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Capítulo XVIII

El chico salió de la habitación de JungKook y se dirigió a su clase. Cuando llegó, no había mucha gente, ni siquiera había desayunado. Rebuscó en su mochila y se comió un par de barritas.

Mientras masticaba, pensaba en JungKook. Mañana iba a quedar con él y todo en su interior le suplicaba que dejara todo por él. Fue a llevarse un trozo de barrita a la boca cuando paró en seco: todo en su interior le suplicaba que dejara todo por él. ¿En qué momento había pasado de verle como "el traidor" a volver a verle como "su novio"? Posiblemente desde que empezó a frecuentar a Sylvain y el propio JungKook se dio cuenta de que estaba más cerca que nunca de perderle de verdad. Desde el preciso momento donde empezó a preocuparse más en sí mismo que en JungKook. Desde el preciso momento donde le dio la gana de ser la persona que siempre quiso sin tener en cuenta a JungKook.

Suspiró, sabía que pronto volvería con JungKook. Su relación ahora mismo se basaba en un "tira y afloja" y él ahora mismo no aguantaba más aquello, en el momento en el que JungKook tirara de él, se aferraría al chico y no le soltaría, eso lo tenía claro.

Cogió su móvil y vio que tenía varias llamadas perdidas de JiMin, había olvidado que ayer habían discutido... o bueno, no le había hablado del todo bien. Tenía varios mensajes de publicidad. Mensajes de JiMin, mensajes de Hoseok, mensajes de Jin... ¿sus amigos se habían vuelto locos? Y tenía un mensaje de Sylvain. Le había escrito ayer a las cuatro de la tarde.

"Hola, ¿quieres que estudiemos juntos? Tenemos mucho trabajo en la Uni, pero podríamos estar juntos en la biblioteca y luego podríamos dormir juntos... es otra forma de estar juntos, ya que los estudios no nos lo permiten de otro modo"

Suspiró, iba a hablar con Sylvain. No eran nada, pero quería dejarle las cosas claras.

— Buenos días.

TaeHyung levantó la cabeza y vio a Sylvain.

— Hola, ¿qué tal?

— Bien, bastante cansado. Ayer te escribí...

— Lo acabo de leer, perdona.

— No te preocupes, imagino que estuviste estudiando.

— Mucho...

— Te vi en la biblioteca.

— Sí, fui allí con JungKook, me explicó unos ejercicios de Música y luego estuvimos haciendo el trabajo interminable de Historia. No era por parejas, pero nos ayudamos el uno al otro.

— Pasasteis la noche juntos...

— Sí, pero no pasó nada.

— No te estoy reclamando— dijo, con su hermosa sonrisa.

— Lo sé, pero quiero que lo sepas— suspiró— igual quiero que sepas que mañana quedaré con él. Me ha invitado y le he dicho que sí. Ya sé que no estamos juntos, pero me ha parecido correcto que lo supieras...

— Supongo que... aquí acaba lo nuestro. Bueno, lo bueno si breve dos veces bueno.

— Lo siento.

— Sabía que estar contigo podía generar dos cosas. La más improbable que sólo ocurría en mis mejores sueños: que te olvidaras de él y empezáramos una relación. La más probable, esa que sabía que pasaría: que JungKook espabilaría y empezaría a tomarse en serio eso de reconquistarte.

— Sí. La verdad es que, desde que todo el mundo habló de nuestro baile, se lo empezó a currar mucho más.

— Bueno, si tú vas a ser feliz así. Entonces bien. Me alegro de haber podido tenerte... aunque haya sido muy poco tiempo— le sujetó del mentón y le besó.

TaeHyung apenas respondió a este beso, sentía que estaba engañando a JungKook si le besaba. Aquello le hizo darse cuenta de que algo en su cabeza también había cambiado, en otro momento, se hubiera subido encima del chico con la esperanza de que el propio JungKook le viera. Pero ahora no. Ahora no quería que el chico le viera en aquel trato con Sylvain.

Lentamente, Sylvain se separó de él y agachó la cabeza.

— ¿Podremos seguir bailando juntos?

— ¡Claro!

Así pues, con aquella promesa, entraron juntos a clase.

Tras una clase doble, TaeHyung estaba agotado y, una parte de él, continuaba queriendo sexo. Se había levantado cachondo, JungKook le había puesto la polla en el culo y le había dejado con las ganas. Estaba seguro de que no era intencionado, pero eso no cambiaba nada como se sentía. Se duchó con agua fría y se fue a comer.

— ¡Por fin!— dijo JiMin, cuando le vio. Corrió y le abrazó— ¿Por qué estás frío?

