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Capítulo I

Siete de la tarde. Era el primer día de trimestre en la Universidad de las Artes de Seúl. TaeHyung y JungKook, dos alumnos de coreanos, altos, de pelo negro, que estaban en su tercer año, se dirigían por los pasillos como buenos veteranos, hacía el tablón donde se anunciaban sus horarios.

TaeHyung tenía el Horario de Danza II, mientras lo copiaba a toda velocidad en su cuaderno, JungKook buscaba el suyo. Él tenía el Horario de Teatro IV, por fin lo encontró. Dada la altura de ambos, no hizo falta que se abrieran camino entre sus compañeros, simplemente se pusieron detrás de ellos y, mirando por encima de sus cabezas, se limitaron a copiar.

— No sé como JiMin no muere sepultado entre tanta gente— comentó JungKook.

TaeHyung rio y continuó copiando.

— ¿Qué tal se te presenta este año?— le pregunto a JungKook.

— Fatal.

— ¿Por qué?— preguntó TaeHyung, mirándole de hito en hito.

— Vuelvo a tener el mismo compañero pesado del año pasado.

TaeHyung le miro entrecerrando los ojos.

— ¡Pues si no quieres tenerme como compañero vete con otro! ¡Ya quisiera ver yo como te aguantan a ti y a tu mal humor por las mañanas!

JungKook rio y le abrazó desde atrás, TaeHyung se dio la vuelta y le besó. No les importaban besarse en público en la Universidad, allí cada cual iba a su rollo y lo más normal era ver chicos homosexuales o chicas lesbianas.

Fueron a su habitación y empezaron a ordenar sus cosas.

— ¿Dónde dormiremos este año?— preguntó JungKook— ¿En tu cama o en la mía?

TaeHyung sonrió. Siempre se proponían dormir separados, pero nunca lo conseguían.

— ¿Te parece bien en esta?— preguntó TaeHyung, empujando a JungKook hacia la cama más apartada del baño.

JungKook cayó sobre el colchón y TaeHyung encima de él. Sin perder un solo segundo, TaeHyung comenzó a desabrochar la camisa de su novio, besando su cuerpo hasta toparse con sus pantalones.

— Debo admitir que te he echado de menos— dijo TaeHyung, desabrochándole los pantalones.

De un solo tirón, se lo quitó y, mirando con cierta gula el miembro de su chico, dirigió su boca a su entrepierna.

Mientras ellos se demostraban lo mucho que se habían extrañado, a pesar de haberse visto en las vacaciones, JiMin iba camino a su dormitorio. Entró en su habitación y, para su agrado, vio que tenía a su compañero del año pasado, YoonGi, un chico rubio, de su misma estatura, siempre serio de aspecto algo siniestro. JiMin sentía debilidad hacia él.

Mientras colocaba sus cosas esperando a que su compañero volviera, se puso a recordar los mejores momentos que había tenido con YoonGi el año pasado y el anterior. No es que hablasen demasiado, en verdad YoonGi era una persona callada, pero si abriese la boca para pedirle el mundo a JiMin, este se lo daría. Entró en el baño para colocar su neceser y puso su cepillo de dientes en un vaso de cristal al lado del de YoonGi. Suspiró. El año pasado había estado tan cerca... lo recordaba como si fuera ayer.

"21 de diciembre, fiesta de la Universidad de Artes.

Todos los alumnos estaban allí para celebrar la Navidad, JiMin no le había quitado los ojos de encima a YoonGi, el chico llevaba dos tequilas de más e iba bastante borracho cuando se le acercó.

¿Mi compañero me honraría con un baile?— dijo, tendiéndole una mano.

JiMin, se quedó de piedra, jamás había visto a YoonGi así, jamás le había mirado así, pero le encantaba.

¡Claro que te honrará!— dijo TaeHyung, mejor amigo de JiMin, dándole un empujón.

El chico fue a parar a los brazos de YoonGi quien se lo llevó a la pista. Pronto el chico se dio cuenta de que YoonGi iba bastante empalmado y, para su propio horror, se dio cuenta de que él también.

¿Por qué estás tan tenso?— le preguntó YoonGi, frotando su miembro contra el miembro de JiMin.

Exhaló un gemido y enredó sus dedos en el pelo de YoonGi. Sintió como las manos de YoonGi bajaban hasta su trasero y el chico sonrió.

¿Sabes las veces que me he masturbado pensando en ti?— le preguntó YoonGi a JiMin, en medio de un gemido.

¿En serio?— preguntó JiMin, a punto de correrse por la fricción de ambos miembros.

YoonGi miró a JiMin y se mordió el labio inferior.

Quiero hacerte una mamada— le susurró YoonGi.

No daba crédito a lo que escuchaba. Había pasado más de un año pendiente de YoonGi, sin que este le hiciera caso, y ahora era YoonGi el que iba a por él, no se lo podía creer.

