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Capítulo III

A la mañana siguiente YoonGi se levantó, se estiró y empezó a buscar sus cosas por la habitación, el joven se había levantado realmente empalmado, terminó de coger sus cosas y se fue a duchar.

JiMin no pudo quitarle la vista de encima ¿acaso este chico quiere ser violado? No lo podía soportar más. A este paso acabaría mudándose. A los diez minutos, YoonGi salió con sus típica ropa interior blanca y le miró de arriba abajo, cuando pasó por su lado, con una mirada muy clara de "fóllame".

JiMin carraspeó y se metió en el cuarto de baño, aquello pasaba de castaño oscuro. Sin embargo, la imagen de YoonGi semi desnudo paseándose como si nada... el chico gimió. Cerró los ojos y, muy a su pesar, cerró el agua caliente y abrió la fría "Maldito bastardo" pensó "por su culpa voy a pillar una neumonía"

Cuando salió, YoonGi no estaba, se ató las zapatillas, cogió su mochila y fue a desayunar para luego ir a clase.

Con el paso de los días, las cosas pasaron de castaño oscuro a negro, YoonGi se paseaba siempre por toda la habitación en ropa interior y había adoptado la costumbre de levantarse empalmado e irse al baño, mirándole con una sonrisa provocadora.

A veces, JiMin pegaba el oído a la puerta, pero no sabía si se masturbaba o no, siempre escuchaba la ducha.

Por suerte para el bailarín, un problema le vino de la nada, JungKook y Nate últimamente parecían uña y carne. Una vez que YoonGi iba vestido, le preguntó por él puesto que era de su mismo grupo de amigos y YoonGi le había respondido que Nate estaba saliendo con un chico de su mismo círculo de amigos, un chico llamado Chuck. Al parecer, ambos habían escogido un beca desde Canadá para terminar la carrera en aquella Universidad. Comenzaron su historia de amor en Canadá y continuaron con el viaje por Seúl.

Podría decirse que esa respuesta hubiera tranquilizado a JiMin, dado que el chico tenía pareja estable, pero no, el hecho de que Nate fuera gay también no mejoraba la situación y a cada día veía a JungKook más cerca de Nate.

— Estás preocupado— dijo YoonGi, una noche.

Era raro, no solían hablar, pero aquello les involucraba de un modo indirecto a ambos.

— Yo conocí a JungKook a través de TaeHyung, mi mejor amigo. Él se enamoró de JungKook a primera vista, por decirlo así. Desde que conoció a ese pequeño canalla no he escuchado otro nombre salir de la boca de mi mejor amigo. Y, lo siento YoonGi, no es porque TaeHyung sea la persona más importante en mi vida, es por lo que veo. La forma en la que Nate se agarra al brazo de JungKook, como le coge de la mano, como le acaricia. ¡He visto a JungKook apartarse en varias ocasiones pero nunca he visto a Nate dejar de hacerlo! ¡Es como si quisiera que ocurriera algo entre ellos dos!

— Bueno... no quería decírtelo para no preocuparte... pero Chuck y Nate no están bien. Y Nate es amigo mío, pero creo que también está muy desesperado para que Chuck vuelva a hacerle caso...

— ¡Ridículo! Si yo tuviera novio y él deja de hacerme caso, lo hablaría con él, pero no le engañaría y menos con una persona que es feliz con su novio.

— Bueno, Nate es estúpido, eso lo sabemos. Pero si JungKook cae, lo será aún más, porque la relación de Nate está prácticamente rota, la de JungKook no— finalizó.

JiMin se quedó en silencio. No quería que su amigo sufriera. Tenía muchísimas ganas de que aquel trabajo finalizara para que JungKook no tuviera que ver más a Nate.

En la clase siguiente de literatura, JungKook y Nate, como de costumbre, se sentaron juntos, gesto que enfadó sobremanera a JiMin y YoonGi. Ambos trataban de centrarse en sus trabajos, pero los veían hablar, bromear y analizar obras.

— Ya me he terminado el libro— le comentó JungKook aquella mañana a Nate.

JiMin, que estaba hablando con YoonGi sobre la literatura del S.XX pegó el oído a la conversación, sabía que estar en el plato y en las tajadas no era su punto fuerte, pero no le importó.

— A mí me faltan tres páginas— le dijo— podemos quedar hoy después de las clases en mi cuarto, si quieres. Mi compañero no está. Podemos hacer el resumen entre los dos y contestar a las preguntas. ¿Te las ha enviado? De todos modos yo sí las tengo, así que no te preocupes.

— Claro. ¿A qué hora quedamos?

— ¿A las nueve? Después de cenar. Mi habitación es la seiscientos doce.

