AbbyTaisho bueno querida, aquí esta lo prometido, espero lo disfrutes.
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Muchas parejas encuentras placer de distintas maneras, usando juguetes, algunos por medio del dolor o incluso ser dominados, así como también hay parejas, que gustan de invitar a un tercero a sus noches de placer.

Para Sesshomaru, estaba siendo realmente difícil cumplir la petición se su pareja, pues es bien sabido lo posesivos y celosos que pueden llegar a ser los demonios con sus parejas destinadas, y el solo pensar, que Kagome seria tocada por otro, le hacía hervir la sangre.

Jaken, su ayudante y asistente, tenía miedo de entrar a su despacho, pues desde que había llegado a la casa sintió las vibras que transmitía su amo, contra todo el miedo latente en su regordete cuerpo, golpeó la puerta y escuchó la fría voz diciendo "adelante".

-Amo Sesshomaru- hizo una reverencia y luego alzó una carpeta- esto lo envía Koga O'kami.

-Damelo- trató de recordar quien era, le enviaban tantos archivos que ya realmente le era difícil decir quien era quien, entonces, recordó vagamente a Koga, un demonio del clan lobo, había profesado un amor por su mujer hace años atrás, pero desistió y se volvieron amigos- ¿O'kami está en la ciudad?

-Si señor, se está quedando en uno de sus hoteles- informó Jaken mirandolo fijo- ¿Desea que lo mande a llamar?

Sesshomaru pensó, que si debía elegir entre Koga, Miroku o su medio hermano, para unirse a ellos, definitivamente le pediría a Koga, seria un regalo doble, primero complaceria a Kagome antes de marcarla como suya y también, daría el regalo de despedida a un amigo.

Salió en dirección a su hotel, en el camino pensó claramente las reglas que pondría, no dejaría que se quisiera pasar de listo y repetir, esto seria solo una vez y nada más, el resto de sus vidas estarían haciendo el amor solo ellos dos.

Aparcó frente al hotel, arregló las mangas de su camisa y entró, recibió saludos y reverencias, pidió el número del cuarto de Koga y sin decir nada más subió en el ascensor.

Música Jazz se escuchaba de fondo, una tenue luz acompañaba el ascensor, perfecto para aquellos demonios que eran muy sensibles de vista, aquel hotel era el lugar perfecto para cada diferente tipo de ellos, pues contaba con cada instrucción necesaria para hacer pasar una agradable estancia, llegó al sexto piso, salio y vio el lugar, todo ordenado y sin aromas fuertes que dañaran las fosas nasales de los demonios.

Tocó una sola vez la puerta, esta se abrió dejando ver a Koga vestido solo con un pantalón de algodón y tal parecía que había despertado hace poco.

-Taisho,¿que haces aquí?- preguntó después de bostezar- creí que nos veríamos en dos días, tal como decía el expediente.

-Para dos días tengo otros planes- O'kami lo dejó pasar, se dirigieron a la sala y bebieron un poco de agua- vengo a hacerte una oferta, que se no desperdiciaras.

Koga estiró los brazos, hizo sonar el cuello y se sentó frente a Sesshomaru, prestando total atención, a sus palabras, Taisho se fue sin rodeos, dijo lo que deseaba y sus reglas, Koga dejó caer el agua de su boca y miraba atento a su viejo amigo, parpadeó unas cuantas veces antes de limpiar sus labios.

-¿Quieres que...me una a ustedes...en el sexo?- Sesshomaru frunció el ceño, lo fulmino unos segundos y asintió- ¡valla hombre! ¿Y que piensa Kagome de que sea yo quien se une?

-Aún no sabe.

-¡¿Siquiera le has dicho?!- gritó haciendo que el peliplata pusiera sus manos en sus sensibles oídos- ¡no, no hasta que le digas y de su aprobación!

Sesshomaru tomó su celular, Koga iba a preguntar que hacía, pero escucho la voz de Kagome, ¿le diría allí mismo?

-Mujer, ¿Estas de acuerdo en que sea Koga quien se una al trío?- del otro lado del teléfono, Kagome estaba totalmente sonrojada pensando como su futura pareja podía llegar y hablar sin recato- responde.

-¡Da gracias a que no había nadie cerca!- gritó la azabache- pero...está bien.

-Adiós- colgó y miro a su amigo, quien estaba igual de rojo que un tomate- ¿y?

Koga asintió, si existía la mínima posibilidad, de acostarse con Kagome, y ella estaba de acuerdo, claro que la tomaría, esa mujer podía hacerse desear con solo pestañear, se acordó que todo sería en dos días, irían a una cabaña en medio del bosque para que ella se expresará con total libertad.

Sesshomaru se fue, Koga se tiró en el sillón y sin poder aguantar, llevó su mano hasta su pene, que comenzaba a ponerse duro con solo imaginar a Kagome desnuda, en medio de ambos siendo penetrada por su mojado coño y su trasero, movió su mano más rápido imaginando sus gemidos, unos minutos más tarde, se corrió en su mano, chasqueo la lengua, parecía de estos jóvenes que no tenían sexo en años, fue a la ducha y prefirió pensar en otra cosa.

