Final
De nuevo escucho a lo lejos ese pitido molesto, eso quiere decir que sigo viva y de inmediato vienen a mi mente mis hijos.
Trato de mover mi mano pero algo me lo impide, abro los ojos despacio y mis ojos arden mientras se acostumbran a la luz fastidiosa que entra por la ventana. Empiezo a observar la habitación que me encuentro y me doy cuenta que estoy en un hospital, de nuevo trato de mover mi mano y siento que algo lo impide.
Bajo la vista y observo un cuerpo que cubre mi mano y parte de mi estomago. Cierro de nuevo los ojos y un alivio inunda mi mente cuando siento a mis hijos moverse. Bajo de nuevo mi vista y reconozco ese cabello, con la otra mano le acaricio y de inmediato levanta su cabeza viéndome con ojos vidrioso y grandes ojeras, mi corazón se estruja al ver su semblante.
-Hola...- Se acerca a mi rostro y besa mi frente.
-Ho... Hola- Carraspeo tratando de pasar saliva y corregir mi rasposa voz.
-¿Los bebes?- Llevo mi mano a mi vientre y siento como uno de ellos patea, sonrió cuando siento que Marcos pone su mano donde se encuentra la mía y el bebe se mueve con más fuerza.
-Están súper bien, al parecer están desesperados por nacer-
-Aun falta mucho- Marcos baja la sabana y levanta mi bata para besar el sitio que se mueve unos de los bebes.
-Niños contrólense que su mami acaba de despertar- Susurra en mi vientre y siento dos golpes a mi costado haciéndome gemir del dolor, Marcos me mira con preocupación y de inmediato cubre mi vientre, para salir y llamar al médico quien entra y empieza a revisarme.
No soy capaz de mirar al rostro de Marcos, sé que tengo muchas cosas que explicarle pero siento mucho miedo por su reacción. Cuando el médico me revisa y nos informa que tanto los bebes y yo estamos bien, dice que tengo que guardar la calma y mucho reposo, Marcos se compromete hacer todo al pie de la letra y antes de irse el médico le dice a Marcos que también tiene que cuidar la herida, cuando el médico sale de la habitación empiezo a inspeccionar a Marcos y me doy cuenta que algo cubre su hombro izquierdo.
-¿Qué te paso en el hombro?- Marcos se queda en silencio por un momento, muerde sus labios y mi corazón empieza acelerarse y se da cuenta de ello ya que el aparato empieza a sonar con más rapidez y fuerte.
-Primero debes tranquilizarte- Asiento y él se acerca al aparato que monitorea mi corazón y mueve unos botones y este queda en completo silencio dándome tranquilidad.
-¿Qué paso con tu hombro?- Vuelvo a preguntar y veo que suspira y acerca de nuevo el asiento que está al lado de mi cama y se sienta.
-Fue un disparo- Abro los ojos asustada y toma mi mano –No te preocupes fue solo un roce.
-Gracias a Dios-Susurro.
-¿Qué fue lo que paso?- Pregunto y veo que piensa antes de darme una respuesta.
-Cuando ibas saliendo de la casa Fabio apareció y no dudo en dispararte por la espalda- Pongo mi mano en mi corazón que late de prisa rompiendo en llanto.
-Shuu tranquila- Marcos se levanta y me abraza, al sentir sus brazos lloro con más fuerza.
-Perdo.... Perdóname...-Digo entre llanto.
-Tranquila ya tu tía me lo explico todo- Me separo asustada de su pecho, había olvidado a mi tía y a tomas.
-¡¿Mi tía y Tomas como están?!- Pregunto alterada.
-Si no te calmas no te diré nada porque te estás alterando y eso puede afectar a nuestros hijos- Cierro mis ojos y comienzo a calmar mi respiración.
-Lo siento- Susurro sin poder mirarlo.
-No debes sentir nada, tú acá fuiste una víctima de tu hermana, al contrario el que debe pedir perdón soy yo- Observo que se aleja para mirar por el gran ventanal del cuarto.
-¿Tu, porque?- Pregunto.
-Porque tu hermana te obligo a casarte conmigo y entregarte a mi...- No es capaz de hablar, lo veo sentarse en el gran mueble y tomar su cabeza con ambas manos.
-Tú no eres culpable de nada, ambos fuimos víctimas de mi hermana- Murmuro y sintiendo la necesidad de ir a su lado.
-Hable con mi abogado para que haga los trasmites de divorcio, no tienes que seguir estando atada a mi lado- Sus palabras me duelen.
-¿Nos vamos a separar?- Digo con un hilo de voz, cierro los ojos y empiezo a llorar de nuevo.
-Es lo mejor, pero no te preocupes por nada, tu y mis hijos no les faltara nada y no permitiré que tu hermana vuelva hacerte daño- Observo su mirada de tristeza.
-¿Dónde está ella?-
-Se encuentra en esta misma clínica- Empiezo a entrar en pánico y Marcos se da cuenta porque se acerca a mi lado.