— Sí, creo que se dónde está.

A JiMin aquello no le gustaba nada, miró a YoonGi, el chico parecía molesto.

— Nosotros también tendríamos que ponernos a hacer el trabajo— dijo YoonGi— ¿Ya lo has terminado de leer? Es que como es tan largo y pesado...

— Tranquilo... ya lo he terminado.

— Perfecto... he pensado que... como dormimos juntos, es ilógico ir a la biblioteca para hacer el trabajo, mejor lo hacemos en la habitación. Aunque si lo quieres hacer en la biblioteca...

— No... en la habitación estaremos bien...

— Desde luego, en mi cama estaremos más cómodos— dijo YoonGi y, como si nada, le puso la mano en el muslo al chico para seguir subiendo a su entrepierna.

JiMin se quedó de piedra y tragó saliva con dificultad. JungKook lo miró de reojo y sonrió con una sonrisa burlona.

— Oye, ¿puedo pedirte un favor?— preguntó, en un susurro JiMin a YoonGi.

— Tranquilo, hablaré con Nate.

— Gracias.

Aquella tarde JiMin fue a la biblioteca a coger unos libros de consulta, había quedado con YoonGi a las ocho y media para hacer el trabajo, así que tenía tiempo, tenía pensado llamar a JungKook, decirle que no hiciera el trabajo en la habitación de Nate porque no le parecía bien. Sabía que el propio YoonGi también iba a hablar con Nate, pero no sabía cómo iba a acabar el asunto. Sin embargo, se enfrascó en su trabajo sobre el teatro de finales del S.XIX y se le pasó por alto y, cuando llegó a la habitación, YoonGi estaba en el baño.

— Que chico más aseado— comentó para sí mismo.

JiMin se sentó en su cama y sacó sus cosas, preparándose para hacer aquel miserable trabajo. No es que el libro no le hubiera gustado, al contrario, le había encantado, sin embargo, en ocasiones, se le había hecho muy pesado.

YoonGi salió en ropa interior y JiMin no lo pudo soportar más.

— ¡Quieres hacer el favor de dejar de ir por toda la habitación en ropa interior!— exclamó y YoonGi le miró.

— Claro. Si te molesta, dejaré de ir en ropa interior.

El chico se quitó los calzoncillos y se quedó desnudo, totalmente empalmado, frente a JiMin.

— ¿Así te molesta menos?— preguntó con normalidad y mirándole desafiante.

JiMin no podía parar de mirarle, estaba boquiabierto. Se sentó en el borde de la cama y se limitó a observar el cuerpo de YoonGi mientras se mordía el labio inferior.

— ¿Sabes las veces que me he masturbado pensando en ti?— le preguntó YoonGi en un susurro.

JiMin gimió, YoonGi no había dicho aquellas palabras por nada, las había dicho por algo en especial. No se lo pensó, simplemente se lanzó sobre el chico.

— Sabía que no lo habías olvidado.

Le besó y, antes de caer en la cama, YoonGi ya le había desnudado.

— Aquel día...— gimió YoonGi que estaba muy impaciente— estaba a punto de hacerte una mamada.

JiMin le miró, adivinando los pensamientos de su amante. El chico se abrió más de piernas y le empujó levemente hacia abajo.

— Chúpamela— susurró. YoonGi bajó por el cuerpo de JiMin y, sin detenerse, metió todo el miembro del joven en su boca— YoonGi...

Cerró los ojos y abrió bien la boca, aceleró y escuchó a JiMin gritar su nombre. A medida que se la chupaba, JiMin pedía más y YoonGi obedecía.

JiMin abrió los ojos y miró hacia abajo, bendita la hora, vio la cabeza de YoonGi subir y bajar, disfrutando de lo que estaba haciendo y notaba su lengua en su miembro.

Cerró los ojos, no era posible ¿Ya? ¿Tan pronto?

— YOONGI...— gritó mientras se corría y le tiraba del pelo.

El chico tragó y, mientras se relamía, le miró. JiMin se sentía avergonzado, había aguantado muy poco. YoonGi, sin embargo, no comentó nada, simplemente le besó y contempló su cara de ángel.

— ¿Te ha gustado?

No era una pregunta para provocar, YoonGi quería saberlo de verdad, le importaba la opinión de JiMin.

— ¿Me lo preguntas en serio?— preguntó JiMin.

Así que YoonGi, el chico serio y duro, no era tan duro... YoonGi, por su parte, miró hacia otro lado. Genial, tantas veces que había soñado con hacerle aquello a JiMin y ahora...

— Has estado impresionante— dijo el chico.

