Haciendo las pases
Me lavo la cara mientras escucho que mi primo conversa con alguien, seguro debe ser Martha con el desayuno. Me apresuro a salir y veo que no es ella; es una muchachita que lleva dos coletas, su cabello es marrón como sus grandes ojos
Se me hace conocida, la veo bien y la reconozco, se trata de la mocosa que ayer me lanzó un tomate aplastado; al parecer ella también me reconoce.
-¡¿Tú?! -gritamos los dos al mismo tiempo mientras nos acusamos con el dedo.
-¿Qué haces en mi casa? -le pregunto molesto.
-Amm, yo...
La veo dudosa. Veo el desayuno y supongo que vino con Martha.
-¿La conoces Thiago? -pregunta Jack.
-Es la mocosa que me lanzó el tomate.
Jack la mira y se ríe mientras ella empieza a correr despidiéndose con su mano.
-¡Hey espera! -Corro tras ella pero la condenada baja los escalones de tres en tres. La veo entrar en la cocina -. Esta vez no te escapas -sonrío con malicia-. Me la vas a pagar.
Llego a la cocina y busco en cada rincón de ella, mas no la encuentro.
De pronto entra Martha.
- ¿Buscas algo? -me pregunta.
-Sí, ¿no has visto entrar aquí a una niña que lleva dos coletas y va vestida de rosado?
- ¿A Jessy? Es mi hija subió con tu desayuno.
Con que se llama Jessy, y es la hija de Martha.
-Bajó hace un momento la estaba buscando para jugar con ella -miento.
-Qué raro. Debe estar por ahí husmeando. Cuando la encuentre le digo que suba.
-Si claro. -Le sonrío y me voy a continuar con mi búsqueda. No descansaré hasta encontrarla.
JESSY.
Escucho los pasos del troglodita alejarse y salgo de mi escondite. El tonto no buscó en el horno donde estuve todo el tiempo. Mi mamá da un grito al verme salir de ahí.
-Jessy, muchacha traviesa, ¿qué hacías ahí?
-Nada ma.
-Ay ay. Thiago te estaba buscando, quiere jugar contigo.
-¿Ah si? -Me hago la desentendida.
-Sí, anda búscalo.
-No, ahora no, después, ¿no me trajiste para que te ayude con las labores?
-Bueno está bien -dice mi madre besando mi frente.
Que pequeño es el mundo, encontrarme con el bribón que me chocó ayer. Aunque aún tengo una duda que no tardaré en resolver.
-Mami el que vino a buscarme, ¿es el hijo o el primo?
-El es el hijo.
-Humm.
Eso no se ve bien, mamá trabaja en su casa, vaya manera de conocer al hijo del patrón de mi madre.
THIAGO
La busqué por toda la casa y no la encontré, incluso pedí a mi primo que me ayude con la búsqueda. Es tan extraño, esa mocosa no puede salirse con la suya.
-Si que era bonita. Tienes suerte de haberte cruzado con ella -dice mi primo moviendo sus cejas graciosamente.
-Si que tal suerte, la mejor -ironizo.
-Bueno luego la buscamos. Vamos a pintar que ya no tenemos mucho tiempo.
-Tienes razón, ya aparecerá a la hora de almuerzo.
JESSY
Ayudo en todo lo que puedo a mi madre. Ya va llegando la hora del almuerzo, ojalá que no me mande llevarle el almuerzo al zopenco.
Salgo al jardín y veo unos lienzos colgados y varias pinturas de óleo acomodadas en una mesita. Me acerco para ver mejor las pinturas y me fijo en los errores. Son pinturas terribles. De pronto diviso un montón de lienzos en blanco, tengo la tentación de ponerme a pintar, pero es ajeno, aunque hay muchos lienzos de seguro no notan la ausencia de uno. Y sin darme cuenta ya estoy en la mitad de mi pintura plasmando las hermosas rosas del jardín.
THIAGO
Ya llega la hora del almuerzo, de seguro Martha lo enviará con su hija. Sólo tengo que esperar unos momentitos para vengarme.
- ¿Vamos a ver los lienzos? -Me desconcerta mi primo.
-Sí vamos, seguro ya secaron.
-Creo que mejor pagamos que los hagan. Son un asco. No sé mucho de pintura, pero hasta un mendigo de la calle podría ver que son terribles.
-Si pagamos a alguien más, ya no tiene valor. Quiero hacerlo con mis propias manos.
-Eres tan obstinado -dice Jack suspirando.
No tardamos demasiado en llegar a casa, entramos y nos dirigimos al jardín. En cuanto nos acercamos veo a la mocosa pintando en mi lienzo, mi primo también la ve. Le hago señas con la mano para que haga silencio, voy a darle un buen susto.