— Necesitaba una ducha de agua fría.

— ¿Sylvain?

— JungKook.

— ¿Has leído mis mensajes?

— No he tenido tiempo.

— ¿Comemos juntos?

Se sentaron en una mesa pequeña y apartada. TaeHyung comió con hambre. Era la primera vez en mucho tiempo.

— Ayer estuve con Hoseok y Jin— dijo JiMin, abordando el tema— estuvimos hablando y creemos que tienes razón. Tú tienes una relación con JungKook. Tú eres quien tiene que llevarla y hablarle o dejar de hacerlo. Nosotros no debimos meternos. Si te fijas, ellos están con él ahora, contándole lo que te estoy diciendo a ti.

— Me alegro, él no tenía por qué haber estado solo.

— ¿Habéis pasado la noche juntos?

— Sí, pero no ha pasado nada. Y no será por las ganas que le tengo— dijo, mordiéndose el labio inferior— sin embargo, no puedo decir que no haya sido una noche de provecho. Hablamos y aclaramos muchos puntos.

— ¿Vas a volver pronto con él?

— Me siento preparado, sin duda. Mañana hemos quedado.

Después de la comida, TaeHyung y JungKook tenían Historia. TaeHyung buscó con la mirada a JungKook, quería sentarse a su lado. No le encontró en la cafetería y, camino a la clase, le vio dirigirse al aula. Aceleró el paso y fue a su encuentro.

— ¡Hola!

JungKook se giró y sonrió.

— ¿Qué tal?

— Cansado, pero bien. ¿Y tú?

— Bien, también. ¿Quieres que hoy volvamos a quedar para terminar el trabajo de Historia? Tenemos que terminarlo para mañana.

— Sí, perfecto.

— Si quieres, para evitar que nos molesten, podemos hacerlo en mi cuarto. Hoseok ha estado hablando conmigo, él va a estar toda la noche fuera con Jin y JiMin, también terminando un trabajo.

— Perfecto.

Entraron en el aula y se sentaron juntos en una mesa doble.

— Esta clase me desmotiva— masculló TaeHyung, apoyando la cabeza en sus manos— con la de cosas importantes que quiero hacer y...

— ¿Qué cosas importantes son esas?— preguntó, con una sonrisa.

— No quieras saberlo.

— En realidad, me muero por saber las cosas, pero me dejas a medias— le susurró JungKook, al oído.

— Bueno, tú me dejaste a medias a mi esta mañana.

— Para dejarte a medias, tendríamos que haber empezado algo... es posible que sólo te dejara con las ganas.

— ¿Y no piensas solucionarlo?

— Aún no. No hasta que vuelvas conmigo. No es chantaje, amor, pero no quiero follar contigo si sé que no te tengo del todo. No quiero conformarme con haber conseguido una mínima parte de ti. Lo quiero todo.

TaeHyung le miró y parpadeó. JungKook era totalmente al contrario que Sylvain. Mientras que Sylvain se conformaba con un poco de sexo, JungKook quería todo y no iba a parar hasta lograrlo. Si los hubiera conocido a ambos a la vez, hubiera escogido a JungKook porque el chico no era conformista, para él todo era un reto y sólo había una opción: ganar.

— Quizás... quizás ya lo tengas todo de mí sin que ninguno de los dos nos hayamos dado cuenta.

JungKook le miró y se mordió el labio inferior. Tanto tiempo que había esperado y ahora no tenía agallas.

— TaeHyung, ¿quieres salir conmigo? No te hablo de retomar lo nuestro, sino de crear algo mejor.

— Sí, por favor.

Se miraron a los ojos y a los labios, el profesor se estaba despidiendo, le estaban escuchando.

— Vámonos de aquí— pidió JungKook.

Cogieron sus mochilas y, aparentando tranquilidad, salieron del aula. En completo silencio, caminaron hasta la habitación de JungKook y, cuando el chico cerró la puerta y las mochilas cayeron al suelo, TaeHyung se abalanzó a los labios de JungKook.

— JungKook... te necesito...

El chico le agarró con delicadeza y comenzó a desabrocharle los botones de la camisa delicadamente.

— No... así no— pidió, desesperado— sé rudo conmigo— dijo, besándole con fuerza— esta mañana... cuando me preguntaste qué había pasado para que cambiara de parecer... tú, fuiste tú, JungKook. Yo... ya no estoy enfadado contigo, ya no pienso constantemente en demostrarte que te he superado, porque no lo he hecho y no quiero hacerlo, quiero estar contigo... vuelvo a desearte... por eso te necesito— añadió, pegándose aún más a él— como siempre te he deseado y... ¡ah!