Le besó y, de pronto, YoonGi se encontró apoyado contra el colchón. Se besaron, cada vez de un modo más apasionado, sólo se escuchaba el ruido de sus besos en el cuarto. JiMin bajó hasta el cuello de YoonGi, marcándole con pequeños mordiscos. Por su parte, el chico notaba la succión en su cuello, notaba el dolor, pero no era un dolor desagradable, era un dolor placentero. Le gustaba aquel dolor.

— ¿Tienes lubricante?

— Sí... espera.

Abrió un cajón y sacó uno extra aceitoso, especial para relaciones homosexuales. JiMin había visto aquel envase anteriormente, era el mismo que usaban TaeHyung y JungKook y el propio TaeHyung le había dicho que, con aquel lubricante, el miembro de JungKook pasaba sin problemas.

Lubricó sus dedos y los llevó a la entrada de YoonGi, se sentía demasiado extraño haciendo aquello. Con mucho cuidado, le penetró con un solo dedo y el chico se estremeció pero no se quejó, deseaba aquello. Continuó y le penetró con el segundo dedo, teniendo mucho cuidado de no lastimarle, esta vez YoonGi sí se quejó.

— Relájate...— susurró. YoonGi respiraba entrecortadamente, tragó saliva y miró al techo— tranquilo— añadió, mientras le acariciaba su miembro.

— Es que...— empezó.

— Shhh...— susurró, con dulzura.

El chico calló y dejó a JiMin maniobrar en su entrada y en su miembro, acariciándolo, volviéndolo cada vez más erecto.

— Mírame— le ordenó.

YoonGi obedeció y vio la cara de JiMin, su cara de ángel, mientras notaba cómo movía los dedos en su entrada. Gimió en el momento en el que JiMin comenzó a masturbarle.

— Eso es— susurró JiMin al escuchar los gemidos de YoonGi.

Comenzó a mover los dedos de forma más rápida mientras le masturbaba. YoonGi gritó, aunque no de dolor.

— JiMin...— gimió y el chico sonrió y siguió. Amaba ver como YoonGi enloquecía a cada momento— Ah... JiMin... sí, métemela...— pidió y el chico aprovechó su estado para penetrarle con el tercer dedo— JiMin... métela...

JiMin movía los dedos en la entrada del chico como si estuviera resolviendo un cubo imaginario de Rubik. YoonGi no se había equivocado al imaginarse que aquello se le daría muy bien al chico. Sacó los dedos de la entrada del chico y puso su miembro.

— Con cuidado... jamás me la han metido...

Aquello dejó en shock al chico. Debía admitir que sospechaba algo así de YoonGi, le veía demasiado dominante en la cama como para dejarse follar por alguien. Sin embargo, cuando él empezó, no le detuvo, simplemente cedió.

— No te preocupes.

Le miró con cara de circunstancias y se abrió mucho de piernas, JiMin se las agarró y YoonGi las puso por detrás de la espalda del menor, se sentía expuesto y vulnerable. Sentía el impulso de cerrar las piernas, pero también sentía curiosidad.

Poco a poco, JiMin empujó y YoonGi sintió como lentamente era penetrado. Ambos cerraron los ojos. No sabían con exactitud si lo estaban disfrutando o no. A JiMin le costaba penetrar porque no era a lo que estaba acostumbrado y YoonGi, además de sentirse incómodo con la intromisión, no se sentía del todo lleno.

— Para— dijo YoonGi, con dificultad, cuando le hubo terminado de penetrar.

Aquello estaba siendo un desastre, quizás lo mejor sería dejarlo...

— Si quieres que lo dejemos...

— No... solo necesito... acostumbrarme...

JiMin le acarició y le llenó de besos. Cuando sintió que la entrada del chico estaba menos prieta, comenzó a moverse, sus estocadas eran pequeñas y suaves. Controlaba el ritmo para no dañarle. YoonGi, por su parte, cerró los ojos, gimió y acomodó las piernas tras la espalda del mayor.

— Sigue...

El mayor sonrió más animado, sin embargo, no quería acelerar. No obstante, YoonGi se lo pidió.

— Más rápido...

YoonGi gimió fuerte y sonrió al notar en su totalidad el miembro de JiMin al penetrarle, sabía que se había estado conteniendo por él. Pero, ahora que ya estaba acostumbrado a la intromisión, no tenía nada de qué preocuparse.

— JiMin... sigue...— dijo, mientras le miraba a los ojos. JiMin aceleró y YoonGi perdió el control— más...

El chico volvió a acelerar y echó la cabeza hacia atrás.

— YOONGI... AH... JODER...

JiMin comenzó a masturbarle y YoonGi gritó.