-No te preocupes, ella no volverá hacerte daño-
-¿Por qué estas tan seguro?-
-La tengo completamente vigilada no solo por la policía, mi equipo de seguridad esta con ella, además...- Hace una pausa –Por su estado no creo que pueda moverse muy bien.
-¿Su estado?- Pregunto nerviosa.
-Tiene grandes quemaduras en su rostro, perdió la vista de un ojo y el otro puede que lo pierda- Cierro los ojos sintiéndome culpable, por más daño que me haya hecho es mi hermana y no quería hacerle daño.
-Yo...- No soy capaz de hablar, Marcos me vuelve abrazar dándome tranquilidad. Por un lado me siento culpable, pero por el otro me siento aliviada y por primera vez ya no tendré que preocuparme por ella.
-¿Qué paso con Fabio?- Murmuro en su pecho.
-Ha muerto, Cuando saliste de la casa pude ver que el salía apuntándote con el arma dispuesto a disparar, te tome en mis brazos tumbándote a mi lado y protegiéndote con mi cuerpo y pude recibir yo el disparo, en ese momento Fernando saco su arma y le dio un tiro a certero en su cabeza.
-Gracias por salvarme la vida-
-Daria mi vida por ti y mis hijos- Lo escucho decir en mi oído.
-¿Entonces porque te quieres divorciar de mi?- Marcos se separa de mi para tomar mi rostro con sus manos y poder observarlo mejor.
-Yo no quiero- Veo dolor en su mirada –Pero no quiero obligarte a estar a mi lado- Sus ojos brillan de tristeza –Mereces ser feliz con alguien a que ames- Una lagrima baja por su mejilla.
-¿Y si te amo es a ti?- Su mirada cambia a confusión.
-¿Cómo?... ¿Me amas?- Pregunta titubeando.
-Sí, me enamore de ti- Sonríe y besa mis labios.
-Ohh me haces el hombre más feliz del mundo- Dice mientras reparte besos por mi rostro.
-¿Tú, me amas?- Pregunto y el asiente sonriendo.
-Te amo más que mi propia vida- Besa mis labios –Los amo- Corrige besando mi estomago – Sonrió acariciando su cabello mientras él sigue repartiendo besos por encima de vientre.
-Pero tendremos que divorciarnos de todas maneras- Dejo de sonreír.
-¿Por qué?- Sonríe besando mis labios.
-Porque quiero empezar desde cero contigo y darte la boda de tus sueños- Susurra en mis labios y sonrió.
-Y si te digo que no me quiero volver a casar, que ya estoy feliz por estar a tu lado- Se separa y me observa.
-Bueno eso lo hablaremos después, haremos lo que tú quieras- Ambos sonreímos mientras nos volvemos a besar.
-Necesito ver a mi tía-Digo separándome de él y veo que hace un puchero haciéndolo ver tierno.
-No lo creo, por ahora debes descansar- Enarco una ceja, ya se está poniendo mandón y eso me gusta –Además está en buena compañía-
-¿Compañía?-
-Fernando no se ha separado de ella en ningún momento- Sonríe con picardía alzando ambas cejas.
-¿Qué quieres decir?- Marcos se encoje sus hombros restando importancia.
-No lo sé, solo que Fernando se porta sobre protector con ella- Abro mis ojos –Démosle tiempo y sabremos qué pasa, por ahora preocupémonos por los dos-
-Tu familia no lo tomara bien- Murmuro con temor por el rechazo de su familia.
-Ellos no lo tomaron bien al principio, pero les conté lo sucedido y sé que van aceptarte-
-¿Tú hermana?-
-Está dolida- Bajo mi rostro pero Marcos vuelve alzármelo –Dale tiempo, ella te ama, solo que le duele que dejaras que pasara por loca-
-No podía decir nada, mi hermana le hubiera hecho más daño-
-Tranquila mi amor, solo dale tiempo, pero hay una persona que está feliz que estés devuelta-
-¿Quién?-
-Clara- Sonríe recostando mi cara en su pecho –Ella siempre supo distinguir quién era quién-
-Si me di cuenta-
-Ahora anda haciendo planes para los bebes, dice que si sale niña ella podrá jugar con ella al salón de belleza- Rio y siento como su pecho se mueve por su risa –¿Te imaginas lo payasa que se verá nuestra hija?- Golpeo su pecho.
-Ella es una gran estilista- Digo y escucho como Marcos suelta una fuerte carcajada.
-Si claro, por cierto tu tía me dijo que no has querido saber los sexos de los bebes-
-Quiero que sea una sorpresa-
-Te apoyare en lo que decidas mi amor- Sonrió tomando su rostro para volver a besarlo, es increíble poder ser tu misma y no guardar secretos a la persona que amas. Solo espero que su familia me acoja como mi verdadera yo y que su hermana me pueda perdonar por permitir que mi hermana le hiciera daño.
Bueno acá el final, espero que les haya gustado. la verdad es que estoy agotada y el sueño no me deja pero quise complacerlos.
Denme su opinión, que tal les pareció esta novela..
sus votos y comentarios son importantes para mi... esperen epilogo.
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