El chico le había girado y le había empotrado contra la pared. Se pegó a su espalda y llevó sus manos a sus pantalones, bajándoselos en la zona del trasero.

— ¿Quieres esto?— preguntó, azotándole.

— ¡Sí!

— Y supongo que esto también— dijo, liberando su miembro y restregándolo por entre sus nalgas.

— Quiero... chupártela...

— No— dijo, empujándole a la cama.

El chico cayó pero, al momento, se puso de rodillas y fue hasta JungKook, quien le besó y volvieron a caer sobre la cama. Un cajón cayó al suelo y JungKook maldijo.

— No encuentro el lubricante... ¡aquí! No lo uso desde que lo dejamos, ¿crees que caducan?

— Sí... y si hace un año que no lo usas, es mejor tirarlo— dijo TaeHyung— en mi mochila tengo una muestra que me dieron cuando fui a comprar condones con JiMin... bueno, él compró condones, yo miré y me replanteé si comprarme un consolador...

— ¿Te lo compraste?— preguntó, interesado.

— No. Nada se compara a ti y tu polla— dijo, poniéndose encima de él.

JungKook le agarró de las caderas, le quitó el lubricante y le tumbó en la cama. De un solo tirón, le quitó los pantalones, dejándole totalmente expuesto de cintura para abajo. Lejos de lo que cabría esperar, TaeHyung se abrió completamente de piernas.

— ¿Y la vergüenza?

— ¿Quieres que actúe como un chico tímido?— preguntó cerrando las piernas y llevándose un dedo a la boca.

— No. No te pega.

Por toda respuesta, TaeHyung se giró y alzó el trasero, dejando su entrada expuesta para JungKook.

— Es tuya— le dijo.

El chico le agarró de las caderas y le azotó.

— Te ofreces a mí... sin pensarlo...

— No me hace falta pensarlo...

JungKook le acarició la espalda y TaeHyung tembló. Aquello era algo que sólo JungKook podía conseguir porque, para ser francos, un orgasmo era un orgasmo. No era muy difícil hacerle llegar al final, pero la forma en la que JungKook le hacía desearle, la forma en la que le hacía temblar y, al mismo tiempo, cómo se sentía deseado por él... eso sólo podía hacerlo JungKook.

Sintió el lubricante correr por su entrada y dobló los codos, apoyando la frente en la almohada. Alzó la cabeza cuando sintió los dedos del chico entrar en él.

— JungKook...

El chico comenzó a maniobrar en su entrada, ahora mismo no tenía pensado darle placer, sino abrirle lo suficiente para que el chico pudiera disfrutar lo que tenía en mente. Movía sus dedos en círculos y tijeras, tratando de expandirla y haciendo que el chico gimiera y pidiera más.

— Aún no...

— No me lo niegues...

— ¿Me tienes ganas?

— Muchas.

JungKook sonrió y le dio un azote.

— Abre las piernas— ordenó y TaeHyung obedeció.

— ¡JungKook!

El chico había comenzado a penetrarle fuertemente con los dedos, golpeando deliciosamente su zona erógena.

— Ah... ah... cariño... sí...

Le azotó y TaeHyung echó la cabeza hacia atrás. JungKook le agarró del pelo y TaeHyung sonrió. No era consciente de lo mucho que había echado en falta esto.

— ¡JungKook!

— Sh... no grites... silencio.

— Ah... pero...

— He dicho silencio.

JungKook llevo la mano a su miembro, lo situó en la entrada del chico y, agarrándole de las caderas, empujó.

— Kookie...

— Sigues teniendo prohibido hablar...

— Castígame...

Le azotó, pero luego cogió sus manos y, afincándose sobre sus rodillas, comenzó a penetrarle con fuerza.

— ¡AH!

— Shh... no me hagas... repetirlo...

— Mmm...mmm... ¡ah!

TaeHyung hacía esfuerzos en no gritar, pero tenía el cuerpo de su novio pegado a su espalda y sentía como le embestía con fuerza.

— Mmm... mierda TaeHyung... te he echado tanto de menos... joder, nada se compara a esto... nada, cariño... mmm... buen chico, ya puedes hablar...

Pero, en el momento en el que lo dijo, comenzó a embestirle con fuerza.

— ¡JungKook! ¡JungKook! ¡Justo ahí! Ah...

El chico se agarró con fuerza a las manos de su pareja y sintió como el orgasmo le sobrevenía. Alzó el trasero un poco más, en muestra de que quería continuar siendo follado por el chico.