— JIMIN... JIMIN... AH... AH... SI... JIMIN... AHHH...

Finalmente el chico se corrió en la mano de JiMin y JiMin dentro de YoonGi. El menor se lo pensó un par de segundos y se llevó, con cierta desconfianza, la palma de su mano a su propia boca. Probó el semen de YoonGi, no estaba mal. No era un sabor extraño, más bien diferente. Se tumbó al lado de YoonGi y éste le miró.

— Aquel día en la fiesta... yo no sabía lo que tu sentías por mi— explicó— pero sabía que si bebía más de cuenta acabaría diciéndotelo. Así que pedí a mis amigos que... bueno... me controlaran. Sin embargo, me emborraché y... ellos no sabían que tú querías lo que yo también quería. Al día siguiente yo me acordaba de todo y, feliz, pensé que tú me pedirías explicaciones y estaba dispuesto a dártelas porque sabía que tú aquel día habías cedido así que tendría que ser por algo... pero nunca me las pediste, nunca hiciste nada. Así que... me cansé... llevo todo el curso provocándote para que me hagas caso, para que reconozcas lo que sientes.

— Podrías habérmelo dicho antes...

— ¿Antes cuándo? ¿Cuándo te escuché gemir mi nombre mientras te tocabas? No... fue ahí cuando decidí que serías tú el que vendría a mi... lo siento, pero me cabreaba el hecho de que negaras que sentías algo hacia mí.

— Así que lo escuchaste... yo...

— No te disculpes... no me molestó. De hecho, te pediré de lo hagas delante de mí algún día que ande estresado...— dijo y JiMin sonrió, aun avergonzado. Pero, de pronto, le miró serio.

— Yo nunca he negado mis sentimientos hacia ti— dijo— siempre me has gustado muchísimo.

— ¿Y porque nunca me lo has dicho? Sobre todo después de lo que pasó en la fiesta...

— Porque NamJoon te apartó de mí, así de la nada. Y luego tú tampoco viniste a mí. Así que... no quise insistir. Pensé que si de algún modo te acosaba, mandarías a Nam a buscarme...— admitió y YoonGi rio con ganas.

— ¿Tú y yo no teníamos que hacer un trabajo?— preguntó YoonGi.

— Cierto...

Se pusieron la ropa interior, una camiseta y se sentaron en la cama, pero según lo hicieron, juntaron sus bocas y comenzaron a besarse. Antes de que pudieran darse cuenta, volvían a estar desnudos.

— ¿Cuándo coño vamos a hacer el puto trabajo?— preguntó YoonGi desesperado aunque no por el trabajo.

— Luego...

— ¿Luego de que?

Por toda respuesta JiMin se metió el miembro de YoonGi en la boca.

— Si... sigue...

El chico aguantó más bien poco, pero a JiMin no le importó. El hecho de tenerle, era lo más importante para él.

— Cinco minutos y empezamos el trabajo...— dijo JiMin.

YoonGi trataba de recobrar el aliento. Se tapó la cara.

— ¿Qué te ocurre?— preguntó JiMin, preocupado.

— ¿Cómo quieres que haga un trabajo sobre Los Miserables cuando sólo pienso en follarte?

— Bueno...— respondió JiMin, sonriendo— piensa que si antes terminas el trabajo... antes me follarás...

YoonGi sonrió y le miró.

— Hagamos ese miserable trabajo...

Se sentaron y, con dificultad hicieron el resumen. Tardaron en hacer aquel resumen más de la cuenta. Pasaban más tiempo besándose y acariciándose que pendientes de sus libros.

— Yoonnie...

— ¿Mmm?— dijo el chico, que había centrado toda su atención en besar el cuello del rubio y acariciar todo su cuerpo.

— El trabajo...

— Ya...

Se apartaron el uno del otro con pesar y terminaron aquel infernal resumen.

— ¿Hemos tardado hora y media?— preguntó YoonGi mirando su reloj de pulsera.

JiMin miró su reloj, sí, habían tardado hora y media y aún no habían empezado con las preguntas. Miró a YoonGi, el chico estaba empalmado.

— No quiero seguir estudiando— dijo YoonGi haciendo un puchero y JiMin sonrió.

— Después de hacer las preguntas, podrás follarme— dijo JiMin, con una sonrisa perversa.

— A estudiar se ha dicho.

El rubio sonrió y le besó. Les llevó un buen rato terminar las cuestiones, la falta de concentración jugaba en su contra, sólo querían quitarse la poca ropa que tenían y entregarse el uno al otro, además, JiMin tenía curiosidad, quería que esta vez fuera YoonGi quien le penetrara.

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