Camino hacia ella en puntillas y cuando estoy a un centímetro de ella, la zarandeo, ésta pega un fuerte grito y me lanza el pincel lleno de óleo y va a parar en mi ojo provocando que me arda. Todo se pone borroso, y mi primo no para de reír.
-No veo, no veo, me quedo ciego, ¡mi ojo! -grito desesperado.
-Aguanta, aguanta -escucho decir a la mocosa mientras coge la manguera de agua-. ¡No lo hagas! -le grito con todas mis fuerzas, sospechando sus intenciones. Pero muy tarde. Siento un fuerte chorro de agua golpearme en la cara. Mi primo continúa riendo más escandalosamente.
- ¿Estás bien? -pregunta la niña viendo mi ojo. e paso la mano al rostro quitando las gotas de agua que caen como lluvia-. ¿Puedes ver? - insiste.
- ¿Estás loca? -La miro enfurecido, haciéndole retroceder.
-Lo siento. -Agacha la cabeza. De pronto la levanta con brusquedad-. Fue tu culpa, tú me asustaste, te lancé el pincel sin querer.
Jack mira divertido.
-¿Y por eso me mojaste? -Señalo mi cuerpo mojado.
-Tenía miedo que quedaras ciego. Fue lo primero que se me ocurrió.
-Me las vas a pagar -le acuso-. Ya me debes dos.
Me saco el polo que está mojado y la mocosa se tapa los ojos. Subo a mi habitación echando humo, veo que mi primo no me sigue, de seguro se queda a reclamarle.
JESSY
Algo peor no podía pasar, sólo espero que esto no perjudique a mi mamá. De pronto veo al muchacho que me abrió la puerta en la mañana, mirándome con admiración.
-Eres fabulosa -dice extendiendo su mano hacia mí-. Hola me llamo Jack y soy primo del que acabas de bañar -le respondo el saludo y siento su suave mano.
-Yo soy Jessy.
-Tú eres la misma que ayer le lanzó un tomate, ¿verdad? Jajaja nunca he visto a mi primo tan molesto. Es realmente divertido. Has salvado mis vacaciones. Desde ahora eres mi heroína.
Habla tan rápido que con las justas entiendo lo que dice. Luego se acerca a ver el lienzo que hace poco estaba pintando.
-¡Guau!, ¿esto lo hiciste tú? -Me mira incrédulo.
-Pues sí.
-Es fantástico, ¿dónde aprendiste a pintar?
-Am lo hago desde pequeña. Mi tía me enseñó hacerlo.
-Es bonito. Mi primo y yo llevamos días intentando pintar un sólo lienzo. Hay un concurso de pintura, y él esta obsesionado con ganar, pero como ves -señala los lienzos colgados-, sus dotes artísticas son asquerosas, dime ¿tú nos puedes ayudar?
-¿Yo? -Me señalo con un dedo-. No sé si sea buena idea.
-Sí lo es. Por favor ayúdanos. Thiago no va a dejar de molestarme con esto del concurso y si no gana va a molestar aún más.
-Pero si no sabe pintar, ¿por qué entró a ese concurso?
-Ah porque el ganador se lleva un skate.
-¿Y por qué no le pide a sus padres?
-Porque quiere ganárselo con sus propios esfuerzos. -Voltea los ojos-. Ya te dije, es obstinado.
-Humm, no sé, no me cae bien.
-De cualquier modo le debes una, o dos con lo del tomate, tienes que ayudarlo.
-Ah bueno.
-Ven.
Me toma de la mano y me dirige al interior de la casa con el lienzo en su otra mano. Subimos las escaleras y entramos a la habitación de su primo.
THIAGO
Termino de cambiarme, y pienso en cómo vengarme de la tal Jessy. De pronto veo entrar a mi primo jalándola de la mano. Ese es mi primo, seguro la trae para que se disculpe conmigo.
-Thiago, mira esto. -Me muestra un lienzo con la pintura de mi jardín. Es bonito-. Lo hizo Jessy.
Incrédulo la miro y ella no se atreve a mirarme a los ojos.
-¿Entonces? -le pregunto, al darme cuenta que no la trae para disculparse.
-Ella puede ayudarte con tu dichosa pintura.
-Estás loco.
-Un poco, pero esto es lo mejor que se me ocurrió. Ella te ayudará y de seguro ganas ese concurso.
Creo que es una buena idea, después de todo la mocosa pinta bien y puede ayudar a que gane el concurso.
-¿Qué dices Thiago? Hagan las paces. Tú te olvidas de lo que te hizo y ella te ayuda con la pintura desinteresadamente.
-¿Estás de acuerdo? -me dirijo a la mocosa. Ella mueve su cabeza afirmativamente.
-Bien entonces asunto solucionado, ahora dense la mano como símbolo de paz.
Con fastidio extiendo mi mano y ella me extendie la suya, la miro con recelo mientras aprieto delicadamente su pequeña mano.
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