***

Los dos días pasaron, Kagome vestía una blusa blanca, falda hasta las rodillas color negro y tacones, salía recién de su trabajo cuando un vehículo estacionó frente a ella, Jaken salió para abrirle la puerta, estaba nerviosa.

-El amo Sesshomaru dejó ese paquete para usted- habló cuando se subió de piloto- yo subiré la ventanilla, puede cambiarse si gusta, llegaremos en una hora.

-Gracias Jaken- respondió antes que el vidrio polarizado subiera y quedara sola atrás.

Abrió la caja, su rostro estaba rojo y su corazón acelerado, definitivamente esto era de locos. Sacó la lencería y el vestido, procuró que no se viera nada hacia adelante y comenzó a quitar su ropa, quedó totalmente desnuda, se puso el corpiño, que apretaba sus pechos dejándolos ver apetitosos, luego las bragas y puso las medias, las afirmó con los tirantes que caían desde el borde de las bragas y por último, puso el vestido, que iba abierto de la pierna izquierda.

Se puso los tacones, bajó la ventanilla y el viento fresco golpeó su rostro, cerró los ojos y pensó en lo que venía ahora, estaría con Koga y Sesshomaru, ambos a la vez, pensó en aquellos tiempos donde Koga estaba enamorado de ella, pero nunca pasó nada, no quería admitir, que por un corto momento, si llegó a tener atracción por él, no podía negar lo atractivo que era, ojos azul claro, cabello negro y atado en una coleta, cara delgada y labios algo carnosos.

Sus manos grandes, porte alto y hombros anchos, un dios Griego en todo su esplendor, igual que Sesshomaru, pero este último tenía esa mirada que podía desnudarte y follarte, Koga en cambio tenía ese lado más tierno, eso es lo que le gustaba de él.

No se había percatado que llegaron a su destino, así que se arregló un poco el cabello y bajó, en la puerta de la cabaña, Sesshomaru la esperaba solo con una bata, tras él, Koga vestía de igual manera, tragó saliva, sus pezones se pusieron duros y pudo sentir como se mojaba, ellos harían que tuviera un orgasmo allí mismo con solo mirarlos.

-Ya creíamos que no llegarías- dijo Sesshomaru estirando la mano y pegandola a su cuerpo- entremos.

El susurro solo provocó que gimiera feliz, encantada por el tono tan sensual, cerraron la puerta, fue llevada a la pequeña sala, donde parecía que estaban bebiendo un poco de Whisky, había un poco de picadillo y música suave.

-Come un poco, lo necesitarás- dijo Koga sonriendo- ¿no es verdad, Taisho?

La altanería de O'kami le agrado a Sesshomaru, quien sonrió de lado y asintió, Kagome sintió como ya había tenido su orgasmo por culpa de esa sonrisa, se sentó frente a ambos, cruzó las piernas mostrando descaradamente las pequeñas bragas, ambos hombres ronronearon excitados, sus penes palpitación bajo la bata y en cualquier momento se dejarían ver.

Los minutos fueron eternos, verla comer con tanta sensualidad un cubo de queso, les estaba contando pelear con la bestia interna, Sesshomaru no aguantó, fue a ella cuando un poco de salsa tártara cayó en su vestido, justo a la altura de los pechos.

Sesshomaru pasó la lengua por el lugar y después la levantó, le quitó el vestido y el pene de ambos palpito excitado, se veía jodidamente bien, él se sentó en el sillón, llevó consigo a Kagome y le abrió las piernas, Koga se acercó, se agachó y comenzó a pasar su lengua por su intimidad, Sesshomaru masajeaba sus pezones y la movía despacio sobre su miembro.

Estuvieron cerca de media hora dándole placer, hasta que ninguno aguanto y fueron a la habitación, que tenía una cama extra grande, con sábanas blancas, ventanas abiertas y la luz de la luna que comenzaba a alzarse se asomaba por ella, Sesshomaru fue el primero en acostarse, Kagome subió sobre él y sin más que decir o hacer, se penetro sola, dio unos cuantos saltos antes de acostarse en el pecho de su futuro compañero y levantar su trasero en dirección de Koga.

El jefe del clan lobo encontró el acto tan atrevido como erotico, fue a ella, dio una palmada en su perfecto trasero y con cuidado la penetro, Kagome arqueo la espalda al sentirse llena, ambos se miraron y como si pensaran lo mismo, comenzaron a moverse al mismo tiempo y ritmo, Kagome no pensaba en nada más que el pene de ambos dentro de ella, moviéndose y llegando a lo más profundo.