— Retenlo, mi amor... espera un poco... lo haremos juntos...

— Estoy... demasiado a punto...

— Retenlo...

— No puedo... es demasiado... tú eres demasiado...

Sentía el miembro cálido y húmedo de su pareja entre sus piernas entrar y salir con fuerza, golpeando su zona más sensible. Sentía como salía de él, dejándole una sensación de vacío insoportable para, al segundo siguiente, volver a entrar y hacerle estallar un poquito más. Sus rodillas temblaban, sentía que estaba a punto de estallar en el mejor de los orgasmos, no podía aguantarlo.

— Sólo un poco...

— Por favor...

Sintió como JungKook le mordió la oreja y comenzaba a estimular sus pezones. Se iba a correr. ¿Cómo era así de descarado? Le había dicho que estaba a punto de correrse, que no podía aguantar y a él se le ocurría estimular sus pezones.

— JungKook...

— Esta mañana querías sexo... estuviste a punto de restregarte como un gatito en celo sobre mi polla... no lo niegues, travieso...

TaeHyung sonrió ante aquello.

— No lo niego, pero tú te apartaste.

— Esto es mejor...

— Pero me niegas el orgasmo... joder, JungKook, quiero correrme...

El chico había elevado la intensidad de las estocadas, pero había disminuido considerablemente la velocidad, por lo que el orgasmo de TaeHyung ahora había comenzado a acumularse en su bajo vientre pero no terminaba de llegar.

— JungKook...

— Siente...

Cerró los ojos y sintió a su pareja mordiéndole el cuello, acariciándole los pezones y follándole despacio, pero con fuerza.

— Estoy a punto...

— Eso es...

Bajó la mano hasta el miembro del chico.

— Ahora te vas a correr— le ordenó y comenzó a masturbarle.

No obstante, en el momento en el que comenzó a masturbarle no sólo se corrió TaeHyung, sino que también lo hizo el propio JungKook.

Ambos cayeron en la cama y JungKook le besó.

— Te he necesitado tanto... no sólo en el plano físico, sino general.

— Yo a ti también— le abrazó y cerró los ojos, permitiéndose dormir.

Hacía mucho tiempo que no dormía, sólo lo hacía si estaba con JungKook. Ayer, por primera vez pudo hacerlo y hoy esperaba volver a hacerlo.

A las horas, despertó y se sobresaltó cuando vio que JungKook le estaba mirando. Ambos rieron como tontos para luego volver a besarse.

— ¿Te duele?

— No, no ha sido tan fuerte...

En aquel momento, escucharon como alguien metía la llave en la cerradura y JungKook cogió la sábana y el edredón y tapó por completo a TaeHyung. Siempre había sido muy receloso con la desnudez del chico. Le abrazó y comenzó a sentir frío en sus piernas y en su espalda. Se tapó como pudo el trasero y la puerta se abrió. Hoseok y Jin entraron y se quedaron en estado de shock al ver a JungKook allí, desnudo.

— ¿Hola?— preguntó Hoseok.

En aquel momento, TaeHyung comenzó a masturbar a su novio, haciendo que el edredón se moviera de su lado, justo en la zona de la entrepierna.

— Pero... agh...

JungKook ocultó la cara y TaeHyung alzó la cabeza.

— ¿Nos dejáis un rato más, por favor?

— ¡Habéis vuelto!— exclamó Jin, feliz.

— Vámonos, Jin, no quiero ver ni oír esto— dijo Hoseok— ya les daremos la enhorabuena más tarde— añadió, feliz.

Cuando la puerta se cerró, TaeHyung quitó las sábanas y no pudo evitar reír.

— ¿Desde cuando eres tan exhibicionista?

— Siempre lo fui— dijo, sin más— siempre he querido hacerlo contigo en un sitio público...

JungKook le miró. Sabía muy bien porque el chico no había querido arriesgarse a hablarle sobre sus fantasías. Primero le había dicho que no a penetrarle y, para completar, siempre era receloso con el tema de que el resto le vieran desnudo.

Pues eso iba a cambiar.

— ¿Una ducha y vamos al centro comercial?— preguntó.

— No quiero comprar, quiero follar.

— ¿Quién dice que vayamos al centro comercial a comprar?

— ¿Hablas en serio? ¿Quieres hacerlo en un sitio público?

— Sí. Quiero que tú me lo hagas a mí en un sitio público.

Le miró. Estaba en éxtasis. No podía creer lo que JungKook le estaba diciendo. Desde luego, aquella relación era totalmente nueva pues el antiguo JungKook no le habría dicho aquello jamás.

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