Con el corazón lleno de gratitud, dedico estas líneas a mi familia, especialmente a mi madre, Leticia; a mi padre, Julio; y a mi hermana mayor, Brenda, quienes han sido mi refugio en este hermoso viaje de creación.

Pero, sobre todo, quiero agradecer a mi querida gemela, Karen: gracias por ser mi compañera incansable, por absorber con paciencia cada idea compartida y por ofrecerme tus valiosos consejos. Esta historia, que ahora cobra vida, es tan tuya como mía.

Asimismo, deseo expresar mi sincero agradecimiento a una persona especial que ha creído en mí sin límites y me ha inspirado a perseguir mis sueños con fervor.

A mis amigos, quienes han llenado este camino de risas y ánimo: su compañerismo es un regalo que atesoro profundamente.

Finalmente, agradezco a quienes se han tomado el tiempo de abrir estas páginas. Cada relato narrado y cada personaje creado llevan una parte de mí, y saber que están aquí, leyendo y sintiendo, me llena de alegría.

Espero que encuentren en estas líneas un rincón donde puedan perderse y descubrir algo nuevo, al igual que yo lo he hecho al escribirlas.

Así que, a cada uno de ustedes, les dedico este libro. ¡Sigamos soñando y creando juntos!