parte 5
De nuevo he sido manipulada por mi hermana.
En algún momento de mi vida siempre desee que mi relación con mi hermana fuera la mejor, que seriamos como aquellas hermanas que se apoyan y se ayudan mutuamente. Pero el tiempo me demostró que con Cristi jamás iba a pasar.
Sé que mi hermana tiene un problema mental. Su condición ha hecho que no sea una buena persona, en especial conmigo. Mi hermana ha cometido muchos errores por esa razón no puedo culparla porque todo es debió a su estado. Además yo también he cometido mis errores, y de los mas graves de lo que ha hecho mi hermana y es que ella tiene razón; nuestra madre murió por mi culpa.
Cuando mi hermana me pidió que me hiciera pasar por ella, de verdad me di cuenta que a pesar de los años mi hermana sigue mal de la cabeza. De inmediato me rehusé en aceptar algo como esto pero mi hermana se volvió como loca.
Flashback
-¡¡¡Tu no me puedes dar la espalda ahora que te necesito!!!- Mi hermana grita.
-Lo siento, pero no puedo hacer algo como eso... ¿Cómo me pides que me acueste con tu prometido?-
-¡Esposo! Para ese momento ya debo estar casada con él- Cruza sus brazos.
-De todas maneras lo siento, pero no- Tomo mi bolso y antes de salir de la habitación siento como soy empujada violentamente contra la puerta. Mi hermana sostiene mi cabello mientras hace que mi rostro sea golpeado contra esta.
-¡Tu no me vas a dar la espalda ahora!- Susurra con odio –Me lo debes, eres una asesina-
-Nooo... Puedo...- Murmuro mientras lagrimas descienden por mi rostro, trato de tomar la mano de mi hermana que sostiene mi pelo pero ella la aparta y me la jala hacia arriba de la espalada.
-Sino haces lo que te pido... -Dice entre dientes –Acabare con todo lo que quieres, empezando por la tía Miriam, sería una lástima que su restaurante explotara- Abro mis ojos asustada, sé que mi hermana es capaz de todo.
-¡Pero ella es tu familia!- Forcejeo para zafarme -¿Cómo puedes decir algo así?-
-Tu me quitaste a nuestra madre, yo soy capaz de quitarte a tu tía si no haces lo que te pido- Aprieta mas mi mano sacándome un gemido de dolor –acabare con todo-
-¡Esta bien! ¡Lo Acepto!- Grito. Mi hermana me suelta pero antes de hacerlo me golpea mi cara contra la puerta de nuevo.
-Más te vale hacer lo que yo te diga, sabes que soy capaz de todo-
-No puedo creer que me hagas esto, soy tu hermana- Ella se encoje sus hombros restando importancia.
-Y por tal razón jamás te atrevas a traicionarme o decirme que No- Lagrimas descienden por mi rostro mientras mi hermana me señala de nuevo el asiento.
-Ahora te voy a decir lo que tienes que hacer- Mi hermana recobra su compostura elegante y se sienta mientras yo me acerco temerosa. Sé que no debo hacer lo que ella dice, pero sé que mi hermana es capaz de todo. No temo por mí, temo por mi tía y de lo que ella pueda hacerle.
Fin del flashback
-¿Puedes dejar esa cara?- Dice mi hermana mientras sube el cierre de mi vestido -¿Acaso no estás contenta porque tu hermanita se casa?- Dice con sarcasmo.
-No puedo creer que me hagas hacer esto- Susurro.
Estamos en la suit de un hermoso hotel. Hoy es mi boda, bueno la boda de mi hermana y desde este momento tengo que hacerme pasar por ella. Todo es una locura, no conozco a nadie y mi hermana ni siquiera me quiso decir con quien me casare... Suspiro sintiendo un dolor en mi corazón.
-¡Bueno ya! Más te vale que hagas todo bien y no me hagas quedar mal con mi futuro marido-
-¿Acaso no lo quieres?- Me mira atreves del espejo, aunque ella lleva una peluca corta negra, nuestro rostro es el mismo.
-Claro hermanita, llevo dos años soportándolo a él y a su estúpida familia- Sonríe –Lo amo- Dice con ironía.
-¿A él o a su cuenta bancaria?- Mi hermana levanta su ceja y de inmediato siento como pellizca mi cintura.
-Cuidado hermanita, no vayas a tener que llegar a mi boda con un moretón- Susurra en mi oído.
Me miro al espejo y no me reconozco. Tengo un hermoso vestido de novia, es tan hermoso y perfecto que me da miedo moverme y estropearlo.
-Papa viene en cualquier momento, así que actúa como si fueras yo- Abro mis ojos asustada y mi cuerpo empieza a temblar.
-Tranquila hermanita, no te golpeara... Mientras sea yo- Sonríe con malicia.
-Noo... Se... Como voy hacer- Mi hermana me toma de los hombros y empieza a sacudirme con fuerza lastimándome.
-¡Oye muy bien lo que te diré! No tartamudees, no bajes la vista, no quiero que la gente sospeche que tú no eres yo- Hace una pausa -Te juro hermanita que si dañas todo lo que he planeado...- La miro a los ojos y su mirada es oscura –Vas a lamentarlo- La miro con temor -¡ay ya, es broma!- Me suelta y yo me tambaleo - Pero jamás te atrevas a traicionarme- Guiñe su ojo y sale de la habitación.