Sintió como YoonGi tiraba de él hacia los baños y JiMin, asustado pero empalmado y seguro, le siguió. Iba muy feliz, un tanto inseguro, pero feliz. Aquella noche tendría sexo con YoonGi, lo sabía, acabarían hablando y teniendo una relación, en su cabeza todo cobraba sentido. Pero no, NamJoon, un amigo de YoonGi, se puso en medio.

YoonGi— dijo— tú estás muy borracho y yo me voy ya a la residencia, te vienes conmigo— no era una pregunta, era una orden.

¡Estoy bien!— dijo YoonGi— ¡Me quiero quedar con JiMin!

Oye, es mi compañero de cuarto y nosotros ya nos íbamos también— dijo JiMin— estará seguro conmigo.

No lo dudo, pero ha venido conmigo y conmigo se irá— replicó— y se quedará conmigo hasta que se le pase la borrachera— añadió, severamente.

JiMin miró a NamJoon, él no quería que YoonGi estuviera con él y, como no quería montar una escena, y menos con YoonGi borracho, se giró y le dijo.

Vete con él. Ya me verás en la habitación...

YoonGi sonrió y se abalanzó a la boca de JiMin, no obstante, NamJoon se lo impidió. JiMin se quedó allí muerto de la pena."

En aquel silencioso y frío baño, JiMin recordó el momento en el que su miembro rozaba una y otra vez el de YoonGi, alcanzando casi el clímax, su corazón se aceleró cuando recordó la voz de YoonGi diciéndole al oído "¿Sabes las veces que me he masturbado pensando en ti?" Dejó escapar un gemido y liberó su duro miembro de la tela vaquera que empezaba a incomodarle. Comenzó a acariciarse, pensando en YoonGi, masturbándose frente a él, gimiendo su nombre.

— YoonGi...

El chico agarró su miembro y comenzó a masturbarse, no lo pudo evitar, el deseo era mayor que su propio autocontrol. Parecía escuchar la voz de YoonGi gimiendo su propio nombre, aunque en realidad sólo se escuchaba a si mismo gimiendo el nombre del menor.

— YoonGi... ah, YoonGi... YoonGi...

Estaba totalmente ido de placer, tanto que la puerta de la habitación se abrió y ni se enteró. Siguió en el baño gimiendo el nombre de su compañero que acababa de entrar.

El chico se quedó de piedra al escuchar a su compañero gemir su nombre mientras se masturbaba. YoonGi dio unos pasos silenciosos hacia el cuarto de baño y pegó la oreja, sabía que estaba mal espiar, pero no le importó.

— YoonGi... YoonGi... oh... ¡YoonGi!

YoonGi sonrió. Así que JiMin se masturbaba pensando en él. Perfecto...

Se quedó allí, disfrutando mientras escuchaba cómo el rubio se corría, aquellos gemidos le encantaban. Finalmente escuchó a JiMin llegar al final.

Mientras el chico se lavaba las manos y se acomodaba los pantalones, YoonGi se puso los audífonos y empezó a escuchar música mientras sacaba su ropa de la maleta haciendo cómo que no había escuchado la mejor de las melodías.

Cuando JiMin salió del cuarto de baño, se quedó estático "¿Cuánto tiempo llevaba ahí YoonGi?" "¿Había escuchado algo?" "¿Llevaba los cascos para no escuchar?" "¿Llevaba los cascos cuando entró en la habitación y, por tanto, no escuchó nada?"

YoonGi, por su parte, estaba de espaldas a él sacando la ropa y doblándola. JiMin se le acercó y YoonGi fingió asustarse.

— Lo siento— dijo JiMin.

— No te preocupes— contestó— mi manía de ir escuchando música ¿Qué tal el verano?

— Como siempre.

— Te he traído un regalo...

YoonGi rebuscó entre sus cosas y sacó un cubo de Rubik y se lo dio.

JiMin sonrió. YoonGi sabía que JiMin era muy bueno resolviendo cubos de Rubik.

— ¿Puedo?— preguntó YoonGi.

— Claro— dijo, tendiéndoselo.

El chico comenzó de desorganizarlo y luego se lo pasó a JiMin. El joven movía el cubo entre sus dedos y movía sus dedos a la velocidad de la luz haciendo que las filas cambiasen.

Aquello le daba bastante morbo al mayor. La primera vez, el año pasado, cuando le había visto resolviendo uno no pudo menos que imaginarse a su compañero moviendo los dedos de aquella forma en su entrada.

— Ya está— dijo JiMin, feliz, al cabo de un minuto devolviéndoselo.

El chico sonrió y puso el cubo en la mesita de noche que ambos compartían, justo en medio.

A la mañana siguiente, los dos chicos se levantaron, como de costumbre en la Universidad, a las siete de la mañana.

