era un lugar donde las personas como ellos encontraban un lugar y no eran juzgadas. Ochako se quedó pensando, no entendía bien a qué se refería. Pero Twice le caía bien y pensaba que no podía haber peor infierno que el de su casa.
—Está bien —accedió—. Pero si voy y no me gusta no voy a unirme.
—Qué estupidez. Me parece bien —respondió Twice.
Un rato después él se despidió y ella se quedó sola, haciéndose expectativas acerca del grupo de Twice.
El futuro era incierto, nada de lo que pudiera imaginarse se comparaba con lo que iba a encontrarse en los próximos meses.
Hola, ¿cómo va? Espero que este capítulo no haya sido muy duro de leer. Y también espero que la parte de drama me haya salido bien. Me gusta más escribir cosas bien cursis, así que no tengo mucha práctica con este género.
Se aceptan críticas constructivas, claro que sí.
Estaba super ansiosa por publicar este capítulo, me tiene muy emocionada esta historia porque es muy diferente a lo que venía escribiendo.
En el próximo capítulo vamos a conocer la historia de Kyoka, que también tiene su trasfondo sad.
Esta historia va a ir un poco más lento que mis otras historias, pero el amor llegará. Lo prometo.
Voy a estar incluyendo algunos sucesos de la primera temporada del anime. Aviso por si recién empezás con la serie, no vaya a ser que te comas un spoiler :P
Me declaro fan de Twice, ¿alguien más? ❤ Acá un gif de él porque sí.
Nos vemos la próxima, gracias por leer 😊
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