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PAIN

Los desastres internos eran producto de "su producto" porque si, sólo era eso. No sería apropiado llamarle parásito, aunque técnicamente sí ya que se alimenta mediante su existencia y eso implica ser vilmente robada por un ser que desconoce. Estaba absorbiendo todo de ella, su vitalidad, cordura, sus sentimientos, su utilidad, todo. Se estaba llevando todo para nunca regresarlo. Mosquito.

Hay movimiento, no sólo en su interior, todo se mueve a su alrededor. Nadie espera por ella, pareciera que todos tuvieran prisa para alejarse y avanzar. Ella no podía, ni podía caminar, seguirles el paso era imposible.

Los pétalos de la flor iban cayendo con lentitud, se desprendían con retardo haciendo que el dolor sea aún más profundo.

Su barriga estaba ahí, como el gran bulto de su vida. ¿En qué momento se había convertido en eso?

Bañarse implicaba pasar sus manos por un cuerpo alterado. Y a veces sentir que algo se mueve... Era detestable. La ropa de cambio después del baño o toda su ropa en si, eran recordatorios de su molestia. El uniforme del desagrado.

Su esposo se empeñaba en recalcar lo bello que le sentaba su estado, pero, ¿por qué no se daba cuenta de su real estado? ¿Dónde está el príncipe de su cuento de hadas?
Su castillo estaba llenándose de enredaderas y hierba mala, se enredaba entre sus piernas y ataba sus dedos, pero la maldita no tocaba su vientre, sólo ella estaba siendo absorbida por la presión de esas hileras verdes.

Nadie veía lo que era obvio.

¿A quién podía recurrir si amigos no tenía? ¿Familia? Su círculo de "amistades" era cualquier cosa menos "amigos confiables".
Su único remedio era sentarse a ver el tiempo pasar en el jardín lleno de ortiga y color gris. Las flores sí cumplían adecuadamente su rol, ella sólo estaba fracasando.

Y los meses pasaron con más incógnitas y nueva voces susurrantes.

El príncipe había desaparecido junto a sus expectativas, estaba en cualquier lugar menos a su lado, donde debería estar; protegiéndole, quitando sus dudas y alimentando su amor. No, no necesitaba que le hablara de muebles de infante, colores o ropa. Viajes familiares o proyecciones de vida de una persona que aún no conocían.

Tenía una idea en mente, una que era descabellada, pero a sus ojos muy elocuente. Sin embargo, era demasiado tarde ya.

Tenía la mano de su esposo sosteniendo la suya, le hablaba y no escuchaba. El dolor que le atravesaba era inmenso, físico, mental y emocional. Inhalar y exhalar, no importaba. Necesitaba que la cosa que ha estado viviendo a sus expensas dejara de hacerle daño.
Le gritaba que se detuviera, que no le dañara más, que le dejara tranquila como antes.
Estaba atravesando por una gran puerta, con mucha gente a su alrededor, con su esposo sin quitarle un ojo de encima, con tantos rostros horripilantes, era una pesadilla. Gritaba, le pedían que se calme, decían que algo estaba en peligro, era ella, ella esta a en peligro por esa cosa que siempre le atormentaba.

Todo estaba saliendo mal.

Pero al final del camino, cuando creía que el dolor había cesado, este se presento más brutal que antes.

El príncipe estaba con la sonrisa más grande y brillante que había visto. Le repetía lo agradecido que estaba y cantaba de felicidad. Tenía un bulto entre brazos. Lo abrazaba con cuidado y expresaba amor a un manojo de telas, porque no, ahí no había nada. No podía haber absolutamente nada. ¡DESAPARECE!

Pero el príncipe era feliz. El príncipe había llevado flores para una flor marchita. El príncipe sonreía.

Entonces el último pétalo cayó. Seco y amarillento, con lágrimas que confundieron con felicidad. Con un llanto de reproche y el dolor multiplicado en millones.

«Te vamos amar por siempre. Mamá y yo siempre, siempre, siempre, te vamos a cuidar y dar todo el amor que en este mundo se pueda dar. Vas a crecer sano y fuerte. Mamá te va a enseñar buenos modales, vas a a ser tan bueno como ella y yo, te enseñaré todo lo que . Te contaré historias al dormir, te daré consejos y te consentiré mucho. Mamá y yo somos felices. Tengo mucho por decirte, tenemos tanto por contarte, te hemos esperado con tantas ansias, pequeño. Pero te diremos todo, absolutamente todo a medida que crezcas. Gracias por llegar a nuestras vidas, tus padres están más que felices, esa palabra no alcanza para describirlo, le has dado otro significado a todo. Has revolucionado nuestras vidas. Bienvenido al mundo, KyungSoo».

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Holaaaaa💞
Felices fiestas a todxs ustedes. Tengan buenos días y mucha paz. Gracias por pasar una navidad más conmigo. Mis más grandes y sinceros deseos para usted. Mucha alegría 💞💞💞

PD: Ahora si arrancamos todo y recuerdan que no son muchos capítulos.

Besos ya abrazos para ustedes. <3













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