JiMin se duchó primero y salió con unos pantalones vaqueros, mientras se terminaba de secar el torso y el pelo y decidía qué camisa ponerse, YoonGi fue a ducharse. A los diez minutos, JiMin estaba completamente vestido y peinado, estaba metiendo sus cosas en la mochila cuando vio a YoonGi salir del baño. Se tuvo que sentar en la cama porque casi se cae al suelo.

— Buenos días— lo saludó como si nada, mientras se secaba el pelo.

— Aja...

El chico iba completamente mojado y desnudo, salvo por la ropa interior blanca. Aquella prenda, gracias al color y al agua, no dejaban nada a la imaginación. De pronto JiMin sintió el impulso de arrancarle la única prenda que llevaba puesta y masturbarle salvajemente. El chico se agachó para coger una camisa y JiMin giró descaradamente la cabeza para mirar mejor el culo de su compañero y suspiró.

YoonGi le miró y sonrió. Se irguió cuan alto era y se paró frente al armario, sacando culo, posando frente a JiMin, que se deleitaba con el cuerpo del menor y, al mismo tiempo, sufría por no tenerle.

— Me pondré esto— dijo, al final, para sí sacando unos pantalones blancos que le quedaban jodidamente bien.

El chico se los caló y dio una vuelta frente a JiMin.

— ¿Me quedan bien?— preguntó enseñándole el trasero.

JiMin se mordió el labio inferior y YoonGi le miró desafiante tomando aquello por un sí. El chico se puso una camisa, los zapatos, cogió su mochila y se despidió de él.

— Voy a bajar a la cafetería, mis amigos me esperan. Hasta luego.

El sonido de la puerta fue la señal inequívoca de que YoonGi se había ido y había dejado a JiMin sólo y empalmado.

El chico bufó, fue al baño y se refrescó la cara con agua. Cuando se calmó, bajó a la cafetería. Lo primero que vio fue a YoonGi, quien le lanzó una mirada provocadora, JiMin sin embargo, fue a su mesa donde sus amigos, Jin y Hoseok, le esperaban.

— ¡Hola!— dijo Jin, con alegría, cuando le vio.

— ¡Jin!— dijo JiMin y le abrazó.

El chico se sintió confundido ante el abrazo de JiMin, sin embargo, le correspondió. JiMin, por su parte, se fijó en que YoonGi parecía muerto de celos.

— ¡Me alegro de verte!— dijo Jin acariciándole el pelo a JiMin.

Se sentían felices de volver a verse. Aunque aún faltaban JungKook y TaeHyung.

— Se les habrán pegado las sábanas— dijo Jin.

— O se habrán pegado el uno al otro— dijo Hoseok.

Los tres rieron en el momento en el que llegó la feliz pareja. Se saludaron con felicidad según se vieron, después de todo un verano sin verse, era lo que procedía.

— Por cierto, JungKook ¿Tienes el Horario IV?— preguntó JiMin.

— Sí ¿Y tú?

— También.

— YoonGi también lo tiene— comentó JungKook, como quien comenta el tiempo que va a hacer.

— Oh...— dijo el chico, sonrojándose mientras Hoseok le daba un codazo— no me lo dijo, pero es genial.

Todos sabían que a JiMin le gustaba su compañero de cuarto y tenían la sospecha de que era mutuo, sin embargo, no entendían porque pasaban tanto tiempo separados. JungKook, en su momento, comentó que pensaba que era porque YoonGi tenía otros amigos.

— ¿Qué tenemos a primera?— preguntó Jin, sacando de su ensimismamiento a JungKook.

— Literatura— contestó JiMin— es común, pero no estamos juntos. Bueno, creo que JungKook y yo sí. Vosotros tres la tenéis casi a última.

TaeHyung, Hoseok y Jin resoplaron. Literatura casi a última era un suplicio.

Terminaron de desayunar y se fueron cada uno por su lado.

— JiMin, tenemos que ponernos al día— dijo TaeHyung— ¿te parece si cenamos juntos en mi cuarto? JungKook tiene que ir a hacer un examen de una asignatura del año pasado.

— Mmm... escuché que todos los que habían suspendido Expresión debían recuperarla tarde. Es una faena.

— Sobre todo porque, si suspendes el examen, no puedes matricularte ahora, sino en el siguiente cuatrimestre— se quejó JungKook.

— Creo que han hecho una excepción para esa asignatura— dijo JiMin— tienes que ir a secretaría y preguntar. Bueno, nos vemos esta noche para cotillear.

TaeHyung y JiMin eran amigos desde pequeños y siempre se lo contaban todos. TaeHyung había pasado unas vacaciones de ensueño y necesitaba contárselo todo, así mismo, necesitaba saber todo lo acontecido en el verano de su amigo y, ¿por qué no? Tener una conversación de amigos. Hablar de clases, bailes y sexo.

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