Con los minutos, aceleraron el ritmo, los gemidos de Kagome llenaron la habitación, Sesshomaru llevo una mano a su cintura y con la otra jugaba con ambos pezones, Koga la tomó de un hombro y con la otra mano tiró un poco de su cabello.

-¡Ah! ¡más!- pidió Kagome mirando a Sesshomaru, quien trató de levantarse y empujó a ambos hacia atrás, Kagome quedó sentada en Koga, quien gimió al sentir como se enterraba aún más profundo que antes y era más apretado aún- ¡Sessh...!

Sesshomaru la ayudó a quedar recostada, Koga le afirmaba los brazos y el peliplata le abrió aún más las piernas para después volver a penetrarla y moverse más rápido, llegando a ese punto más dulce que hizo enloquecer a su futura mujer.

-¡Me corro!- gritó Kagome antes de arquearse y sentir como sus fluidos salían a chorros y mojaban sus piernas, Koga sintió los fluidos de Kagome, eso le provocó excitacion y se corrió también.

Sesshomaru se movió unos segundos más y llenó de su semilla a Kagome, ella respiraba acelerado, con las mejillas rojas y el sudor en su frente, haciendo que su flequillo se pegara, el ojidorado salió, ayudándola a recostarse en medio de ambos, Koga aún no podía creer lo que había hecho, su mayor sueño se había hecho realidad, pudo tener sexo con su primer amor.

-Vamos a las aguas termales- sugirió Sesshomaru apoyándose en su brazo derecho y acariciando a Kagome, quien sonrió asintiendo- iré por una bata para ti.

-¿Realmente...querías esto?- preguntó Koga- digo, nunca mostraste interés en mi o algo parecido.

-De hecho, Sesshomaru fue quien tuvo la idea de invitarte a ti- respondió tapando la desnudez y volteando- y pues, dije que si, te conozco hace años y Sesshomaru no te habría elegido si no confiara en ti.

Sesshomaru llegó, le entregó la bata y salieron de la cabaña para ir a las aguas termales, naturales para su buena suerte, y estaban a unos cuantos metros.

Cuando llegaron, Kagome se hizo un chongo y luego entró en el agua, disfrutando como sus músculos se relajaban, Sesshomaru y Koga se pusieron a cada lado, los tres cerraron los ojos y se quedaron en silencio, escuchando las pájaros que pasaban y como el viento movía las hojas en la copa de los árboles.

Kagome gimió al sentir como tiraban uno de sus pezones, bajó la mirada viendo a Sesshomaru allí, Koga también se unió, le separó las piernas e introdujo dos de sus dedos, comenzaron a dar placer, Sesshomaru chupaba y mordía sus pechos, Koga simulaba embestidas con sus dedos y tocaba su clitoris, esta vez, Sesshomaru le permitió entrar por delante, prohibiendo rotundamente que acabara dentro, o lo mataría, Kagome se subió a horcajadas y se sentó disfrutando lo duro que Koga estaba, su novio acarició su trasero, lo levantó un poco y entró de una sola embestida.

-¡Ah!- gimió al sentirse llena nuevamente, se afirmó de los hombros del moreno y esta vez fue ella quien se movía, por órdenes de Sesshomaru.

Kagome tenía los ojos cerrados, escuchaba el agua chocar por el movimiento, los gruñidos de placer de ambos demonios y la suave brisa del lugar, todo parecía un sueño, uno del que deseaba no despertar, esos hombres eran una delicia, el como la tocaban, como se movían y su sincronizacion era estupenda, con solo mirarse sabían lo que querían llevar a cabo y así lo hacían, al mismo ritmo y tiempo.

Sesshomaru se movió más rápido, disfrutando lo apretada que se sentía, admitía, que debió hacerle caso mucho antes.

-Me voy...a correr- advirtió Koga, Sesshomaru sacó a Kagome y O'kami se puso de pie para que ella chupara su pene, si no podía correrse dentro de ella, al menos se correría en su boca.

Sesshomaru salió de su trasero y entró en su mojada vagina, Kagome reprimió un gemido, apoyó las manos en las piernas de Koga para afirmarse, ya que aumentaron el ritmo, quien se corrió primero fue ella, para después sentir como ambos se corrían, tragó todo el semen que pudo, él resto cayó en el agua.

La noche la pasaron entre gemidos y uno que otro juego, al día siguiente, volvieron a la ciudad y siguieron con sus vidas, Sesshomaru marcó a Kagome, Koga se casó y no hablaron jamás del tema, pero, cuando el matrimonio Taisho esperaba su primer hijo, Kagome deseaba repetir lo mismo, y Sesshomaru, no encontró nada mejor que invitar otra vez a su amigo, quien se unió feliz mintiendo a su mujer, diciendo saldría de la ciudad unos días por trabajo.

En la misma cabaña, hicieron suya a Kagome una y otra vez, hasta que ella dijo estar satisfecha, las reglas seguían siendo las mismas, solo que Sesshomaru, esta vez dijo que lo llamarían cada que su mujer deseara más.

FIN