Me quedo de pie temblando, lagrimas empieza a bajar por mi rostro. No volví a ver a mi hermana, después de ella salir entraron los maquilladores e hicieron maravillas con mi rostro al cual se encontraba hinchado de tanto llorar y ojeras por la falta de dormir. Ahora estaba realmente hermosa y me anunciaron que ya era hora de salir. Me acompañan al ascensor y bajamos mientras sigo sumergida en mis pensamientos, no me di cuenta que habíamos llegado hasta que hacen que pase por unos pasillos y llegar a unas escaleras.
Me quedo paralizada a la mitad de las escaleras, veo a mi padre esperar al final, luce un elegante traje, me sonríe y el pánico se apodera de mí. Muchos recuerdos invaden mi mente en especial sus golpes y maltratos, después del velorio de mi madre, me mando al hospital ya que mi hermana le conto que yo había sido la culpable de la muerte de ella.
-¿Que sucede cariño? Te has puesto pálida- Susurra mi padre mientras sigo congelada sin poder articular alguna palabra -¿Acaso estas nerviosa por la boda?- Dice con tranquilidad y lo único que logro es asentir –No te preocupes cariño, los nervios pasan rápido –No respondo, el toma mi mano haciendo que termine de bajar las escaleras.
-Esta muy hermosa su hija señor- Dice un hombre con traje mientras abre la limosina.
-Puedo decir que mi hija es la más hermosa de todas las novias- Dice –Mi única y maravillosa hija- Susurra con orgullo mientras siento como mi corazón se oprime.
Me quedo callada y subo a la limosina, mi padre me habla y yo solo lo escucho. Me dice lo orgulloso que esta de que me case con un hombre tan importante y rico. No soy capaz de hablar, aprieto mis labios evitando sollozar. Hemos llegado a la iglesia, veo muchos periodistas y son alejados por el equipo de seguridad. Mi padre baja con orgullo, toma mi mano y me ayuda subir las escaleras.
-Estoy orgulloso de ti hija- Susurra mi padre en mi oído- Eres lo único que me queda desde la muerte de tu madre- Un sentimiento de dolor se apodera de mí.
Cuando llegamos a la entrada, varias perdonas nos rodean. Unas hermosas niñas con sus pequeños acompañante con trajes de pajecitos. Algunos me hablan y yo solo me limito a sentir o negar con mi cabeza. Acomodan el velo tapando mi rostro, me dejo guiar por mi padre hasta llegar a la entrada de la iglesia.
La música empieza y mi padre jala mi brazo para que empiece a caminar seguido de las damas de honor. Empiezo observar el lugar que esta hermosamente decorado. Miro a los invitados y me detengo en una en especial, puede que lleve peluca, sombrero y unas grandes gafas, pero la reconozco.
Ella me sonríe de medio lado y hace una seña con sus dedos señalando el altar. Trago saliva y mi padre de nuevo jala mi brazo para seguir por el pasillo largo hasta llegar al altar. Trato de respirar con calma, de mantener la compostura a pesar de que mi cuerpo tiembla logro llegar.
No logro ver bien al novio, solo sé que mi padre hace la entrega y el toma mis manos haciendo que llegamos delante del padre. Mi mente se nubla, no presto atención de lo que dice solo cierro los ojos tratando de despertar de esta pesadilla.
Alguien aprieta mi mano y un carraspeo llama mi atención, el padre vuelve a preguntar si acepto.
-Acepto- Susurro con un nudo en mi garganta.
El padre hace la misma pregunta y solo escucho una voz ronca decir ¨Acepto¨.
-Lo que ha unido Dios, el hombre no debe separarlo. Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia-
Dejo de respirar al momento que levantan mi velo. Por inercia cierro los ojos sin ver con quien me he casado, solo siento como presionan mis labios y envuelven una mano en mi cintura para acercarme a su cuerpo.
Siento una electricidad recorrer cuando pasa su lengua por mis labios y chupa del inferior hace que me estremezca y muchas sensaciones pasen por todo mi cuerpo. Escuchamos los aplausos haciendo que nos separemos, cuando abro los ojos para observarlo me quedo sorprendida por la belleza de este hombre.
Cabello oscuro, unos ojos de un azul claro, labios ni gruesos ni delgados solo que provoca besarlos, sonrisa perfecta, traje a la medida que hace ver su cuerpo y todo de él se vea realmente hermoso y su mirada intensa hace que mi cuerpo se sacuda.
Me sonríe tomando mi mano y besando donde está el anillo. Ambos caminamos por el pasillo de la iglesia mientras las personas aplauden y nos felicita. Camino a su lado tratando de no caerme por el vestido y él me toma fuerte con su brazo por mi cintura evitando que haga el ridículo. Busco a mi hermana con la mirada y ya no la encuentro en su sitio, suspiro sintiéndome aliviada por no verla, pero a la vez nerviosa por lo que me espera.
Siguientes capítulos serán en privado, solo si me sigues podrás leerlos. continuare con el siguiente...
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